“Venezuela: MUD llama a “paro
cívico” y exige el suicidio de la empresa privada”
Resumen
Latinoamericano/ Misión Verdad, 18 de julio 2017/ El antichavismo espera
jugarse otra carta en su mapa de asedio a la comunidad nacional venezolana
focalizando su acción contra el Estado. Quieren usar el viejo, usado, pero
peligroso as de convocar a un “paro cívico nacional”
Para este jueves 19 de julio, Freddy Guevara ha anunciado
la escalada de “protesta” del antichavismo, convocando a un paro cívico que,
proyectan, se ejecutaría por 24 horas. Con la memoria vigente de los años 2002
y 2003, cuando el antichavismo convocó a paralizaciones de 24 horas, que luego
se volvieron indefinidas, los señalamientos desde todas las direcciones apenas
comienzan.
Una de las cuestiones que debe sopesar la llamada Mesa de
Unidad Democrática (MUD), instancia que convoca a la paralización, es
efectivamente el piso de apoyo que pueda tener esa convocatoria, entendiendo
que las circunstancias económicas actuales no dejan mucho espacio de maniobra
para aventuras similares a las de los años 2002 y 2003.
Esto infiere que la reedición de nuevos paros patronales
y comerciales, que aunque pueda ser conveniente (para la MUD) presentarlo en
una narración de acción antichavista modesta de sólo 24 horas, lo cierto es que
todos (incluyendo los sectores convocados al paro) desconfiamos de la MUD.
El comercio, expresión que a fin de cuentas sintetiza el
entramado del sector privado en la mayoría de las instancias de nuestra
economía terciaria, caracterizada por el predominio del sector “bienes y
servicios”, ciertamente podría sumar nuevas pérdidas en su marco de ganancias
ya menguadas por caídas en el consumo, consecuencia de los esquemas de precios
fijados a tasa paralela y la vorágine comercial que ha exprimido los bolsillos de
la clase trabajadora de manera vertiginosa en los últimos tres años.
“Son sólo 24 horas”, dirían algunos. Pero hay más. Los
ensayos de “paro cívico” previos a esta convocatoria nacional, ya ocurrieron de
manera diferenciada pero con grandes similitudes en varias ciudades del país.
Recordemos el caso de Barinas, Barquisimeto, Maracay,
Valencia y San Cristóbal, donde la llamada “resistencia” convocó a paros y se
impuso la dictadura del cierre forzoso de comercios, bajo amenazas de saqueos e incendios y se impuso un
estado de excepción, cortesía de los desaforados guarimberos.
En esas ciudades, diversos eventos ocurrieron bajo un
patrón similar. Apenas una parte del comercio acataba el paro, luego otros
comercios que abrían puertas eran atacados y saqueados. Luego, como en un
efecto en cascada, se reprodujeron saqueos incluso contra comercios que habían
cerrado, generándose un caldo de caos, vandalismo, destrozos y saldos fatales
en pérdidas de vidas humanas. ¿Será esta la reedición de esos ensayos pero
implementada a escala nacional?
La respuesta es sencilla: si la MUD necesita recrudecer
la espiral violenta, podría estar considerando estimularla ejecutando la
violencia focalizada, claramente vandálica, para luego presentarla como
expresión de “estallido social”.
Bien saben que los comerciantes y dueños de negocios en
las ciudades mencionadas, en qué terminaron tales llamados a “paro”. Ni hablar
de las enormes pérdidas que a esta fecha ya han tenido diversos
establecimientos y empresas que han tenido que mantener puertas cerradas por
estar sitiados en zonas de guarimbas en varias ciudades del país. Muchos de
ellos ya tuvieron que cerrar sus puertas y vale decir que no fue por el
“castrocomunismo chavista”.
La MUD pretende que los factores empresariales y
comerciales asuman hoy de manera directa lograr la tarea que la gendarmería
antipolítica de la oposición no ha logrado: paralizar al país.
Lo que implica que, para estos sectores, la convocatoria
es al suicidio económico, tanto por el llamado al cierre de santamarías, como
también por la situación de vulnerabilidad a la que quedarán expuestos, en la
que, abran o no, igualmente estarán a riesgo de saqueos.
La MUD está “colocando todo en el asador”
¿Por qué
implementar una estrategia con amplio rechazo?
Las grandes mayorías nacionales no ven con buenos ojos
los paros, no sólo por las experiencias del pasado sino por los eventos recientes
y el contexto económico todo. En la MUD no sopesan ese costo político, porque
están como dice la frase: “colocando todo en el asador”.
Su apuesta triunfalista que pretende empinar la situación
política a nuevos escenarios de desestabilización es absolutamente clara,
necesita la proliferación del caos y la presentación de un desmembramiento
inducido del tejido social venezolano.
El fraude del plebiscito tiene además una presentación
polivalente. Es presentado en el extranjero como un acto transparente y
legítimo de democracia y amalgama diversos actores internacionales del
antichavismo que siguen reagrupándose para generar embestidas. Pero puertas
adentro de Venezuela, crea la ilusión del “aval político”.
La MUD “se paga y se da el vuelto” legitimando sus
acciones (incluyendo las rechazadas por la población) sobre una supuesta base
de respaldo que en cifras está representada en su ilusorio y fraudulento show seudoelectoral. Dicho de otra
manera, la MUD encarrila a los sectores que la apoyan a aventuras frenéticas y
suicidas, en nombre de ellos y aunque muchos no quieran. Sucederá el jueves
cuando una parte de los sectores comerciales y empresariales se vean
intimidados y forzados al cierre por la llamada “resistencia”.
El principal agente económico del entramado doméstico venezolano,
el sector público, no se paralizará. Como tampoco lo hará buena parte de los
sectores informales e incluso muchas empresas privadas. Podríamos apostar que
incluso hasta la mayoría de los grandes centros comerciales abrirán. No
obstante, aunque los resultados del llamado no sean lo bastante satisfactorios
para la MUD, a fin de cuentas será irrelevante.
La presentación del “paro cívico” en el extranjero será
totalmente distorsionada y se colocará como una jornada absolutamente exitosa,
en una narrativa triunfal de caída del chavismo, pudiendo estar además
condimentada con sangre, fuego y caos, en la reseña de algunos puntos focales
del territorio nacional que puedan ser objeto de la violencia selectiva y
articulada.
La convocatoria a “paro cívico” en la llamada “Hora 0”
trae otros elementos accesorios. Incluye también la conformación para el
próximo viernes de un Tribunal Supremo de Justicia paralelo, que bien sabemos,
no tendrá alcance real, pero sí será precedente y expresión de una
fragmentación inducida del Estado venezolano y la constitución de instancias
paralegales.
Cuestión esta que es fundamental no sólo en la secesión
del poder público nacional, también es vital en la estructuración de un
contexto pre-bélico no convencional donde no sólo proliferen los factores de la
guerra irregular en el terreno, sino también las instancias seudolegales que
blindan con ínfulas leguleyas las acciones de factores desobedientes a las
fuerzas e instituciones regulares.
Las acciones determinadamente sociópatas del
antichavismo, caracterizadas por su total ausencia de empatía hacia las grandes
mayorías nacionales donde están incluidos sus propios seguidores, dan un salto
frenético a la aventura. Efectivamente apuntan a la destrucción aparentemente
desordenada del tejido institucional, económico y social del país, en una
especie de modelo de desmontaje, pieza por pieza.
La consolidación de estos hechos en el terreno, su
efectividad y alcance, está por verse. Bien sabemos la presentación que tendrán
estos hechos en el extranjero. Pero puertas adentro bien podríamos hablar el
día viernes de una nueva etapa de escalamiento del conflicto o, de la
posibilidad más fiable, otro monumental fracaso, sin efectividad política, sin
alcance sobre la determinación del peso de fuerzas y la celebración de un
parcial feriado comercial entre semana. Veremos.
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Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Julio 18 de 2017
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