COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA CAD:
COMPRAMOS TODO LO ANTIGUO, TODO LO USADO, TODO LO VIEJO…pero, no todo…
“No te vayas
por la calle del después, ES AHORA O ES NUNCA” -Amerindios
Sí, compramos todo lo
antiguo, todo lo usado, todo lo viejo, pero no todo y no sólo se debe a lo
exiguo de las divisas, siempre escasas según dice la teoría económica burguesa,
sino que porque a esta altura, casi 44 años de ese martes triste (¿te acuerdas
de cuál? ¿o también piensas que el gobierno popular fue totalitario?), no todo
se puede comprar, negociar o transar.
Compramos tus banderas en
jirones o de lo que ellas queda, esas que agitaste en la lucha antidictatorial
en las calles, plazas, universidades, liceos, las que te identificaban con un
proyecto político de lucha, de liberación, que fuiste cambiando, poco a poco,
por tu lealtad irrestricta a un equipo de futbol, o una congregación religiosa
o asistir mensualmente a algún concierto de cualquier artista, del que sea, da
lo mismo, pues lo esencial para ti es disfrutar la vida, ya mucho aportaste al
combate por la Historia.
Compramos tus rejas, cada
vez más altas, tus cámaras de seguridad, tras las cuales te encerraste cuando
te diste cuenta que en realidad “la alegría no llegaría” por ningún lado y que
de alguna forma se debe proteger aquello que con mucho esfuerzo acumulas.
No vaya a ser que se arme otra vez la pelotera y ocurran expropiaciones
masivas, uno nunca sabe.
Compramos esa mesa, con
sus respectivas sillas, que apilaste en algún rincón de la casa. Esa en
donde expusiste tus posiciones sobre la situación política nacional e
internacional, sobre la coyuntura. Esa en donde soñaste que tú y tus
descendientes tendrían Educación y Salud gratuitas, que el país se apropiaría
de todas sus riquezas naturales, que habría justicia plena.
Compramos todos tus
libros, revistas, panfletos, periódicos, diarios, que igualmente guardaste en
algún lugar de tu casa, para de cuando en vez, volver a hojear lo que
sucedió. Sabes que la memoria es muy frágil, volátil y que de tanta
serie, películas, zagas, que ahora ves, tu mente ahora naufraga por mundos
fantásticos, esotéricos, místicos, en donde los dragones ya no es la patrullera
de pacos que sigue cuidando el dinero del banco de la esquina, sino que ahora
los puedes ver volar de verdad, en 10d, en un tv en donde ahora el cuco habla,
en donde los seres humanos se vuelven monstruos, pelean, no mueren nunca, en
donde los vampiros ahora andan a plena luz del día.
Compramos tus cassettes,
esos que también guardas en algún lugar de tu casa, en donde quedaron
registradas las voces y melodías de aquellos grupos y solistas que apoyaban la
lucha en contra de la dictadura del capital monopólico-financiero y que de
cuando en vez los escuchas, pero en tu lujosa colección de cds, originales o
los vas a ver cuándo anuncian “su último” concierto, que sabes no será el
último, como la serie que ves, sagradamente, cada noche.
Compramos tus consignas,
tus gritos, tu rabia expresada, definitiva, por la justicia social y los
cambios fundamentales.
Lo que no compraremos (y
no compramos en aquellos años) jamás, será el cheque julero de que era posible
la derrota política de la dictadura. No
compraremos jamás eso de que las contradicciones al interior de la burguesía permiten
lograr más democracia. La democracia no
retornó en 1990 y no ha de retornar mientras impere el actual sistema de
dominación capitalista. Democracia popular,
por cierto, nos referimos, a la sustentada en el Poder Popular y la capacidad
material propia del conjunto de los explotados.
No compramos ni
compraremos jamás las urnas roñosas a través de las cuales sólo se legitima el
Poder del conjunto de la patronal. En
ellas no caben nuestros sueños, esperanzas, anhelos. Ni siquiera siete millones de votos se han de
traducir en la Sociedad que queremos construir, el Socialismo.
Finalmente, no compramos
(ayer, en los ’80 profundos) ni menos compraremos hoy aquellas miradas, tesis,
comentarios, que curiosamente se levantan con fuerza en la actualidad sobre el
rol jugado por una Organización Política revolucionaria, de la cual fuimos
parte como Militantes de base. Comentarios, opiniones, miradas, que tienden a satanizar a algunos
(incluso exponiéndolos a represalias irrecuperables) y a endiosar a otros, como
si la Historia, esa con mayúscula, la hicieran algunos hombres y mujeres a su
pleno arbitrio y no situados en condiciones bien concretas, específicas y
determinadas. Nosotros fuimos Militantes
de base y lo seguimos siendo. Fuimos
parte de esa historia (1978-1990) y de esta historia (1990-2017). No compraremos imágenes construidas en el
imaginario individual. Resta todavía el
balance colectivo, el cual no sólo debe hacerse como un deber de Memoria, sino
que porque todavía “nos queda un verso que decir” en esta historia sin perdón.
¡Sólo la lucha y la unidad nos harán libres!
COLECTIVO
ACCIÓN DIRECTA
Julio 21 de 2017
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