“Estados Unidos y sus socios
reflotan pesadillas”
EE.UU.
ha dado muestras que los compromisos y firmas de acuerdos internacionales han
sido hechos para violarlos en función de sus intereses hegemónicos
Un país
que pretende dar certificados de demócratas y sin embargo cuenta con una
historia plagada de intervenciones y crímenes.
Desde el momento mismo de la firma del
denominado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés)
en julio del año 2015, un acuerdo internacional y coercitivo tanto para los
países firmantes como para los otros países miembros de la comunidad
internacional, la clase política estadounidense contraria al ex presidente
Obama comenzó una lenta y sostenida campaña destinada a sabotear los alcances
de tal acuerdo. Atentados que se han incrementado bajo el gobierno de Donald
Trump y que ha implicado aumentar la política de sanciones y exigir a sus
socios sionistas y wahabitas extender sus acciones desestabilizadoras contra la
nación persa.
Desde Venezuela a Irán
En otra parte del mundo, la administración
Trump ha ampliado su discurso agresivo y el apoyo a la desestabilización del
gobierno venezolano a través de la imposición de sanciones y declarando que el
país sudamericano representa una "amenaza extraordinaria e inusual a la
seguridad nacional y política exterior estadounidenses” Afirmación a lo menos
surrealista de un gobierno que se ha especializado en la desestabilización y
derrocamiento de todos aquellos gobiernos que no se ciñen a sus órdenes.
Con Cuba, tras el histórico acercamiento
entre el gobierno de La Habana y Washington, en las postrimerías de la segunda
administración de Barack Obama, que llevó incluso al mandatario estadounidense
a visitar la Isla Mayor de las Antillas – en marzo del año 2016 - el nuevo habitante de la Casa Blanca ha
decidido que el bloqueo, las sanciones y el aislamiento de Cuba deben volver a
ser parte de la política exterior de Washington con respecto a la nación
caribeña. La exigencia a la sociedad cubana, es la misma que se hace a otras
naciones que no le siguen el amén a Washington “obedecer o someterse a
sanciones, bloqueos, ataques, chantajes y una política agresiva destinada a
derribar sus gobiernos”.
Washington unilateralmente ha decidido
aumentar las restricciones para los viajes a Cuba, presionando de ese modo el
desarrollo turístico. Se limitan las actividades económicas con empresas
estatales y con las Fuerzas Armadas Cubanas. No se ha tomado decisión respecto
a las relaciones diplomáticas, así como los viajes de familiares y envíos de
remesas, pero que podrían tener un cambio tras el anuncio de Trump de endurecer
la política con relación a Cuba. Buena nota deben tomar las cancillerías
internacionales a la hora de firmar acuerdos con los gobierno estadounidenses,
pues lo más probable es que una administración de otro signo signifique echar
atrás los compromisos firmados públicamente y que deberían ser asumidos por el
Estado.
Con respecto a la República Islámica de
Irán, el gobierno estadounidense ha redoblado sus esfuerzos tendientes a
aminorar la influencia que la nación persa ejerce en el plano regional, con su
apoyo a la lucha de los pueblos de Siria, Palestina, El Líbano, Irak, Yemen y
Bahréin, que ha elevado su prestigio. Ello, en un escenario de monarquías
serviles, un sionismo cada día más beligerante y un occidente que desea
recuperar la hegemonía que le permita seguir
beneficiándose a las riquezas petroleras, gasíferas y el factor geopolítico de
esta zona del mundo.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de
Estados Unido, General Joseph Dunford
reconoció la influencia de Irán en el concierto regional y el temor
estadounidense ante esta realidad. Esto ha determinado, que la administración
de Trump haya decidido tratar de minimizar este influjo positivo por la
soberanía de los pueblos. Para Dunford, las Fuerzas Quds del Cuerpo de
Guardianes de la Revolución Islámica son un enemigo temible con predominio en El
Líbano, Siria a e Irak constituyendo a
Irán como “una de las mayores amenazas para Estado Unidos y sus aliados
cercanos en Oriente Medio”.
Fiascos y Pesadillas
Esta postura belicista de Estados Unidos se
da en momentos que se reconoce el descalabro de la política exterior
estadounidense en dos frentes: uno, en Afganistán donde 16 años de
intervención “han sido un fracaso, ya
que no le hemos puesto fin de una forma que nos beneficie, retirando soldados
en lugar de incrementar su presencia” declaró el ex general Jack Keane en declaraciones efectuadas a la cadena de
noticias pro gubernamental Fox News añadiendo que la principal responsabilidad
de este fracaso “es de Barack Obama quien nunca se comprometió lo suficiente
para cambiar el rumbo de la guerra y por esa razón se está donde se está”. La
postura de Keane no refiere a la necesidad de no seguir interviniendo, sino que
hacerlo de una forma que implique más tropas y más presencia, lo que augurar un
cambio en la postura de Trump con referencia a este país de Asia Central.
En el plano de las pesadillas de Estados
Unidos, no sólo se presenta la República Islámica de Irán, Cuba y Afganistán,
sino también Siria que tras 6 años de agresión no ha caído bajo el objetivo
político-militar de Estados Unidos y sus
aliados regionales como la Casa al Saud, Jordania, la entidad sionista y las
Monarquías Ribereñas del Golfo Pérsico. Washington ya ha fracasado
ostensiblemente y sólo le queda generar el mayor grado de destrucción con la
nación levantina.
Los propios diplomáticos estadounidenses
han reconocido el fiasco de Estados Unidos y sus aliados en la idea de derribar
al gobierno sirio, bajo la falacia de una Coalición que se supone combatiría a
los grupos terroristas takfirí que operan tanto en Siria como en Irak y que han
ampliado sus ataques a otras zonas de Oriente Medio y el Magreb. Efectivamente,
Robert Ford, ex Embajador de Washington en Siria entre los años 2010 al 2014 afirmó ante el diario en árabe
Al Sharq al Awsat – con sede en Londres y publicado también en Arabia Saudí –
que “Estados Unidos ya ha fracasado en Siria y ahora es casi imposible alcanzar
sus objetivos” constatación que reconoce que la participación de Irán, Rusia,
Hezbolá han hecho posible que Washington consiguiera sus objetivos “Yo pensaba
que el Ejército se debilitaría y volvería a la defensiva o que los soldados
dejarían de luchar. A inicios de 2013, creía que Al-Asad abandonaría el poder,
pero Hezbolá entró en la guerra y a finales del año 2013 el denominado Ejército
Libre de Siria quedó fuertemente dañado”.
A estos dolores de cabeza que debe
enfrentar la administración Trump se une la fortaleza mostrada por Irán en
materia de no dejarse amedrentar frente a las amenazas del gobierno
estadounidense de ampliar sus sanciones contra la nación persa. Como tampoco dejar
de apoyar con fuerza a las sociedades de Irak y Siria en su lucha contra el
terrorismo takfirí. Prueba de esta decisión soberana fue el uso de misiles de propia fabricación
lanzados desde territorio iraní a posiciones de Daesh en territorio sirio.
Efectivamente, recordemos que el pasado 18
de junio, las fuerzas de la División Aeroespacial del Cuerpo de los Guardianes
de la Revolución Islámica de Irán
dispararon, desde dos provincias iraníes, seis misiles contra las
posiciones del grupo terrorista EIIL -
Daesh, en árabe - en la ciudad de Deir
al-Zur, en el este de Siria. acción que despertó las alarmas de la entidad
sionista que día a día ve más cercana a las fuerzas de Irán que demuestran día
a día su apoyo a los pueblos de Oriente Medio sometidos s la agresión de la
triada conformada por el imperialismo, el sionismo y el wahabismo. Irán no ha
necesitado vociferar amenazas o hacer declaraciones altisonantes.
El lanzamiento de media docena de misiles –
el primer paso de la venganza aprometida contra Daesh - que han recorrido 700
kilómetros hasta dar con su blanco, han
sido la prueba palpable que la república islámica de Irán está dispuesta a todo
en materia de su defensa de soberanía pero también en apoyo de quienes han
solicitado sus esfuerzos. Ha quedado claro para Estados Unidos y sus socios
sionistas y wahabitas que Irán es un adversario
militar admirable, con el cual tendrán que cuidarse tal como lo afirma
el Comandante de la fuerza terrestre del Ejército Iraní, general de Brigada
Ahmadreza Purdastan “el limitado ataque con misiles ha sido sólo una pequeña
muestra del poder defensivo y disuasivo de las fuerzas Armas iraníes y se
considera una respuesta aplastante y una advertencia a los que desean avivar el
fuego en la región con ambiciones lógicas”.
Buena cuenta de ello tiene que tomar la
entidad sionista que ya ha comenzado a advertir que Irán se ha acercado a sus
fronteras, lo que es una buena noticia para los pueblos de Palestina, Siria, El
Líbano e Irak. Esto en un marco donde varias naciones árabes se han sometido
ante la entidad sionista. El Presidente de parlamento iraní, Ali Lariyani
criticó esta nefasta realidad al afirmar que “la dependencia de varios Estados
islámicos a Israel son un desastre y una mancha de deshonra. La comunidad islámica
debe sensibilizarse sobe el destino de Palestina y mostrar su autoridad en este asunto” concluyó
Lariyani centrando en la libertad de Palestina el accionar del Eje de la
Resistencia, convertido hoy en la mayor pesadilla para Estados Unidos y sus aliados
en Oriente Medio.
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Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Julio 15 de 2017
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