“Condenaron a perpetua a 4 ex jueces federales por delitos de lesa humanidad”
Este
jueves 27 se conoció el veredicto en el juicio a los jueces en Mendoza. Los ex
jueces Otilio Romano, Rolando Carrizo, Luis Miret y Guillermo Petra, fueron
condenados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad en el marco de un
genocidio. Además, hubo otras 8 perpetuas -12 en total-, varias a penas
intermedias y 5 acusados quedaron en libertad. Radio La Retaguardia realizó una
transmisión especial donde se escucharon testimonios de referentes de
organismos de derechos humanos
El Tribunal
Oral en lo Criminal Federal N° 1 de Mendoza, integrado por los jueces Alejandro
Waldo Piña, Juan Antonio González Macías y Raúl Alberto Fourcade, dio a conocer
el veredicto que condenó a prisión perpetua a 4 ex jueces federales por
“crímenes de lesa humanidad y por ello imprescriptibles cometidos en el
contexto del delito internacional de genocidio”, según relató la secretaria que
leyó el texto.
Fueron 12
condenas a prisión perpetua para: Rolando Evaristo Carrizo Elst, Luis Francisco
Miret Clapés, Guillermo Max Petra Recabarren, Otilio Romano Ruiz –todos ellos
ex jueces federales-, Alcides Paris Francisca Beccaria, Paulino Enrique Furió
Etcheverri, Pablo José Gutierrez Araya, Amando Osvaldo Fernández Miranda, José
Antonio Fuertes Fernández, Luis Alberto Rodríguez Vázquez, Miguel Ángel Tello
Amaya y Carlos Horacio Tragant Garay.
Fueron
condenados a 20 años: Rubén Darío González Camargo, Julio Héctor La Paz
Calderón, Dardo Migno Pipaon –estos tres incluyen delitos de violación y abuso
sexual- y Ramón Ángel Puebla.
A 18 años,
Marcelo Rolando Moroy Suárez.
Por su parte,
recibieron 15 años, Mario Alfredo Laporta Chielli y Diego Fernando Morales
Pastrán y 10 años, Ricardo Benjamín Miranda Genaro. Las penas más bajas fueron
a 6 años, para Oscar Alberto Bianchi Bartell y Pedro Modesto Linares Pereyra. A
5 años, Armando Hipólito Guevara Manrique.
Por otro
lado, varios acusados se volvieron para sus casas, en algunos casos porque
fueron condenados a 3 años de prisión condicional, Antonio Indalecio Garro
Rodríguez y José Antonio Lorenzo Constantino, o el caso de Héctor Rubén Camargo
Granda, Miguel Ángel Ponce Carrera y Juan Carlos Ponce Ochoa fueron absueltos.
El juicio que
condenó a ex jueces federales cómplices y partícipes del Terrorismo de Estado
comenzó el 17 de febrero de 2014. Se trata de jueces que actuaron durante la
dictadura militar, pero que también tuvieron una participación activa luego del
retorno de la democracia para retrasar los juicios, demorarlos y garantizar así
la impunidad a los genocidas.
A pesar de
las condenas condicionales y las absoluciones, la importancia de esta sentencia
a 4 de los jueces federales que participaron de los crímenes de lesa humanidad
y encubrieron a los genocidas es que se da en el marco de un contexto político
que pretende la reconciliación con los represores y con una Corte Suprema que
quiere imponer impunidad a través de la sanción del 2×1. “Es un mensaje de que
podemos seguir luchando por la justicia y podemos seguir avanzando sobre la
complicidad civil”, había dicho Salinas antes del veredicto. El de hoy fue un
día histórico, porque los ex jueces fueron condenados. Lo que queda por delante
hoy parece imposible: avanzar sobre la complicidad civil. De todos modos, imposible
es una palabra que en el idioma de los sobrevivientes e integrantes de
organismos de Derechos Humanos, parece no existir.
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Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Julio 28 de 2017
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