Orietta Fuenzalida (izq.) y Jimena Aguirre |
“Negociación del sector público: ‘Las y los
trabajadores ya se hartaron’”
- Entrevista
con las dirigentas nacionales de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales
(ANEF), miembros de la Mesa Coordinadora del Movimiento No Más AFP y lideresas
del Movimiento Los Cabreados (indignados), Jimena Aguirre y Orietta Fuenzalida
Andrés Figueroa
Cornejo
Cuando
se imprime la presente entrevista, las y los trabajadores públicos del Estado
de Chile llevan adelante una huelga nacional que cumple más de dos semanas,
mientras que la cámara de diputados acaba de aprobar la orden del gobierno de
un reajuste salarial menor que la inflación anual, destruyendo el salario del
sector público andino, referencia histórica para el trabajo organizado del
sector privado.
En
los hechos, la mayoría (70 diputados) de la cámara baja compuesta por el bloque
duopólico que hegemoniza la administración del Estado (menos 22 votos en contra
y la abstención de los diputados del Partido Comunista (PCCh)), acataron la
política antipopular y de ‘austeridad fiscal’ del equipo que hace la
administración Bachelet y que dictan las instituciones mundiales del capital
transnacional, como el FMI, el Banco Mundial, el BID y la OCDE. Ello en el
marco de la crisis de representación y legitimidad del sistema político
dominante que se expresó una vez más mediante una tasa de abstención superior
al 65 % de las personas habilitadas para sufragar en las pasadas elecciones de
alcaldes y concejales. A ello se agrega la irrupción del masivo y variopinto
Movimiento No Más AFP, donde los asalariados del Estado jugaron un papel
relevante en el cuestionamiento de uno de los bastiones centrales del patrón de
acumulación y saqueo capitalista inaugurado en la dictadura cívico-militar e
intensificado durante los gobiernos civiles que se han sucedido desde 1990
hasta ahora.
Orietta
Fuenzalida y Jimena Aguirre son dirigentas nacionales de la Asociación Nacional
de Empleados Fiscales (ANEF) y de la Mesa Coordinadora del Movimiento No Más
AFP. Asimismo, Orietta es representante de los trabajadores públicos de la
Dirección del Trabajo y Jimena es funcionaria del Instituto Nacional de DD.HH.
Ambas son lideresas del Movimiento Los Cabreados (indignados) al interior de la
ANEF.
-¿Por
qué en el petitorio de la ANEF se colocó un reajuste de un 7,5 %, y al momento
de esta entrevista, ya se ha bajado al 4 %?
Orietta
Fuenzalida:
“Porque eso está en las cabezas de los dirigentes que concentran el poder sin
preguntarle a nadie, y explican, sin explicar nada, que primero hay que pedir
un 7,5 % para que se llegue a un reajuste de un 3,5 %. Esos números salen de
conversaciones a puerta cerrada con el gobierno. Asimismo, las resoluciones son
cupulares porque no existe ninguna consulta a las bases de cómo seguir el paro.
Ellos están para contener la disposición de lucha de las y los trabajadores.
Pero la gente ya se hartó.”
Jimena
Aguirre:
“Las bases quieren ser dueñas de sus organizaciones. Quieren y queremos ejercer
la democracia de forma directa y participativa. Tal como nos enseñó el
movimiento de los estudiantes secundarios de 2006 y 2011.”
La indignación de las y los trabajadores
públicos
-¿Qué
diferencia existe en el actual proceso de negociación tradicional y anual de la
ANEF respecto de otras negociaciones?
Jimena
Aguirre:
“Uno de los aspectos distintivos corresponde a que las y los trabajadores
llegaron a la negociación 2016 indignados por el escándalo de corrupción y
nepotismo sobre las pensiones de Gendarmería y, en particular de la millonaria
pensión de Myriam Olate, ex subdirectora técnica de esa repartición estatal y
esposa del miembro del Partido Socialista (PSCh) y presidente de la cámara de
diputados, Osvaldo Andrade. Los casos de Gendarmería se multiplicaron con
aumentos de salarios a discreción para incrementar las pensiones de los
‘beneficiados’, situación que fue uno de los principales gatillantes del
Movimiento No Más AFP. A lo anterior se agrega el caso del ex tesorero nacional
de la ANEF, Pedro Hernández (Democracia Cristiana), que también fue denunciado
por Gendarmería a causa de recibir sobre-sueldos. Nosotras lo acusamos en la
Asamblea General de la ANEF a mediados de este año porque no había
transparentado toda la información financiera de las organizaciones de base de
la asociación. En la ocasión, nuestras denuncias no tuvieron eco debido a que
los gremios que forman la ANEF están cooptados por dirigencias provenientes del
gobierno nacional de la Nueva Mayoría. Posteriormente logramos hacerlo renunciar.”
-Ahora
bien, ¿ustedes qué crítica realizan a la presente negociación entre la ANEF y
el Gobierno?
Orietta
Fuenzalida:
“Nosotras hacemos una crítica de forma y de fondo. De forma, porque las
autoridades gubernamentales saben perfectamente cuáles serán nuestros
movimientos. La negociación se lleva a cabo en el segundo semestre, cuando
estamos encuadrados por la ley de reajuste donde tenemos mínimos márgenes de
acción, en vez de negociar en una fecha en que efectivamente podamos influir en
el presupuesto de la nación. Entonces lo que los trabajadores nos planteamos es
por qué tenemos que negociar las migajas del presupuesto.”
La precarización y privatización del sector
público
-¿Y
cuál es la crítica estructural que hacen?
Jimena
Aguirre:
“La precarización creciente de las y los trabajadores del Estado. De 700 mil
empleados públicos, la mitad son trabajadores a honorarios, esto es, no
contratados, o permanecen subcontratados. Y para peor, los 350 mil trabajadores
a honorarios no están facultados para negociar ni están sujetos al Estatuto
Administrativo que es el que garantiza la carrera funcionaria, derechos,
beneficios, etc. La cuestión de fondo es que estamos ante la privatización del
servicio público.”
-¿Cuál
es la cantidad de trabajadores del Estado en comparación con la fuerza de
trabajo total del país?
Jimena
Aguirre:
“Según la OCDE, a la que Chile pertenece, el país tiene alrededor de un 10 % de
empleados públicos en relación al conjunto de la fuerza laboral, mientras que
el promedio es de un 30 % en las naciones que conforman esa organización.
Ahora, yo creo que en Chile el porcentaje es superior, sólo que está
enmascarado en la privatización de los servicios.”
-¿Quién
construye el petitorio de la ANEF?
Orietta
Fuenzalida:
“Los asesores. Este año, en reunión de directorio de la ANEF, nosotras fuimos
notificadas del petitorio un día antes de ser presentado al gobierno nacional.”
-¿Y
quiénes forman el directorio de la ANEF?
Jimena
Aguirre:
23 directores nacionales. 7 militantes del PSCh, 5 militantes del Partido
Comunista (PCCh), 5 militantes de la Democracia Cristiana (DC), dos militantes
del Partido Por la Democracia (PPD), un militante del Partido Radical (PRCh),
un militante del Movimiento al Socialismo (MAS), y nosotras dos que no tenemos
militancia partidaria.”
-Como
ustedes mismas lo han indicado, la ANEF representa una fracción minoritaria
respecto de la totalidad de la fuerza de trabajo en Chile. Y también saben que
los trabajadores del mundo privado, mayoritariamente empleados en las pequeñas
y medianas empresas, los miran como a ‘privilegiados’…
Jimena
Aguirre:
Lo sabemos. Como también los trabajadores de las empresas privadas deben saber
lo precarizados y privatizados que estamos nosotros. Al respecto, tenemos una
responsabilidad enorme. Por un lado, el reajuste de la ANEF es el techo para el
precio del salario de los trabajadores del sector privado de todo el país. Y
por otro, es la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), de la que la ANEF es su
fuerza más numerosa, la que negocia con el gobierno todos los años el misérrimo
sueldo mínimo (alrededor de 390 dólares al mes que obtiene un 60 % de las y los
trabajadores del país, mientras que el arriendo de una vivienda familiar
promedio es de 300 dólares). Por eso también nosotras estamos por el aumento
sustantivo del sueldo mínimo. Pero ocurre que la CUT, al igual que la ANEF que
vamos a cambiar, es una mera extensión de los gobiernos de turno y negocia a
puerta cerrada el monto del sueldo mínimo. Ello nos emplaza a construir un
proceso para que todos los trabajadores organizados de Chile lleguemos a la
lucha por un sueldo mínimo que alcance para vivir dignamente y sin tener que
endeudarnos. Como si fuera poco, en Chile no existe la indexación automática al
salario del Índice de Precios al Consumidor, IPC (el porcentaje de la
inflación), ni para el sector público ni para el privado. En estos momentos, a
los trabajadores de la ANEF se nos está imponiendo un reajuste del 3,2 %,
cuando la inflación anual será del 3,6 %. Esto es, se nos está recortando el
salario. En definitiva, también hay que cambiar totalmente a la CUT. Mientras
tanto, la presente negociación de la ANEF corresponde al primer capítulo de una
ofensiva general del gran empresariado transnacionalizado en contra del sector
público. Ya existe un proyecto de ley con el fin de desplazar la negociación de
los funcionarios del Estado hacia las negociaciones del sector privado. ¿Cómo?
Se nos pretenderá dividir por servicio para negociar. Allí se encuentra un
desafío central a la hora de resistir semejante ofensiva.”
-Es
una constatación que incluso traspasa las fronteras de Chile, los efectos
políticos y sociales del ejemplar movimiento estudiantil de los secundarios
chilenos, independientemente de su estado actual. Son precisamente las y los
jóvenes de 2006 y 2011 quienes constituyen la más pauperizada fuerza de trabajo
en el presente. Una juventud que no conoció la dictadura ni los formatos
verticalistas del complejo de partidos políticos hoy dominante y en la
administración de turno del Ejecutivo y el Legislativo, y que fue entonces, en
distintos niveles, parte de un movimiento popular que iba desde la oposición
pacífica hasta las fuerzas antifascistas políticas y militares que enfrentaron
al régimen dictatorial.
Lo
que ahora observamos es una paulatina recomposición del movimiento popular o de
las y los oprimidos, todavía descoyuntado, pero en ciernes y sin confianza en
las formas político-instrumentales existentes durante la lucha en contra de la
tiranía. ¿Ello se manifiesta entre las y los trabajadores de la ANEF?
Jimena
Aguirre:
“Efectivamente. Y aquí queremos llegar a otro asunto de fondo, estructural,
orgánico, respecto de estas nuevas sensibilidades que has señalado. Las bases
de la ANEF ya no sólo quieren pelear por un reajuste salarial de unos puntos
porcentuales más o menos. Quieren estabilidad en el empleo, el buen desarrollo
de las personas, un solo tipo de contrato para todos y cada uno de los
trabajadores del Estado, y están en contra de este sindicalismo corporativo que
se la pasa mirando el ombligo y se desentiende de los problemas del conjunto de
la sociedad y de las políticas públicas. Cada año que se fijan los presupuestos
nacionales, el artículo del Estatuto Administrativo que nos rige y que señala
que la relación entre trabajadores de planta y funcionarios a contrata debe ser
de 80 / 20, se desactiva a discreción. Esa relación ya va en 50 / 50, y todos
los años aumenta el trabajo precarizado. Esa es la tendencia real.
En
potencia, somos actores protagónicos de los servicios sociales y queremos ser
parte fundamental de la discusión de los presupuestos nacionales. Sobre todo en
las áreas de salud, educación, seguridad social, trabajo, vivienda. ¿Quién más
que los propios trabajadores públicos conocemos mejor esos servicios sociales?
Por lo demás, nuestro proyecto no sólo considera a los trabajadores públicos,
sino que contiene a la totalidad social organizada.”
Orietta
Fuenzalida:
“Nosotras imaginamos un amplio movimiento de trabajadores públicos que arranque
en el primer semestre del año donde participemos decisivamente en cada una de
las políticas de los servicios del Estado. El presupuesto nacional se ingresa
los 30 de septiembre de cada año. Antes de su ingreso nosotros debiéramos haber
generado hitos, momentos de un proceso participativo en las políticas y platas
que afectan, tanto a los trabajadores públicos, como a la sociedad y sus
derechos que unidos debemos conquistar.”
Jimena
Aguirre:
“Los estructural para nosotras es garantizar los derechos sociales de todos. En
particular de la inmensa mayoría más castigada social, económica, política,
ecológica y culturalmente. Por eso estamos en contra de reducir la lucha de las
y los trabajadores públicos a un bono de fin de conflicto.”
Los Cabreados
-¿Y
de dónde provienen políticamente ustedes?
Orietta
Fuenzalida:
“Del Movimiento de Los Cabreados (‘indignados’). Queremos participar en las
próximas elecciones de la ANEF desde la confluencia amplia con todos los
sectores sociales y políticos que velen por los intereses y derechos de las y
los trabajadores, con absoluta independencia de los poderes establecidos, sean
de los partidos del poder, de los grupos económicos, del gobierno de turno, de
las fundaciones, del propio Estado, etc. Estamos en contra de que los
ministerios estén convertidos en bolsas de trabajo para pagar a la clientela de
los partidos políticos de siempre. Solidarizamos con las causas que luchan
contra todas las formas de opresión y discriminación. De hecho, nuestro
horizonte está ubicado en la superación del capitalismo desde una perspectiva
humanista, antipatriarcal, ambientalista, del bien común por sobre la ganancia
y en contra de la explotación humana y de la expoliación de la naturaleza.”
-¿Quiénes
forman el Movimiento de Los Cabreados?
Jimena
Aguirre:
“Gente sin militancia en los partidos políticos tradicionales que hacen a la
Nueva Mayoría. Nuestro objetivo es que las personas de la base sean las que
manden. Al contrario de lo que actualmente sucede. En el ámbito sindical y
gremial, la asamblea debe ser la que determine, no sus representantes. Lo que
ocurre en nuestro ámbito es similar a la crisis del sistema político
representativo del país. Por ejemplo, se han realizado innumerables reuniones
de consejos de presidentes de la ANEF pidiendo que se declare el paro
indefinido, como lo exigen las bases. Sin embargo, la burocracia gremial y
sindical decide ante sí misma prolongar ‘por goteo’ la paralización, pese a que
la gente quiere luchar decididamente.”
-Los
próximos 5, 6 y 7 de diciembre de 2016 se realizarán las elecciones del nuevo
directorio nacional de la ANEF. Una de las novedades de la elección es que el
actual presidente de la ANEF, Raúl de la Puente, militante del Partido
Socialista (PSCh) y quien lleva 20 años en el cargo, no participará en los
próximos comicios de la organización. ¿Cuántas listas van a las elecciones de
diciembre?
Jimena
Aguirre:
Siete listas, dos de ellas del Partido Socialista, una del PCCh, una de la DC,
otra de los PPD y el PR, otra que depende del Senador Navarro (ex MAS), y la
nuestra, la del Movimiento de Los Cabreados.
-¿Cómo
se llama su lista?
Jimena
Aguirre:
Fuerza Cabreados Por una Nueva ANEEF. Ahora bien, nos llama mucho la atención
que los autonomistas del diputado Gabriel Boric y del recientemente elegido alcalde
en la comuna de Valparaíso, Jorge Sharp, vayan en conjunto con una de las
listas del Partido Socialista (la continuadora de la misma presidencia,
política y estilo de Raúl de la Puente), tienda eje del actual gobierno
nacional. Toda vez que en varias conversaciones entre los autonomistas y
nosotras nos dimos cuenta ambos que teníamos fuertes coincidencias políticas y
programáticas. ¿Las causas? Las desconocemos. Son un misterio.”
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