“’Ramiro’ volverá…”
Mauricio Hernández Norambuena -el
“Comandante Ramiro”, del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR)-, lleva más
de 5.400 días prisionero en Brasil, en un régimen de aislamiento y tortura
completamente inhumano, y del que el Estado de Chile es cómplice
Por Arnaldo Pérez Guerra
En Kaos en la Red –public.
23/11/16
Este 15 de
septiembre, en Chile, su defensa solicitó al ministro en visita Mario Carroza,
aplicar una rebaja a las condenas que enfrenta en nuestro país. De ser acogida,
Mauricio podrá volver.
Actualmente,
“Ramiro” está confinado en la Prisión Federal de Mossoró, en Río Grande del
Norte, Brasil.
Siendo combatiente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), fue uno de los fusileros que participó, en septiembre de 1986, en la emboscada contra el dictador Augusto Pinochet Ugarte.
Detenido
y condenado en los años 90 por los tribunales chilenos, se fugó con otros tres
rodriguistas en un helicóptero desde la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), el 30
de diciembre de 1996, en la operación “Vuelo de Justicia”.
En
2002, fue detenido en Brasil junto a otros revolucionarios chilenos,
colombianos y una argentina-española, acusados del secuestro del empresario
Washington Luiz Olivetto. Fue condenado a 30 años, que cumplirá el 2032.
En febrero de 2017, serán 15 los años prisionero en Brasil. Desde su detención, se le ha mantenido bajo Régimen Disciplinar Diferenciado (RDD), un sistema de tortura y confinamiento que busca el aniquilamiento físico y mental; doble castigo que ha debido enfrentar con entereza, pero que ha impactado significativamente su salud.
Alberto
Espinoza Pino, su abogado defensor, solicitó al ministro Carroza, la aplicación
del artículo 103 del Código Penal, que establece la media prescripción y se le
rebajen las penas al máximo establecido en la ley. De esa forma, podría ser
extraditado a Chile. Extradición que ya fue aprobada hace años por los
tribunales brasileños.
“Desde
la evasión desde la Cárcel de Alta Seguridad hasta hoy han pasado 19 años, 8
meses y días. El artículo 103 del Código Penal establece la media prescripción
como una circunstancia, para estos efectos, aminorante de la pena cuando ha
transcurrido la mitad del tiempo exigido para la prescripción total de la
pena”, señala el escrito presentado por Alberto Espinoza.
Agrega:
“Ese plazo es de 15 años (en el caso del presidio perpetuo), el que comienza a
correr desde el quebrantamiento de la condena. (…) Pido que se le rebaje las
penas al máximo establecido en la ley, considerando las condiciones extremas e
inhumanas de encarcelamiento que ha debido soportar en Brasil”.
ARGUMENTOS DE LA DEFENSA
Alberto
Espinoza, accedió a responder nuestras consultas.
-¿Cuál
es la situación procesal de Mauricio Hernández?
“Tiene
dos situaciones procesales distintas, una en Chile y otra en Brasil. En nuestro
país, está condenado a dos penas de presidio perpetuo, del antiguo sistema, por
dos delitos que han sido calificados como ‘delitos terroristas’: el secuestro
de Cristián Edwards -el hijo del dueño de El Mercurio-, y el homicidio del
senador Jaime Guzmán.
En
ambos, fue considerado ‘autor intelectual’, no material. Y, en ambos, se le
condenó a presidio perpetuo.
En el sistema antiguo, implica prisión efectiva. Se trata de penas hasta que muera el condenado. La distinción está en que a los veinte años de cumplimiento efectivo, él puede optar a beneficios carcelarios. Y dependerá si cumple o no con los requisitos, el que les sean otorgados. De modo que no es sostenible señalar que va a salir a los veinte años, puede que no salga en libertad nunca.
En
Brasil, fue detenido y acusado del secuestro a un empresario de las
comunicaciones, Washington Olivetto, y está condenado a 30 años de prisión, de
los que lleva cumplidos 14 años. En nuestro país estuvo privado de libertad
tres años y fracción, hasta que se fugó desde la Cárcel de Alta Seguridad. Esa
es su situación. En cuanto a las condenas, tanto en Brasil como en Chile, está
condenado y rematado.
En
relación a la situación procesal chilena, habría que complementar que, cuando
es detenido en Brasil, Chile solicita su extradición, para efectos de que
termine de cumplir las penas por las que fue sentenciado en los tribunales
chilenos, y que fueron interrumpidas cuando se fugó.
Ese
procedimiento de extradición fue acogido por Brasil, y la Corte Suprema
brasileña determinó dar lugar a la extradición, pero condicionó la entrega de
Mauricio a que las penas que aplicables en Chile no excedan de los 30 años,
porque ellos entienden que las penas de presidio perpetuo son contrarias a su
Constitución Política y a los principios y valores que el Estado brasileño
tiene en relación a las penas carcelarias. Consideran que es una pena inhumana
la de presidio perpetuo. Entonces, argumentan que no pueden entregar a una
persona a un cumplimiento de una pena de esa magnitud. Condicionaron su entrega
a que Chile reduzca sus penas, y como nuestro país hasta ahora no ha podido
reducirlas, salvo que se produzca alguna situación jurídica que lo permita,
como una ley de amnistía o una ley de indulto general… Pero no hay condiciones,
en nuestro país, para que se den esas leyes; por lo tanto, Chile no ha podido
asumir ese compromiso…”.
-¿Cuál
es la situación de Mauricio? ¿Cómo se encuentra?
“Durante
los 14 años preso en Brasil ha estado en condiciones inhumanas, bajo un régimen
carcelario que se denomina Disciplinario Diferencial. ¿Qué significa eso? Un
régimen de castigo permanente, para personas sometidas a castigo, en
circunstancias que Mauricio Hernández no ha cometido ni ha incurrido en ninguna
conducta antirreglamentaria, y se le mantiene ‘castigado’ de todas formas… Eso
consiste en un encierro permanente, con limitaciones, restricciones del derecho
a la visita, del acceso a los medios de comunicación, al contacto con otros
internos…
Solamente
ve a los custodios, los gendarmes, de las respectivas cárceles donde ha
permanecido. Es bastante extremo el régimen carcelario, y eso se ha reflejado
en el deterioro de su estado de salud física, ha sufrido enfermedades como
alzas de presión arterial, lumbago, problemas óseos, y también en lo sicológico
se ha producido una merma, un daño, que no sé hasta dónde pueda ser reparado.
Lo
he visto en tres ocasiones, la última vez hace unos ocho años atrás. Hace
bastante tiempo. En esa época, lo vi con una entereza moral importante. Se le
veía muy firme en sus convicciones, dispuesto a soportar la cárcel como un
militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, pues él asume esa condición…
Mauricio
permanece en una celda de aislamiento, de dos por tres metros, sin luz natural,
donde se encuentra la cama y el baño, sin derecho a evacuación de su excusado
si no lo dispone el custodio. Debe permanecer encerrado 22 ó 23 horas diarias,
sin contacto con los demás presos. Habitualmente le sacan a un pequeño patio
una hora diaria.
No tiene acceso a radio, televisión u otros medios de comunicación, por lo que su aislamiento con el mundo exterior es casi total. Puede ingresar dos libros semanales, pero son revisados por sus carceleros quienes deciden qué es lo que puede leer y qué no. Sus cartas son leídas y censuradas, tanto las que él escribe como las que recibe. No pueden exceder de una página.
No tiene acceso a radio, televisión u otros medios de comunicación, por lo que su aislamiento con el mundo exterior es casi total. Puede ingresar dos libros semanales, pero son revisados por sus carceleros quienes deciden qué es lo que puede leer y qué no. Sus cartas son leídas y censuradas, tanto las que él escribe como las que recibe. No pueden exceder de una página.
A
los presos se les prohíbe cruzar miradas con sus carceleros y, en caso
contrario, se les sanciona al confinamiento en un diminuto calabozo, durante no
menos de 15 días. Mauricio también ha debido soportar ese castigo adicional.
Además,
le ha sido rechazada la petición de ser atendido por un médico de su
confianza”.
-¿Solo
puede ser visitado por sus familiares?
“Sí,
y el que las visitas se reduzcan a dos familiares semanales, por dos horas,
hace prácticamente imposible que puedan visitarlo regularmente. Su familia vive
en Chile. Cada viaje cubre una distancia de más de 5 mil kilómetros, con un
alto costo económico.
Solo
pueden visitarlo sus familiares directos, eso dificulta significativamente un
derecho de visita que se ve bastante menguado. Las posibilidades de visitarlo
son bastante distanciadas en el tiempo, en la medida que tengan los recursos.
Esa
es su situación. En el último tiempo, se ha manifestado un deterioro físico.
Sus enfermedades han requerido de atención médica.
Además,
ha sido cambiado de cárcel en varias oportunidades. Eso también ha contribuido
a que la condición carcelaria sea inhumana.
Permanentemente
está siendo trasladado. Todas las cárceles en Brasil son de máxima seguridad, y
en todas se le ha mantenido el mismo sistema carcelario. Cada vez que es
cambiado de cárcel, se tiene que realizar nuevamente los protocolos para las
visitas, y eso dificulta el viaje de sus familiares. Las cárceles donde ha
permanecido están todas en lugares alejados de los centros urbanos, en
condiciones climáticas extremas, de difícil acceso, en poblados lejanos”.
-Usted
presentó un recurso en los tribunales chilenos…
“Ante
el ministro Carroza -que es quien lleva las causas Guzmán y Edwards-,
solicitamos la aplicación de la media prescripción de la pena, que está
establecida en el Código Penal.
Se
aplica cuando una persona que está condenada permanece en condición de rebeldía
del cumplimiento de la pena. Sería el caso de Mauricio Hernández a partir de su
fuga, pues deja de cumplir la pena, y empieza a transcurrir un plazo de
prescripción, que es un modo de extinguir la responsabilidad penal. Son quince
años, por estar condenado a presidio perpetuo, pero en el caso de las personas
que están fuera del territorio de la República, cada dos días de permanencia
fuera, se cuenta uno en Chile.
Como
él lleva 14 años en Brasil, más el tiempo que estuvo detenido acá, se entiende
que ha trascurrido por lo menos la mitad del tiempo de la prescripción. Cuando
eso ocurre, la ley lo establece como causal de rebaja de la pena.
Además, eso ya ocurrió en la causa de Jaime Guzmán. La última sentencia que se dictó fue respecto de Enrique Villanueva, que fue condenado a perpetua como autor intelectual del homicidio de Jaime Guzmán, por pertenecer a la cúpula del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Respecto de él, se acogió la media prescripción de la acción penal, y quedó condenado a 5 años de cárcel, con beneficios. O sea, que en la misma causa, ya hay un antecedente respecto de que se acogió la prescripción, lo que fue ratificado por la Corte Suprema. Así que tenemos por lo menos alguna esperanza de que nuestra solicitud sea acogida por el ministro”.
-¿Si
se acoge, qué implicaría para Mauricio?
“Se
reducirían significativamente las penas de presidio perpetuo y, con eso, se
podría dar cumplimiento a las condiciones establecidas por Brasil… Podríamos
traerlo a Chile para que termine de cumplir las penas acá. Ya no los presidios
perpetuos, sino las que eventualmente determine el ministro Carroza respecto de
las dos causas en su contra.
La
solicitud está fundada en el hecho que Mauricio no está cumpliendo las condenas
que se le aplicaron en Chile, de manera que está prescribiendo ese
cumplimiento.
Frente
a nuestra solicitud, el ministro le dio audiencias a la UDI, al Ministerio del
Interior, la familia Guzmán, y al fiscal de la Corte de Apelaciones.
Los
querellantes se han opuesto a esta solicitud, sin embargo, yo diría que sus
argumentos son bastante débiles. No apuntan a la cuestión de fondo sino que
básicamente a cuestiones formales, señalando que Mauricio ‘no está presente en
el juicio’. Evidentemente, no está presente porque está compareciendo. Su
presencia se verifica a través del abogado, es una presencia jurídica, validada
en la medida en que uno lo representa en todas las instancias del proceso. De
manera que esperamos que el ministro falle conforme a derecho y acoja nuestra
solicitud, y que eso se traduzca, en definitiva, en una reducción de las penas.
Si se
acoge, Brasil deberá de dar cumplimiento a su extradición… y Mauricio podrá
volver”.
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