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domingo, 13 de noviembre de 2016

EL PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA HUGO DOLMESTCH DEBE RENUNCIAR


Dolmestch expresó su opinión favorable a la entrega de beneficios carcelarios a los criminales de lesa humanidad de la dictadura cívico-militar, asegurando que no deberían existir excepciones para su entrega, prestándose -en los hechos- para cohonestar la campaña reaccionaria que pretende que tales asesinos salgan en libertad

En una entrevista concedida a uno de los dos periódicos del duopolio informativo chileno, La Tercera, el presidente de la Corte Suprema se mostró llano a abordar positivamente el tema de los beneficios carcelarios a condenados por crímenes contra los Derechos Humanos ocurridos durante la dictadura cívico-militar (1973-1990).

En sus dichos al periódico del multimillonario Álvaro Saieh, Dolmestch se atrevió a situar en un mismo nivel a delincuentes comunes y a criminales de lesa humanidad, asegurando que estos últimos igual que los otros deben acceder a la obtención de la libertad condicional: “Para nosotros, creo, se está concibiendo que este beneficio es un derecho del condenado y no una dádiva que le otorga el Estado. ¿Esto se debe aplicar a estos sentenciados?”, se preguntó.

El magistrado tomó descaradamente partido en el bando de los que, injustificada e ilegítimamente, pretenden que no existan excepciones para el cumplimiento de esta medida, al mismo tiempo que criticó el proyecto de ley que busca limitar la entrega del beneficio de la libertad condicional a los violadores de DD.HH.

Para Dolmestch, basta con la simple condena a los criminales de lesa humanidad para que estemos todos tranquilos. “El derecho humano de las víctimas se cumplió, fueron sentenciados, y ahora viene el derecho humano de los condenados”, dijo, desconociendo que el cumplimiento de cárcel efectiva, como lo asegura la jurisprudencia internacional en la materia, forma parte inalienable de la pena y de la realización del derecho a la justicia de las víctimas y del conjunto de la sociedad.

El presidente del máximo tribunal manifestó ser partidario de otorgar indultos humanitarios a los agentes del Estado que cometieron crímenes de lesa humanidad durante la dictadura cívico-militar: “El Poder Ejecutivo tiene la facultad de perdonar, porque es tan humano perdonar y el perdón tiene que tener un efecto”, concluyó. Con esto, el hombre olvida que hasta su misma muerte han sido encarcelados los criminales nazis, los que cometieron genocidio en la ex Yugoslavia, en las guerras civiles y étnicas del África central, etc.

Por cierto que todos los condenados por crímenes atroces contra los DD.HH., los cuales repugnan la conciencia social: autores materiales e intelectuales, cómplices y encubridores, deben cumplir la totalidad de sus penas en prisión, así sin más. Esto, máxime cuando la cuasi totalidad de ellos ni siquiera ha manifestado una pizca de arrepentimiento o de conciencia del mal que les causaron a miles de chilen@s y a la sociedad toda.

Sólo los asesinos por razones políticas y la derecha pueden estar de acuerdo con los falaces y errados planteamientos de Dolmestch. Pero la verdad pura y simple es que, con tales dichos, el pretendido jurista está contribuyendo a que otros que quieran emular a los subhumanos que él pretende enviar a las calles vuelvan, en condiciones similares, a cometer crímenes tanto o más atroces que los consignados en los informes Rettig y Valech.

Estas extremadamente graves e insoportables frases de quien preside el máximo tribunal del país vienen a demostrar su absoluto desconocimiento del derecho internacional humanitario. Por la gravedad de sus expresiones y las implicancias que tienen para que de verdad se respeten los derechos fundamentales en Chile, el actual presidente de la Corte Suprema Hugo Dolmestch debe renunciar al cargo de inmediato; no puede haber otra posibilidad.

¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!

Colectivo Acción Directa CAD –Chile
Noviembre 13 de 2016

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