“El modelo de malestar de la
economía chilena”
Por Lucía Converti
En CELAG
–public. 25/8/16
Desde el
derrocamiento golpista del gobierno socialista de Salvador Allende en
septiembre de 1973 se instaló en Chile, de la mano del dictador Augusto
Pinochet, el modelo económico monopólico.
Este modelo no solo
reconfiguró el mercado local de bienes y servicios y la estructura económico
financiera, sino que además transformó la idea de bienestar social. Se pasó de
un país que pretendía la igualdad de oportunidades entre sus ciudadanos, a un país
en que la salud, la educación y el sistema jubilatorio, en distintas medidas,
pasó a ser parte del mundo de los negocios y a considerarse una mercancía.
Se instaló la idea
de que el sector privado es mejor administrador, más eficiente y con la clara
convicción de que hay que recortar los gastos estatales, pasando los servicios
sociales a ser servicios individuales y que cada familia sustenta lo mejor
posible según sus ingresos.
El modelo del
capital financiero fijó como clave del éxito la apertura total del mercado,
tanto de bienes como de productos financieros, una tasa de inflación baja, un
tipo de cambio estable, cuentas, tanto internas como externas, equilibradas
para lo cual se requiere de un bajo gasto público y una tasa de interés
atrayente para los capitales extranjeros.
Todo esto para que la economía crezca a partir de la inversión y que el consumo se contenga para no generar inflación.
Todo esto para que la economía crezca a partir de la inversión y que el consumo se contenga para no generar inflación.
Así, desde 1974, la
economía chilena ha crecido al ritmo de los vaivenes de la economía mundial.
Los tratados de libre comercio a los que ha adherido este país orientaron sus
exportaciones básicamente al cobre y sus derivados, y las importaciones
desplazaron productos básicos de producción nacional aumentando la dependencia
importadora. Aun así, las importaciones de bienes resultan menores que las
exportaciones. Sin embargo, la importación de servicios, la fuga de capitales
por giro de utilidades y dividendos, el pago de intereses por inversiones
financieras y de deuda externa, hacen que la cuenta corriente sea negativa. Como
todos los países con economías abiertas, Chile normaliza su balanza de pagos
vía inversiones extranjeras, tanto directas como financieras.
Tal como se
mencionaba anteriormente, el gasto público en Chile es bajo, representando un
13,4% [1] del PBI en 2015. La inflación ronda el 4% [2] anual y la variación
del tipo de cambio un 10,3%[3] anual. Pero, llamativamente y contradiciendo las
leyes del modelo, la economía chilena está tirada por el consumo privado. La
inversión no se destaca como motor de la economía, más allá de ser la fuente
más importante de entrada de divisas, ya que representa el 22% [4] del PBI,
porcentaje similar al de otros países de la región. Otra “sorpresa” con la que
nos podemos encontrar analizando la economía Chilena, es la alta calificación
crediticia la inmensa deuda externa de este país. En 2015 la misma alcanzó el
54,3% [5] del PBI, sin embargo esto no parece hacer mella en la credibilidad
del país como si ocurre en otros países de la región que no comparten el modelo
económico.
Más allá de estas
curiosidades que plantea la economía chilena en el marco del modelo económico,
los indicadores sociales de Chile son en su mayor parte alentadores. Cuenta con
una desocupación del 6% [6], pobreza del 7,8% [7] e indigencia de 2,5% [8]. Sin
embargo, la concentración del ingreso es una de las más altas de Latinoamérica.
Todos estos indicadores como mencionábamos previamente mantienen una alta
dependencia del desarrollo del mercado Chileno ya que las necesidades básicas
no están a cargo del Estado sino de los ingresos de cada familia.
En este marco, es
interesante analizar que pese a la bonanza que reflejan los números de la
economía de este país, las protestas más importantes se basan en una fuerte
críticas al sistema de bienestar social (más bien ausencia del mismo) impuesto
por el modelo económico.
En primer lugar, y
por una importante cantidad de años, los estudiantes universitarios ocuparon la
calle reclamando que la educación sea considerada como un derecho y no que se
lucre con ella. Miles de familias y estudiantes tenían que endeudarse casi para
toda la vida para poder acceder a este nivel de educación. No existían espacios
donde las madres puedan dejar a sus hijos mientras ellas estudiaran, tampoco existen comedores estudiantiles y un
sinfín de condiciones que restringían el acceso a la universidad. Durante años,
estas manifestaciones fueron reprimidas por los gobiernos de turno.
Una vez que se
logró instalar el tema en la agenda presidencial de 2014 y que la actual
presidenta presentó en su plataforma electoral una reforma educativa, el pueblo
chileno vuelve a ocupar las calles masivamente reclamando por un sistema
estatal de pensiones.
El sistema de
pensiones en Chile es privado para todos menos para los altos funcionarios y
los militares. Las jubilaciones son muy bajas, sobre todo si se la compara con
los altos funcionarios y los militares y el sistema se encuentra fuertemente
deslegitimado en la sociedad por corrupción. La presidenta Michelle Bachelet,
ante los reclamos, mencionó la posibilidad de ampliar la tasa de aporte de 10%
a 15% sobre el salario y que la diferencia sería aporte patronal.
Es interesante
mencionar que, como mencionó el Jefe de Pensiones y Envejecimiento de la
Población de la OCDE en una nota en “La Tercera” en su versión digital “al
compararlo internacionalmente, la porción del empleador es muy baja o incluso
nula”. Sin embargo, al preguntarle como repercutiría el aumento en la tasa a
largo plazo, contestó “si tienes un mercado laboral completamente flexible, el
efecto a largo plazo es que los salarios netos caen. Si el mercado laboral no
es flexible, los salarios netos no caen completamente, pero pierdes mucho
empleo”.
Esta última
reflexión no hace más que demostrar el funcionamiento y el pensamiento en una
economía en donde el mercado regula hasta el malestar social.
Notas: todas corresponden a datos de la Cepal
Colectivo Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Agosto 25 de 2016
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