Compañero Nicolás López |
Ministro Leopoldo Llanos condenó a 11 agentes del
Comando Conjunto por el “Secuestro Calificado” -eufemismo por detención y
posterior desaparición- de Nicolás López Suárez, un militante del PC y que
fuera dirigente de la CUT
Con fecha 18 de agosto, se dio a conocer el
dictamen del ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a
los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Leopoldo Llanos
Sagristá, en que sentencia a 11 ex agentes –9 ex uniformados y 2 civiles- del tenebroso
Comando Conjunto por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado de NICOLÁS LÓPEZ SUÁREZ, ilícito perpetrado a partir del 30 de julio de 1976, en
la Región Metropolitana.
En
su resolución (causa rol 729-2010), el ministro de fuero condenó a los agentes Enrique Ruiz Bunger (“El Freddy”), Antonio Quiros Reyes, Juan Saavedra Loyola (“El Jano” o “El Mono”), Daniel Guimpert Corvalán, Manuel Muñoz Gamboa (“El Lolo”), César Palma Ramírez (“El Fifo”), Raúl González Fernández (“El Wally Chico”, un civil adscrito a la FACH), Juan Aravena Hurtuvia, Ernesto Lobos Gálvez y Miguel Estay Reyno (el luctuosamente célebre “Fanta”, un civil traidor al PC), todos a penas de 15 años y un día de presidio,
en calidad de autores de los delitos de asociación ilícita y secuestro
calificado.
En
tanto, la ex agente Viviana Ugarte Sandoval –“La Pochi”- fue condenada a 5 años de presidio como autora
del delito de asociación ilícita y cómplice en el secuestro calificado.
Nicolás López
Suárez
Este
compañero había sido dirigente sindical minero y Consejero Nacional de la CUT
antes del Golpe de Estado militar del 11/9/73, y un militante del Partido
Comunista.
Concurrió el día 30 de julio de 1976 -como de costumbre- a almorzar
al Restaurante "Carrera", ubicado en las calles Alameda con Maturana
de la capital, en compañía de la Sra. Ana Altamirano, esposa de un amigo y
compañero de Partido del afectado llamado Juan Gianelli, quien había sido
detenido por agentes de seguridad unos días antes y que se encuentra
desaparecido hasta la fecha.
Un
sobrino del afectado, Juan Montalván López, quien trabajaba en el mencionado
establecimiento, observó que entraron al local dos civiles que se sentaron en
un extremo del mesón y desde allí observaron tanto al afectado como a su
acompañante.
Nicolás
López, al percatarse de que estaba siendo vigilado, decidió marcharse del
lugar, y de inmediato salió del Restaurante, subió a su acompañante a un taxi y
él se dirigió rumbo a las calles Alameda con Cummings, con el objeto de tomar
un microbus. Minutos después y ya cerca de las 14:00 horas, Juan Montalván -que
había acordado juntarse con el afectado a la salida de su lugar de trabajo, a
la hora indicada- salió a la calle buscando a su tío, sin encontrarlo. Posteriormente,
los familiares del afectado, habrían tomado conocimiento que Nicolás López fue
visto cuando era bajado de un microbus, por dos civiles que lo condujeron con
rumbo desconocido.
Juan
Montalván López declaró ante el 5° Juzgado del Crimen de Santiago, que
sustanció un proceso por el secuestro del afectado, que "el día 30 de
julio de 1976, estaba trabajando como mesonero, cuando llegó al Restaurante mi
tío Nicolás López Suárez, alrededor de las 13:00 a 13:30 horas, y en el mismo
mesón se encontró con una mujer de unos 35 años, más bien alta, delgada,
blanca; persona con la cual estuvo conversando un rato y luego ambos se fueron
a sentar alrededor de una mesa y almorzaron juntos. En esos instantes, llegaron
al negocio dos individuos, uno alto y rubio, macizo, de unos 40 años de edad, y
el otro moreno, más bien bajo, de unos 35 años, los cuales se sentaron en un
extremo del mesón y desde allí comenzaron a vigilar y a mirar en forma disimulada
tanto a mi tío como a su acompañante". Su sobrino reconoció posteriormente
en las fotografías que se le exhibieron a Roberto Fuentes Morrison, alias
"El Wally" e integrante del fatídico Comando Conjunto, como una de las personas que seguía a Nicolás López y que el día de su
desaparición lo vigilaba dentro del restaurant. Igualmente, Anita Alvarado
señaló que una de las personas que vio en el restaurant en el día de los hechos
era Fuentes Morrison, a quien conocía con anterioridad.
En
el mes de agosto de 1976, Juana Muñoz Tapia -conviviente de Nicolás López- fue
informada extraoficialmente que el afectado, luego de su detención el 30 de
julio pasado, había sido llevado al Ministerio de Defensa, siendo trasladado
aproximadamente el 16 de agosto a un Regimiento de la capital, recinto en el
que permanecía en muy malas condiciones físicas, pues se había negado
sistemáticamente a hablar, aún siquiera para decir su nombre. Esta actitud de
López Suárez, se le señaló, podría significarle el que no volvieran a verlo
más.
El
afectado había sido detenido, anteriormente, el 11 de septiembre de 1973 por
efectivos militares, los que lo condujeron hasta el Estadio Nacional, recinto en
el que permaneció privado de libertad hasta el día 16 de ese mismo mes y año.
La
detención de Nicolás López Suárez ocurre en una época en que los organismos de
seguridad desataron una fuerte ofensiva contra el Partido Comunista, siendo
detenidos muchos miembros y dirigentes de esta colectividad política.
En
publicaciones de prensa de la época se informó que en el mes de julio de 1976,
la Dirección Nacional de Comunicación Social (DINACOS), hizo saber a la opinión
pública que el gobierno había detectado gran actividad del Partido Comunista y
que se habían detenido varios militantes y dirigentes.
Por
su parte, la Revista "Qué Pasa", en sus números 235 (de 23 de octubre
de 1975) y 277 (de 12 de agosto de 1976) hizo saber a sus lectores que "en
estos meses los militantes y dirigentes comunistas que han desaparecido de sus
actividades y domicilios habituales alcanzan cifras significativas".
Las
detenciones y desaparecimientos de militantes y dirigentes comunistas,
ocurridas en el año 1976, deben ser ligadas unas con otras, ya que indudablemente
responden a una planificación metódica previa, que llevó a cabo una
organización dotada de los medios materiales y con las garantías del anonimato
y de la impunidad para actuar en forma delictiva y en abierta violación a
derechos humanos fundamentales.
¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y
Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo Acción Directa CAD –Chile
Agosto 23 de 2016
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