Entonces -y como siempre debe ser-, al Movimiento Popular sólo le resta avanzar en la lucha más resuelta y la unidad más amplia tras sus demandas y sus objetivos históricos
Sabíamos de las pésimas prácticas, de las iniquidades e insuficiencias políticas de la Nueva Mayoría
(NM) -devenida ahora en ‘Nueva Minoría’-, trance que se remonta hasta el momento
de su creación, allá por abril de 2013. En todo caso, las cosas fueron de mal
en peor desde su instalación en el ejecutivo, en marzo de 2014, y no hace falta
ser muy perspicaces como para no darse cuenta que la responsabilidad de su descalabro
en la arena de la política ha corrido por cuenta exclusiva de sus propias autoridades,
nacionales y regionales; sus representantes oficiales y oficiosos; sus partidos
y grupitos integrantes, todos los cuales defienden –con mayor o menor ímpetu-
los intereses de los dueños de éste país; su manga de ‘asesores’ y lobbistas,
bien pagados y pragmáticamente enamorados del gran capital; sus think tanks de
‘copy paste’ de las políticas de conspicuas agencias de desarrollo del
capitalismo central; sus dirigentes de rango intermedio y locales, los mismos
que se sirven del clientelismo para ascender en carreras políticas mediante las
que reproducirán el oprobioso sistema de dominación y explotación actual. Todos
los mentados –con honrosas excepciones- y según su nivel de importancia, han
sido mojados por los grupos monopólicos-financieros.
En
la derecha, en tanto, ocurre algo muy similar, sólo que allí las camorras que
la componen no tienen la necesidad acuciante de acceder al ejecutivo y así
defender las bases de un ordenamiento diseñado para servir a los intereses de
la clase dominante, la burguesía, y de entre ella su fracción dominante desde
hace más de cuatro décadas: la Monopólico-Financiera.
Claro, Carlitos ya lo había captado hace un siglo y medio: en esencia, por antonomasia, LA “DEMOCRACIA” ES LA DEMOCRACIA BURGUESA, el sistema político mediante el cual normalmente la burguesía ejerce/oculta la dictadura de su dominación de clase en las formaciones capitalistas.
Es la forma de Gobierno en donde la Burguesía domina a la clase trabajadora, haciéndole creer a esta última que en él tiene cabida y participación, un Olimpo en donde puede ser qué tal vez, qué quién sabe, los explotados tengan una remota posibilidad de hacer algo, llenos de la vacua ilusión que se les ha instilado de que pueden mejorarlo desde adentro. Y dentro de éste orden ptolemaico, el que se haga cargo del ejecutivo un Frei, un Lagos, una Bachelet, un Piñera, un Teillier, es consistente con el hecho que todo siga igual.
Claro, Carlitos ya lo había captado hace un siglo y medio: en esencia, por antonomasia, LA “DEMOCRACIA” ES LA DEMOCRACIA BURGUESA, el sistema político mediante el cual normalmente la burguesía ejerce/oculta la dictadura de su dominación de clase en las formaciones capitalistas.
Es la forma de Gobierno en donde la Burguesía domina a la clase trabajadora, haciéndole creer a esta última que en él tiene cabida y participación, un Olimpo en donde puede ser qué tal vez, qué quién sabe, los explotados tengan una remota posibilidad de hacer algo, llenos de la vacua ilusión que se les ha instilado de que pueden mejorarlo desde adentro. Y dentro de éste orden ptolemaico, el que se haga cargo del ejecutivo un Frei, un Lagos, una Bachelet, un Piñera, un Teillier, es consistente con el hecho que todo siga igual.
En
medio de este intríngulis, de una NM con un programa desleído –pero acicateada
por seguir gobernando para mantener el mismo sistema de todos estos años- y de
una derecha económica y política que se quedó sin programa político alguno y
aspirando llegar al ejecutivo en base a la mera crítica de la NM, para el
chileno común no resultaron extraños los resultados de la última encuesta del CEP, publicada éste viernes 19. Sólo los medios del
establishment y los opinólogos interesados se han mostrado espantados ante la
debacle de las representaciones políticas y han hecho gárgaras con las
raquíticas preferencias de uno y otro candidato.
¿Y qué decir de la
encuesta del CEP?
Primeramente,
expresar que nada que haga el CEP será porque sí. Este think tank del core de
la derecha económica tiene su historia y contenido. El 4 de diciembre pasado, Eliodoro Matte, uno de los dueños de éste país,
presentó su renuncia indeclinable al cargo de presidente del mismo, título que
ostentaba desde 1987, debido al cuestionamiento público generado por el
requerimiento de colusión en contra de su empresa CMPC y la sueca SCA (ex Pisa)
en el mercado del tissue. Ese día, el comité ejecutivo del CEP propuso como
sucesor a Enrique Barros, abogado ligado al CEP desde 1985, muy cercano a
Eliodoro Matte y asesor histórico de CMPC. Fue elegido nuevo presidente en
forma unánime por el consejo directivo del centro de estudios. Y resulta que
don Enrique defendió a Don Pollo, condenada por el TLDC y la Corte Suprema por
concertarse durante diez años con otras dos avícolas para limitar la producción
y asignarse cuotas de mercado. Y su estudio de abogados, Barros Letelier &
González, tomó la defensa de SMU, acusada de coludirse para fijar precios
mínimos del pollo junto a Walmart y Cencosud.
Si
bien es importante el cómo responda la gente, una cuestión trascendente para
toda encuesta es qué se consulta y el cómo son formuladas las preguntas. De tal
manera, si se deja como respuesta a un X requerimiento una opción dicotómica,
un Sí o un No, fácilmente se pueden ir orientando esas réplicas a un fin
determinado. Asimismo, se pueden restringir las opciones frente a una consulta
que implique una definición multifactorial; por ejemplo, ¿cuáles son los tres
problemas a los que debería dedicar el mayor esfuerzo en solucionar el
gobierno?, y más encima le obligo al encuestado a responder de una lista
acotada. En esta línea ‘orientadora’, para el CEP los problemas en Chile
parecen ser sólo tres: Delincuencia, Educación y Salud, y las preguntas se
centran en cuán mal estado se encuentran esas áreas. Claro, son temas
trascendentales para los de a pie, pero no se busca saber qué opinan estos
respecto del sistema que los domina, explota y excluye, del cual se deriva la
pésima situación en que se encuentran los aspectos referidos; se apunta a los efectos y no a las causas. La economía, en tanto, no es como
está diseñado el modelo económico, con pocos ganadores y muchos perdedores,
sino el cómo me va o me irá a ir en lo económico.
Si
se pregunta por las implicancias, positiva o negativa, de las reformas llevadas
adelante por la NM, es casi obvio que ellas han sido pésima, insuficiente e
inconducentemente plasmadas, pero ello no significa que no se deban llevar a
cabo cambios profundos en esas áreas donde la NM más bien ha perpetrado
reformitas que nos recuerdan la clásica novela de Lampedusa, El Gatopardo, en que todo debe cambiar
para que todo siga igual.
La política, la
encuesta CEP y la coyuntura
Si
bien la encuesta CEP está más o menos pauteada, igualmente se pueden extraer de
ella algunos elementos claves para entender las prácticas políticas de unos y
otros del estrato político civil y de las derechas económica, política y
mediática.
Es
claro que para el común de la gente la situación política en Chile es “Mala o
muy Mala” (encuesta CEP, p. 14). Sin embargo, lo anterior no implica una
‘crisis política’ o de gobernabilidad generalizada ni menos de la “élite
chilena”, como se atreve a afirmar Alberto Mayol en un reciente opúsculo, lo
que le valió una merecida y acertada crítica por parte de un gran poeta y escritor. Crisis de gobernabilidad o una situación
prerrevolucionaria debiera comportar la existencia de una situación
socio-política que Lenin, creemos, expuso correctamente así: “Sólo cuando las
«capas bajas» no quieren lo viejo y las «capas altas» no pueden sostenerlo al
modo antiguo, sólo entonces puede triunfar la revolución”.
Unos
más, otros menos, l@s chilen@s sabemos que éste sistema político-social y económico
no cambiará mientras no exista un cambio de fondo, revolucionario, de la
formación. Por tanto, es lógico que más de 2/3 de los encuestados por el CEP
señalen que no va a cambiar aquella situación y que el país se encuentra
estancado.
Crece
la indefinición político partidista y sectorial dentro del espectro formal, con
una lamentable baja de la adscripción a la “Centro Izquierda + Izquierda”. Más
debemos agradecer esta merma a todo el trabajo sucio realizado por la ‘centro
izquierdista’ NM, sobre todo por las cochinadas del PS-PPD, y el rol de
comparsa efectuado por el PC en estos años. No obstante, los únicos que creen
que aquí no ha pasado nada y que sólo no han sido muy consistentes con su
programa de reformas insulsas son los mismos de la NM; sino, ver las declaraciones
de los “socialistas” Isabel Allende y al salvador de Pinochet, José Insulza.
Por
lo anterior, no es raro que las personas asocien las raquíticas e irresolutas reformitas
del conglomerado oficialista al fracaso de políticas en cierto modo
progresistas, en circunstancias que nunca lo han sido. Es decir, nunca ha
existido una famosa ‘retroexcavadora’, por más que el ‘freísta’ ex ministro del interior Burgos diga que sí la hubo y despotrique que se
debieran haber dejado las cosas como estaban.
Todas
y cada una de las encuestas del último tiempo, en que no habido elecciones
–excepto unas esmirriadas y amañadas primarias de la NM y la derecha, que por
lo mismo no podemos considerar- que puedan arrojar luces sobre las tendencias
políticas generales de la población, muestran que l@s chilen@s rechazan a los
politicastros de toda laya y que no les creen en grado sumo. En ese sentido, no
es raro que Bachelet aparezca con la peor evaluación de los presidentes de toda Sudamérica -,
aunque creemos que lo mismo daría que fuese uno de derecha.
En
el estudio del CEP la aprobación a la NM apenas llega al 8%, mientras que la derecha
política no pasa del 10%. Esta situación, que podría hablar de un despertar de
la ciudadanía sobre el verdadero papel del estrato de politicastros
mantenedores y defensores del sistema, se prestaría, en ausencia de una
alternativa fuerte y rupturista desde el campo popular, para la aparición de
una especie de mesías, un populista que se pondría por encima de las supuestas
diferencias entre unos y otros, pero que todo indica tendría la impronta de la
derecha. Como que el candidato “mejor evaluado” (con apenas un 14% en la CEP, digámoslo)
es el delincuente empresarial Sebastián Piñera, quien aparece como menos
‘adscrito’ a algún partido político. Con todo, “No sabe/No contesta”, en esa
encuesta, alcanza al 62%, por lo que en lontananza se avizora una gran
abstención y muchos votos nulos, circunstancia que puede hacer triunfar, aún
con pocos votantes, a un sujeto como Tatán Piraña. Pero si hasta el careraja
representante de la criminal UDI, cuya coalición Chile Vamos cuenta con un
apenas un 10% de aprobación –según la CEP-, se atreve a declarar: “Vamos a hacer un gobierno de salvación nacional”.
¿Qué hacer?
Poco
a poco, según van en aumento las movilizaciones sociales y estas se politizan,
va quedando más en claro para los pueblos y l@s trabajador@s que nada bueno
puede provenir del grupo mantenedor y reproductor del sistema de dominación y
explotación heredado de la dictadura cívico-militar, representado ayer por la
Concertación y hoy por la NM, así como del rancio Chile Vamos, tan emparentado
con el empresariado y que quiere un país tal como en tiempos de la dictadura
cívico-militar, cuando era tan fácil gobernar poniendo la pistola al pecho a
los explotados y sus familias.
En
nuestra formación, si bien los niveles jurídico-político e ideológico están
determinados, en última instancia, por el modo de producción capitalista, esos
niveles han adquirido una alta significación como espacios de la lucha que
debemos dar l@s que aspiramos a transformar Chile, ya que es allí, dentro del
actual cuadro de la correlación de fuerzas sociales, donde debemos jugarnos a
fondo por conquistar las mentes y los corazones de los explotados y los oprimidos.
Nuestros
principios deben seguir siendo la unidad en la lucha de tod@s los sectores
consecuentes con la causa popular, de impulso de la organización democrática
desde las mismas bases, de batallar incansablemente por la unificación de todas
las demandas de los pueblos y l@s trabajador@s -de cada sector y frente
social-, y de politizar todas y cada una de las luchas inmediatas, llevando a
los desencantados con el modelo a darse cuenta que los mantenedores y
defensores de éste no son sus amigos ni mucho menos, así como tampoco
ofrecerles el mismo viejo, manido y falsario camino electorero que sólo
confunde y atrofia las fuerzas del Movimiento Popular.
En
tanto, a los militantes de la izquierda anticapitalista los invitamos a
rechazar a los reformistas y a los vacilantes, impulsando con fuerza unas propuestas
y prácticas verdaderamente de clase y rupturistas, poniéndose al frente del
gigante popular y dando golpes certeros a quienes nos explotan y oprimen.
¡Que la Historia Nos Aclare el Pensamiento!
¡Solo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo
Acción Directa CAD –Chile
Agosto 22 de 2016
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