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martes, 2 de agosto de 2016

SENTENCIAS EN CASOS DE DDHH: TORTURAS EN JOSE DOMINGO CAÑAS Y OPERACION COLOMBO

El derruido centro de exterminio José Domingo Cañas

La Corte de Apelaciones de Santiago y la Corte Suprema dictaron sentencias en los casos de torturas aplicadas a prisioneras políticas en el centro de exterminio José Domingo Cañas y en el caso de desaparecimiento de un mirista dentro de la Operación Colombo (o listas de los 119), respectivamente

Condenan a 3 ex Dinos por Torturas en José Domingo Cañas

El recién pasado viernes 29 de julio, la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la sentencia que condenó a tres ex agentes de la asociación criminal denominada Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) como autores del delito de aplicación de torturas a seis prisioneras políticas, ilícitos perpetrados en el centro de detención y exterminio de José Domingo Cañas.

En fallo causa rol 1986-2015, unánime, la Séptima Sala del tribunal de alzada –integrada por las ministras Pilar Aguayo, Ana María Hernández y el abogado (i) Jorge Norambuena Hernández– condenó al tristemente célebre represor Miguel Krassnoff Martchenko a la pena de 7 años de presidio como autor del delito de aplicación de tormentos. Además, los “valientes” agentes Francisco Ferrer Lima y Basclay Zapata Reyes deberán purgar cada uno 5 años y un día de presidio, por su responsabilidad en las torturas aplicadas a las prisioneras: Gloria Laso Lezaeta, Viviana Uribe Tamblay, Mónica Uribe Tamblay, María Virginia Hernández Croquevielle, Amanda de Negri Quintana y María Reyes Noriega, quienes fueron sometidas a vejámenes en distintos periodos, durante 1974.

En la etapa de investigación, el ministro en visita Leopoldo Llanos logró determinar los siguientes hechos:

"Que José Domingo Cañas N° 1367, comuna de Ñuñoa, era un recinto de detención y tortura clandestino [de la DINA –nota del CAD] que funcionó desde fines de agosto hasta noviembre de 1974; fue un local de transición usado desde el fin del funcionamiento del cuartel de Londres 38 y hasta comienzos del acondicionamiento de "Villa Grimaldi". Era una casa de un piso, con jardín en la entrada y rodeado de una reja; en el costado derecho había un garaje y en el interior un patio. Allí se mantenía gran cantidad de detenidos a los que se interrogaba y torturaba ininterrumpidamente; estaban vendados, amarrados o encadenados, privados de alimentos de agua y sueño. Se practicaban interrogatorios a los detenidos, los que consistían en aplicación de electricidad en diferentes partes del cuerpo, con la técnica de "la parrilla", entre otros. Se les mantenía en una pieza común relativamente amplia y en un lugar denominado "El hoyo" que llegó a tener más de diez detenidos en condiciones de extremo hacimiento, sin ventanas ni ventilación. Entre los detenidos sometidos a torturas se encontraban Gloria Silvia Laso Lezaeta, detenida el 5 de septiembre de 1974, Viviana Elena Uribe Tamblay y Mónica Isabel Uribe Tamblay, detenidas entre el 19 y 29 de septiembre de 1974, María Virginia Hernández Croquevielle, detenida el 3 de septiembre de 1974, Amanda Liliana de Negri Quintana, detenida el 9 de octubre de 1974, y María Reyes Noriega, detenida el 17 de septiembre de 1974".

Ex Dinos Condenados por Desaparición de un Joven Mirista

Compañero Manuel Villalobos Díaz
La Corte Suprema, en tanto, ratificó el 22 de julio las condenas a prisión contra tres esbirros de la policía secreta dictatorial, la misma DINA, por el secuestro calificado (eufemismo por desaparición) de MANUEL VILLALOBOS DÍAZ, una de las 119 víctimas de la "Operación Colombo".

Los condenados por la 2ª Sala penal del máximo tribunal son, otra vez, el contumaz asesino Miguel Krassnoff Martchenko (8 años de presidio) y al ex suboficial Basclay Zapata Reyes (7 años), así como el ex oficial de carabineros Ciro Torré Sáez (7 años), todos como autores del crimen.

El alto tribunal fue débil y ratificó la absolución del ex general César Manríquez Bravo, al no haberse acreditado su participación, y el sobreseimiento por muerte del asesino mayor, Manuel ‘Mamo’ Contreras Sepúlveda, quien fue el jefe de la DINA y del coronel Marcelo Moren Brito.

Estos últimos dos chacales fallecieron tras dictarse la sentencia de primera instancia por parte del juez especial Leopoldo LLanos, que los condenó a 10 años de cárcel.

Manuel Villalobos Díaz contaba con apenas 22 años al momento de su desaparición, era casado y le sobrevive un hijo. Sostenía a su familia trabajando como vendedor de libros, mientras continuaba sus labores clandestinas como resistente e integrante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, organización que combatió con las armas en la mano contra la dictadura cívico-militar encabezada por el chacal Pinochet.

Manuel fue detenido el 17 de septiembre de 1974, en horas de la madrugada, en su domicilio de calle Morandé 882, Dpto. B de la capital, por 5 agentes de la DINA comandados por Osvaldo Romo Mena, quienes irrumpieron violentamente en el departamento preguntando por él -individualizándolo por su sobrenombre familiar- para luego, golpear primero al cuñado de la víctima, y luego a este último, a quien primero esposaron para después propinarle una feroz golpiza en presencia de su cónyuge, de su hermana, de su cuñado y de su hijo de 8 meses de edad.

Tras ser golpeado e interrogado en su propio domicilio, Manuel Villalobos Díaz fue introducido a una camioneta Chevrolet C-10, color rojo, con toldo obscuro, patente de la Municipalidad de Las Condes, siendo trasladado con destino desconocido. Los agentes retiraron del departamento toda clase de libros y documentos, incluido el certificado de nacimiento del afectado. Posteriormente, en forma accidental, su padre, don Manuel Villalobos Olivares, lo vio el 13 de octubre de 1974, a la altura del paradero 9 1/2 de Gran Avenida, en una camioneta Chevrolet C-10, en medio de dos individuos.

Díaz más tarde, el 24 de octubre de 1974, su cónyuge, encontrándose frente al Hospital Militar, se percató de la presencia en ese lugar de la camioneta Chevrolet a la cual fue subido Manuel Jesús tras ser detenido, con dos de los aprehensores en su interior: uno de alrededor de 23 años, alto, delgado, moreno, pelo negro y liso, labios delgados, ojos café oscuro y vestido con tenida deportiva; El otro de unos 35 años, alto, gordo, moreno, pelo negro encrespado, ojos café y vestido con terno oscuro. Ella se acercó a ellos, siendo reconocida por los agentes, quienes le dijeron que su "única misión es detener a las personas, que después no se sabe del paradero del arrestado", y "que ellos obedecían órdenes".

Siempre en el mes de octubre, su madre acudió a las oficinas de la Comandancia de la Guarnición Militar de Santiago. Allí le entregaron como respuesta un papel escrito a mano que contenía las cifras: 35550-5416 y E-2; según el Oficial que la atendió, estos significaban que la víctima estaba en poder de la DINA. Días después, noticias provenientes de detenidos políticos, dicen que la víctima se encontraba en 4 Alamos.

Su hermana fue  detenida en 14 de enero de 1975, también por agentes de la DINA, quienes le manifestaron amenazadoramente, "recuerda que tienes un hermano desaparecido". Fue trasladada a Villa Grimaldi en donde fue interrogada sobre su hermano, pero nunca le preguntaron cómo ubicarlo. También en ese recinto, pudo identificar a Osvaldo Romo Mena como el jefe de los agentes que arrestaron a Manuel Jesús. El  cuñado de la víctima, fue a su vez detenido el 15 de septiembre de 1975 por agentes de la DINA, siendo trasladado a Villa Grimaldi. Allí reconoció a Osvaldo Romo Mena como el jefe del grupo que allanó su casa.

Su familia efectuó innumerables diligencias y averiguaciones, con la angustia de saber que la víctima sufría graves problemas de salud (epistaxis a repetición, que en varias ocasiones le produjeron anemia). Aparte de las respectivas gestiones judiciales, solicitó audiencia e información a los miembros de la Junta de Gobierno, a los Ministros del Interior, Justicia y Defensa. Muchas de estas gestiones recibieron respuestas, pero todas negativas. Asimismo, envió los antecedentes del caso a diversos Jefes de Estado, y a organismos internacionales. No dejaron puerta por tocar, pero aún desconocen la suerte que corrió la víctima en manos de la DINA.

Su cónyuge,  es intensamente buscada por los organismos de seguridad a partir de noviembre de 1975, por lo que debe abandonar su búsqueda y se asila junto a su hijo. Hasta 1982 tiene prohibición de ingreso al país.

Es ella, su esposa, quien nos entrega una breve semblanza sobre su compañero de lucha y amor: “Manuel entró a militar en el MIR con apenas 14 años y lo hizo hasta su desaparición, en 1974. Su vida política comenzó en la secundaria, en Santiago, a nivel estudiantil, campesino y poblacional. Posteriormente, en la Universidad de Concepción siguió con labores similares y para el Golpe del 11/9/73 estaba a cargo del sector del carbón en Concepción y de la radio 'La Voz del Carbón' que el mismo producía con una compañera. El día del golpe fue arrestado y llevado a la isla Quiriquina. Cuando lo dejaron libre, Manuel se trasladó a Santiago con su familia y trabajo clandestinamente tratando de reconstruir el MIR. Estaba en la tarea de levantar la radio clandestina del MIR cuando fue detenido por la DINA. Se destacó por su inteligencia, claridad política, analítica, organizativa, critica, creativa, de oratoria, de lealtad, de entrega y de entendimiento intrínseco de la necesidad de los más pobres y más necesitados de Chile. Todas estas cualidades las puso al servicio de la visión policía que tenía, que era la creación de un movimiento amplio desde la base que abarcara a todos los sectores de la sociedad chilena, sin sectarismo políticos, que los puestos fueran ocupados por los más aptos, con las mejores cualidades políticas y humanas, ampliamente democrático y así luchar por la formación de una sociedad más justa en Chile, que le diera oportunidades a todos. El hombre del siglo 21 del que hablaba el Che era su visión de esta nueva sociedad.”

El nombre del compañero Manuel Jesús Villalobos Díaz apareció al año siguiente entre las víctimas de la Operación Colombo, que fue un montaje de la DINA para encubrir la desaparición de 119 prisioneros políticos –en su mayor parte integrantes del MIR-, que incluyó la creación y divulgación de dos publicaciones fantasmas, de las que se editó sólo un número, sin editor responsable, y cuya dirección como pie de imprenta resultó ser falsa: una revista en Argentina –Lea- y un periódico en Brasil –O’Dia-, en los que se señalaba a un total de 119 chilenos muertos en purgas internas del MIR o en combates contra fuerzas de seguridad de esos países, gobernados también por dictaduras militares. La prensa chilena, cómplice y complaciente con la dictadura, se hizo eco de esas publicaciones con titulares como "Exterminados como ratones". La Operación es considerada el primer capítulo de la Operación Cóndor, que fue una coordinación entre los regímenes del Cono Sur para eliminar opositores.

Durante la dictadura cívico-militar encabezada por el siniestro Augusto Pinochet (1973-1990) y según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos.

¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!

Colectivo Acción Directa CAD –Chile
Agosto 2 de 2016

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