“Declaración política de Punta Cana
Diálogo y concertación política
sobre la base de la confianza recíproca”
Las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno,
aprobaron la Declaración Política de Punta Cana, en la cual ratificaron que la
Comunidad constituye un espacio para la promoción de los intereses comunes de
nuestros pueblos
Conscientes de que la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) es el mecanismo de
concertación, unidad y diálogo político de la totalidad de Nuestra América, las
Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, reunidos con motivo de la V Cumbre,
aprobaron la Declaración Política de Punta Cana, en la cual ratificaron que la
Comunidad constituye un espacio para la promoción de los intereses comunes de
nuestros pueblos.
En el documento se reitera que «el diálogo y la concertación política sobre
la base de la confianza recíproca entre nuestros gobiernos y el respeto a las diferencias
son indispensables para continuar avanzando hacia la integración política,
económica, social y cultural de la Comunidad».
Asimismo, se reafirma el compromiso con la consolidación de América Latina
y el Caribe como Zona de Paz, proclamada en la II Cumbre, celebrada en La
Habana, en enero de 2014, tomada como referente para las relaciones
interestatales y que contribuye al clima de respeto mutuo y fomento de la
confianza entre los países miembros.
En tal sentido, se llama a los Estados a que en sus relaciones con nuestra
región, respeten los postulados de la Proclama, «dirigidos a la solución de
controversias por medios pacíficos y al reconocimiento del derecho de los
Estados a tener su propio sistema político, económico, social y cultural como base
indispensable para fomentar la paz y la armonía en la región».
Seguidamente se patentiza el «apoyo al proceso de diálogo nacional en la
República Bolivariana de Venezuela entre el Gobierno y la oposición», en el
marco de la constitución y las leyes de la nación venezolana y bajo «el
principio de respeto a la no intervención en los asuntos internos de los
Estados».
También en el aspecto referido a la paz y seguridad internacionales, los
mandatarios de la región reafirmaron el uso pacífico de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC) e instan a la «comunidad internacional a
evitar y abstenerse de realizar actos unilaterales que no sean compatibles con
los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional, tales como
aquellas que tienen como objetivo subvertir sociedades o crear situaciones con
el potencial de fomentar conflictos entre Estados».
Se reitera la preocupación por la adopción del Decreto Ejecutivo de los
Estados Unidos de América, aprobado originalmente el 9 de marzo del 2015, que
aplica sanciones unilaterales en contra de funcionarios gubernamentales de la
República Bolivariana de Venezuela. Dicha preocupación fue refrendada también
en la Declaración Política de Quito, en el 2016, así como el Comunicado
Especial de la III Cumbre de la CELAC, realizada en Costa Rica, en el 2015, y
el Comunicado Especial del 26 de marzo del propio año.
De igual forma, se acogen con beneplácito los avances en las relaciones
entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos, en cuyo contexto tuvo lugar
la visita a la Isla Caribeña del entonces Presidente norteamericano Barack
Obama, en marzo del 2016.
Una vez más, los dignatarios de la CELAC reafirmaron «el llamado al
gobierno de los Estados Unidos a que, sin condicionamientos, ponga fin al
bloqueo económico, comercial y financiero que impone a dicha nación hermana
desde hace más de cinco décadas, y que aún se encuentra vigente».
«Exhortamos al Presidente de los Estados Unidos, a que utilice sus amplias
facultades ejecutivas para modificar sustancialmente la aplicación del
bloqueo», enfatiza el Documento de Punta Cana.
Al referirse al territorio que ocupa la Base Naval de los Estados Unidos de
América en Guantánamo, se considera que la devolución a la República de Cuba,
reclamada reiteradamente por el pueblo y Gobierno cubanos, «debe ser un
elemento relevante del proceso de normalización de las relaciones entre ambos
países, mediante un diálogo bilateral apegado al Derecho Internacional».
De manera general, la Declaración Política de Punta Cana recoge la posición
de las naciones miembros respecto a diversos temas de interés como son la
transparencia y lucha contra la corrupción; la seguridad alimentaria, nutrición
y erradicación del hambre; el financiamiento para el desarrollo; la igualdad de
género; la educación y la juventud.
Igualmente forman parte de la agenda de trabajo para el próximo año la
gestión de riesgo de desastres; el cambio climático, medio ambiente y
biodiversidad; los problemas de las drogas; el desarrollo de la innovación,
ciencia y tecnología; la cultura; la cooperación; el comercio; los derechos humanos
y transnacionales; así como el multilateralismo y reforma de las Naciones
Unidas.
En el caso particular de la descolonización, se reitera el carácter
latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y, al tomar nota de las decisiones
sobre ese país adoptadas por el Comité Especial de Descolonización de las
Naciones Unidas, se reafirma que es asunto de interés de la CELAC. «Saludamos
la amnistía recién otorgada por los Estados Unidos de América a favor del
dirigente independentista Oscar López Rivera», señala la Declaración Política
de Punta Cana.
Por otra parte, los mandatarios patentizaron su bienvenida a la República
de El Salvador al asumir la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad para el
2017, al tiempo que agradecieron al Estado Plurinacional de Bolivia por
acogerla durante el 2019.
LA MIGRACIÓN DEMANDA UNA RESPUESTA INTEGRAL Y COORDINADA
La V Cumbre de la CELAC también contempló la aprobación, durante su sesión
plenaria, de 20 Declaraciones Especiales, entre las cuales figura la
Declaración Especial sobre Migración y Desarrollo.
Según se reconoce en el documento, la migración y los flujos migratorios
mixtos que experimenta la región de la CELAC demandan una respuesta integral,
coordinada, y corresponsable por parte de los Estados de origen, tránsito y
destino, con pleno respeto a su soberanía, a fin de garantizar flujos
migratorios ordenados, regulares y seguros.
En ese sentido, continúa la Declaración, es preciso garantizar el pleno
respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales de los migrantes y
sus familiares, sin importar su condición migratoria, con énfasis en los grupos
más vulnerables como las mujeres, los niños, niñas y adolescentes migrantes
acompañados y/o no acompañados.
El análisis de los desafíos que plantea la migración, señala el texto, no
debe pasar por alto aquellos referidos a la inclusión social e integración de
los migrantes en condición de igualdad y no discriminación. De igual forma,
resulta categórica la condena a los actos de xenofobia, racismo,
discriminación, persecución e intolerancia que han emergido a nivel global en
contra de los migrantes.
La Declaración también hace explícito el saludo de la CELAC al acuerdo
migratorio alcanzado por los gobiernos de Cuba y Estados Unidos de América el
pasado 12 de enero, que puso fin a la política de pies secos-pies mojados y al
Programa Parole para médicos cubanos, las cuales constituían políticas
discriminatorias y selectivas que afectaban los flujos migratorios en la
región.
No obstante, «instamos al Congreso de los Estados Unidos a que, en el mismo
espíritu, derogue la Ley de Ajuste Cubano» refiere el texto, el cual incluye,
además, el compromiso a reforzar la cooperación y la coordinación para
enfrentar las violaciones y los atropellos a los derechos humanos de los
migrantes, a delitos graves como el tráfico ilícito de migrantes y la trata de
personas, así como a otros tipos de maltrato y explotación.
Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Enero 27 de 2017
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