“La dictadura invisible del Siglo XXI”
Por Germán Gorraiz López
En ATTAC Madrid –public. 2/1/17
El actual sistema
dominante o establishment utilizaría la dictadura invisible del consumismo
compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo
primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará
a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y
fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas.
La manipulación de las masas
Edward L. Bernays,
sobrino de Sigmund Freud y uno de pioneros en el estudio de la psicología de
masas, escribió en su libro Propaganda (1928), “La manipulación deliberada e
inteligente de los hábitos estructurados y de las opiniones de las masas es un
elemento importantes en las sociedades democráticas. Aquellos que manipulan
este oculto mecanismo de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es
el verdadero poder dirigente de nuestro país. Somos gobernados, nuestras mentes
están amoldadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas, en gran
medida por hombres de los que nunca hemos oído hablar”. Asimismo, fundamenta el
sustento de todos los sistemas de gobierno en la “manipulación de la opinión
pública”, al afirmar que “los Gobiernos, ya sean monárquicos, constitucionales,
democráticos o comunistas, dependen de la aquiescencia de la opinión pública
para llevar a buen puerto sus esfuerzos y, de hecho, el Gobierno sólo es
Gobierno en virtud de esa aquiescencia pública”.
En otro de sus
libros, “Cristalizando la opinión pública”, desentraña los mecanismos
cerebrales del grupo y la influencia de la propaganda como método para unificar
su pensamiento. Así, según sus palabras “la mente del grupo no piensa, en el
sentido estricto de la palabra. En lugar de pensamientos tiene impulsos,
hábitos y emociones. A la hora de decidir su primer impulso es normalmente
seguir el ejemplo de un líder en quien confía. Este es uno de los principios
más firmemente establecidos por la psicología de masas”, por lo que la
propaganda del establishment será dirigida no al sujeto individual sino al
Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda
envuelta en retazos de falsas expectativas creadas y anhelos comunes que lo
sustenta.
La manipulación mediática
El estadounidense
Harold Lasswell (uno de los pioneros de la “mass comunicación research”),
estudió después de la Primera Guerra Mundial las técnicas de propaganda e
identificó una forma de manipular a las masas ( teoría de “la aguja hipodérmica
o bala mágica”), teoría plasmada en su libro “Técnicas de propaganda en la
guerra mundial (1927) y basada en “inyectar en la población una idea concreta
con ayuda de los medios de comunicación de masas para dirigir la opinión
pública en beneficio propio y que permite conseguir la adhesión de los
individuos a su ideario político sin tener que recurrir a la violencia”. A
ello, contribuye el encefalograma plano de la conciencia crítica de la sociedad
actual favorecida por una práctica periodística peligrosamente mediatizada por
la ausencia de la exégesis u objetividad en los artículos de opinión y el
finiquito del código deontológico periodístico que tendría su plasmación en la
implementación de la autocensura y en la sumisión “nolis volis” a la línea
editorial de su medio de comunicación (fruto del endemismo atávico de la
servidumbre a los poderes fácticos del status quo) y que habrían convertido al
periodista en mera correa de transmisión de los postulados del establishment o
sistema dominante.
Hacia el Individuo
Multidimensional
El sociólogo y
filósofo alemán Herbert Marcuse, en su libro “El hombre Unidimensional (1964),
explica que “la función básica de los medios es desarrollar pseudonecesidades
de bienes y servicios fabricados por las corporaciones gigantes, atando a los
individuos al carro del consumo y la pasividad política”, sistemas políticos
que serán caldo de cultivo del virus patógeno conocido como “autos-kratos” o
autocracia. La autocracia sería una forma de Gobierno ejercida por una sola
persona con un poder absoluto e ilimitado, especie de parásito endógeno de
otros sistemas de gobierno (incluida la llamada democracia formal), que
partiendo de la crisálida de una propuesta partidista elegida mediante
elecciones libres, llegado al poder se metamorfosea en líder Presidencialista
con claros tintes totalitarios (inflexible, centralista y autoritario), lo que
confirma el aforismo de Lord Acton “El Poder tiende a corromper y el Poder
absoluto, corrompe absolutamente”. Sin embargo, gracias a la interactividad que
proporcionan las redes sociales de Internet (el llamado Quinto Poder que enlaza
y ayuda a la formación de las identidades modernas), se estaría rompiendo el
endémico aislamiento y pasividad del individuo sumiso y acrítico de las
sociedades consumistas occidentales (Hombre unidimensional). Así, estaría ya
surgiendo un nuevo individuo reafirmado en una sólida conciencia crítica,
sustentado en valores caídos en desuso pero presentes en nuestro código atávico
como la solidaridad y la indignación colectiva ante la corrupción e injusticia
imperantes y dispuesto a quebrantar las normas y las leyes impuestas por el
sistema dominante, Individuo Multidimensional generador de un tsunami popular
de denuncia del actual déficit democrático, social y de valores e instaurador
del caos constructivo que terminará por diluir el opiáceo inhibidor de la
conciencia crítica (consumismo compulsivo).
Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Enero 5 de 2017
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