RUSIA HASTA ANTES DE LA
REVOLUCIÓN DE 1905
Extracto de “LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA FORMACIÓN DE LA URSS”
Las causas de la
revolución hay que buscarlas en la situación de Rusia a comienzos del S. XX. El
inmenso imperio de los zares rusos había quedado muy atrasado en relación al
resto de Europa. La derrota de Rusia ante las potencias occidentales en la
guerra de Crimea (1853-1856) lo puso en evidencia.
El zar Alejandro II llevó a cabo una serie de
medidas para modernizar el país como la liberación
de los siervos (1861) y la creación de los Zemstvo (1864) o asambleas locales, elegidas por sufragio
censitario con escasos poderes. El asesinato del zar acabó el proyecto
modernizador.
Los zares Alejandro III y Nicolás II frenaron las
reformas y reprimieron con dureza a la oposición; además, aplicaron una política
de “rusificación” de las
nacionalidades. Las guerras en las que se implicaron sin ser conscientes de su
inferioridad militar (ruso-japonesa de 1904 y 1ª Guerra Mundial) agravaron la
situación social y aumentaron la oposición al zarismo
1.1. Economía
atrasada y dual
* La mayoría de la población vive en el campo (75%) pero la agricultura sigue siendo atrasada, de baja productividad, por lo que no sirve de estímulo para el proceso de industrialización. En 1861 se decretó la abolición de la servidumbre: 22 millones de campesinos dejaron de estar atados a la tierra y se convirtieron en propietarios libres. Este hecho liberalizó la mano de obra pero no benefició a los campesinos ya que para poder seguir cultivando las tierras tenían que pagar un elevado rescate a los señores y un impuesto territorial. Los rendimientos no mejoraron y el endeudamiento de los campesinos provocó una emigración masiva a las ciudades y la aparición de los campesinos ricos (kulaks) en las aldeas que acumulaban las tierras vendidas por los que emigraban.
* El
desarrollo industrial es tardío (finales del S. XIX) e impulsado por el
gobierno. Se caracteriza por:
- La importancia de las inversiones de capital
extranjero (Francia, Gran Bretaña) que afluyeron en abundancia desde 1896
atraídas por los grandes beneficios que permitía el proteccionismo y los bajos
salarios –debido a la abundancia de mano de obra-. Las inversiones se centraron
en los sectores básicos: ferrocarriles, minería del carbón, hierro y del
petróleo.
- La concentración
geográfica y financiera. La industria se localizaba en zonas muy
determinadas de la parte occidental del país: en Moscú, se concentraba la industria textil y en Petrogrado (San Petersburgo hasta 1914, Leningrado desde 1924), la
capital, la metalurgia. Otras regiones (los Urales, la cuenca del Donetz
y Bakú) son zonas mineras. El 40% de las empresas son grandes fábricas (la mitad de los obreros trabajan en empresas de
más de 500 empleados).
Esta situación
facilita la organización obrera y explica el papel desempeñado por las dos
grandes ciudades en la revolución. También explica las conexiones entre Rusia y
otros países de la Entente.
- El campesinado,
el grupo social mayoritario (75%), es muy pobre (en 1890 un 60% de los
campesinos fueron declarados no aptos para el servicio militar por problemas de
salud) y está en vías de
proletarización.
- La clase
media, muy escasa, la forman la pequeña burguesía urbana y los
intelectuales (intelligentsia). Estos últimos, muy influidos por los valores
occidentales, fueron el semillero de los líderes opuestos al zarismo.
- El proletariado,
unos 3.500.000, vive en condiciones de profunda miseria, similares a las de los
inicios de la revolución industrial: bajos salarios, viviendas indignas y
caras, escasa protección legal, sin derecho de huelga y asociación y penas de
cárcel en caso de abandono del trabajo.
- Las clases
dominantes siguen siendo la nobleza
tradicional, que acapara las mejores tierras y los altos cargos de la
administración y el ejército, el clero
ortodoxo –funcionarios retribuidos-, la escasa burguesía industrial y los kulaks o campesinos ricos.
El zar gobernaba
sobre un inmenso imperio de 150 nacionalidades y estaba investido de un poder
absoluto: ninguna Constitución o Parlamento limitaba su poder. Se apoyaba en la
policía secreta, un numeroso ejército, la iglesia y la fiel burocracia. La
autocracia zarista era un sistema totalmente desfasado en la Europa de la
época.
1.4. La oposición al zarismo
En la Rusia zarista
toda la oposición estaba fuera de la ley; incluso los que pedían cambios
moderados, como los liberales, se convertían a los ojos del zarismo en
peligrosos agitadores revolucionarios.
El populismo fue la primera corriente de
oposición al zarismo-iniciada en 1860- cuya acción política se centró en el
campesinado al que consideran una clase revolucionaria. También tuvo
importancia el anarquismo, algunos de cuyos miembros respondieron a la
represión zarista con el terrorismo.
A comienzos del S.
XX, las fuerzas más importantes de la oposición al zarismo eran las siguientes:
- El Partido Constitucional Democrático (K.D.T. o
Cadete).
De ideología liberal, su meta era
convertir a Rusia en un Estado liberal democrático de tipo occidental. Su base
social estaba formada por profesiones liberales, algunos intelectuales y la
minoritaria burguesía industrial.
- El Partido Socialista Revolucionario (S.R. o
eseritas)
que procede del populismo del S. XIX. Su ideología es socialista no marxista, los eseritas estimaban que en Rusia la
revolución debía ser dirigida por los campesinos. Eran partidarios del reparto
gratuito de tierras entre los campesinos y, a la larga, de la desaparición de
la propiedad privada. Tenían gran influencia entre los campesinos.
Unión de Lucha Para la Emancipación de la Clase Obrera, dic. 1895 -al centro, Lenin |
- Mencheviques
(minoritarios):
consideraban que el socialismo no podía llegar a un país atrasado como era
Rusia sin pasar por una primera fase de democracia burguesa. La revolución
burguesa era un paso necesario para llegar al pleno desarrollo del capitalismo
que generaría un proletariado más numeroso y capaz de dirigir la segunda fase
de la revolución, la socialista proletaria. Por tanto, la revolución inmediata
de Rusia era la democrático-burguesa, que debía ser dirigida por la burguesía y
en la que el proletariado se limitaría a apoyarla. En materia de organización
se inclinaban por un partido abierto a militantes con distinto grado de
compromiso que, como el SPD alemán, participase en procesos electorales, además
de preparar la revolución en un futuro;
- Bolcheviques
(mayoritarios),
liderados por Lenin, defendían que
la burguesía rusa era demasiado débil e incapaz de realizar su propia
revolución; por tanto, el proletariado aliado con los campesinos debía
encabezar la lucha por la democracia y, una vez en el poder, avanzar sin tregua
a la fase socialista. El proletariado debía dirigir la revolución en todas sus
fases. En consecuencia, el partido debía estar compuesto por una minoría de
militantes, cumplidores y fiables, que dedicasen todo su esfuerzo a la
revolución. Un partido, en definitiva, de revolucionarios profesionales y no un
partido de masas.
- Finalmente, el anarquismo,
que tenía un fuerte arraigo en Rusia.
Continuará…
Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Enero 27 de 2017
Enero 27 de 2017
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