“Paraguay: La FNC se moviliza en protesta contra
desalojo brutal en Guahory”
El poeta, escritor y periodista
Vicente Zito Lema, como co-director de Resumen Latinoamericano, escribió estas
líneas denunciando el asalto sufrido en la redacción y advirtiendo una vez más
sobre los difíciles tiempos que corren en el país
En Resumen Latinoamericano –public. 5/1/17
La Federación
Nacional Campesina (FNC) se moviliza en los departamentos del país como una
forma de protesta por el último desalojo (02/01/2017) sufrido por las familias
campesinas que están resistiendo en la colonia Guahory, distrito de Tembiaporã
(Caaguazú). Este procedimiento se realizó con extrema violencia y terminó con
al menos 20 heridos y varios campesinos detenidos, al día de hoy ya puestos en
libertad como resultado de la movilización.
Las marchas y
cortes de ruta tuvieron lugar en diferentes regiones del país, con una
represión policial sobre la carretera “Gral. Elizardo Aquino” en el Cruce
Liberación (San Pedro) tras el cierre de media calzada. “No nos sorprende
porque el presidente Horacio Cartes siempre reprimió a los sectores
organizados, pero vamos a seguir con nuestra lucha”, expresó el dirigente Sixto
Portillo a medios locales.
Por su parte, una
delegación parlamentaria visitó el miércoles la comunidad afectada a fin de
interiorizase de los hechos ocurridos un día antes; los miembros de la Comisión
Permanente del Congreso, junto a otros diputados y senadores, recogieron
denuncias de la brutalidad ejercida por las fuerzas del orden, incluso contra
menores de edad y mujeres, así como la sustracción de objetos pertenecientes a
los campesinos en resistencia.
Asimismo, el
Mecanismo Nacional para la Prevención de la Tortura (MNP) estuvo presente en
Guahory a fin de recabar las denuncias de abuso policial.
Sigue la
protesta
En la mañana hoy,
jueves 4 de enero, la Federación Nacional Campesina (FNC) y otras
organizaciones y movimientos solidarios se convocaron frente al Ministerio del
Interior en la capital Asunción para expresar su repudio sobre los
acontecimientos del pasado martes en Guahory. En esa ocasión, la Policía
Nacional utilizó balines de goma, cachiporra y gases lacrimógenos para
salvaguardar los cultivos de soja con que actualmente está cubierto el
territorio usurpado por colonos brasileños, empresarios del agronegocio que en
connivencia con autoridades corruptas se adueñaron de tierras que hasta hace
pocos meses eran dedicadas a la agricultura campesina.
Para mañana viernes
la FNC convoca a un acto frente a la Comandancia de la Policía Nacional a las
19 horas con velas y antorchas para continuar denunciando la acción represiva
del gobierno actual contra familias de trabajadores rurales.
Después de la
condena del Caso Curuguaty sobre campesinos y campesinas que hoy son presos
políticos del régimen Cartes, el caso de la colonia Guahory expresa con
claridad el problema de la tierra en Paraguay y refleja la verdadera intención
del Estado neoliberal, que es convertir en lucro los bienes ambientales y el
patrimonio común de todos los paraguayos y paraguayas para el beneficio de unas
pocas empresas y particulares.
(Análisis) Guahory bajo fuego
Por Luis Rojas. E’a, Resumen Latinoamericano, 5 enero
2017
La comunidad campesina de Guahory está en guerra. O mejor dicho, están en
guerra contra ella, contra los campesinos y campesinas, niños y niñas, que
viven, o vivían, en ella. Toda la maquinaria y las armas de los agronegocios,
sus enormes tractores y destructivas fumigadoras, sus agrotóxicos y productos
transgénicos, además de los aparatos coercitivos y violentos del Estado, los
fiscales y jueces venales, el gobierno entregado al poderoso caballero don
dinero, el presidente del Indert en santa cruzada para defender la propiedad
privada (empresarial), batallones de policías y militares movilizados una y
otra vez, todo ello, todos ellos, en guerra contra la comunidad campesina de
Guahory.
Guahory, una comunidad campesina fundada en los años noventa, viene siendo
atacada sistemáticamente desde hace años por sojeros, en su mayoría
brasiguayos, para despojarles de sus fértiles tierras y convertirlas en
monocultivos de soja. Los lotes ocupados por familias paraguayas en muchos
casos han pasado de forma fraudulenta e ilegal a manos de los brasiguayos,
gracias a los funcionarios corrompidos del Indert y del Registro de la
Propiedad del Poder Judicial. Derecheras o títulos que no se pueden vender se
han vendido, títulos que no se pueden inscribir en el registro judicial, se han
inscripto. Los derechos y las prohibiciones establecidos en el Estatuto
Agrario, han sido violentados una y otra vez por la rosca mafiosa, verdadera
alianza público privada para el despojo del territorio campesino, asociación
delincuencial financiada por el poder económico, gestionada por el poder
político, legitimada por el poder mediático. El hostigamiento a Guahory lleva
varios años de acoso, de imposición colonialista de unos señores con dinero
sobre quienes no lo tienen. La lógica de acumulación y ganancias del modelo
sojero los empuja sobre las tierras de las familias campesinas, quienes muchas
veces por la pobreza y el abandono en que se encuentran, ceden a las presiones
y entregan irregularmente sus lotes a quienes con su dinero consiguen torcer la
letra de la ley.
En los últimos años los órganos coercitivos del Estado se han unido en esta
lucha desigual entre los sojeros mecanizados y los campesinos de Guahory. En
febrero del 2015 un violento desalojo fue llevado a cabo por la fiscalía y más
de 400 policías, sin siquiera una orden judicial para ello, afectando a unas
250 familias, imputando a unos 150 campesinos y campesinas. En aquel momento el
presidente del Indert, Justo Cárdenas, se apresuró en hacer declaraciones y
dijo la verdad, esas eran tierras del Indert y el procedimiento impulsado por
el fiscal fue irregular. En esa ocasión, policías acompañados de brasiguayos
destruyeron con sus tractores las viviendas y los cultivos de los pobladores,
de modo a borrar sus actos posesorios, sus huellas en esas tierras, sus
derechos sobre ellas.
Como muchas familias a pesar de esto resistieron en el lugar, un nuevo
desalojo se llevó a cabo en setiembre del 2016, con nada menos que 1.200
policías encabezados por el mismo fiscal del irregular desalojo anterior, Alfirio
González, y nuevamente sin orden para ello. El enorme despliegue
judicial-policial fue financiado en parte con dinero de los propios
brasiguayos, según éstos declararon, expulsando a unas 200 familias de sus
tierras, y nuevamente destruyendo sus pertenencias, sus viviendas y cultivos de
autoconsumo. Los desalojados irregularmente de Guahory por meses estuvieron
asentados en la capital, en precarias carpas, exigiendo la devolución de sus
lotes, lo que nunca ocurrió, por lo que varios de ellos volvieron a ocupar
parte de sus tierras en la colonia.
Pero en la era Cartes, la atención y la paciencia hacia el campesinado y
los pueblos indígenas son inexistentes. El propio Cartes lo ha expresado a
alguno de sus colaboradores, le pueden solicitar cualquier cosa, menos tierra.
Ésta es para quienes tienen dinero y poder, como él mismo y su familia, que
vienen comprando tierras aceleradamente en todo el país, lo que lo ha llevado
en poco tiempo a ser unos de los mayores terratenientes del Paraguay, con
posiblemente más de 200.000 hectáreas en el Chaco y varios departamentos de la
región Oriental. Cartes sabe de negocios, y la explotación de la tierra está
siendo una de las fortalezas de su grupo empresarial.
Esta intolerancia gubernamental y empresarial hacia el campesinado ha
conducido rápidamente a dos nuevos desalojos en la comunidad de Guahory, uno el
27 de diciembre del año viejo y el otro el 3 de enero del año nuevo. En ambos
operativos se ha reprimido, golpeado y detenido a varios campesinos y
campesinas, quienes con el apoyo de la Federación Nacional Campesina y varios
religiosos de la zona, venían luchando por reivindicar sus derechos a la
tierra, que en definitiva es su derecho a la vida. Aún es época de siembra de
la soja, y la soja necesita de la tierra, y los sojeros necesitan del fiscal y
las huestes policiales para hacerse con ellas, y deshacerse de los tozudos
campesinos y las tenaces campesinas, quienes a pesar de todo, resisten.
El dinero hace funcionar esta funesta alquimia que va haciendo desaparecer
al campesinado de sus territorios, al menos por ahora. El fuego público-privado
dirigido sobre Guahory quema, duele, asfixia, pero puede darse vuelta, si los
vientos cambian de dirección, de rumbo.
FNC: Sin
Reforma Agraria no habrá paz en Paraguay
La Federación
Nacional Campesina (FNC), una vez más, repudia el violento desalojo y represión
que sufrieron nuestras compañeras y compañeros de Guahory,el miércoles 3 de
enero de 2017. Desalojo y represión implementados por la Policía Nacional, que
sin contemplación ni respeto empezaron a atropellar viviendas particulares,
amedrentando a pobladores, lanzando amenazas y repartiendo balines de goma e
improperios contra humildes compañeras y compañeros que están luchando por
defender su tierra.
Con esta actitud,
este grupo de policías que actuó en el terreno defendió intereses foráneos,
utilizando la fuerza de la represión en contra de sus compatriotas. Por lo
tanto, reafirmamos que esta Policía está al servicio de los sojeros brasileños.
Una vez más, la Policía Nacional -y especialmente este grupo- deja un oscuro
antecedente con este proceder, que engrosa la lista de actuaciones
antidemocráticas, represivas, violentas contra el pueblo.
Para la FNC está
claro que mientras no haya reforma agraria, no habrá paz en la República del
Paraguay. Y que así como nuestros abuelos y abuelas lucharon y defendieron la
tierra, hoy haremos el esfuerzo y construiremos la organización necesaria para
combatir la ocupación de nuestro territorio por agroexportadores que no hacen
otra cosa más que concentrar la tierra, expulsar comunidades campesinas e
indígenas, y producir de acuerdo a los intereses de otros países y de otros
mercados.
El Gobierno de
turno, la oligarquía y la Policía Nacional pueden arrinconarnos
momentáneamente, pero no renunciaremos a la necesidad de dar los pasos que nos
posibiliten avanzar hacia la reforma agraria con un desarrollo nacional, y así
conquistar el Paraguay de la mano de latifundistas, oligarcas y especuladores,
que son los responsables del atraso, la miseria y la pobreza del Paraguay.
Invitamos a los
sectores honestos, democráticos y patrióticos a movilizarnos ante tanto
quebrantamiento a los intereses de nuestro pueblo y de nuestro país. En este
sentido, la FNC convoca a sus afiliados a movilizarse mañana miércoles 4 en las
regiones (ver calendario abajo) y en Asunción el día jueves 5 a las 8 hs,
frente al Ministerio del Interior, para hacer escuchar nuestra voz de repudio y
de protesta.
Movilizaciones
regionales el 4 de enero de 2017 desde las 8 horas:
– Cruce Liberación
(San Pedro).
– Rotonda Curuguaty
(Canindeyú)
– Cruce Mbokajaty
(Guairá)
– Frente a la Parroquia
Inmaculada Concepción de Caaguazú (Caaguazú)
¡La lucha por la tierra es la lucha por la
patria!
¡Por Reforma Agraria y un desarrollo nacional, la lucha
continúa! ¡Venceremos!
Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Enero 6 de 2017
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