Paine es una comuna enclavada en el
fértil valle del río Maipo, un lugar cercano a Santiago. Zona de históricos
latifundios, Paine es también tristemente conocida por ser la localidad que
registra el más alto porcentaje de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados
Políticos en relación a su población a causa de la represión posterior al
Golpe, según informó en 1990 la Comisión Rettig, la que también pudo constatar
que fue aquí donde se hizo más evidente la participación activa de civiles en
dicha arremetida represiva. Así, los apellidos Luzoro, Tagle, Oregón, Balcázar,
Kast, etc., se asociaron allí al terror dictatorial
La ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones a los Derechos
Humanos de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Marianela Cifuentes Alarcón, encabezó –entre el jueves 5 y el viernes 6- dos diligencias
de reconstitución de escena en las causas N° 4/2002 ter Episodio Paine-Fundo Santa Rosa y N°4/2002 D Episodio Paine-Escuela de Chada, con el fin de determinar las
circunstancias en que fueron asesinados los compañeros RICARDO CARRASCO BARRIOS y SAÚL CÁRCAMO ROJAS,
y el secuestro agravado –desaparición- de CRISTIAN CARTAGENA PÉREZ, respectivamente.
El jueves 5 de enero, se realizó en el ex fundo
Santa Rosa la diligencia de reconstitución de escena por los delitos de
homicidio de Ricardo Carrasco y de Saúl Cárcamo, hecho ocurrido el 16 de
septiembre de 1973, la cual contó con la participación de testigos de los
hechos y del procesado Juan Francisco Luzoro Montenegro. Este sujeto, que en la actualidad se dedica a
la crianza de caballos, fue un civil derechista y homicida de la primera hora
dictatorial, que ha sido procesado por su participación en los secuestros y
homicidios de un total de 26 personas de Paine y sus alrededores, delitos cometidos
entre el 16 de septiembre de 1973 y el 16 de octubre de ese año.
En tanto, el viernes 6 de enero, se efectuó en la
ex Escuela de Chada la reconstitución de escena por el secuestro agravado del
profesor Cristian Cartagena Pérez, hecho ocurrido el 18 de septiembre de 1973,
que contó la participación de su cónyuge y maestra de la misma escuela, Holanda
Vidal Caballero, además de tres sujetos procesados.
Memoria, Verdad y Justicia
Los compañeros Saúl
Cárcamo Rojas, 20 años de edad, y Ricardo
Carrasco Berríos, 19 años, vivían en Paine, eran estudiantes secundarios –el
primero en el Liceo Vespertino y el segundo en el propio de Paine- y militantes
del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR al momento del Golpe. Ambos fueron
detenidos en un operativo amplio, practicado por dueños de fundos de la zona y
por efectivos de Carabineros de la Sub Comisaría de Paine, a cargo del Sargento
Manuel Reyes, y ejecutados el día 16 de septiembre de 1973. Dada las
condiciones imperantes, las defunciones de estos camaradas no quedaron
inscritas en Registro Civil. Por motivos evidentemente humanitarios, sus
familiares procedieron a la sepultación de los restos abandonados en la vía
pública. Tal situación no pudo ser regularizada.
Dado el temor que se había impuesto en la localidad
por detenciones masivas ocurridas en los días anteriores, y dada la activa
participación pública como militantes del MIR, ambos jóvenes habían dejado sus
respectivos domicilios para cobijarse en el de la familia de Patricio Araya,
también perteneciente a la misma organización revolucionaria. Así entonces, el
día de los hechos se encontraban en ese domicilio, en el Asentamiento Santa
Rosa, las siguientes personas: doña Alejandrina Muñoz y sus hijos Valericio y
José Sánchez Muñoz, José Oscar Carvajal Sánchez, todos familiares de la dueña
de casa. Además se encontraban pernoctando en la vivienda, Patricio Araya
Sánchez (nieto de la dueña de casa), Gustavo González, Saúl Sebastián Cárcamo
Rojas y Ricardo Carrasco Barrios, los tres últimos, militantes del MIR. La
madrugada del 16 de septiembre de 1973, el domicilio fue objeto de un
allanamiento violento con uso de armas de fuego como paso inicial. Todos los
moradores fueron sacados al exterior, salvo la dueña de casa y Saúl Sebastián
Cárcamo Rojas, quien alcanzó a huir. Los detenidos fueron tirados al suelo,
golpeados con puntapiés y culatazos por los civiles acompañantes y por los carabineros,
especialmente Ricardo Carrasco, quien fue identificado por uno de los civiles
como "el chiricuto".
Patricio Araya, Gustavo González y Ricardo Carrasco
fueron subidos a una misma camioneta que mantenía sus focos encendidos. A
Ricardo Carrasco, se le dijo: "si eres valiente, empieza a correr",
indicándosele el camino por delante. Lo hizo. Y cuando se alejaba, a unos 25
metros de la camioneta, se escucharon gritos "se está arrancando" y
le dispararon desde varios puntos. El cuerpo fue tomado y lanzado a una acequia
al lado del camino. Los otros dos jóvenes fueron mantenidos en la camioneta.
Enseguida el grupo se dirigió a la casa del joven Cárcamo
Rojas, distante a unos tres kilómetros. Este había llegado poco rato antes y
había comentado a su madre la situación que afectaba a sus compañeros,
añadiendo su intención de abandonar el domicilio en busca de un lugar más
seguro. Cuando lo hacía, llegó el grupo aprehensor, por lo que intentó huir
nuevamente hacia la parte posterior del sitio. Estos hechos quedaron
consignados en las declaraciones de la señora Lucinda del Carmen Rojas, madre
de Saúl, en la causa por homicidio rol 39405 1, que se instruye desde agosto de
1990, en el Juzgado de Letras de Maipo, Buin. En su relato ella señala:
"Al inmueble ingresaron los sujetos, uno de los cuales era el Sargento
Verdugo y un civil de apellido Balcázar (Juan), quien portaba un arma de fuego.
Detuvieron a mi marido y lo sacaron de la casa. Lo tiraron en una de las
camionetas utilizadas y en las cuales llevaban a las otras personas detenidas
momentos antes. Los agentes ingresaron nuevamente. Se escucharon tres disparos
en la parte trasera del sitio, en el sector donde había un duraznal. Nada se
nos dijo a nosotros. Sin embargo, me ha relatado el testigo Patricio Araya, que
los sujetos, luego de producidos los disparos, se acercaron a la camioneta
donde estaba mi marido y le dijeron: "¡bájate viejo, que el que andábamos
buscando ya está muerto!". Mi marido siempre creyó que sólo lo habían
detenido y que lo habían tirado en otra de las camionetas. Sin embargo, al otro
día supimos que mi hijo estaba muerto con impactos de bala, en la parte trasera
del sitio...". "En horas de la mañana consulté a Carabineros que
andaban patrullando el sector, si podía recoger el cuerpo de mi hijo; ellos
señalaron que "como estaban en estado de guerra, el que podía se recogía y
el que no, quedaba allí no más". Posteriormente, fui donde el padre Guido,
párroco de Paine, quien me prestó inestimable ayuda y consuelo en estos dolorosos
momentos. El me autorizó para que sepultara a mi hijo en el cementerio
parroquial y evitar así la acción de roedores, perros u otros depredadores al
permanecer tirado en el suelo. De ese modo se logró sepultar a mi hijo en ese
recinto el día 17 de octubre de 1973. Lo mismo aconteció con respecto a Ricardo
Carrasco Barrios quien también está sepultado en el cementerio".
José Oscar Carvajal Sánchez declaró en el mismo
proceso: "...nos hicieron subir a un vehículo, a mí me tocó una camioneta
con mi tío José Victoriano, pero antes de subir alcancé a ver un auto, Volvo
rojo, que era de propiedad de Mario Tagle y se hacía acompañar por su hermano
Julio Tagle. También distinguí a otro civil, Claudio Oregón, camionero. También
pude ver al jefe del grupo que era el carabinero Sargento Reyes".
Iván Israel Cárcamo Rojas, hermano de Saúl,
declaró: "mi madre, Lucinda Rojas, reconoció a uno de los civiles que
andaba con Juan Balcázar que en ese tiempo tenía camiones..."
"Sentí varios disparos, luego de ello se reunieron
en la casa y dieron la orden de bajar a mi padre del vehículo, en ese momento,
yo pude pararme y reconocí al Sargento Verdugo de la Subcomisaría de Paine que
el parecer dirigía al grupo". Patricio Araya Sánchez declaró en términos
coincidentes en la misma causa.
En 1991 se logró regularizar la situación de ambos
jóvenes compañeros. Sus cuerpos, después de ser exhumados, fueron identificados
por el Instituto Médico Legal y así se pudo inscribir la defunción.
El compañero Cristián Cartagena Pérez, de 30 años
de edad al momento de los hechos, era casado y padre de dos hijos. De
militancia comunista, ejercía como Director
de la Escuela Básica de Chada. Fue detenido el 18 de septiembre de 1973, en su
domicilio, en presencia de su esposa y sus 2 hijos pequeños, como consecuencia
de un operativo conjunto de Carabineros, Militares y civiles. Fue trasladado en
un vehículo particular hasta la Subcomisaría de Paine junto a otras 8 personas,
también detenidas en ese operativo desde sus respectivos domicilios. Todos
ellos quedaron en libertad al día siguiente, cosa que no ocurrió con Cartagena
Pérez. Carabineros le informó a su familia que éste había sido puesto en
libertad junto a los otrosapresados.
Culpables uniformados y civiles de la represión en Paine
La detención y ejecución de los dos jóvenes miristas
y del profesor se enmarcan en lo que fue la cruenta represión en Paine, en 1973, la que saldó con 70
ejecutados, 40 de ellos detenidos desaparecidos. Esta represalia masiva era la
respuesta civil y militar a la afrenta que representaba para los poderosos que los
campesinos y trabajadores de la zona (y del país) se atrevieran a exigir sus postergados
derechos y pasaran a decidir sobre el tipo de sociedad que deseaban para ellos
y sus familias.
En la represión desbocada participaron carabineros:
Nelson Bravo Espinoza, capitán; Raúl Ortiz Maluenda, sargento 2º; Carlos Aburto
Jaramillo, cabo 1º; José Retamal Burgos, cabo 1º; Víctor Sagredo Aravena, cabo
1º; Reyes, sargento; Luis Jara, teniente de Pintué; y los carabineros Samuel
Ahumada Cabello; Raúl Donoso Figueroa; Alamiro Garrido Ubal; Jorge González
Quezada; Víctor Labarca Díaz; Eduardo Molina Armijo; José Piñaleo Pérez y Jorge
Verdugo, entre otros.
También se emplearon a fondo milicos de la Escuela
de Infantería de San Bernardo: coronel Leonel Köening Alternatt, Director de la
Escuela de Infantería de San Bernardo; Samuel Rojas Pérez, teniente coronel;
Mario Morales Durán, conscripto; Andrés Magaña Baum, teniente; Pedro Montalvo
Calvo, coronel; Iván de la Fuente Sáez, mayor; Hernán Pizarro Collarte, mayor;
Ciro Ahumada Miranda, mayor; Juan Carlos Nielsen Stambuck, capitán; Sergio
Rodríguez Rautcher, capitán; Luis Cortés Villa, capitán; Víctor Pinto Pérez,
capitán; Marcial Cobos Farías, capitán; Jorge Romero Campos, capitán; Luis
Villarroel Contreras, capitán; Héctor Maturana Zúñiga, capitán; Luis Garfias
Cabrera, capitán; Eduardo Silva Bravo, capitán; Sergio Valdivia M., capitán; y Julio
Cerda Carrasco, capitán, entre otros.
No debemos olvidar la participación en esta
oprobiosa ola de asesinatos, tortura y humillación post golpe en Paine de los civiles
de derecha: terratenientes, empresarios y de lumpen a pago de los anteriores. Así,
son apuntados como asesinos del pueblo los siguientes civiles represores: Hugo y Fernando
Aguilera; Francisco Luzoro; Jorge Sepúlveda; Tito Carrasco; Claudio Oregón;
Darío González Carrasco; Luis Guerrero; Mario, Ricardo y Yule Tagle; Jorge
Aguirre; Christian Kast; Luis Mondaca; Segundo Suazo; Miguel González; Patricio
Meza; Jorge Nazar y Ruperto Concha (estos últimos 6, mencionados en declaración judicial del sobreviviente Alejandro
del Carmen Bustos González, 22 de octubre de 2001; Causa Paine, Fojas 1726 del
tomo VII)
¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo
Acción Directa CAD –Chile
Enero 10 de 2017
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