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martes, 3 de enero de 2017

CONDENAN A PACOS Y MILICOS ASESINOS DE UN MIEMBRO DE LA JAP Y DE SINDICALISTAS EN 1973


Suprema confirmó sentencias en contra de dos ex pacos que detuvieron e hicieron desaparecer a un joven feriante y cuyo delito había sido conformar la JAP de su población. Otro tanto efectuó el alto tribunal en contra de cuatro ex milicos, quienes ejecutaron a sangre fría a dos dirigentes sindicales. Lamentablemente, las penas para los asesinos son demasiado bajas a la luz de la legalidad sobre justicia en casos de delitos de lesa humanidad   


Secuestro y desaparición del joven Héctor Vásquez Sepúlveda

Por éste ilícito, perpetrado a partir del 18 de octubre de 1973, en la población La Faena, ubicada por entonces en la comuna de Ñuñoa y hoy Peñalolén, la Sala Penal del máximo tribunal rechazó el recurso de casación y confirmó la sentencia que condenó a los carabineros en retiro Fernando Contreras Torres y Pedro Herrera Mossuto a penas de 7 años de presidio, en calidad de autores del delito

HÉCTOR MANUEL VÁSQUEZ SEPÚLVEDA, soltero, de sólo 18 años a la fecha de su desaparecimiento, comerciante de Ferias Libres, miembro de la JAP de su sector, fue detenido el 18 de octubre de 1973, en horas de la mañana por tres carabineros de civil en circunstancias que se encontraba en su domicilio de Avda. Grecia en compañía de su familia. Fue trasladado en un bus de pasajeros hasta la 18a. Comisaría de Carabineros de Los Guindos, desde donde se perdió todo rastro acerca de su persona.

Don José Luis Vásquez Sepúlveda, hermano de la víctima, expone en el respectivo proceso judicial por el desaparecimiento del afectado, que el día de los hechos se encontraban en el domicilio cuando se hicieron presente tres civiles, entre los cuales reconoció a un paco de apellido Millafil, quienes ingresaron al inmueble, procediendo a detener a su hermano Héctor Manuel para luego abordar un microbús de pasajeros, en el cual viajaba por casualidad su madre, doña Rosa Ester Sepúlveda Aravena. 


Ella se percató cuando los policías descendieron del vehículo e ingresaron al recinto de la 18a. Comisaría (en ese entonces, 13a. Comisaría). En la tarde de ese mismo día, se apersonaron a la Unidad Policial a fin de averiguar la situación del detenido, pero allí negaron rotundamente su aprehensión. El testigo afirma en su exposición de los hechos, que en los días previos a la desaparición de su hermano, otro carabinero de esa misma Comisaría, de nombre Manuel Veloso, le efectuó una serie de preguntas respecto a las actividades de Héctor Manuel, quien -junto al policía conocido como "Nano Millafil"- pertenecía al Club Deportivo del sector.

Su familia concurrió en reiteradas oportunidades al recinto de Carabineros a preguntar por el detenido, pero siempre se encontraron con una respuesta negativa y aún desconocen la suerte que corrió la víctima luego que fuera recluido en la 18a. Comisaría.

Detención y ejecución de dos dirigentes sindicales de automotora

Cro. Luis Herrera González
En este caso, la misma Sala Penal confirmó la sentencia que condenó a cuatro miembros del ejército en retiro por los homicidios de los dirigentes sindicales de la empresa Chilean Autos LUIS HERRERA GONZÁLEZ, militante del Partido Comunsita, y MARIO PARRA GUZMÁN, ilícitos perpetrados el 27 de septiembre de 1973, en la Academia de Guerra del Ejército, ubicada en la época de los hechos en la comuna de Santiago.

La sentencia confirmó las penas que deberán purgar: Jorge Muñoz Pontony, 15 años y un día de presidio; a Jaime García Zamorano, 7 años de presidio, y Pedro Silva Jiménez y Pedro Rivera Piña, 5 años y un día.

Cro. Mario Parra Guzmán
En la etapa de investigación, el ministro Mario Carroza logró establecer que: "El 27 de septiembre de 1973, alrededor de las 17:00 horas, una patrulla militar concurrió hasta la empresa "Chilean Autos S.A." y pidió conversar con el encargado de la misma, a quien se le solicitó la presencia de dos de sus trabajadores, ambos dirigentes sindicales, Luis Herrera González y Mario Parra Guzmán, quienes al llegar fueron detenidos por funcionarios del ejército y trasladados a dependencias de la Academia de Guerra de esa institución castrense, donde fueron interrogados. Se les mantuvo en la unidad hasta la madrugada y posteriormente se decidió su ejecución y el abandono de sus cuerpos en la vía pública. Luis Herrera González perdió la vida por múltiples heridas a bala tóraco abdominales y Mario Parra Guzmán por múltiples heridas a bala en extremidades inferiores y una herida abdominal y pelviana con perforaciones múltiples del intestino y hemoperitoneo".

¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!


Colectivo Acción Directa CAD –Chile
Enero 3 de 2017

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