Juan Seoane recién nombrado Inspector G3° |
Ha partido uno de los 17 agentes de investigaciones que cumplió con su
deber y se quedó junto al Presidente Salvador Allende el día del Golpe militar,
ese fatídico 11 de septiembre de 1973. Era el encargado de la escolta oficial del
Compañero Presidente y sólo hizo abandonó del Palacio de La Moneda luego de la orden
perentoria del último mandatario legítimo chileno
A la edad de 88 años falleció el pasado martes 13 Juan Seoane Miranda, quien fuera oficial a cargo de la escolta del
Presidente Salvador Allende hasta el golpe de Estado, el 11 de septiembre de
1973.
Sobre su cometido en el Palacio de gobierno ese ‘11’, él lo relata en una entrevista
al periodista Claudio Batsalel, del diario El Mundo: “Cuando se fueron los
agentes de la Guardia del palacio [carabineros] y cambiaron de bando, el presidente me llamó.
Estaba en el salón Toesca, en una mesa grande, sentado sobre la mesa y con los
pies colgando. Estaba solo. Me acerqué y me dijo que estaba liberado para
retirarme junto con todos los funcionarios a mi cargo. Le contesté: -Yo voy a
quedarme-. Entonces me dijo: -Estaba seguro de que usted se iba a quedar,
porque los viejos robles mueren de pie-. No fue nada grandilocuente, sólo una
cosa sentida”.
Esa aciaga jornada, Juan Seoane fue detenido y debió
salir al exilio, a México. En ese país se enteró años después, que la
Revolución Popular Sandinista había triunfado el 19 de julio de 1979. Compañeros
del GAP, ex escoltas del compañero Allende, que participaron como combatientes
internacionalistas, lo invitaron a colaborar, y fue así como se transformó en
el asesor primero de la naciente Policía Sandinista de Nicaragua y dedicó todo
su esfuerzo en esta tarea.
En el Capítulo "Casos de graves violaciones a los derechos humanos ocurridos en la Región Metropolitana”, del Informe de la
Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (1), se dice:
"Cuando el Presidente fue informado que el único
acuerdo posible era la rendición incondicional, solicitó salir del Palacio al
último grupo que allí quedaba. Un testigo presente en la ocasión señaló:
"Como a las 2 de la tarde dijo que esto era una
masacre, que nos rindiéramos, que bajáramos con una bandera blanca, sin nada en
los bolsillos. Los militares ya habían entrado al primer piso".
En los momentos en que el Palacio de La Moneda es
bombardeado, el Presidente Allende ordena el retiro de todas las personas. La
Moneda estaba en llamas, el aire se hacía irrespirable. Es así como todos los
que allí estaban, uno tras otro bajaron por la escalera. El doctor Oscar Soto,
uno de los sobrevivientes, describe esos momentos "...Se ha producido un
silencio transitorio, después de un ruido intenso y breve que posteriormente
supimos había correspondido al derribo de la puerta de Morandé 80, nos encontramos
encañonados por unos veinte soldados jóvenes que llevaban en el cuello, como
señuelo identificatorio un pañuelo de color naranja.
Están dirigidos por un Oficial que lleva lentes redondos.
Le miro y me doy cuenta que el cristal izquierdo de sus gatas está roto. Gritan
y nos apuntan con furia. Los soldados están muy excitados, fuera de sí, yo
diría con la apariencia de alguien recientemente estimulado. El Oficial les
ordena no disparar. Nos salva la vida. Nos sacan del Palacio a culatazos y
puntapiés y nos arrojan en la acera de Morandé junto a la Puerta de entrada del
Palacio..." (2).
El Palacio Presidencial fue tomado por efectivos de la
Escuela Infantería de San Bernardo y rodeado por tanques del Ejército. Entraron
a su interior, entre otros, el general Javier Palacios, el general Ernesto
Baeza, el teniente Armando Fernández Larios (60) (luego integrante de la
siniestra DINA), el capitán Iván De La Fuente (61) y el capitán Sergio Núñez
(62), a los que se sumaron más tarde fuerzas de Carabineros (3). El segundo
piso de La Moneda fue ocupado por efectivos de la Escuela de Infantería de San
Bernardo, a la cual pertenecía Fernández Larios y De la Fuente.
En el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y
Reconciliación se lee (4):
"El grupo que abandonaba el Palacio por calle
Morandé me detenido por las fuerzas militares, obligándoseles a tenderse boca
abajo en el suelo. Este grupo estaba conformado por asesores del Presidente,
miembros del GAP, médicos que prestaban servicios en La Moneda y funcionarios
del Servicio de Investigaciones. La mayoría de los médicos que se encontraban
presentes (con excepción de algunos que se desempeñaban como asesores del
Presidente y que serán mencionados más adelante), fueron liberados en esos
momentos (5). El resto de los detenidos fueron luego trasladados a la vereda,
permaneciendo tendidos".
Continúa así: "A las dieciocho horas, este grupo fue
conducido al Regimiento Tacna, en dos vehículos militares. En ese recinto
permanecieron tendidos en el suelo, boca abajo, con las manos detrás de la
nuca, desde el día 11 de septiembre, en la tarde, hasta el 13 de septiembre a
mediodía. El 12 de septiembre son liberados los miembros del Servicio de
Investigaciones, excepto uno, que también permaneció en este Recinto hasta el
mediodía del día 13, momento en que fue liberado" (6).
De acuerdo a los antecedentes reunidos, la comisión puede
afirmar que el grupo que permaneció hasta el día 13, a mediodía, en el
Regimiento Tacna estaba compuesto, por una parte, por nueve asesores miembros
de la Presidencia de la República y por otra, por quince miembros del GAP.
Por declaraciones realizadas por testigos sobrevivientes
de los hechos, se ha logrado establecer que los trasladados desde La Moneda
eran aproximadamente cincuenta personas" (7). Relataremos las historias de
las personas que fueron ejecutadas o que desaparecieron desde el Regimiento
Tacna. Se trata de diez asesores de la Presidencia de la República; trece
miembros del GAP y el chófer del Ministro Vuskovic que no quiso abandonar La
Moneda. Mencionaremos, además, a los diecisiete funcionarios del Servicio de
Investigaciones que permanecieron junto al Presidente Allende y que
sobrevivieron. Ellos nos han ayudado a reconstituir esta parte de la historia y
lo que sucedió durante la detención en el Regimiento Tacna.
Los diecisiete detectives "que la historia debe
recordar" son:
Juan Seoane Miranda; Fernando del Pino Abarca; Carlos
Espinoza Pérez; Quintín Romero Moran; David Garrido Gajardo; Eduardo Ellis
Belmar; Pedro Valverde Quiñones; Erasmo Torrealba Aliaga; Douglas Gallegos
Todd; Carlos San Martín Zúñiga; José Sotomayor Alamos; Juan Romero Moran; Luis
Henríquez Seguel; Reinaldo Hernández Tarifeño; Héctor Acosta Rey; Gustavo
Basaure Barrera y Juan Collio Huenuman.
Todos los que salieron por Morandé 80, como lo dice el
Informe, fueron trasladados al Regimiento Tacna en dos buses de la Armada,
custodiados por militares. Según los testimonios de los detectives que se
encontraban al interior de los vehículos, los prisioneros iban de rodillas, con
las manos en la nuca, de espaldas al conductor.
El Regimiento "Tacna", ubicado a doce cuadras
del Palacio de La Moneda, en la zona sur de Santiago, aledaña al Parque
0'Higgins, recibió a los detenidos de La Moneda y de muchos otros lugares. En
septiembre de 1973 su Comandante era el coronel Joaquín Ramírez Pineda y el
segundo al mando era el teniente coronel Oscar Escalona (63).
Diversos testimonios acreditan que ese día se encontraban
al interior del regimiento personal militar y de civil, los que utilizaban una
pechera de color naranja, el mismo color de los militares que entraron a La
Moneda. El personal de civil "se encargaba de interrogar a los
prisioneros, los que eran llevados a una oficina ubicada en el segundo piso,
donde se les sometía a apremios físicos... Entre el personal militar se ha
podido identificar al mayor Cruz, (8) del Servicio de Inteligencia Militar,
quien se encargaba de verificar las identidades de los detenidos,
clasificándolos. Se identificó además al teniente Armando Fernández Larios,
como una de las personas que estaba presente en los momentos en que los
detenidos eran llevados a interrogatorios.
Uno de los detectives liberados, David Garrido, describe
esta dramática situación y la conducta del coronel Ramírez Pineda (9): "Yo
fui el primero en bajar, porque fui el último en subir a la micro. Nos hicieron
bajar de rodillas y a culatazos al patio del Regimiento... En el patio había
dos ametralladoras punto cincuenta con los servidores listos para disparar. Nos
pusieron a todos hincados a veinte metros de las ametralladoras. Llegó entonces
un alto oficial. Después supe que era el Comandante del Regimiento, de apellido
Ramírez. Gritaba como desaforado para desalojar una parte de atrás en que había
unos soldados y unos camiones. ¡Salgan todos de ahí!. Gritaba. ¡Los vamos a
fusilar de inmediato! Estaba muy mal ese comandante, muy fuera de sí, muy
desesperado con nosotros. Ese fue el primer impacto que tuvimos al llegar al
Tacna"...Agrega, además, que: "...Llegó un teniente colorín y dijo
que giráramos, así hincados y nos moviéramos hacia el fondo... ahí nos hicieron
sacarnos el vestón, los zapatos, la corbata. Luego nos pararon y nos pusieron
en cuatro filas, guardando distancia como de tres metros entre uno y
otro".
El comportamiento del coronel Joaquín Ramírez Pineda es
descrita por otro detective, Quintín Romero, quien relata: "Se armó un
alboroto tremendo porque el comandante del Tacna quería fusilarnos de inmediato
Daba gritos, órdenes y contraórdenes. El comandante Ramírez Pineda gritaba que
éramos unos desalmados, que le habíamos hecho frente al general Palacios y lo
habíamos herido, que había que fusilarnos de inmediato... De repente el
Comandante del Regimiento Tacna cambió de actitud..." y ordenó que: "de
rodillas y con las manos en la nuca, nos llevaran hasta unas caballerizas que
se usaban para guardar vehículos. Nos quedamos con muy poca ropa y nos
tendieron boca abajo, con las manos en la nuca y las piernas abiertas. Nos
daban patadas y culatazos".
NOTA:
1. Informe CNVR, pág. 131.
2. "El último día de Salvador Allende". Oscar Soto. Editorial El
País Aguilar. 1998.
3. Querella 5° Juzgado del Crimen, Rol 1382-76.
4. Informe CNVR, pág. 132.
5. Ellos son los doctores: Patricio Arroyo, Danilo Bartulín, Alejandro
Cuevas, Víctor Hugo Oñate, José Quiroga, Hernán Ruiz y Oscar Soto.
6. Se trata de Juan Seoane, ex Jefe de los Policías de Investigaciones que
custodiaban al Presidente Allende . Detenido junto al grupo de personas que se
encontraba al interior de La Moneda, fue trasladado al Regimiento Tacna y
liberado el día 13 de septiembre, donde fue conducido al Cuartel de
Investigaciones. En esas dependencias fue recibido por el general Ernesto Baeza
Michaelsen, quién había ocupado el cargo de Director de Investigaciones
inmediatamente después del golpe.
7. Juan Seoane, señaló en declaraciones judiciales: "En total llegamos
49 al Tacna. Esa cuenta la sabemos porque éramos 24 y 25 en cada micro".
8. El Mayor Cruz ha sido citado además en el libro "Chile: La memoria
Prohibida". Un golpe distinto, Colección Testimonio, 1989, pp. 188.
9. Revista Análisis del 22 al 2 de junio de 1987, pág.37.
¡Ni Olvido
Ni Perdón: Verdad, Justicia y Memoria!
¡Sólo la Lucha y la
Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo Acción Directa CAD –Chile
Junio 18 de 2016
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