“4.-
Las clases motrices de la Revolución en Chile son los obreros y campesinos.
Podrán participar en ella todos los que en la praxis se integren a la lucha por
los intereses de estas clases y que provengan de la pequeña burguesía agraria y
urbana. No existirán alianzas con otros sectores sociales, como clases”. SÓLO UNA REVOLUCIÓN ENTRE NOSOTROS PUEDE
LLEVARNOS A UNA REVOLUCIÓN EN CHILE. 1969”.
Como Brigada de Propaganda
MIR-Rearticulación pedimos que se ponga mucha atención en los siguientes puntos
de este histórico Documento, el cual data de 1969: El punto 4, en donde se
caracteriza el periodo y se indica lo que el MIR entendía sobre la mentada “crisis”
(todavía se escucha y lee que estamos “en plena crisis” cuando en realidad la
clase dominante acumula fabulosas ganancias) y sobre todo, POR FAVOR LEER el
apartado a) Programa. Ese punto sigue el
mismo hasta el minuto y en esas tesis se denota el aporte teórico de quienes rechazan
el reformismo que enlaza con una visión mecánica del marxismo que planteaba, y
plantea, una revolución por etapas.
BRIGADA
DE PROPAGANDA MIR-REARTICULACIÓN LUIS BARRA GARCÍA.
13 de noviembre de 2018
d)
El deber de los revolucionarios en este período.
1.-
Todo lo anterior, el ascenso del movimiento de masas, las respuestas
represivas, los resultados y las consecuencias de las elecciones
parlamentarias, la descomposición de los partidos centristas, la crisis del
reformismo, la reagrupación de las clases medias detrás de los partidos de
derecha, el renacimiento de las organizaciones de la burguesía arrastrando a
los socios menores (SNA, SOFOFA), etc; todo ello puede y debe ser inscrito en
el marco de una agudización de la lucha de clases.
2.-
Ante ella la izquierda tradicional desnuda su impotencia al asistir inerme al
intento de las clases dominantes de hacer retroceder a las masas movilizadas,
busca la colaboración de clases y se limita a ofrecer una salida electoral,
pasiva o institucional.
El
imperialismo y la burguesía, a su vez, se muestran decididos a hacer retroceder
a las masas a sangre y fuego, con nuevos Puerto Montt; legitiman y defienden su
legalidad y se preparan para levantar una alternativa electoral de un gobierno
fuerte, de derecha, que “ponga orden en el país”.
3.-
Creemos que un vacío político aparece hoy en Chile. Creemos que la combatividad
obrera y campesina, el escepticismo en las vías legales, la crisis de los
partidos centristas y reformistas, y los procesos represivos, urgen una
respuesta, una dirección y un camino, que entregue una salida a un nivel
superior de lucha, que no se abandone a las masas, a la espera de un relativo
retroceso posterior.
Sostenemos
que sobre la base real de una lucha de clases cada vez más aguda, expresada
fundamentalmente en un ascenso del movimiento obrero y campesino, no puede solo
desarrollarse una alternativa electoral,tampoco puede por parte de los
revolucionarios, levantarse como sola alternativa o camino, un revolucionarismo
verbal y un activismo orgánico a través de la lucha reivindicativa pasiva en
los frentes.
Es
posible, y más aún, es imprescindible, sobre esa misma base social y política de
apoyo, ofrecer una alternativa revolucionaria, que tome a la lucha de clases en
el punto alto que hoy se encuentra, y la empuje más adelante aún, cada vez
agudizándola más y más, por medio de acciones ligadas a la lucha de clases
hasta hacerla madurar a condiciones que permitan iniciar la guerra
revolucionaria propiamente tal.
4.-
No sostenemos, ni está en la base de nuestras afirmaciones acerca del qué hacer
en este período, que la situación económica es “catastrófica”, que el
movimiento obrero y campesino pasa por un ascenso que lo coloca al borde de la
preinsurgencia, que la institucionalidad está destrozada, que el reformismo
está en franca descomposición interna, ni que Chile vive una dictadura, etc..
No lo afirmamos para este período, ni lo vemos venir espontáneamente en un
futuro próximo. Afirmarlo sería entrar a construir sobre irrealidades una
estrategia y el que hacer de una organización.
Afirmamos
que Chile pasa por un deterioro y estancamiento económico de una gravedad tal
que diferencia la situación del último bienio 67-68 con la del anterior; que el
movimiento de masas, desde hace por lo menos dos años, vive un marcado y
persistente ascenso que lo diferencia también de los anteriores de retroceso
relativo (65-66); que existe un escepticismo en las vías legales significativo,
que se está produciendo descomposición en el PR y en el PDC, y que hemos pasado
por una escalada represiva cuyas metas y resultados aún no podemos medir. En
resumen, que la lucha de clases ha entrado a un nivel superior al anterior de
agudización y que por ello es posible y necesario modificar el accionar de
nuestra organización, elevándolo a un nivel superior.
Las
exigencias que a nuestra organización se le imponen los nuevos metódos de
accionar, colocan en un punto de viraje histórico su “qué hacer” y en un pié
crítico su realidad y desarrollo político y organico interno.
………….
Lo
anterior exige reestudiar la concepción del partido, lo que establece la
necesidad de un análisis crítico del pasado y presente de nuestra organización.
También aparece como necesario precisar las concepciones estrategicas
generales, lo que hace necesario a su vez un recuento de las concepciones
programáticas y especialmente estratégicas con que nuestra Organización está
armada. Esto último es lo que entraremos a hacer en seguida.
Referencia.-
1)
En lo que corresponde a “situación económica” y “el ascenso del movimiento
obrero” véase la pregunta N. 14 de “Elecciones no; lucha armada único camino”
de Enero de 1969, publicada como documento interno y en Punto Final N. 74, en
general válido.
2)
Véase acuerdos ddel Congreso Regional Santiago, Junio 1968, publicados como
documento aparte y en “Documentos Secretariado Nacional”.
III.-
IDEAS BÁSICAS COMUNES A NUESTRA ORGANIZACIÓN
Nos
limitaremos a un breve recuento de nuestras ideas acerca de Programa y Estrategia
y , al final, a un grueso análisis. Lo hacemos pues lo creemos necesario para
después entrar en precisiones y, además, aprovecharemos de exponerlas en forma
resumida. Serán desarrolladas en referencia a documentos específicos de la
Organización
a)
Programa
1.-
Chile es un país semi-colonial, de desarrollo capitalista atrasado, desigual y
combinado, con un capitalismo industrial y minero desarrollado y con un
capitalismo agrario atrasado. No esixte en Chile un feudalismo agrario.
2.-
El poder lo detenta en Chile la alianza entre el Imperialismo y las burguesías
industriales, financiera y agraria. No existe en Chile un sector de la
burguesía “antiimperialista” o “nacional” susceptible de aliarse para una
revolución.
3.-
Nuestra Revolución, entonces, tendrá el carácter de antiimperialista y
anticapitalista a la vez, esto es, será fundamentalmente socialista.
4.-
Las clases motrices de la Revolución en Chile son los obreros y campesinos.
Podrán participar en ella todos los que en la praxis se integren a la lucha por
los intereses de estas clases y que provengan de la pequeña burguesía agraria y
urbana. No existirán alianzas con otros sectores sociales, como clases.
5.-
Habrá de hacerse saltar hecho añicos la superestructura legal burguesa,
instaurar un Gobierno Revolucionario de obreros y campesinos, que siente de
inmediato las bases para la construcción del Socialismo.
Referencia.-
1)
Declaración de Principios y programa.- Agosto 1965 (Publicado como tal, también
en “Documentos Secretariado Nacional”)
2)
“Caracterización General de Chile”, Diciembre 1967, “Documentos Secretariado
Nacional”.
3)
Entrevista.- Punto Final N. 53. Abril 1968.
b)
Estrategia
1)
El Socialismo en Chile solo podrá ser instaurado por medio de la lucha armada.
No lo podrá ser por medio de la “vía pacífica”
2)
Esto llevará a la necesidad de una guerra de clases, que siguiendo las leyes
generales de la guerra, no será sino la continuación de la lucha política en un
plano superior y por otros medios.
3)
La guerra de clases en Chile no adoptara la forma de “insurreción de masas” o
de “levantamiento general”. No será a través de una huelga general, con
movilización campesina, ocupación de las ciudades por las masas y
levantaminetos en el ejército reaccionario, que en pocas horas derrumbará al
régimen. Procesos similares sólo podrán finalizar la guerra de clases en Chile.
No
llega al nivel necesario para ello la agudización de la lucha de clases, ni es
tal la debiliodad de las clases dominantes, ni existe ni podrá existir un
partido de ese necesario desarrollo orgánico, ni el armamento actual de las
clases dominantes lo permite.
4)
La guerra de clases en Chile adoptará la forma de “guerra Revolucionaria”, la
que a su vez estará caracterizada por:
a.-
Será antes que nada “política”, pues sus acciones irán no a la conquista de
territorio sino de población. Sus acciones estarán guiadas por las líneas
programáticas antes enumeradas y sus objetivos, además del aparato represor,
serán el imperialismo y la burguesía.
b.-
Será una guerra “prolongada” en el sentido que se prolongará todo el tiempo
necesario para invertir a favor nuestro la correlación de fuerzas realtivamente
desfavorable para nosotros de los inicios de la guerra, desde el punto de vista
político y militar.
c.-
Será también una guerra irregular o guerrillera, o sea la dispersión de las
fuerzas predominará por sobre la oncentración en términos estratégicos, pero
tacticamente nos concentraremos en fuerzas superiores al enemigo, rehuiremos
los combates desfavorables, sólo daremos los favorables, mantendremos la
iniciativa y movilidad constante, etc..
Desde
una defensiva estratégica pasaremos a una ofensiva estratégica, en la medida en
que se invierta la correlación de fuerzas a través del tiempo y por medio de
coyunturas militares y políticas favorables.
Se
desarrollará en el campo y en la ciudad; será fundamentalmente rural desde el
punto de vista estratégico (pues asegura estabilidad y permanencia a la lucha
armada, permite la creación del Ejercito y el Poder revolucionario y en
determinada etapa permite concretar reformas en el territorio liberado). Será
fundamentalmente urbana desde el punto de vista táctico, pues por un lado
existen dificultades inherentes a este tipo de lucha (por la naturaleza de las
ciudades, concentración del poder represivo en ellas, etc) pero por el otro es
en las ciudades donde reside la clase obrera, y es a ella a la que
movilizaremos a través del contenido anticapitalista de nuestras acciones.
5)
Se utilizarán todas las otras formas de lucha, legales e ilegales, políticas,
de masas, posibilidades de milicias, de trabajo en el seno de las Fuerzas
Armadas, de huelga general, etc; pero todas ellas subordinadas a las formas
anteriores e inscritas en las distintas etapas del curso de la guerra.
6)
Se establece para chile la existencia y necesidad de una organización política
antes y durante la guerra, por la existencia de una tradición de lucha política
desarrollada, por la existencia de un movimiento obrero organizado y por el
desarrollo del reformismo.
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