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martes, 13 de noviembre de 2018

CAPITULO III: SOLO UNA REVOLUCION ENTRE NOSOTROS... DOCUMENTO MIR 1969


“4.- Las clases motrices de la Revolución en Chile son los obreros y campesinos. Podrán participar en ella todos los que en la praxis se integren a la lucha por los intereses de estas clases y que provengan de la pequeña burguesía agraria y urbana. No existirán alianzas con otros sectores sociales, como clases”. SÓLO UNA REVOLUCIÓN ENTRE NOSOTROS PUEDE LLEVARNOS A UNA REVOLUCIÓN EN CHILE. 1969”.

Como Brigada de Propaganda MIR-Rearticulación pedimos que se ponga mucha atención en los siguientes puntos de este histórico Documento, el cual data de 1969: El punto 4, en donde se caracteriza el periodo y se indica lo que el MIR entendía sobre la mentada “crisis” (todavía se escucha y lee que estamos “en plena crisis” cuando en realidad la clase dominante acumula fabulosas ganancias) y sobre todo, POR FAVOR LEER el apartado a) Programa. Ese punto sigue el mismo hasta el minuto y en esas tesis se denota el aporte teórico de quienes rechazan el reformismo que enlaza con una visión mecánica del marxismo que planteaba, y plantea, una revolución por etapas.

BRIGADA DE PROPAGANDA MIR-REARTICULACIÓN LUIS BARRA GARCÍA.
13 de noviembre de 2018

d) El deber de los revolucionarios en este período.

1.- Todo lo anterior, el ascenso del movimiento de masas, las respuestas represivas, los resultados y las consecuencias de las elecciones parlamentarias, la descomposición de los partidos centristas, la crisis del reformismo, la reagrupación de las clases medias detrás de los partidos de derecha, el renacimiento de las organizaciones de la burguesía arrastrando a los socios menores (SNA, SOFOFA), etc; todo ello puede y debe ser inscrito en el marco de una agudización de la lucha de clases.

2.- Ante ella la izquierda tradicional desnuda su impotencia al asistir inerme al intento de las clases dominantes de hacer retroceder a las masas movilizadas, busca la colaboración de clases y se limita a ofrecer una salida electoral, pasiva o institucional.

El imperialismo y la burguesía, a su vez, se muestran decididos a hacer retroceder a las masas a sangre y fuego, con nuevos Puerto Montt; legitiman y defienden su legalidad y se preparan para levantar una alternativa electoral de un gobierno fuerte, de derecha, que “ponga orden en el país”.

3.- Creemos que un vacío político aparece hoy en Chile. Creemos que la combatividad obrera y campesina, el escepticismo en las vías legales, la crisis de los partidos centristas y reformistas, y los procesos represivos, urgen una respuesta, una dirección y un camino, que entregue una salida a un nivel superior de lucha, que no se abandone a las masas, a la espera de un relativo retroceso posterior.

Sostenemos que sobre la base real de una lucha de clases cada vez más aguda, expresada fundamentalmente en un ascenso del movimiento obrero y campesino, no puede solo desarrollarse una alternativa electoral,tampoco puede por parte de los revolucionarios, levantarse como sola alternativa o camino, un revolucionarismo verbal y un activismo orgánico a través de la lucha reivindicativa pasiva en los frentes.

Es posible, y más aún, es imprescindible, sobre esa misma base social y política de apoyo, ofrecer una alternativa revolucionaria, que tome a la lucha de clases en el punto alto que hoy se encuentra, y la empuje más adelante aún, cada vez agudizándola más y más, por medio de acciones ligadas a la lucha de clases hasta hacerla madurar a condiciones que permitan iniciar la guerra revolucionaria propiamente tal.

4.- No sostenemos, ni está en la base de nuestras afirmaciones acerca del qué hacer en este período, que la situación económica es “catastrófica”, que el movimiento obrero y campesino pasa por un ascenso que lo coloca al borde de la preinsurgencia, que la institucionalidad está destrozada, que el reformismo está en franca descomposición interna, ni que Chile vive una dictadura, etc.. No lo afirmamos para este período, ni lo vemos venir espontáneamente en un futuro próximo. Afirmarlo sería entrar a construir sobre irrealidades una estrategia y el que hacer de una organización.

Afirmamos que Chile pasa por un deterioro y estancamiento económico de una gravedad tal que diferencia la situación del último bienio 67-68 con la del anterior; que el movimiento de masas, desde hace por lo menos dos años, vive un marcado y persistente ascenso que lo diferencia también de los anteriores de retroceso relativo (65-66); que existe un escepticismo en las vías legales significativo, que se está produciendo descomposición en el PR y en el PDC, y que hemos pasado por una escalada represiva cuyas metas y resultados aún no podemos medir. En resumen, que la lucha de clases ha entrado a un nivel superior al anterior de agudización y que por ello es posible y necesario modificar el accionar de nuestra organización, elevándolo a un nivel superior.

Las exigencias que a nuestra organización se le imponen los nuevos metódos de accionar, colocan en un punto de viraje histórico su “qué hacer” y en un pié crítico su realidad y desarrollo político y organico interno.
………….
Lo anterior exige reestudiar la concepción del partido, lo que establece la necesidad de un análisis crítico del pasado y presente de nuestra organización. También aparece como necesario precisar las concepciones estrategicas generales, lo que hace necesario a su vez un recuento de las concepciones programáticas y especialmente estratégicas con que nuestra Organización está armada. Esto último es lo que entraremos a hacer en seguida.
Referencia.-

1) En lo que corresponde a “situación económica” y “el ascenso del movimiento obrero” véase la pregunta N. 14 de “Elecciones no; lucha armada único camino” de Enero de 1969, publicada como documento interno y en Punto Final N. 74, en general válido.

2) Véase acuerdos ddel Congreso Regional Santiago, Junio 1968, publicados como documento aparte y en “Documentos Secretariado Nacional”.

III.- IDEAS BÁSICAS COMUNES A NUESTRA ORGANIZACIÓN

Nos limitaremos a un breve recuento de nuestras ideas acerca de Programa y Estrategia y , al final, a un grueso análisis. Lo hacemos pues lo creemos necesario para después entrar en precisiones y, además, aprovecharemos de exponerlas en forma resumida. Serán desarrolladas en referencia a documentos específicos de la Organización

a) Programa

1.- Chile es un país semi-colonial, de desarrollo capitalista atrasado, desigual y combinado, con un capitalismo industrial y minero desarrollado y con un capitalismo agrario atrasado. No esixte en Chile un feudalismo agrario.

2.- El poder lo detenta en Chile la alianza entre el Imperialismo y las burguesías industriales, financiera y agraria. No existe en Chile un sector de la burguesía “antiimperialista” o “nacional” susceptible de aliarse para una revolución.

3.- Nuestra Revolución, entonces, tendrá el carácter de antiimperialista y anticapitalista a la vez, esto es, será fundamentalmente socialista.

4.- Las clases motrices de la Revolución en Chile son los obreros y campesinos. Podrán participar en ella todos los que en la praxis se integren a la lucha por los intereses de estas clases y que provengan de la pequeña burguesía agraria y urbana. No existirán alianzas con otros sectores sociales, como clases.

5.- Habrá de hacerse saltar hecho añicos la superestructura legal burguesa, instaurar un Gobierno Revolucionario de obreros y campesinos, que siente de inmediato las bases para la construcción del Socialismo.

Referencia.-
1) Declaración de Principios y programa.- Agosto 1965 (Publicado como tal, también en “Documentos Secretariado Nacional”)
2) “Caracterización General de Chile”, Diciembre 1967, “Documentos Secretariado Nacional”.
3) Entrevista.- Punto Final N. 53. Abril 1968.

b) Estrategia

1) El Socialismo en Chile solo podrá ser instaurado por medio de la lucha armada. No lo podrá ser por medio de la “vía pacífica”
2) Esto llevará a la necesidad de una guerra de clases, que siguiendo las leyes generales de la guerra, no será sino la continuación de la lucha política en un plano superior y por otros medios.
3) La guerra de clases en Chile no adoptara la forma de “insurreción de masas” o de “levantamiento general”. No será a través de una huelga general, con movilización campesina, ocupación de las ciudades por las masas y levantaminetos en el ejército reaccionario, que en pocas horas derrumbará al régimen. Procesos similares sólo podrán finalizar la guerra de clases en Chile.
No llega al nivel necesario para ello la agudización de la lucha de clases, ni es tal la debiliodad de las clases dominantes, ni existe ni podrá existir un partido de ese necesario desarrollo orgánico, ni el armamento actual de las clases dominantes lo permite.
4) La guerra de clases en Chile adoptará la forma de “guerra Revolucionaria”, la que a su vez estará caracterizada por:
a.- Será antes que nada “política”, pues sus acciones irán no a la conquista de territorio sino de población. Sus acciones estarán guiadas por las líneas programáticas antes enumeradas y sus objetivos, además del aparato represor, serán el imperialismo y la burguesía.
b.- Será una guerra “prolongada” en el sentido que se prolongará todo el tiempo necesario para invertir a favor nuestro la correlación de fuerzas realtivamente desfavorable para nosotros de los inicios de la guerra, desde el punto de vista político y militar.
c.- Será también una guerra irregular o guerrillera, o sea la dispersión de las fuerzas predominará por sobre la oncentración en términos estratégicos, pero tacticamente nos concentraremos en fuerzas superiores al enemigo, rehuiremos los combates desfavorables, sólo daremos los favorables, mantendremos la iniciativa y movilidad constante, etc..
Desde una defensiva estratégica pasaremos a una ofensiva estratégica, en la medida en que se invierta la correlación de fuerzas a través del tiempo y por medio de coyunturas militares y políticas favorables.
Se desarrollará en el campo y en la ciudad; será fundamentalmente rural desde el punto de vista estratégico (pues asegura estabilidad y permanencia a la lucha armada, permite la creación del Ejercito y el Poder revolucionario y en determinada etapa permite concretar reformas en el territorio liberado). Será fundamentalmente urbana desde el punto de vista táctico, pues por un lado existen dificultades inherentes a este tipo de lucha (por la naturaleza de las ciudades, concentración del poder represivo en ellas, etc) pero por el otro es en las ciudades donde reside la clase obrera, y es a ella a la que movilizaremos a través del contenido anticapitalista de nuestras acciones.
5) Se utilizarán todas las otras formas de lucha, legales e ilegales, políticas, de masas, posibilidades de milicias, de trabajo en el seno de las Fuerzas Armadas, de huelga general, etc; pero todas ellas subordinadas a las formas anteriores e inscritas en las distintas etapas del curso de la guerra.
6) Se establece para chile la existencia y necesidad de una organización política antes y durante la guerra, por la existencia de una tradición de lucha política desarrollada, por la existencia de un movimiento obrero organizado y por el desarrollo del reformismo.

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