Los
directores de El Ciudadano junto a la presidenta del Colegio de Periodistas,
Javiera Olivares, presentaron a la presidenta de la CIDH, Rose-Marie Belle
Antoine, los antecedentes de la denuncia en que se establece que en Chile
existen vulneraciones a la libertad de expresión
Por Alejandro Kirk
En HispanTV
- octubre 23, 2015
Hasta las oficinas
centrales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en
Washington viajaron esta semana (la pasada –nota del CAD) los directores de El
Ciudadano Bruno Sommer y Sebastián Larraín, la presidenta del Colegio de
Periodistas de Chile Javiera Olivares, y los abogados Mauricio Daza Carrasco y
Pedro Orthusteguy.
El
objetivo, denunciar al Estado de Chile por la condena de cárcel para los
directores del semanario –dictada por la jueza Paola Robinovich del Tercer
Juzgado de Garantía de Santiago- a raíz de la publicación en 2013 de un
artículo sobre el ex diputado Miodrag Marinovic, el cual fue calificado por los
tribunales como injurioso. Gracias a la
irreprochable conducta anterior de los profesionales, estos quedaron firmando
en Gendarmería por 18 meses.
Para
Javiera Olivares las sanciones penales tan graves como el presidio a propósito
de injurias o calumnias “ilustran la gran distancia entre la regulación chilena
y los tribunales internacionales, que señalan que este tipo de penas atentan
contra la libertad de expresión, lo cual sienta un precedente para la
autocensura incluso en informaciones de interés público”. Expresó que “por cierto nuestro ordenamiento
jurídico debe cautelar la honra y vida privada de las personas, y establecer
sanciones, pero de ninguna manera contemplar penas de cárcel”. En este sentido puntualizó que “Chile
requiere dar un amplio debate en materia de libertad de expresión y derecho a
la comunicación, en este y otros temas.
De lo contrario estamos empobreciendo la calidad de nuestra democracia”.
Para
Daza Carrasco y Orthusteguy “esta sentencia constituye una grave violación al
derecho a la libertad de expresión y al derecho de ser juzgado por un tribunal
imparcial, lo cual vulnera convenciones internacionales”. Recordaron que Chile ha sido condenado a
nivel internacional por infracción a estos mismos derechos “lo cual debe hacer
preguntarnos cual es la situación real que hoy existe en relación al respeto
efectivo de los derechos humanos por parte de nuestro Estado”. Explicaron que en los últimos años Honduras,
Jamaica y Argentina han eliminado del Código Penal los delitos de injurias y
calumnias, recogiendo así los acuerdos de la Convención Americana de Derechos
Humanos.
De izq. a dcha.: el presidente de la
Asociación de Fiscales de Chile, Pedro Ortusteguy, la presidenta de la CIDH,
Rose-Marie Belle Antoine, el director de El Ciudadano, Bruno Sommer, el abogado
chileno, Mauricio Daza, la presidenta del Colegio de Periodistas de Chile,
Javiera Olivares y el director de El Ciudadano, Sebastián Larraín.
Agregaron
los juristas que “debemos además avanzar en la dirección que han seguido otras
naciones de América, que han terminado con la criminalización de los atentados
al honor, lo que sin duda aparece como imprescindible cuando a través de esta
figura se pretende perseguir penalmente a los directores de medios de
comunicación social”. Esto es válido más aún para denuncias que se hacen sobre actos
ilícitos cometidos por autoridades públicas “donde el interés general exige que
se permita un control ciudadano efectivo sobre quienes ejercen el poder
político, dando espacio a quienes se sienten afectados para hacer sus
descargos”. En el caso de “El Ciudadano”
consideran que se ha ejercido una especie de represalia y amedrentamiento que
estaría fuera de los parámetros mínimos de una democracia en forma.
Para
los afectados, en tanto, la decisión del Estado de Chile es simplemente
perseguir a quienes tienen una visión crítica.
“El
problema es que en Chile se está persiguiendo con penas de cárcel a los
periodistas y comunicadores sociales que incomodan al poder, lo que se hace
violando de manera flagrante las normas del Pacto de San José de Costa Rica que
garantizan el libertad de expresión y el debido proceso, que Chile suscribiera”
indicó Sommer. “Es grave que en un
juicio por injurias se apliquen normas que alteran la carga de la prueba, se
presuma tu culpabilidad, y no sirva de nada para desvirtuar esa inaceptable
presunción el hecho que un investigador periodístico tenga fuentes, pruebas,
que lo que publiques sea de interés público y se refiera a actos de una
autoridad” indicó.
El
director de “El Ciudadano” recalcó que en todo momento primó que el aludido se
sintiera injuriado “y por ello puedes terminar sufriendo penas corporales; es
decir, hoy en Chile si alguien siente que su honra se afecta con lo publicado,
especialmente si se trata de una persona relacionada con el poder político, te
pueden mandar tras las rejas hasta por 3 años y un día. Esto es inaceptable en cualquier Estado que
diga respetar los derechos humanos de sus ciudadanos” argumentó Sommer.
Para
Larraín “después de esta condena cualquier director de medio en Chile que
publique una denuncia o lo que fuese de interés periodístico, aún con prueba de
la emisión de los dichos y un declarante claramente identificado, puede ser
sancionado, por el simple hecho de que un tercero señale sentirse injuriado y
que su honra fue afectada, aún siendo este un funcionario público y existiendo
pruebas documentales o testimoniales en su contra”.
La
publicación realizada por “El Ciudadano” consistió en la reproducción de una
entrevista (grabada en video como respaldo) a un ex trabajador de la familia
Marinovic, quien hizo una serie de graves denuncias contra el acaudalado
empresario ganadero y hotelero de Punta Arenas Miodrag Marinovic, quien en ese
entonces era diputado y candidato al Senado.
Junto
con su visita a la CIDH, la delegación chilena se reunirá con el relator de
Libertad de Expresión del organismo, Edison Lanza, para hacer visible tanto
este caso como otros relativos a vulneraciones de la libertad de expresión en
Chile, producto de la alta concentración mediática, como también aquellos
relativos a la persecución y
hostigamiento a radios comunitarias por parte de organismos del Estado.
Equipo Internacional –CAD CHILE
Octubre 26 de 2015
No hay comentarios :
Publicar un comentario