“Angus Deaton, Premio Nobel de Economía 2015: ¡Nunca hemos estado
mejor!"
Por
Michael
Roberts
El premio Nobel de
Economía de este año ha sido para el profesor escocés de la Universidad de
Princeton, Angus Deaton. No se trata realmente de un premio Nobel, ya que fue
creado por el banco central sueco, el Riksbank, y se ha convertido
posteriormente en un premio 'Nobel'. Pero dejando a un lado
la polémica sobre si debe ser llamado premio Nobel o no y si
deben seguir ganándolo todos estos economistas neoclásicos ortodoxos, ¿qué
ha aportado Angus Deaton?
Se
trata de un experto en
pobreza mundial, patrones de consumo de los hogares y la forma de medirlos.
Los reportajes de los medios de comunicación sobre el trabajo de Deaton
enfatizan que demuestran que la humanidad nunca ha estado mejor en el año 2015
bajo el modo de producción capitalista. Como lo resume uno de los periodistas:
"El mensaje central de Deaton es profundamente positiva, casi glorioso.
Según los indicadores más importantes - el tiempo que vivimos, lo sanos que
estamos y lo feliz que somos, cuánto sabemos - la vida nunca ha sido mejor. Y
lo que es igualmente importante: sigue mejorando".
Y
es cierto que Deaton ha hecho hincapié en que la esperanza de vida a nivel
mundial se ha incrementado un 50% desde 1900 y sigue aumentando. La
proporción de personas que viven con menos de 1 dólar al día (inflación
ajustada) se ha reducido al 14% desde un 42% solo desde 1981. A pesar de que la
desigualdad ha aumentado en muchos países, la
desigualdad global se ha reducido muy probablemente, gracias en gran parte al
crecimiento de Asia. La revolución digital ha permitido a la gente
permanecer en contacto con amigos y familiares que antes se hubieran
distanciado. La democratización de los viajes aéreos, a pesar de todas las
incomodidades e indignidades que llevan aparejados, ha ayudado también. El
mayor avance contra el cáncer y las enfermedades cardiovasculares se ha
producido en los últimos 20 o 30 años. "Las cosas están mejorando",
escribe Deaton, "y mucho".
Pero
cuando miramos debajo de los titulares sobre el "progreso" mundial,
la obra de Deaton transmite un mensaje más sutil que no es tan panglosiano.
Deaton demuestra que el progreso en las condiciones y la calidad de vida es
algo relativamente reciente. "Durante miles de años," Deaton escribe,
"los que tenían la suerte de escapar a la muerte en la infancia, tenían
que enfrentar años de miseria" En su libro más reciente, The
Great Escape, señala que sólo gracias al desarrollo de la ciencia y la pérdida
de influencia de la religión los seres humanos han podido comenzar a
"escapar" de una existencia corta y a menudo dolorosa.
Deaton
concluye, con base en los datos existentes, que la extensión de la educación es
la causa más importante del aumento de la longevidad reciente en la mayoría de
los países pobres, incluso más importante que en los países de rentas altas. Un
habitante medio de la India es sólo tan rico como un británico típico de 1860,
por ejemplo, pero tiene una esperanza de vida más propia de un europeo de
mediados del siglo XX. La difusión de conocimientos sobre la salud pública, la
medicina y la dieta, explica la diferencia.
¡Exactamente!
Lo que la cobertura de los medios sobre la obra de Deaton no dice es que gran
parte de esta mejora de la calidad y la duración de la vida proviene de la
aplicación de la ciencia y el conocimiento a través del gasto estatal en
educación, canalización de aguas residuales, acceso a agua potable, prevención
y tratamiento de enfermedades, hospitales y mejor desarrollo de la infancia.
Estas son cosas que no vienen del capitalismo, sino del bien común.
Y
las cosas no son tan color de rosa. En 2013, el Banco Mundial informó que había
aproximadamente 1.200 millones de personas totalmente indigentes (que viven con
menos de 1,25 dólares al día), un tercio de las cuales son 400 millones de
niños. Una de cada tres personas en extrema pobreza es un niño menor de 13 años
por lo que más de mil millones de personas, un tercio de ellos niños, se están
muriendo prácticamente de hambre en el siglo XXI.
Es
verdad que el número de personas que viven en "pobreza extrema",
según la definición, se ha reducido drásticamente en los últimos tres decenios:
721 millones de personas menos viven en la pobreza extrema en 2010 en
comparación con 1981 (suponiendo que ese 1,25 dólares al día podía comprar en
1981 lo mismo que ahora). Eso suena mejor, pero esta reducción se concentra
casi exclusivamente en el aumento en los niveles de vida de más de mil millones
de personas en la India y China, en particular en los últimos 30 años. La
reducción en los niveles de pobreza extrema (como se define) en otras economías
emergentes muy pobres ha sido muy pequeña. Mientras que las tasas de pobreza
extrema han disminuido en todas las regiones, los 35 países del mundo con
ingresos más bajos (LIC) - 26 de los cuales están en África – tienen hoy 103
millones de personas más que viven en la extrema pobreza que hace tres décadas.
Aparte de China y la India, "las personas que viven hoy en pobreza
extrema [en el mundo en desarrollo] parecen ser tan pobres como las que vivían
en pobreza extrema hace 30 años", según el Banco Mundial.
El
mismo Deaton lo reconoce: "A pesar de todas las limitaciones en los
datos, está emergiendo un cuadro bastante claro de lo que ha ocurrido con la
pobreza en todo el mundo a fines del milenio. La cifra total de pobres de
ingresos en el mundo depende fundamentalmente de lo que ha sucedido en la India
y en China, que han experimentado un gran crecimiento económico. Aunque las
tasas de crecimiento de los ingresos y el consumo alrededor de la línea de la
pobreza han sido más lento que el crecimiento en la mediana -se ha producido
una ampliación de la desigualdad de ingresos-, a pesar de ello ha habido un
crecimiento suficiente en las rentas de los pobres de ambos países suficiente
como para que se haya reducido no sólo la proporción de personas que son
pobres, sino también la cantidad real de los más pobres, los que viven con
menos de 1 dólar al día. Aunque el número de quienes viven con menos de 2
dólares al día está aumentando, de acuerdo con las estimaciones más recientes".
En
2010, el 33% de los extremadamente pobres vivían en países de bajos ingresos
(LIC), en comparación con el 13% en 1981. En la India, el ingreso medio de los
pobres subió a 96 centavos en 2010, frente a 84 centavos en 1981, y los ingresos
promedio de los pobres en China subieron a 95 centavos, frente a los 67
centavos de dólar en el mismo período. La economía principalmente estatal
semi-planificada de China fue la que permitió que sus habitantes más pobres
progresaran más. Pero el pobre "medio" en un país de bajos ingresos
vivió con 78 centavos al día en 2010, en comparación con 74 centavos al día en
1981, casi sin ningún cambio.
Las
tres cuartas partes, o el 78%, de los que viven en pobreza extrema habitan en
zonas rurales, y cerca de dos tercios de los pobres extremos obtienen su
sustento de la agricultura. Los pobres extremos también siguen muy a la zaga en
el acceso a los servicios básicos. Sólo el 26% de los pobres tenían acceso a
agua potable en 2010, comparado con el 56% de los que viven por encima de la
línea de pobreza de 1,25 dólares (un ingreso bien escaso). Mientras tanto,
menos de la mitad – el 49% por ciento - de los extremadamente pobres tenían
acceso a electricidad en comparación con el 87% de los "no pobres". Y
mientras que el 61% de los que se sitúan por encima de la línea de pobreza de
1.25 dólares/día tenía acceso a servicios de saneamiento básicos, sólo el 20%
de los pobres extremos disfrutaba de servicios similares.
Como
proporción del PIB de los países en desarrollo, la pobreza agregada (Gap) es
ahora menos de una décima parte de lo que era hace 30 años. Para países de
bajos ingresos, su participación en 2010 fue de aproximadamente el 8% de su
PIB, por debajo del 24% de 1981. A pesar de este descenso significativo, la
relación pobreza agregada Gap / PIB en países de bajos ingresos es 16 veces
mayor que el promedio para el mundo en desarrollo. "Para alcanzar el
objetivo de acabar con la pobreza extrema el año 2030, el ritmo de reducción de
la pobreza en los países de bajos ingresos tendrá que aumentar sustancialmente".
Más
recientemente, el Banco Mundial anunció que va a modificar su umbral de la
pobreza global, elevándola hasta una media de alrededor de 1.90 dólares por
día. Cuando los investigadores en el BM hicieron las proyecciones con un umbral
de pobreza de 1,92 dólares/día a principios de este año, el resultado fue un
aumento hipotético de la pobreza en más de 148 millones de personas. Para
acabar con la "pobreza extrema" en el año 2030, el mundo necesita
ayudar a 7.500 personas cada sesenta minutos a mejorar su situación económica
durante los próximos 15 años, según estas estimaciones. Dicho de otra manera, a
181.729 personas cada día. Por lo tanto, aunque por un lado, la pobreza extrema
se está reduciendo, por otro lado, va en aumento, una vez que se ajusta el
nivel de pobreza a un umbral más realista.
¿Podrá
la 'pobreza extrema' ser abolida en el capitalismo? Deaton parece pensar que
sí. Es "cautelosamente optimista". Pero él también advierte del
aumento de amenazas como el calentamiento global, la desaceleración del
crecimiento económico y el aumento de la desigualdad. Deaton señala que el
aumento de la desigualdad en los EE.UU. implica un sesgo tan grave que a una
gran mayoría de los estadounidenses - el 99% inferior – le ha ido mucho peor
que a la gran mayoría de los franceses en las últimas décadas.
Por
otra parte, el "cauteloso optimismo" de Deaton no parece justificado
cuando el Banco Mundial concluye que el principal obstáculo para acabar con la
pobreza extrema es el fracaso de la transferencia de recursos de los países
ricos a los pobres. Eso significa que se podría acabar con la pobreza (definida
oficialmente) si los gobiernos tuvieran la voluntad de hacerlo. El Banco
Mundial lo explica de esta manera: "Supongamos que el crecimiento del PIB
real para el mundo en desarrollo en su conjunto es del 5% anual. Si el 10% de
este crecimiento del PIB tuviera lugar en el 21% de la población del mundo en
desarrollo que es extremadamente pobre, y este 10% se distribuyera de manera
que el crecimiento de los ingresos de cada persona pobre fuese exactamente lo
que le falta para alcanzar el umbral del 1.25 dólares/día, se podría acabar con
la pobreza extrema en un año".
El
mundo sería un lugar mucho mejor si los gobiernos trabajasen juntos para ayudar
a la especie humana, en lugar de representar los intereses del capital y de los
ricos.
Equipo Internacional –CAD CHILE
Octubre 20 de 2015
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