Gobierno y carabineros anuncian reorganización de su actuar represivo
sobre comunidades mapuche, manteniendo el sofisma del ‘robo de madera’. Sólo se
allanan a dialogar con los camioneros, a quienes se presenta como únicas víctimas
del conflicto, ocultando su labor de apoyo a la rapiña de las forestales y
latifundistas
Este sábado 17 y como parte de la estrategia
que prepara el gobierno para enfrentar la creciente resistencia de las
comunidades mapuche del Wallmapu, territorio integrado por las regiones chilenas
del Biobío, La Araucanía y de Los Ríos, el director de carabineros, el 'sapo' Bruno Villalobos,
anunció algunas medidas pensadas para reordenar la represión masiva y legal en
aquel espacio ancestral.
Entre
otras, se
creará una nueva zona que estará a cargo del general Máximo Lira Oetiker,
cuya misión será la de “perseguir ataques, robo de madera y atentados a
camioneros, entre otros ilícitos, misión que asumirá a partir de enero próximo”.
Como se puede constatar, el discurso oficial insisten en obviar las raíces del
conflicto en el Wallmapu, de una lucha centenaria del pueblo Mapuche por la
recuperación de sus despojados derechos, enarbolando las policías y el gobierno
el manido argumento del ‘robo de madera’ como forma de criminalizar y luego
aplastar la resistencia del pueblo-nación originario.
Luego
de una reunión con el ministro del interior, Jorge Burgos, Villalobos confirmó
la creación de otra unidad, con sede en Temuco. “Otro énfasis tiene que ver con
organizaciones criminales, donde se crea una nueva dirección, la que tendrá el
control delictual”, precisó la autoridad. La unidad será encabezada por el
general Daniel Tapia Mella.
Burgos Sólo Dialoga
con Empresarios Camioneros
Paralelamente,
en el
marco del Congreso de Transporte de Carga 2015, en donde participaron
dirigentes empresariales del transporte de carga los que exigen un uso más
intensivo y extensivo del garrote en la Región de La Araucanía, el propio
Burgos aseguró que “tenemos problemas, grados de impunidad que afectan a los
camioneros, ustedes tienen derecho de
pedir que se apure la máquina, no vamos a claudicar”. Por cierto, los
dueños de las flotas de camiones y maquinarias ligadas a los negocios
primario-exportadores aplaudieron a rabiar.
El
sofisma del ‘Estado de derecho’, que sirve de sustento a los chilenos y
extranjeros que usufructúan de las riquezas del Wallmapu, viene de perillas también
a los empresarios del transporte, quienes aportan lo suyo a la rapiña de los
territorios ancestrales. Como que el durito jefe de gabinete, Burgos, manifestó
su intención de convencer a los jueces de garantía que los hechos de violencia
que ocurren en La Araucanía son delitos contra la seguridad del Estado.
Por
su parte, el mandamás de la Confederación Nacional del Transporte de Carga
(CNTC), Sergio Pérez, informó de su amor por Burgos: "Vemos en él a una
autoridad pública valiente y con visión de país, para disponer su capital
político y su equipo de trabajo". Pero, igual le pidió tres cosas al
ministro de marras, las cuales fueron anotadas diligentemente por éste: que
sacara adelante una ley del transporte "que norme y dignifique nuestra
actividad"; que la agenda corta antidelincuencia pueda "salir
adelante" (ella está siendo tramitada el senado), y que la presidenta viaje
a La Araucanía para que así puedan presionarla, en terreno, todos los gremios
de los sectores detentadores de la riqueza, afectados por la legítima lucha del
pueblo Mapuche. Asimismo, confirmó que la mesa de trabajo que desarrollan con
el gobierno concluirá el 30 de octubre, momento en que presentarán al congreso, como un ‘ente colegislador’
cualquiera, indicaciones a la llamada Agenda Corta Antidelincuencia. Entre
ellas, figuran más herramientas de las que ya disponen las policías,
endurecimiento de las penas y castigo a quienes oculten sus rostros; es decir, para
el empresariado, las demandas y la gesta de las Comunidades Mapuche son un tema
de cogoteros y delincuentes habituales.
Nuevamente se
Desprecia el Diálogo con las Comunidades Mapuche
Recientemente,
el 12 de octubre, día en que se conmemora un aniversario más de la invasión y pillaje
de los pueblos y territorios de América, las Comunidades Mapuche señalaron
con razón: “El pilar fundamental de nuestra resistencia es la decisión
asumida de recuperar Wallmapu o territorio ancestral, el que actualmente se
encuentra principalmente en manos de capitalistas chilenos o extranjeros como
los dueños de forestales, hidroeléctricas, mineras, entre otros; y en manos de
latifundistas y colonos, quienes históricamente han violentado y discriminado a
nuestra gente, todos ellos amparados por el estado de $hile.
“Recuperar
el territorio ha conllevado hasta la fecha tristes consecuencias para nuestra
gente, como asumir la prisión política o la clandestinidad, soportar la fuerte
represión y persecución policial, e incluso, perder la vida impunemente en
manos de asesinos mercenarios del estado, como los son sus fuerzas represivas policiales
civiles y uniformadas. A la fecha han
pasado cientos y cientos de mapuche por las diversas cárceles de chile,
actualmente existen 20 pu peñi prisioneros políticos mapuche y 9 weichafe
asesinados. Todo ello, tan solo en la reciente historia de lucha de nuestro
pueblo, en el contexto de la denominada ‘democracia chilena’.”
Resulta
evidente que las justas y legítimas demandas del pueblo Mapuche han tenido un
tratamiento oficial basado en su desconocimiento y, las más de las veces, en la
represión simple y llana de sus comunidades por parte de todos los gobiernos de
la democracia gorila de los últimos 25 años.
Hace
rato que organizaciones nacionales de la sociedad civil ligadas a los DDHH y
organismos internacionales, como la UNICEF, vienen rechazando enfáticamente la
falta de proporcionalidad y racionalidad en la utilización de medidas
coercitivas por parte de la policía paramilitarizada en contra de los
integrantes de las Comunidades, sobre todo de niños, adolescentes y mujeres. Las
organizaciones de derechos humanos afirmaron que existe una sistemática
vulneración de los estándares internacionales en lo relacionado con el
tratamiento de niños y niñas privados de libertad.
Todos
estos hechos no constan en las declaraciones ni de Bachelet ni de Burgos o de
la oficialidad de Carabineros, y menos por parte de los empresarios con
intereses en el Wallmapu. Persiste y se ensancha, por tanto, la brecha entre
los intereses contrapuestos de unos y otros, lo que simplemente conduce a la
agudización de un conflicto en donde los/as verdaderas víctimas: los/as Mapuche,
deberán pagar con más apaleos, más balines y más cárcel su heroico caminar
hacia la liberación.
¡LIBERTAD A TOD@S LOS PRES@S POLÍTIC@S
MAPUCHE!
¡FUERA TODOS LOS USURPADORES DEL WALLMAPU!
¡WEUWAIÑ!
Colectivo Acción Directa 8a – Chile
Octubre 18 de 2015
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