Sólo 34 diputados |
EN EL MISMO
DIA EN QUE NO HABIA PARLAMENTARIOS PARA APROBAR PROYECTO DE LEY QUE ELIMINA A CONGRESALES
COIMEROS
Si todo marchaba bien para la Nueva Mayoría (NM), hoy se debía dar por
aceptado por parte del senado su propuesta de Contralor General, en que el
nominado era Enrique Rajevic.
Pero como una serie de eventos adversos tiene fuera
de sí, tanto a las fuerzas de gobierno como a las de la oposición derechista,
ésta última sencillamente se negó a darle la venía. Y ello se dio a pesar que
existía un acuerdo bajo cuerda para el efecto, en que, junto con aceptar la
derecha al supuesto contralor, la NM proponía para Fiscal Nacional a un hombre de
sus filas que era muy del gusto de la Alianza, José Morales.
Todos
estos acuerdos tras bambalinas no son una novedad. No olvidemos una de las
prácticas más adoradas y reiterativa a lo largo de estos 25 años de democracia
de baja intensidad impulsada por aquel eje matricial y por todos los gobiernos
conocidos: “la democracia de los acuerdos” o el “consociacionalismo”, práctica
de la cual nos había advertido un preterido
holandés-yanqui, Arend Lijphart, quien la definió como el “proceso de
acomodación de las élites gobernantes en una sociedad”; en suma, la forma como
en las formaciones divididas en clases y polarizadas in extremis, como la
nuestra, los representantes del bloque político de Estado logran mantener la
parodia de una ‘democracia’, compartiendo el poder político formal y evitando
que todo esto se descalabre.
Aquello,
llevado al terreno de la política, de la coyuntura, pero también con vistas a
mantener por mil años el actual sistema de dominación, se expresa en los
acuerdos con los representantes de las derechas económica, política y
mediática. Pero, producto de esa manida ‘democracia de los acuerdos’, aparece un
fenómeno cercano a la entropía, que se expresa en una cada vez mayor
gravitación sobre las decisiones políticas gubernamentales por parte de los
sectores más directamente ligados al bloque en el poder, a las clases
dominantes. A este último respecto, baste ver cómo, una tras otra, las
limitadísimas reformas sociales de la NM son debilitadas y reorientadas en su
favor por parte de esas derechas.
Pero
la tarde de éste miércoles 14, la derecha se dio un gusto en el senado. En dicha sala, se rechazó el nombramiento del gobierno
para nuevo contralor de Enrique Rajevic, pues sólo congregó 21 de los 22 votos
necesarios para su aprobación, y eso
que concurrió a votar el coimero Fulvio Rossi, quien se encuentra aquejado
de una rara ‘enfermedad’ que le impide declarar ante la Fiscalía. En verdad,
dicho apoyo era incierto, pues las dudas hacia Rajevic aún rondaban al interior
del oficialismo.
Claves
resultaron los votos de quienes se abstuvieron de votar: Hernán Larraín, Iván ‘raspado
de olla’ Moreira y Antonio Horvath. También estaba en duda la postura de Lily
Pérez, quien finalmente rechazó el nombramiento y la de Alejandro Guillier
(independiente cercano al gobierno), quien votó a favor.
En
los últimos días, el gobierno salió a desmentir versiones
que hablaban de una negociación entre la NM y la derecha para aprobar el
nombramiento de Rajevic, a cambio de ceder el nombre del nuevo Fiscal Nacional.
Tanto La Moneda como la NM negaron tales intenciones. Pero decidoras fueron las palabras del presidente del PDC,
el senador Jorge Pizarro, quien aseguró que su par de la UDI Hernán Larraín
había comprometido dar su voto a favor de Rajevic. El timonel gremialista simplemente
se abstuvo y con ello impidió tal aprobación.
Ahora,
Bachelet y sus cohortes deberán proponer un nuevo nombre para asumir la
dirección del órgano contralor. Pero, además, tal rechazo ocasionó que La
Moneda deba nominar a otro candidato a Fiscal Nacional, pues la pérdida de
Rajevic dejó debilitadas las posibilidades del que se propondría ante el senado
éste jueves 15, José Morales. Y eso que este sujeto era de los que no daba
curso a las investigaciones en los conocidos casos de defraudación Penta, SQM y
Corpesca.
Como
agregado, en la jornada de éste miércoles 14 también pudimos constatar la
bajeza por parte de los corruptos de la cámara de
diputados, quienes con su masiva ausencia obligaron a suspender la sesión
donde se votaría el proyecto que saca
del cargo a las autoridades electas que incumplan la ley electoral; más
exactamente, que cometan infracciones contra las normas de transparencia,
límites y control del gasto electoral. Solo 34 (más el presidente de la cámara)
de los 119 diputados en ejercicio (sin contar al desaforado delincuente de lesa
humanidad Rosauro Martínez) se hicieron presentes en la sala.
Movidas
de última hora, para salvar la decencia, lograron
reunir en la tarde del mismo día, ¡oh!, nada menos que a 100 diputados y
proceder a votar a favor dicho proyecto.
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Colectivo Acción Directa – CHILE
Octubre 14 de 2015
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