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sábado, 10 de octubre de 2015

BACHELET ENCUENTRA GENIAL EL TPP, ACUERDO QUE NOS AMARRA AUN MAS AL IMPERIO


SEGÚN BACHELET, ESTE ACUERDO ES LO MÁS QUE HAY Y NO IMPORTARÍA ABRIRNOS UN POCO MÁS DE LO QUE ESTAMOS FRENTE AL CAPITAL TRANSNACIONAL. NO OBSTANTE, CRECEN LAS CRÍTICAS INTERNAS Y MUNDIALES FRENTE AL PACTO

Este viernes 9, la Sra. Bachelet nos asegura que el Acuerdo de Asociación Transpacífico (Trans-Pacific Partnership Agreement), más conocido como TPP, es valorable y beneficioso para el país. Pero resulta que sólo ella y unos cuantos más conocen qué tan “beneficioso” puede ser el acuerdito en realidad, ya que su contenido y alcances han sido llevados en absoluto secreto por 7 años. Hasta ahora, cuando todo parece consumado.

“Estamos muy contentos por este gran resultado, sabemos que va a ser muy beneficioso para el país y confiamos en que se va a traducir en mayor bienestar para nuestra ciudadanía”. “El TPP ha desarrollado nuevas reglas de comercio internacional de altos estándares en materias como comercio de bienes, servicios, inversión, temas medio ambientales, laborales, sanitarios, facilitación de comercio, entre otras materias”. Para ella, “Chile logró un acuerdo balanceado, cono beneficios importantes pero, a la vez, salvaguardando aspectos sensibles, especialmente en la propiedad intelectual. Hemos defendido el interés nacional”.

Palabras más, palabras menos, lo que nos quiere decir doña Michelle es que aquí saldrán ganando los sectores exportadores, de las áreas con ventajas comparativas, que poco o nada aportan al desarrollo integral de Chile. El tratado se traduce, sin más, en que la franja de capital financiero ligada al capital transnacional tendrá ahora nuevos nichos a donde exportar sus materias primas (MP) y productos con algo de mano de obra, pero sin que ello implique mejorar los miserables sueldos que ahora reciben los/as trabajadores/as. Además, proseguirá la devastación de las riquezas naturales de estas tierras y el irrespeto de las normas medioambientales internacionales. En suma: “Los sectores beneficiados serán, especialmente, agrícola, agroindustriales y forestales“.

Y para que nos quedé claro nuestra adscripción a la división mundial del trabajo, entre un centro imperial desarrollado,  y una periferia proveedora de MP, mano de obra barata y capitales, la regenta de la Nueva Mayoría nos espeta: “Nuestra participación en el TPP es la profundización de una política internacional de más de 25 años”; por cierto, es la continuación de la orientación en lo económico heredada de la dictadura cívico-militar.

Lo que se sabe y lo que puede suceder con el TPP

Coincidentemente con las albricias de la ‘Gordi’, la misma mañana de éste viernes 9 se filtró a la prensa y al público en general la versión final del capítulo de propiedad intelectual del TPP a través del sitio web Wikileaks.

Recordemos que luego de más de un lustro de negociaciones en absoluto secreto, el pasado lunes 5 se anunció en Atlanta que los representantes técnicos de los 12 países parte del TPP habían alcanzado un acuerdo respecto a los contenidos del tratado económico. Pese a ello, el texto del tratado económico sigue siendo desconocido, incluso para los congresistas y representantes políticos de la ciudadanía.  

Derechos Digitales tuvo acceso al capítulo de propiedad intelectual filtrado hoy y, luego de un análisis exhaustivo del texto, vemos con preocupación que en materia de derecho de autor existen más costos que beneficios.

Dentro de los aspectos problemáticos del TPP se encuentran las responsabilidades que establece para los prestadores de servicio de internet, las que podrían atentar contra el derecho a la libertad de expresión; las duras penas contra las elusión de medidas tecnológicas de protección y la sobrecarga al sistema judicial, producto del incremento de las sanciones criminales a delitos de escasa connotación social y daño económico marginal. Además, el TPP restringe la adopción de excepciones y limitaciones al derecho de autor y establece un nuevo piso mínimo de protección de derechos de autor, 20 años por sobre lo establecido en el Convenio de Berna.

Por lo anterior, peligroso resulta que doña Michelle, en su feliz presentación del acuerdo de éste viernes 9, asegurara que a través de la negociación se logró "un acuerdo balanceado, con beneficios importantes, pero a la vez salvaguardando aspectos sensibles, especialmente en el ámbito de la propiedad intelectual" -¡¿?!

Cabe mencionar que el capítulo de propiedad intelectual es sólo uno de los casi treinta que componen el acuerdo, los que continúan siendo secretos.

La principal razón por la que las negociaciones tardaron tanto fue por la falta de acuerdo en torno a la protección de propiedad intelectual concedida a los medicamentos de última generación; las patentes comerciales. EE.UU. buscaba que se concedieran 12 años de protección a dichos medicamentos para promover la inversión. Finalmente se llegó al acuerdo de dejarlo en 5 años.

El capítulo de propiedad intelectual filtrado, aspira a fortalecer la exclusividad sobre la explotación comercial de los nuevos tratamientos creados por empresas que producen medicamentos contra el cáncer, enfermedades cardíacas o el VIH, lo que podría generar un aumento en el precio de los medicamentos al controlar la producción de genéricos, elevando el costo de los sistemas de salud pública de los países involucrados. Por ende, la importancia del capítulo es que tiene efectos principalmente sobre las patentes de los medicamentos, marcas y derechos de autor, incluyendo el tratamiento de éstos con nuevas tecnologías e internet.

En el capítulo medioambiental, se alega que en el texto no existen obligaciones claras ni bien definidas en materia ambiental, como tampoco penalidades sobre acciones que afecten los objetivos centrales del capítulo, el que además se contradice al defender la necesidad de proteger el medio ambiente, pero restándole importancia cuando entra en conflicto con el libre mercado.

En el capítulo de regulación de empresas privadas y estatales, se dice que las compañías del estado compitan con las privadas estableciendo la posibilidad de que las corporaciones transnacionales puedan llevar a juicio a los gobiernos ante tribunales internacionales frente a medidas que ellas perciban como amenaza.

Los detractores del pacto denuncian que las nuevas reglas comerciales pueden poner en peligro los puestos de trabajo de empleados de la industria automovilística en México, por ejemplo, o los productores de leche de Canadá, que ahora deberán competir con otras economías.

El diario El País publicó que “las economías de Perú y Chile serán algunas de las principales afectadas por los nuevos plazos de exclusividad en la industria farmacéutica”, aunque esto contradice el discurso de las autoridades chilenas, quienes, como dijimos, han celebrado el acuerdo como un "triunfo" de la postura de nuestro país en este punto.

¿Y ahora qué?

Es arriesgadamente simple la tarea que cabe a nuestros preclaros congresistas respecto del TPP: será sólo la de aprobar o rechazar el tratado en su totalidad, sin posibilidades de hacer modificaciones o impugnar fragmentos del acuerdo. Y como sabemos que esa tarea no puede ser dejada en manos de un congreso que en un tercio se encuentra comprado y -por tanto- corrupto, la bandera de la oposición al dañino acuerdo imperial le corresponde enarbolarla al movimiento popular y a la izquierda anticapitalista.

Pero si hasta la que seguramente regirá la Roma imperial de nuestros días, Hillary de Clinton, señala que no apoya el TPP y que así como está la cosa  y dado lo que ella sabe sobre el tratado, con él no se conseguirá crear más puestos de trabajo, incrementar el presupuesto para los estadounidenses y avanzar en su tan preciada ‘seguridad nacional’.
  
Nosotros, por nuestra parte, ¡No tenemos tiempo que perder!

¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!

Colectivo Acción Directa –Chile

Octubre 9 de 2015

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