Juan Cheyre está claramente
relacionado con torturas a prisioneros políticos y a ejecuciones sumarias realizadas
por la ‘Caravana de la muerte’ en La
Serena, en octubre de 1973. Ha sido defendido por Lagos y otras figuras de la
hoy Nueva Mayoría, quienes lo nombraron comandante del ejército y lo dejaron instalado
en el servicio electoral. Pero…
Juan Emilio Cheyre, quien fuera comandante del
ejército y que hoy ejerce funciones en el consejo del Servel (en algún momento
hasta lo presidió, pero debió
dejarlo ante el escarnio público), es uno de esos sujetos que tuvieron un
rol represivo y criminal durante la dictadura cívico-militar y que intentó
pasar piola en estos tiempos de la democracia gorila.
Así,
acomodándose a los nuevos tiempos, los de la alegría que nunca llegó, a
comienzos de 2002 fue ascendido a general y designado jerarca del ejército por el
camaleónico y pretendido socialista Ricardo Lagos. El ministro defensa del ‘sociolisto’,
el DC Mariano Fernández, incluso calificó
como “impecables” los antecedentes de Cheyre. Luego, el empresario devenido
presidente Sebastián Piñera lo elevó, en 2013, al cargo de presidente del
servicio electoral. Sin embargo, fue encabezando este organismo donde le alcanzó
su pasado y debió renunciar, luego que se hiciese
pública su bajeza en el caso del asesinato del matrimonio Lejderman-Ávalos.
Cheyre
es claramente un paria, debido a su inveterada actuación inmoral y fuera de la
ética mínima que requiere un hombre público. Así, es considerado un peligroso
transgresor de los DDHH por parte de los familiares que directamente sufrieron
con su accionar criminal en 1973, aunque también por parte de todos/as los/a
chilenos/as que entienden que miente cada vez que ansía justificarse frente a
tales atropellos. De otra parte, sus
antiguos amigotes de la “familia militar” lo piensan un traidor, un cobarde
indecente y egocéntrico, pues no defendió con la fuerza necesaria todo el criminal
rol de las FFAA cuando encabezó el ejército.
Pero,
si bien sus camaradas de armas no le creen su postura de hombre corcho, otro
que también le juega a la indignidad y a la ilegitimidad moral, Ricardo
Lagos, fue capaz de justificar el accionar delincuencial de Cheyre asegurando que éste, “Tiene un lugar en la
historia de Chile, y no es justo juzgarlo ahora por lo que hizo como teniente a
los 25 años". O sea, debemos perdonarle todos sus crímenes, pues era un
chaval. Raro argumento el del regalón de los empresarios, sobre todo en estos
tiempos donde la derecha y la Nueva Mayoría quieren enviar a la cárcel a los cogoteros
menores de 14 años, ¡ya que tienen discernimiento!
¿Cuál es el pasado del
milico Cheyre?
Cheyre,
el
mismo que reconoce que, “Siempre hay posibilidades de hacer algo más”,
refiriéndose a los irresueltos pactos de silencio de los milicos, jugó un importante
papel en el genocidio de todos aquellos/as que olieran a izquierdistas en los
primeros tiempos de la dictadura cívico-militar. Y cada vez le quedan menos
excusas para justificarse.
En
lo general, digamos que a fines de 1973 Cheyre ejercía funciones en el
Regimiento "Arica" de La Serena, como secretario del entonces coronel
Ariosto
Lapostol Orrego. El 8 de diciembre, el matrimonio conformado por el
argentino Bernardo Lejderman y la mexicana María del Rosario Ávalos fue
asesinado por una patrulla de militares en Vicuña, dirigida por el oficial Fernando
Polanco Gallardo. Estos se llevaron al hijo sobreviviente de la pareja,
Ernesto Lejderman Ávalos, de dos años, al Regimiento "Arica".
Lapostol le encomendó a Cheyre la tarea de entregar al menor al convento Casa
de la Providencia de la ciudad, mintiendo éste a las monjas al decirles que la
pareja de padres del niño "se suicidó dinamitándose". Allí, Ernesto
fue cuidado por tres meses, para luego ser reclamado por su familia en la
Argentina.
Pero
esa acción cuasi “paternal” no alcanza para salvar a Cheyre. Resulta que luego
han ido surgiendo diversos antecedentes, a partir de las denuncias de varios afectados
en su integridad física y psicológica a causa de accionar ilícito del milico.
Así, el matrimonio formado por Armando
Gatica Barahona y Adriana Nora Cardemil Estay, sindica al cuestionado
uniformado de haber participado en torturas a detenidos políticos en el
regimiento Arica de La Serena, en 1973. Inclusive, Cheyre fue careado con sus
denunciantes. Durante el procedimiento, éste último sostuvo que no trabajó en
el lugar, sino que realizó “labores administrativas en la Intendencia.”
En
tanto, el careo que debía realizarse entre el ex oficial y María Cecilia
Marchanta Rabilar y con Óscar Olivares Vásquez, a realizarse el 16 de abril pasado,
fue suspendido porque la defensa de Cheyre pidió que no fuese expuesto a la
diligencia. Sobre esto, la presidenta de la AFEP (Agrupación de Familiares de
Ejecutados Políticos), Alicia Lira, expresó que "yo sé que por la Caravana
de la Muerte Cheyre está mencionado en varios casos, pero en lo que fue careado
antes fue por el asesinato del matrimonio mexicano-argentino (Lejderman)".
Luego,
tenemos el testimonio de Eliana
de Jesús Rodríguez Dubó, militante socialista, quien relata que el 6 de
octubre de 1973, Juan Emilio Cheyre y otros dos oficiales, como parte del
piquete de soldados que allanó su casa, la tomó prisionera y luego en el
Regimiento Nº 2 Arica de La Serena, la torturó y violó por más de un mes.
Además, el ‘valiente soldado’ mantuvo secuestradas a dos hijas de Eliana.
Lo
acusan, también, de las detenciones de José
Rodríguez Torres y de su padre, José Rodríguez Acosta, en noviembre 1973,
resultado asesinado el primero por la aplicación de la “ley de fuga”. Además,
el milico de marras fue cómplice del asesinato del socialista Daniel
Acuña Sepúlveda, dinamitado en su casa por militares de su regimiento, en
1979.
La persecución legal
de Cheyre
El
año 2000 Ernesto Lejderman interpuso una querella por el asesinato de sus
padres en contra de Augusto Pinochet. La participación de Cheyre —entonces
Comandante en Jefe del Ejército— salió a la luz pública en 2003; en abril de
ese año prestó declaración por primera vez, en calidad de testigo, ante el juez
Jorge Calvo. Su segunda intervención judicial ocurrió el 17 de febrero de 2005,
cuando respondió mediante un oficio al cuestionario del ministro de fuero
Joaquín Billard, en la causa contra Ariosto Lapostol, quien fue condenado en
primera instancia, pero finalmente fue absuelto por la Corte Suprema. La
justicia no otorgó responsabilidades a Cheyre por el homicidio de los Lejderman
Ávalos.
Lejderman
intentó reunirse con Cheyre en 2004, pero éste no lo recibió. Posteriormente,
le emplazó varias veces públicamente para que se allanase a entregar más
información sobre el asesinato de sus padres, pero el ex uniformado negó conocer
otros antecedentes del caso. El 20 de agosto de 2013, ambos se encontraron en
el programa El informante de TVN, donde el argentino reiteró sus críticas hacia
Cheyre. Al día siguiente, Cheyre renunció a la presidencia del Consejo
Directivo del Servicio Electoral, pero se mantuvo como consejero.
En
el año 2013, la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago negó
procesar a Cheyre por la desaparición de 15 detenidos en el marco del
denominado caso "Caravana de la muerte", pero esta diligencia
demuestra que han aparecido nuevos antecedentes, ya que nunca se había pedido
un careo con el excomandante.
Este
jueves 8, nos informamos que don Juan Cheyre se consiguió un abogado de fuste
para enfrentar todo el cúmulo de denuncias y evidencias que se le viene encima:
a Jorge Bofill. El
tinterillo, es el mismo que defiende a algunos delincuentes administradores y
asesores de la caja pagador de politicastros Penta. Entre sus defendidos:
el UDI Carlos Bombal y los ejecutivos pentosos Marco Comparini y Manuel
Tocornal.
Es
decir, al matrimonio de moda, politicastros–empresarios, se viene a añadir el
componente de los criminales de lesa humanidad. O sea, se reconstituye la
trilogía antipopular completa; la misma que dio vida y sustento a la dictadura
cívico-militar.
¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y
MEMORIA!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
Colectivo Acción Directa - CHILE
Octubre 8 de 2015
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