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| John Mc Cain se dirige a una multitud en Kiev, 15/12/13 |
Traducción de “In a War of Misinformation, Everybody Loses”
Por
Theodoros Papadopoulos*, en Foreign Policy Journal
Agosto 14, 2015
“Hay
un renacimiento de las sucias tácticas de la Guerra Fría, donde la información
es convertida en arma y la verdad se convierte en la primera víctima.”
Normalmente,
el que una trabajadora rusa demande a su empleador con el argumento de que no
le proporcionaron el detalle por escrito sobre los requisitos para cesar su
contrato y la posterior destitución no sería una noticia internacional. Pero
cuando esa trabajadora, Lyudmila Savchuk, era una confesa troll[1]
de internet y que la empresa para la que trabajaba era Investigación en
Internet, entonces, uno puede comprender por qué esto se podría convertir en
una cuestión de interés internacional.
Savchuk, con toda
razón, está siendo homenajeada como una valiente denunciante, arrojando una luz
en la obscura campaña del Kremlin de bombardeo de sitios de noticias
internacionales con una retórica pro-Putin y ahogando así las voces discordantes.
Si sólo ella tuviera
una contraparte en el oeste que también pudiese revelar el grado del juego
sucio digital que está siendo cometido por occidente en su campaña
propagandística en contra de Rusia y de otros enemigos de riesgo…
Pero ella lo
tiene, por supuesto, y su nombre es Edward Snowden, quien irónicamente está solicitando
asilo político en Rusia por denunciar tácticas muy similares realizadas en interés
de su propio gobierno.
Parte del tesoro
de los archivos filtrados por Snowden se refieren a la existencia de una serie
de programas clandestinos orientados a hacer exactamente lo mismo que las
empresas troll de Rusia: manipular los debates online con el fin de difundir la política exterior
occidental a la luz de una recepción más favorable.
Entre estos
servicios se encuentran el proyecto Gateway (Portal), una herramienta para
aumentar artificialmente el tráfico a un sitio web; Clean Sweep (Barrido
Limpio), un programa destinado a crear falsas cuentas de Facebook para postear
mensajes pro-occidentales a sitios web (básicamente realizando la misma función
que la empresa rusa del Troll); Scrapheap Challenge (Reto al Chatarreo), para
enviar correos electrónicos falsos especialmente a los usuarios de Blackberry; Underpass
(Paso Subterráneo), para cambiar los resultados de encuestas en línea; y Spring
Bishop (el Obispo de Primavera[2]),
que sirve para acceder a las fotos privadas de Facebook de individuos
seleccionados.
Todo esto indica
la re-emergencia de las tácticas sucias de la Guerra Fría, donde la información
era un arma y la verdad se convertía en la primera baja.
Sumado a esta
mezcla tóxica se encuentra la Trans Web Regional Iniciative (Iniciativa
Regional de Trans-Red), del Departamento de Defensa de EE.UU., lo que
constituye un enfoque más matizado para orientar la opinión pública. La TRWI consta de varios sitios web ubicados en puntos
calientes estratégicos alrededor del mundo, como el Oriente Medio, el cuerno de
África y Asia central, la cual pretende ofrecer un punto de vista imparcial de
los acontecimientos mundiales para contrarrestar así opiniones radicales. Ello
estaría muy bien y genial, si eso fuera en verdad el caso, pero la realidad es
que estos sitios web noticiosos creados por el gobierno de EE.UU. tienden a guardar
silencio sobre los abusos a los derechos humanos cometidos por Estados clientes,
como el de Uzbekistán, mientras que resaltan lo que se percibe como la agresión
rusa.
Con todo, quizá
incluso más perniciosa que la manipulación del discurso político en línea sea
el uso de las ONGs para hacer lo mismo en el mundo real. Cuando el Kremlin hizo
que las ONGs extranjeras que operan en Rusia se registraran como agentes
extranjeros, resultó fácil describir
esto como un retroceso a la paranoia de la Guerra Fría; sin embargo, esta es
una teoría conspirativa de la que Putin podría ser perdonado por caer en ella.
Esto no es ciencia política con un casco[3]
protector contra la vigilancia gubernamental. Incluso respetados académicos
están pidiendo a Washington que empaque sus maletas. Un reciente estudio, a cargo de dos profesores de la Universidad de
Wisconsin-Madison y realizado en el espacio de la ex-Unión Soviética, pidió a
EE.UU. detener la canalización de dinero a las organizaciones locales de la sociedad
civil, como la ayuda a las ONGs, pues todo ello ha facilitado que los hombres
fuertes internos puedan acusar a EE.UU. de fomentar el cambio de régimen.
La USAID[4],
que explícitamente anuncia en su página web que su "asistencia exterior siempre
ha tenido el doble propósito de promover los
intereses de Estados Unidos y de mejorar la calidad de vida en el mundo en
desarrollo", fue expulsada de Bolivia, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Cuba y
la República Dominicana, sobre la base de que era utilizada como una herramienta
para desestabilizar a aquellos gobiernos.
En la propia
Rusia, unos correos electrónicos filtrados mostraron que grupos de la oposición
rusa estaban recibiendo fondos de la USAID, a pesar de reivindicar la independencia.
¿Cuán bueno puede
ser el resultado de todo este subterfugio? Que la poca confianza que tiene la
gente en Internet será completamente destruida, así como que los ciudadanos genuinos
evadirán meterse en los dominios de la desinformación que destilan sitios web
parciales y comentados por falsos titulares de cuentas. La utilización de
agencias como USAID para este tipo de propósitos en el mundo real es
especialmente engañosa y contraproducente, ya que compromete el trabajo de los
verdaderos organismos de ayuda que caerán bajo la sospecha de ser caballos de
Troya para la intromisión política.
Si occidente
estaba de verdad interesado en ayudar desinteresadamente a las democracias
emergentes, habría dejado que aquellos países encontraran su propio camino.
Intervenir en la evolución política de un país coarta el proceso y bloquea a
las nuevas élites para levantarse y caminar por sí mismas.
Dentro de las consecuencias
de la Euromaidan[5],
real, las ONGs autóctonas (en contraste con las “ONGs ucranianas”, que están fuertemente
financiadas por los países occidentales) surgieron y se las arreglaron para mantener
el país en una situación de equilibrio. Cuando el Estado se fue a pique, la
sociedad civil intervino: voluntarios de base mantuvieron el orden y distribuyeron
ayuda por igual. El voluntariado está aumentando, en especial en el Este de
Ucrania, donde jóvenes
plataformas, tales como Casa Libertad, Teplytsia, Centro UA, o la Fundación
Educacional Lvov, han ayudado a las empresas y a los desplazados internos a
hacer frente a las consecuencias de la guerra. Uno de las iniciativas
vernáculas, Restauremos
Donbass, ha intentado que tales grupos salgan a la luz y de proporcionarles
una tribuna privilegiada para que lleguen a los ucranianos que puedan
necesitarlos. Las personas se han reunido alrededor de la bandera del puro
deseo de ayudar a sus compatriotas, construyendo patriotismo y la esperanza de
un mañana mejor en el proceso –así, no es necesaria la USAID para ello.
Si Estados Unidos
se proclama como el líder del mundo libre,
con lo que apuntaría a no ser más el odioso, el egoísta, lo que todos los
imperios proclaman para legitimarse por encima del derecho, entonces Washington
haría bien en dar el ejemplo. El problema hasta ahora, por supuesto, es que la
potencia ha estado haciendo justo eso: brindando un paradigma atroz, frente a
lo cual sus Estados vasallos y los adversarios sólo han estado deseosos de continuar
fomentando sus propios fines.
[1]
Se entiende como alguien
que efectúa un posteo deliberadamente ofensivo o provocativo en alguna plataforma
web, a la espera de perturbar o enfurecer a alguien, aunque también se puede
considerar como enviar correos con información inexacta –nota del CAD
[2] Hace referencia a una pequeña
ave africana –nota del CAD
[3] En el
original, tinfoil-hat, que hace alusión a la creencia de que usar un sombrero
hecho con papel de aluminio protegería en contra de la vigilancia electrónica
del gobierno o del control mental por parte de seres extraterrestres –nota del
CAD
[4] La agencia yanqui de
distribución de ayuda material en el exterior, con fines políticos interesados
–nota del CAD
[5] Plaza de
Kiev donde iniciaron sus demostraciones los opositores al gobierno legítimo ucraniano
y que Europa y EE.UU. utilizaron como escenario para alentar la revuelta que
finalmente le derribo –nota del CAD
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