Recién en estos días, luego de casi dos meses, empieza a surgir alguna
inquietud a raíz de la adquisición por parte del gobierno ‘democrático’ de la Nueva
Mayoría de un potente programa informático para que la ANI y la PDI puedan hurgar
ilegalmente en las comunicaciones telefónicas y a través de la web de los
chilenos
A principios de julio pasado, diversas
fuentes del ámbito de la informática alertaron sobre la adquisición
por parte de varios gobiernos latinoamericanos de programas informáticos para espiar
a sus conciudadanos; uno de ellos, era Chile.
Recordemos
(del 5 de julio[1]):
“Gobiernos
de América Latina compran software espía de Hacking Team
El
domingo 5 de julio, se expusieron públicamente 400 GB de información de la
empresa italiana Hacking Team, dedicada a la comercialización de software de
espionaje para gobiernos. Los documentos incluyen facturas, correos
electrónicos, datos fiscales y código fuente, entre otros archivos. Las
revelaciones permiten entender los alcances a nivel global de Hacking Team, una
compañía que fue catalogada en 2013 por Reporteros Sin Fronteras como uno de
los “enemigos de Internet”.
El
software de espionaje comercializado por Hacking Team, conocido también como
DaVinci o Galileo, es un programa que infecta los dispositivos de la persona
atacada, permitiendo sustraer datos, mensajes, llamadas y correos electrónicos.
El atacante también obtiene acceso al micrófono, cámara y teclado para
registrar imágenes, audio o cualquier otra actividad sin conocimiento de la
persona afectada.
En
la filtración se halló que seis países de América Latina son clientes de
Hacking Team: Chile, Colombia,
Ecuador, Honduras, México y Panamá. Dependencias como la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), la Secretaría de
Inteligencia de Ecuador (SENAIN) la Dirección de Inteligencia Policial de
Colombia (DIPOL) o el Centro de Investigación y Seguridad Nacional de México
(CISEN) han adquirido licencias de software de control remoto (RCS) a la
empresa italiana. En el caso de México, se identificaron hasta 14 contratos
individuales con la compañía, por parte del gobierno federal y los gobiernos
estaduales, algunos de ellos sin facultades legales para la intervención de
comunicaciones privadas.
Las
organizaciones de la sociedad civil de América Latina rechazamos la venta y
adquisición de estos programas de vigilancia, que sin controles adecuados,
ponen en riesgo los derechos humanos de la región, por los siguientes motivos:
- El proceso de
compra ha sido realizado con total opacidad. Exigimos que los Estados
involucrados realicen esfuerzos para asegurar la transparencia de sus
actividades de inteligencia, en particular relativos a la compra y tipo de
utilización efectiva de tecnologías que permiten
vigilancia informática, ante la posibilidad real de que este software esté
siendo utilizado para espiar a activistas y disidentes sin causa
justificada. En 2013, la firma Kaspersky ya demostró que DaVinci fue usado
para el
espionaje de activistas políticos en el Medio Oriente.
- Debido a los
bajos estándares de control legal en la adquisición y uso de las
tecnologías de vigilancia en la región, se necesita una discusión abierta
en los Congresos nacionales acerca de las leyes que rigen y regulan las
actividades de vigilancia, sometidas al escrutinio público. Ante la
posibilidad técnica de que estas actividades pongan en riesgo derechos
humanos, estas legislaciones deben reflejar los estándares más altos y
sujetar las acciones de los organismos de inteligencia a la autorización
previa de un organismo judicial imparcial e independiente.
- Las labores de
vigilancia de los gobiernos deben regirse bajo el principio de
proporcionalidad, agotando todas las instancias legales posibles antes de
violar la privacidad de un individuo. Se debe abogar por las medidas menos
intrusivas y por la existencia de puntos de control estrictos. De lo
contrario, no solo se violenta el derecho a la privacidad, sino que se
atenta contra la libertad de expresión, el derecho a la información,
la libertad de circulación y de asociación; así como el completo ejercicio
de los derechos humanos.
La
empresa Hacking Team y los gobiernos involucrados son responsables de dicho
espionaje en la esfera internacional. Exigimos que las empresas tengan como
prioridad el respeto de los derechos humanos y no los contratos de prestación
de servicios con gobiernos opresores y abusivos. A los Estados, exigimos que
respeten los derechos humanos de sus ciudadanos, cesen dichas prácticas
ilegales de vigilancia y transparenten el objetivo de la compra de software, el
presupuesto público gastado en cada caso y las garantías tanto legales como
procedimentales para evitar la violación de derechos.”
Al día siguiente, 6
de julio,
nuestra vernácula imitación del FBI, la policía de investigaciones (PDI),
declaró[2] muy
ufana que la tecnología adquirida es usada "en la persecución de los
delitos con la respectiva autorización judicial" (¿?). Confirmaba así la
compra del software creado por la empresa italiana Hacking Team, que igualmente
había sido ‘hackeada’ el día anterior y que permitió conocer de variados documentos,
incluyendo contratos y facturas de la negociación con la Policía chilena.
"Dicha herramienta fue adquirida en el marco de un proyecto de
modernización del área tecnológica de la PDI, cuyo objetivo era incrementar sus
capacidades operativas en la investigación de crimen organizado, terrorismo
internacional y narcotráfico a gran escala, considerando que cada día la
delincuencia organizada es más sofisticada y cuenta con importantes soportes
logísticos y económicos", dijo la PDI. Además, señaló que el software
"se adquirió cumpliendo todas las normativas relativas a compras públicas
y es utilizada de manera exclusiva en la persecución de los delitos con la
respectiva autorización judicial".
Recién hoy, a casi
dos meses de la filtración y de que la PDI aceptase la adquisición del programa
espía ‘legal’,
nos informamos[3]
que nuestros coimeros congresales de la comisión de ‘Inteligencia’ de la cámara
citaron para mañana 1° de septiembre al director de la Agencia Nacional de
Inteligencia -ANI- Gustavo Villalobos, para que explique cómo están ocupando en
la policía mentada un software que intercepta masivamente llamadas telefónicas
y el flujo de datos desde computadores.
El
diputado DC René Saffirio, que es presidente de la comisión de control de los sistemas
de inteligencia de la cámara, indicó que el director nacional de la ANI,
Gustavo Villalobos, les había requetejurado que se habían tomado todas las
medidas de resguardo respecto al uso del programa. Sin embargo existen dudas y
por eso fue citado al congreso, para que les largue algún calmante y la cosa
siga igual.
Sin
embargo, deberíamos saber que el programa espía, “Sistema Control Remoto
Galileo”, adquirido por la PDI ya está funcionando a full; que además de
interceptar llamadas telefónicas y correos electrónicos, permitiría recuperar
mensajes y fotos, incluso si estos han sido eliminados; que dicha herramienta
de Hacking Team permite el acceso a archivos y comunicaciones, tanto de
correos, llamadas de voz sobre IP (como Skype) o conversaciones de chat, en
computadores y teléfonos móviles, superando las capas de encriptación que
puedan tener. Es decir, deja al desnudo a todo el mundo y sus comunicaciones por
vías electrónicas y digitales. Asimismo, podríamos estar frente a una colusión
político-empresarial en contra de los derechos de los ciudadanos. Por ello,
como mínimo, el gobierno debiera dejar de lado un programa de vigilancia que no
resiste ninguna crítica dentro de una convivencia democrática.
Una
factura, por la instalación y mantención del sistema de "Phantom" (el
cliente chileno; o sea, la PDI), tiene como fecha el 12 de diciembre de 2014,
siendo emitida en Milán. El monto es indicado como "2 850 000", sin
especificar una moneda, pero una garantía del banco BCI (también filtrada en el
ataque, con fecha de 21 de octubre de 2014) indica que el contrato es en
dólares. El mismo documento muestra que el contrato es por el sistema de
monitoreo "Galileo" y menciona el 15 de diciembre de 2018 como fecha
de vencimiento.
"Quieres
ser capaz de mirar a través de los ojos de tu objetivo", dice un video
presentando el servicio. "Mientras tu objetivo navega por la red,
intercambia documentos, recibe mensajes de texto". La empresa italiana es
parte de la lista de los "Enemigos de Internet" de la organización
Reporteros Sin Fronteras, por la venta de sus servicios a gobiernos de
regímenes opresores.
En
suma, debemos luchar también, denodadamente, por nuestra independencia y
libertad digital y electrónica; el Gran
Hermano, ya está aquí.
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Colectivo Acción Directa –Chile
Agosto 31 de 2015
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