Entrevista con Laura Hernández Norambuena, hermana del ‘Comandante Ramiro’
Mauricio Hernández
está prisionero desde hace 14 años en Brasil, acusado de ser parte del
secuestro del empresario Washington Olivetto. La acción tuvo móviles políticos
de carácter internacionalista y de emancipación social
“(…) una vez que mueres por la unidad, /
y sabes quién eres, / una vez que ensanchas la claridad, / y sabes quién eres,
/ una vez que ilustras tu condición, / y sabes quién eres, / una vez que rompes
con la piedad, / y sabes quién eres, / una vez que incendias la oscuridad, / y
sabes quién eres, / y dejas de amar tu seguridad, / y sabes quién eres, /
puedes combatir al senil rufián / para que sin gloria vuelva al basural / del
que se escapó manchando la historia.”
-De Concierto de Trez-Vella de Patricio
Manns
Por
Andrés Figueroa Cornejo
Casi
en el límite que divide a las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, en la V
Región de Chile, hay una casa vertical y verde y suspendida en el vértigo de un
cerro mordido por el Océano Pacífico. Allí el periodista se entrevistó con la
doctora en Medicina, Laura, una de las hermanas de Mauricio Hernández
Norambuena, conocido también como ‘Comandante Ramiro’, ex dirigente del Frente
Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). Esa fuerza comportó uno de los principales
destacamentos que combatió política y militarmente a la tiranía pinochetista y
que, de acuerdo a diversos analistas, precipitó el pacto interburgués que terminó
con el régimen cívico-militar entre 1973 a 1990, y abrió el período de
administraciones civiles vigente hasta hoy en el país andino. Ambos sistemas
políticos corresponden a formas distintas y funcionales moldeadas por la misma
dictadura del capital en su actual fase.
Mauricio
Hernández está prisionero en la Cárcel Federal de Porto Velho, en Rondonia,
Brasil, próxima a la frontera con Bolivia, acusado de ser parte del secuestro
del empresario Washington Olivetto. La acción tuvo móviles políticos de carácter
internacionalista y de emancipación social.
Es
verano a media tarde en Chile y por la ventana el mar lastima los ojos.
-Laura,
¿cómo defines las condiciones en las cuales mantienen cautivo a Mauricio en
Brasil?
“Encierro
en aislamiento. En Brasil es el único caso que existe con la duración de 14
años en semejantes condiciones. El sistema de aislamiento extremo en Brasil,
raya incluso en lo inconstitucional en ese país. De hecho, ha sido condenado
por todos los organismos de Derechos Humanos existentes. El caso de Mauricio
está denunciado por nuestra familia en la Corte Interamericana de DD.HH., y
ella entiende que es una condición inhumana por lo prolongada.”
-¿En
qué consiste el ‘encierro en aislamiento’?
“Mauricio
permanece 23 horas del día solo en su celda, lo que atenta contra la esencia
social de los seres humanos y contra un derecho también esencial: tiene
prohibido interactuar con sus pares. Cuenta apenas con una hora para salir al
sol, o sea, a un patio del tamaño de media cancha de baby fútbol. Únicamente se
le autoriza el contacto con familiares directos (los cuatro hermanos/as que le
quedamos). Su presidio de aislamiento brutal provocó, por ejemplo, que del
terremoto que sacudió mortalmente a gran parte de Chile el 2010 se enterará
tres meses después de ocurrido.”
-¿Y
qué dice la justicia brasileña?
“Que
‘así no más es la cosa’, que ‘son las reglas del juego’. Esto es, las
autoridades del país carioca tratan de justificar lo injustificable. Como
familia nos reunimos con psiquiatras de allá quienes nos aseguraron que las
condiciones de aislamiento de Mauricio son inhumanas, sin justificación alguna
y agreden la integridad psicológica y física de cualquier persona.”
“Exigimos
a Brasil el respeto de los derechos humanos de Mauricio.”
-¿Mauricio
es el único prisionero político en Brasil o existen otras personas bajo esa
calificación?
“En
Brasil, Mauricio no es considerado un prisionero político legalmente. Sin
embargo, la primera condena que recibieron los compañeros de Mauricio junto al
propio Mauricio el 2002, fue de 15 años porque diversas agrupaciones políticas
latinoamericanas fundamentaron las motivaciones políticas del secuestro del empresario
Washington Olivetto, lo que fue considerado en el primer dictamen. Los
recursos que devinieran del secuestro eran parte de una planificación política
de carácter internacionalista, una tradición fundacional de todos los
movimientos serios y jugados por la emancipación social de la humanidad. Pero
en la segunda etapa del juicio, la fiscalía brasileña apeló, y la condena se
duplicó a 30 años porque fue desestimada la razón política de su accionar,
contrariando la deliberación anterior.”
-De
todos modos, para las y los chilenos, incluso, independientemente de su
simpatía o no con las posiciones políticas históricas asumidas por Mauricio, él
sí tiene una vida militante que avala su conducta eminentemente política. Fue
miembro de la Juventud Comunista y luego un dirigente del Frente Patriótico Manuel
Rodríguez (FPMR), una fuerza política y militar fundamental en la resistencia
en contra de la dictadura encabezada por Pinochet e impuesta por la oligarquía
chilena y el imperialismo norteamericano. Mauricio no fue nunca parte de una
banda de narcotraficantes, de delincuentes comunes o de ladrones de cuello y
corbata; no fue nunca ‘lobista’ entre los intereses de las grandes firmas y los
parlamentarios de ocasión; no fue nunca integrante de la red criminal de
colusiones antisociales que actualmente hacen nata en Chile; no fue dueño de
AFP, banquero, ni privatizador de todo lo que existe en el país. Fue un
luchador antifascista, como tantos miembros de la resistencia en Europa que
enfrentaron al nazismo y al fascismo durante la Segunda Guerra Mundial y en
cuyos países son reconocidos como héroes.
¿Qué
piden a las autoridades chilenas como familia Hernández Norambuena?
“Que
el gobierno genere las condiciones para que nuestro hermano deje de sufrir un
encarcelamiento inhumano. Y en Brasil, solicitamos a las organizaciones y a las
personas que persiguen el mejoramiento de la condición humana que exijan el
respeto de los derechos de Mauricio.”
“Mi
hermano no está dispuesto a tomar píldoras que bloqueen sus sentidos”
-Laura,
tú y tus hermanos/as llevan años visitando a Mauricio. Tú eres doctora en
Medicina. ¿Cómo podrías evaluar su estado?
“Intentando
ser lo más objetiva posible, en general bien. Mauricio es profesor de Educación
Física y se ha impuesto un régimen propio de ejercicios diarios en su celda para
mantenerse en forma, lo que impacta positivamente en su estado de ánimo.
Naturalmente, vive en medio de una permanente ansiedad debido al aislamiento.
Por la distancia espacial que existe entre cada una de las visitas que le
hacemos (en la mayoría de los presidios en los que ha permanecido, y en
particular en el último, la Cárcel Federal de Porto Velho, en Rondonia, Brasil,
próxima a la frontera con Bolivia), la tramitación engorrosa y las dificultades
para llegar hasta allí, vuelven más compleja la posibilidad de verlo con la
frecuencia que quisiéramos. Ahora bien, han ocurrido situaciones que
multiplican la iniquidad de su cautiverio. En una ocasión, su carcelero lo
acusó de haberlo mirado a los ojos (!), cuestión estrictamente prohibida en el
penal. El prisionero cuando interactúa con el carcelero debe mirar el suelo. En
la disputa entre el guardia y Mauricio respecto de si fue así o no, como es
obvio en ese tipo de relaciones de poder, primó la versión del carcelero y mi
hermano fue castigado con 10 días de encierro absoluto en un apartado
especialmente denigrante. En la siguiente visita, después de esa sanción,
Mauricio se encontraba con el ánimo descompuesto.”
-¿Consume
algún tipo de medicamentación psicotrópica?
“Mauricio,
ni antes ni durante su encarcelamiento ha necesitado fármacos de esa clase. De
hecho, él nunca los ha aceptado. Mauricio me ha comentado, eso sí, que los
problemas que sufren los presos devenidos de las condiciones de una cárcel de
alta seguridad, el médico del recinto los ‘resuelve’ con diazepán. Al respecto,
mi hermano me ha dicho que no está dispuesto a tomar píldoras que bloqueen sus
sentidos ni su equilibrada apreciación de la realidad. Por algunas dificultades
debido a lesiones deportivas de juventud (Mauricio estuvo al borde de
convertirse en un jugador profesional de fútbol), hace dos meses nosotros/as
solicitamos poder llevar un médico especialista de nuestra confianza. Sin
embargo, en la cárcel nos impugnaron que ‘no era necesario’ porque el penal ya
cuenta con un médico.”
Raúl
Pellegrin: ‘No hay alegría más grande que dar la vida por su pueblo’
-Para
muchas y muchos, no existe acto de libertad más radical que despojarse de los
intereses individualistas y del egoísmo, y luchar por la libertad y la igualdad
de tu pueblo y de otros pueblos del mundo. ¿Cabe ese principio en el caso de
Mauricio?
“Perfectamente.
Algunos ex compañeros y amigos de mi hermano nos han confirmado el nivel de
convencimiento y la capacidad de convencer de Mauricio en relación a que no
existe otro camino diferente al de la lucha en contra del capitalismo para
superar su naturaleza inhumana. Esa manera de trascender en otros que
solidarizan con su presente situación, como familia, nos fortalece diariamente.
Lo que nos parece en especial potente, es el episodio cuando mi hermano y los
demás que participaron resolvieron integrar el equipo de gente que realizó el
atentado contra Augusto Pinochet en 1986. Rodrigo Pellegrin (fundador del FPMR
y asesinado en 1988) aparece señalando en un documental de reciente factura que
‘no hay alegría más grande que dar la vida por su pueblo’. Por la vida que
llevó Raúl Pellegrin, yo entiendo ‘pueblo’ como a la humanidad oprimida.”
-¿Por
qué crees que los sucesivos gobiernos civiles no han accedido a que Mauricio
sea extraditado desde Brasil?
“A
esta altura, como familia, barajamos distintas hipótesis. Una de ellas es que
ninguna de las administraciones gubernamentales que han pasado tiene en sus
parámetros defender a un revolucionario, a un internacionalista, a un luchador
social, cuya sola historia ya contradice sus intereses. Por otra parte, está la
fortaleza de Mauricio de plantear con franqueza la realidad de lo que sucedió y
de lo que está sucediendo, asumiendo autocríticamente todo aquello que le
corresponda, claro. Sobre todo cuando tantas y tantos políticos dicen estar
ejerciendo sus cargos por servicio público, amor al prójimo y otros valores que
no tienen ninguna relación con su conducta, como todo Chile sabe. No hay nada
que una a mi hermano con ninguno de los gobiernos que hemos tenido después de
la dictadura. Claro que algunos miembros de los gobiernos han saludado nuestra
causa por traer a Mauricio de vuelta y han dicho que consideran injustas las
condiciones de su presidio, pero hasta ahora esas declaraciones no han tenido
ningún efecto concreto. Yo creo que a Mauricio lo ven como una amenaza
política. Y no estoy refiriéndome a la lucha armada ni nada por el estilo.
Hablo de la ascendencia que él pudiera cobrar en Chile respecto de las
distintas luchas que en la actualidad están librándose (en los ámbitos de la
salud, el agua, el mar, las mineras, la educación, el pueblo mapuche; la
juventud, las mujeres y los trabajadores empobrecidos, etc.). Son hipótesis,
por supuesto.
Finalmente,
entre las tantas preocupaciones de las autoridades, nuestra causa no debe estar
ni en su listado. Porque para que Mauricio logre purgar su pena acá y no en
Brasil, el gobierno debe realizar diversas gestiones que requieren voluntad
política, y esa voluntad permanece ausente.”
No hay comentarios :
Publicar un comentario