“El CETA dejaría un mal sabor en la seguridad
alimentaria”
Mientras
el debate sobre el CETA, el tratado entre la Unión Europea y Canadá, arrasa en
Europa, un nuevo informe advierte que el
acuerdo puede rebajar los estándares de seguridad alimentaria
En El Viejo Topo –public. 11/10/16
Seguridad
Alimentaria, Agricultura y Cooperación Reguladora en el Acuerdo Económico y
Comercial Global entre la UE y Canadá es un informe desarrollado
por Council of Canadians junto con numerosas organizaciones Europeas,
entre las que se encuentran ATTAC España y Amigos de la Tierra. En el
mismo, se exponen las diferencias normativas entre Canadá y la Unión
Europea que pueden poner en peligro la seguridad de los alimentos y los
estándares de producción europeos.
Las
pequeñas economías agrarias europeas, que llevan años luchando contra la caída
de precios, ahora se encontrarían con nuevos obstáculos, y tendrían que
competir en condiciones de desigualdad con las importaciones canadienses.
“Esto puede ser otro golpe para los granjeros europeos que competirían con una
agroindustria sin controles de bienestar animal y con estándares mínimos
de seguridad” ha señalado, presidenta de Council of Canadians. “Canadá no es la
naturaleza virgen que los europeos imaginan con pequeñas granjas salpicando el
paisaje. Con el NAFTA, Canadá está inmerso en una agricultura de producción a
gran escala, con la mitad de su producción procedente de tan solo el cinco por
ciento de las explotaciones”.
En
el informe se detallan las aéreas donde las normativas canadienses son mucho
más débiles que las de la UE, incluyendo los alimentos genéticamente
modificados, pesticidas, tintes alimenticios, pollo clorado u hormonas, entre
otros. Canadá
es el tercer productor mundial de organismos genéticamente modificados (OMG), y
recientemente aprobó la venta de salmón genéticamente modificado. Por otro
lado, el país norteamericano tampoco reconoce el principio de precaución
europeo.
“No sólo estamos hablando de una competencia desleal con nuestros agricultores y ganaderos, sino de sentar las bases del modelo agroalimentario que queremos tener en el futuro: preservar el modelo mayoritario de pequeñas y medianas explotaciones en Europa , en el que se prima la calidad, la seguridad alimentaria, la preservación del medio ambiente y el bienestar animal”, ha apuntado Andoni García, Comisión Ejecutiva de COAG, “se fomenta un modelo productivo intensivo e industrial, base de la comida procesada y de una dieta poco saludable. No podemos echar por tierra la rica y variada tradición gastronómica europea por el interés de un puñado de multinacionales agroexportadoras”.
“No sólo estamos hablando de una competencia desleal con nuestros agricultores y ganaderos, sino de sentar las bases del modelo agroalimentario que queremos tener en el futuro: preservar el modelo mayoritario de pequeñas y medianas explotaciones en Europa , en el que se prima la calidad, la seguridad alimentaria, la preservación del medio ambiente y el bienestar animal”, ha apuntado Andoni García, Comisión Ejecutiva de COAG, “se fomenta un modelo productivo intensivo e industrial, base de la comida procesada y de una dieta poco saludable. No podemos echar por tierra la rica y variada tradición gastronómica europea por el interés de un puñado de multinacionales agroexportadoras”.
“En
todo el mundo la gente quiere más alimentos locales, sostenibles y saludables,
para nuestra economía, nuestro medio ambiente y nuestro bienestar. El
CETA nos lleva en dirección opuesta- hacia las granjas industriales, con
producciones insostenibles y con cuestionables normas de seguridad”,
ha declarado Blanca Ruibal, portavoz de Amigos de la Tierra. “La
alimentación es una parte esencial de nuestra comunidades y de nuestros
valores. Los europeos deben conocer como sus normas pueden ser degradadas antes
de que tomen una decisión sobre el CETA.”
“El
CETA supone una amenaza similar al TTIP, pero además es el submarino de la
economía norteamericana en Europa, ya que no tenemos que olvidar que
gracias al NAFTA las empresas estadunidenses que tengan sucursales en Canadá
van a tener las mismas oportunidades de operar a través del CETA”, ha indicado
Cuca Hernández vicecoordinadora de ATTAC Madrid y activista de la campaña
contra los tratados. Añade “Estamos en un momento de gran peligro para nuestro
futuro, ya que un gobierno en funciones que ningunea al parlamento puede
ratificar un tratado que hipoteque por mucho años de nuestra economía y
nuestra salud”.
El
CETA puede entrar en vigor una vez que sea ratificado por el Parlamento
Europeo, por eso las organizaciones que forman parte de la campaña en contra de
los tratados TTIP, CETA y TISA ponen este año el foco en él como peligro más
inmediato, y llaman a la movilización para la semana del 8 al 15 de
octubre.
Consulta
la relación de movilizaciones previstas.
Texto
publicado originalmente en attac.es
Colectivo Acción Directa Chile
-Equipo Internacional
Octubre 14 de 2016
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