“Ex dirigentes y militantes del MIR contra extraño texto publicado en México”
De Agencia Popular, en Kaos en la Red –public. 12/6/17
¿Quién
está detrás de la publicación del libro “Una
visita a los Sótanos de la Dictadura”?
1.-
En los últimos años se han publicado
muchos libros y artículos, y se han elaborado decenas de tesis universitarias
sobre el MIR. Estos textos expresan visiones distintas, parte de ellas son
visiones críticas de las políticas y direcciones partidarias, y, en general,
aportan antecedentes veraces para contribuir a una reflexión seria y bien
intencionada sobre lo que fue el proyecto y la lucha revolucionaria del MIR. En
esos textos observamos más allá de discrepancias, un marco de respeto por los
militantes y dirigentes que, habiendo caído en la lucha o sobrevivido, se
comprometieron con una causa revolucionaria común.
2.-
El libro publicado recientemente en México por Héctor Luis Sandoval, un ex militante del MIR de Talcahuano,
llamado “Un viaje a los sótanos de la dictadura”, está circulando en Chile en
versión digital. Esta publicación rompe esa norma de respeto revolucionario, y
sin ninguna prueba documental o de hecho, sin más apoyo que elucubraciones
arbitrarias e informaciones falsas, acusa a compañeros de trayectoria
revolucionaria y probados combatientes antidictatoriales, de ser agentes de la
DINA que tomaron el control de la Dirección Interior del MIR para implementar
un tenebroso plan de entrega, captura y asesinato de dirigentes y militantes
que retornaron, o se incorporaron en Chile a la resistencia antidictatorial.
3.-
Quienes firmamos esta declaración, lo hacemos, en primer lugar, como un
necesario acto de desagravio a quienes tan injusta y canallescamente son
acusados de ser “topos” infiltrados al servicios de la Dictadura, los
compañeros Hernán Aguiló, Julio Hidalgo, Jacinto Hidalgo, Rodrigo Muñoz, Luis
Izquierdo, Eduardo y Francisco Contreras, y a aquellos mencionados como
cómplices o ayudantes pasivos. Y al hacerlo queremos dar testimonio que entre
nosotros hay quienes conocemos a unos u otros desde muy jóvenes, hemos
mantenido estrechos vínculos de amistad personal y de militancia, hemos
compartido con sus familias, trabajamos juntos en la clandestinidad, y
participamos con ellos en acciones y tareas antidictatoriales. Durante esa
larga vida común hemos tenido tanto acuerdos como contradicciones políticas.
Incluso en la división del MIR algunos nos alineamos en bandos contrarios. Eso
no nos impide manifestar nuestra confianza personal y respeto revolucionario
por estos compañeros, lo cual se ve reforzado porque en décadas posteriores
todos ellos, de una u otra forma, han mantenido en pie sus convicciones de
siempre.
4.-
Firmamos esta declaración porque, con el conocimiento y la experiencia que nos
da haber participado muchos de nosotros en distintas tareas clandestinas
partidarias y frentes de la lucha antidictatorial, queremos denunciar que el
libro de Héctor Sandoval (“Chacha”) es un relato construido en base a la
manipulación de hechos, repleto de inconsistencias, mentiras, falsas
acusaciones, tergiversaciones y antojadizas conclusiones y juicios. El objetivo
de estas infamias sería desacreditar la política revolucionaria del MIR ante
las generaciones que hoy retoman las alternativas antisistémicas y populares.
5.-
Esta trama novelesca se presenta avalada por un ex miembro de la Dirección
interior, Horacio Marotta*. Sandoval
cita a compañeros que están muertos, y los hace cómplices de sus infundadas
acusaciones. El autor del prólogo, Marotta, estaba suspendido de sus funciones
cuando cayó detenido en diciembre de 1977. Con posterioridad a su detención,
fue marginado del MIR por su vinculación con la muerte de Augusto Carmona, tal
como quedó establecido en la sentencia de la Corte Suprema. La tesis del autor
del escrito se sustenta en la supuesta infiltración del “Topo Alfa” (Aguiló) y
su equipo de topos ayudantes, iniciada según el autor desde mucho antes del
Golpe Militar, para lo cual no aporta ningún evidencia objetiva. Postula el
autor que en 1975 el Topo buscaba – después del golpe represivo de Malloco –
acceder al control de la dirección partidaria. Desde esta posición la nueva
dirección “DINA-MIR” descrita por el autor del prólogo, habría pasado a implementar
una segunda fase de aniquilamiento total de los cuadros del MIR, para lo cual:
·
El “Topo Alfa” habría alentado el Plan de Retorno de 1978. Eso es totalmente
falso pues dicho plan fue impulsado por el Secretario General y la Dirección en
el Exterior. Aguiló y miembros de la Dirección Interior que conocieron
posteriormente el Plan se opusieron pues consideraban que no había aún
condiciones de apoyo de infraestructura social en el interior para recibir un
contingente numeroso de cuadros, proponiendo una mayor gradualidad en la
implementación del plan.
·
El “Topo Alfa” habría fijado los puntos de conexión de los cuadros ingresados
al país, puntos que eran una trampa para capturarlos o bien seguirlos para su
pronta detención y aniquilamiento. Sin embargo, ningún cuadro fue detenido en
el punto de recepción. La mayor parte de los conectados pudo integrarse a sus
nuevas tareas sin detectarse tales seguimientos, y el grueso de los que cayeron
fue bastante tiempo después de haber ingresado y por otras causas. Hubo también
retornados que habiendo asistido a sus puntos de contacto, no fueron
conectados, y se mantuvieron desconectados pero sin seguimiento o persecución.
Algunos de ellos incluso se legalizaron contraviniendo el compromiso, por la
falta de condiciones que encontraron para su inserción clandestina. En total
contradicción con las afirmaciones del autor, los datos estadísticos indican
que ingresaron en la Operación Retorno 290 compañeros y compañeras, de los
cuales 29 están muertos y 2 desaparecidos. Del total de 31 caídos, ninguno fue
detenido o asesinado en su punto de conexión. Son varios los que murieron
cumpliendo importantes misiones armadas.
·
El “Topo Alfa” y su equipo de topos, son acusados de entregar antecedentes en
Santiago y regiones para que la DINA-CNI estableciera trampas callejeras, en
casas de seguridad, o asaltara lugares de refugio de los militantes. Pero este
texto no entrega ningún antecedente que demuestre tal acusación reiterando una
y otra vez suposiciones sin fundamentos reales. Por el contrario, las
sentencias emanadas de instancias judiciales establecen la verdad histórica
sobre los responsables de los crímenes.
·
El “Topo Alfa” y su equipo de topos, habrían evitado operar, enviando en cambio
a otros cuadros para que fueran emboscados durante las operaciones por los
aparatos represivos. Varios de los que firmamos esta denuncia podemos
atestiguar que tanto Aguiló, como los compañeros falsamente acusados de
infiltrados, participaron en operaciones, porque nosotros fuimos parte de
ellas. Los medios de comunicación de la época así lo confirman. Por otra parte,
en ninguna operación los grupos operativos se encontraron con emboscadas
enemigas.
6.-
Lo anterior no significa desconocer que, entre 1979 y 1985, cuando el MIR
retomó la iniciativa e impulsó una táctica antidictatorial ofensiva en lo
político, social y armado de acuerdo a los lineamientos de la Resistencia Popular delineados por Miguel Enríquez antes de su muerte, sufrió fuertes
golpes represivos en que muchos compañeros y compañeras cayeron. Se desgastó
así la capacidad de intervención estratégica. Inventar que ello se debió a la
infiltración de la Dirección Nacional por el “Topo Alfa” y su equipo, además de
falso e injusto, en nada contribuye a una reflexión seria y objetiva sobre la
derrota y sus causas.
No
es el caso en esta declaración profundizar en los casos represivos y los procedimientos de la contrainsurgencia, pero cabe señalar que tanto en el
periodo 1973-75, como en el periodo 1979-1985, para obtener información los
aparatos represivos de la Dictadura usaron los mismos métodos de tortura. Estos
incluían la investigación de los vínculos de los cuadros identificados, el
seguimiento, vigilancia y trampas en las casas de familiares y de seguridad
detectadas, emboscadas en puntos de contactos que habían sido entregados bajo
tortura, asesinatos en las calles, y en supuestos enfrentamientos. A ello se
agrega los errores políticos de evaluación de la fuerza propia y de la del
enemigo. También en ambos períodos, los servicios de inteligencia intentaron la
infiltración, sobre todo con la colaboración de militantes quebrados en la
tortura u otras formas de presión, pero no hay antecedentes serios para
afirmar, como lo hace el autor, que la Dirección del MIR estaba en manos de la
DINA o CNI. Desde luego que en la época, el MIR en sus distintas estructuras
interior y exterior, así como en las cárceles, reunió la mayor información
posible sobre los golpes represivos. Se estudiaron las posibilidades de
infiltración en todos los niveles, dentro y fuera del país, pero más allá de
sospechas no comprobadas, jamás se presentó a la dirección máxima, evidencias
objetivas que pudieran comprobar fehacientemente alguna infiltración implantada
en los niveles altos y medios del partido. Los casos de traición, colaboración
y trabajo para el enemigo que el MIR confirmó son posteriores a detenciones.
Ellos son los de Marcia Merino (“Flaca Alejandra”), María Alicia Uribe
(“Carola”), Leonardo Alberto Schneider (“el Barba”) y Emilio Iribarren (“Joel”).
7.-
No hay espacio en una declaración como esta para detallar toda la información
falsa y mitomanía del libro que comentamos. Desde mentiras malintencionadas
como detallar falsa composición de unidades orgánicas que estuvieron en
realidad compuestas por otros militantes, e inclusive que no existieron;
compañeros a los cuales se les asigna tareas que nunca realizaron y se los
ubica en lugares y fechas donde nunca estuvieron; descripción de operaciones
combativas y sucesos represivos que no corresponden a la realidad; supuestas
reuniones y propuestas de operaciones conjuntas del Secretario General del MIR
a las FARC colombianas, que nunca existieron y para lo cual presenta como
fuente citas de la inteligencia norteamericana (CIA). Al mismo tiempo levanta
la infamia de que la Dirección del MIR se apropiaba para su propio provecho de
los recursos económicos aportados por la solidaridad internacional y por las
expropiaciones en Chile, sin ningún antecedente concreto que respalde tal
acusación. Incluso llega el autor al extremo demencial de asegurar que Hernán
Aguiló planificó con la DINA el secuestro de su propia hija.
8.-
El fantasioso cuadro que nos entrega este libro de la acción del MIR bajo la
Dictadura es el de una guerra conspirativa entre aparatos, en que nuestro
partido termina al servicio de Pinochet. Incluso los sectores de la oposición
democrática burguesa y de la izquierda conciliadora, jamás llegaron a esos
extremos en su crítica al MIR.
El
autor no incorpora ni analiza las propuestas políticas antidictatoriales,
democráticas y revolucionarias del MIR en todo este período. No se refiere a
las políticas de alianzas desplegadas en el periodo; no se refiere a las
múltiples y exitosas acciones de propaganda armada y de orden militar que se
llevaron a cabo entre 1979 y 1985, alentando en alguna medida la emergencia de
la Resistencia Popular. No menciona el gran esfuerzo de reconstrucción de
partido en los frentes sociales y localidades, donde la organización e
influencia del MIR creció grandemente con su activa participación en la
movilización antidictatorial de masas a partir del año 1983. Algunos de los
errores políticos, orgánicos, operativos, que cometimos durante el periodo
dictatorial se utilizan como piezas para la construcción de las acusaciones y
no son analizados ni mencionados como tales. Tampoco se alude al resultado de
estos errores, la división del MIR, la que no es resultado de ningún “Topo”,
sino responsabilidad conjunta de su dirección, en especial de la Comisión
Política.
Evidentemente,
la memoria del MIR que este libro pretende traspasar a las nuevas generaciones
está totalmente distorsionada y falseada.
8.-
Los autores solo ven víctimas en el MIR, consideran a los y las militantes como
personas sin voluntad propia, ni capacidad de reflexión crítica, que fuimos
conducidos por la Dirección “DINA-MIR” como borregos al exterminio. No sólo nos
indigna que con tal impudicia difamen injustamente como infiltrados a
compañeros que respetamos y valoramos por su entrega revolucionaria. También nos
indigna que no se reconozca que, tanto los y las miristas víctimas de la
represión dictatorial, como aquellos que sobrevivimos en la dura lucha
democrática popular, fuimos ante todo combatientes consecuentes por nuestra
libre voluntad revolucionaria y compromiso con nuestro pueblo.
9.-
Héctor Sandoval fue uno de los 290 compañeros y compañeras que retornaron a
Chile para integrarse a la lucha y que decidió en forma autónoma sus tareas y
ubicación orgánica. Nunca tuvo un punto de contacto, como él afirma, con quien
él denomina Topo Alfa. En Concepción, tras ingresar, tuvo una corta militancia
totalmente inorgánica, ligada a antiguos conocidos, muchos de los cuales
estaban controlados por la represión siendo una fuente de peligro para el resto
de la militancia.
Este
texto que su mismo autor describe como “cargado de odio, culpa, tristeza y
rabia” no se canaliza contra el enemigo real, la Dictadura, sino que se vuelca
contra sus propios compañeros de lucha. Lo más grave es que “Chacha”, avalado
por Marotta, no se contenta con inventar el mito de los “topos” y acusar falsa
e injuriosamente de infiltrados a valiosos compañeros, sino que además llama
explícitamente a “vengarse” atentando contra ellos: “de nosotros depende que
paguen y terminar con la impunidad que disfrutan” (página 51).
Un
análisis minucioso de la estructura del libro permite detectar la típica
configuración de un delirio paranoico, en el cual rastreamos la utilización de
su esquema inicial para enriquecer los elementos del delirio insinuado, al
punto de ser capaz de convencer a alguna gente de su entorno sobre “la realidad
incuestionable” de la Gran Tesis levantada. En este delirio de interpretación,
múltiples hechos diversos y sin conexión comprobada de causa-efecto entre sí,
son presentados como “pruebas” que acreditan la validez de su Gran Tesis. La
formulación de hechos se repite de manera maníaca. No se trata de una
demostración para defender esa teoría, donde se examinen con el mismo nivel de
rigurosidad los elementos a favor de la tesis y los argumentos en contra.
10.-
Finalmente, no podemos dejar de preguntarnos: ¿por qué se publica este libro
justamente ahora cuando se observa una reanimación del movimiento de masas en
contra del modelo neoliberal? No es casual que, en contraste con la corrupción
imperante y el desprestigio de la política, la experiencia histórica del MIR y
su consecuencia revolucionaria sean un importante referente ético para muchas
de las agrupaciones que buscan una alternativa. Los lectores de este texto
pueden interrogarse respecto de a quién favorece un libro que se propone
ensuciar y destruir la imagen histórica del MIR.
¿Quién
está detrás de la publicación del libro “Una visita a los Sótanos de la
Dictadura”? Pareciera que la respuesta la da, irónicamente, el último párrafo
del propio libro: “Sabemos que los Servicios de Inteligencia siempre están
activos y vigilantes del enemigo interno, ese que lucha y resiste los embates
de la explotación del sistema capitalista. Por eso infiltra y estimula acciones
provocadoras…”
Chile,
junio de 2017
Firman
decenas de militantes y ex dirigentes del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria MIR
Nota del CAD:
*Quien
dirige un medio digital, ClariNet,
con un contenido peculiarmente ecléctico, ya que apela a símbolos de la
izquierda y termina apoyando a la NM
_________________________
¡Que la Historia Nos Aclare el Pensamiento!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo
Acción Directa Chile -Equipo Internacional
Junio 12 de 2017
¿Como ser coherentes con lo publicado? Compañeros uds publican y aceptan como revolucionarios a sujetos que tergiversan la lucha de en perú (movadef) y hablan a nombre del Partido Comunista del Perú sin pertenecer a él. Pero no sólo eso, además los incluyen como organización en su convocatorias y con ello incluyen sus consignas: Acuerdos de paz con burgueses y latifundistas; amnistía general para civiles, militares y asesinos de la Dircote, algo que las organizaciones de Chile nunca aceptaron; demandan participación en las rancias elecciones como si fuera una conquista democrática, en circunstancias que el Partido Comunista del Perú impulsa en boicot a las elecciones, como expresión de la lucha democrática, en medio de la guerra popular. Por si fuera poco, dan a conocer los mamotretos elaborados por la Dircote como si fueran documentos partidarios, tal como lo hace el libro que uds critican compañeros. La pregunta es ¿exigimos consecuencia para el resto y para nosotros nos reservamos el amiguismo y la unidad sin principios?
ResponderEliminarcompañeros que pena que no salga la lista de los que firman este valioso documento, eso le quita legitimidad
ResponderEliminarLuego saldrá completo en el face masivamente ante tanta insensates.
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