Este 5 de octubre, se cumplen 42 años desde que el compañero
Miguel Enríquez Espinosa, Viriato, librara su postrer combate contra las
fuerzas represivas de la dictadura cívico-militar. Vaya esta serie de escritos a
modo de homenaje para él y para tod@s l@s combatientes del MIR que no trepidaron
en entregar lo mejor de sí por la causa de l@s oprimid@s y explotad@s de
esta tierra/
BIOGRAFIA DE MIGUEL
ENRIQUEZ
ESPINOSA
1. INTRODUCCION
Miguel Enríquez[1] y Luis
E. Recabarren constituyen los más altos ejemplos de claridad y decisión
revolucionaria que el proletariado chileno, las luchas de los explotados
chilenos, han entregado en el presente siglo. Su palabra escrita es tan sólo
parte menor de ese ejemplo y enseñanza.
Recabarren
y Enríquez. Enfrentan la derrota y entran en la historia con tranco diferente,
como diferente era la experiencia de lucha internacional del proletariado y la
propia experiencia chilena. Sus nombres, su obra y su ejemplo constituyen el
más alto patrimonio del proletariado y el pueblo chileno; conocerlos y
divulgarlos son un compromiso y una necesidad para los revolucionarios de Chile
y de América Latina.
Esa
dimensión a su figura, y aun teniendo en cuenta que las comparaciones no son
aconsejables, la consideramos correcta y necesaria de resaltar. Hoy,
Recabarren, Enríquez junto a Salvador Allende, son figuras señeras para la
juventud y el movimiento popular chileno.
El
trabajo siguiente, en pocas páginas, intenta resumir parcialmente partes del
camino de vida de Miguel, precisar hitos, rasgos personales y familiares; y,
puntuales planteamientos políticos para respaldar un hecho determinado; en la
idea de introducir al lector en el contexto que realizó su actuar.
Su vida,
en sus últimos diez años de existencia se funde en la historia del MIR. Al
entregar aspectos de su pensamiento y acción, estamos involucrando también el
aporte de numerosos dirigentes y cuadros de la organización política que él
contribuyó a forjar y condujo desde fines de 1967 hasta su muerte, a comienzos
de octubre de 1974.
2. SU FAMILIA E INFANCIA
Su
padre, Edgardo Enríquez Frödden (1912-1997), descendiente de familias de clase
media acomodada con fuerte arraigo a la zona de Concepción, médico especialista
en anatomía, director de hospital, profesor universitario, destacado miembro de
la Masonería, Rector de la Universidad de Concepción (1969-1972), Ministro de
Educación en 1973, durante el gobierno del presidente Allende. Su madre Raquel
Espinosa Towsend (1915), oriunda de Temuco, egresada de la Escuela de Leyes de
la Universidad de Concepción, mujer cariñosa y de gran sensibilidad humana.
Entre
los hermanos de don Edgardo hay connotadas figuras públicas. Inés Enríquez
Frödden, dirigente del Partido Radical, a fines de la década del 40 es nombrada
Intendente de la provincia de Concepción, en 1951 su partido la elige diputado
por dicha circunscripción, será la primera mujer en esos cargos en la historia
de Chile. Humberto Enríquez Frödden, destacado profesor de Derecho, Diputado
por Concepción, Senador de la República por la circunscripción de Ñuble,
Concepción y Arauco, ex ministro de Educación. Hugo Enríquez Frödden, Médico,
ex director del Hospital "Joaquín Aguirre" en Santiago y funcionario
de la Organización Mundial de Salud.
Del
matrimonio Enríquez Espinosa y en un periodo de pleno auge del Frente Popular
nacieron 4 hijos: Marco Antonio (noviembre 1939), Edgardo (diciembre 1941),
Inés (1942), y Miguel. La familia vivió en un comienzo en la calle Caupolicán
112 de Concepción. En mayo de 1943 se mudan a la casa número 120 en la zona
militar del Apostadero Naval de Talcahuano. Desde 1938, su padre trabajaba en
el Hospital Naval del puerto, años más tarde llegó a ser su director y alcanzó
el grado de capitán de Navío en Sanidad. Dejó voluntariamente la Armada en 1969
para desempeñar libremente el cargo de Rector de la Universidad de Concepción
al ser elegido por el Claustro Pleno universitario en diciembre de 1968.
Don
Edgardo era muy positivo. En: "…la
antigua Armada chilena. Sus miembros éramos como una familia. Todos nos
conocíamos y respetábamos. Grande fue mi dolor cuando, después de septiembre de
1973 pude comprobar un cambio tan radical y desfavorable en ella. La habían
corrompido los cursos de perfeccionamiento para oficiales y suboficiales que
hicieron en Estados Unidos sobre Guerra Interna y Seguridad nacional. La mayor
parte de los que de esos cursos egresaron, volvieron transformados en
verdaderos nazis a Chile. Jamás me hubiera figurado, imaginado a un oficial de
marina chileno haciendo de carcelero y torturador. Y por desgracia pude verlos
y hasta sufrí de ellos crueles torturas psicológicas y aún físicas, como darnos
agua mezclada con materias fecales en el campo de concentración de Isla Dawson,
dirigido y administrado por la Armada."[2]
Un 27 de
marzo de 1944 sucede el nacimiento de Miguel Humberto, en el Hospital Naval de
Talcahuano. En momentos del embarazo su madre tuvo algunas complicaciones, al
ser afectada por la tos convulsiva: "…los
accesos de tos le produjeron contracciones uterinas que amenazaron producir un
aborto natural. …Logramos detener el niño, para felicidad nuestra…".[3]
Al nacer, su hermano Marco Antonio tenía 5 años y Edgardo 3. Desde pequeño, al
igual que sus hermanos y hermana, "fue
atendido por "Celfia, la incomparable Nana de todos mis hijos, que los
cuidó con el cariño y la dedicación que siempre puso en la atención de
"sus niños"…" (…) la cual era otro miembro de la familia, muy
querida y respetada por todos nosotros."[4]
Cuando
Miguel cumple dos años -abril 1946-, la familia se traslada a Concepción a una
población construida por la Caja de Empleados Públicos y Periodistas ubicada en
la calle Roosevelt 1674, al lado del Barrio Universitario de la Universidad de
Concepción; ciudad donde transcurrirá su infancia, parte de su juventud y su
época de estudiante. Asiste a un kinder del barrio. Muy activo, despierto y
juguetón, regalón de su madre, guiado y protegido por sus hermanos mayores;
aunque Edgardo, muchas veces servía de moderador en "los conflictos"
entre él con Marco A. e Inés. En marzo de 1949, comienza la escuela primaria en
el Colegio Inglés de Concepción del barrio Pedro de Valdivia. Muy inquieto y
preguntón al máximo, asiduo a tener que visitar al director por sus travesuras,
la finalizó en 1954 como alumno destacado. Ingresa posteriormente (marzo 1955)
al Liceo 1 "Enrique Molina" de Concepción, donde cursa todos sus
estudios secundarios.
Su
formación en el seno de la pequeña burguesía intelectual y ligazón familiar a
políticos tradicionales, le ofrece la oportunidad de adquirir una sólida
cultura e ir conociendo desde pequeño y por dentro la política de sectores de
la clase dominante de la época. Con padres y hermanos tuvo una estrecha
relación. Desde pequeño compartió del ambiente social de su familia. Don
Edgardo lo explica así, "Siempre
quisimos que nuestros hijos convivieran con los adultos, conocieran a los
profesores universitarios, pensadores, artistas, conferencistas, profesionales,
masones, hasta sacerdotes, etc., que llegaban o que yo llevaba a nuestra casa.
Desde que pudieron comer solos, se sentaron a la mesa y participaban de las conversaciones
y hacían preguntas (…) mis hijos no importunaban cuando teníamos visitas.
Escuchábamos y escuchaban, y a veces, hacíamos o hacían preguntas o dábamos o
daban sus opiniones."[5]
Contó con la comprensión y apoyo de sus padres y hermanos mayores, "Mis hijos tienen conmigo mucha confianza;
nuestro trato es de amigos y de hombres, saben que siempre trataré de apoyarlos
frente a los problemas que puedan presentárseles y de aconsejarlos, pero jamás
nos ocultamos algo".[6]
En muchas situaciones le ocasionó dificultades y disgustos el pensamiento y el
que hacer revolucionario de sus hijos.
3. ESTUDIANTE DESTACADO Y ADOLESCENTE
INQUIETO
Desde
que Miguel inicia sus estudios secundarios, se manifiestan o afianzan en él,
características que le acompañarán durante su breve vida. Contrario y tenaz en
el enfrentamiento a las injusticias, interesado en los problemas sociales,
inteligente y estudioso, rápido en sus razonamientos y hablar, facilidad para
expresar sus ideas, disposición a enfrentar dificultades y buscarle solución,
abierto a diversas manifestaciones culturales, estudiante destacado, franco,
directo, hábil, alegre, lector multifacético y constante, gran simpatía,
solidario y buen amigo, autodidacta, responsable, jugaba ajedrez, practica
gimnasia, disfrutaba de la música clásica, gusta del excursionismo, etc. Sus
inquietudes sociales y políticas se manifiestan ya a los 11 años.
Muy
querido por los buenos educadores, detestado por los mediocres. Muchas fueron
las oportunidades en que supo enfrentar con vehemencia y claros argumentos el
actuar injusto de algunos profesores contra sus compañeros o él mismo; actitud
que le acarreó dificultades, como en segundo año cuando un inspector superado
en una discusión le pegó y él le respondió cuanto pudo con su fuerza física, o
un injusto intento de expulsión en cuarto que la anuló con sus argumentos.
En el
transcurso de sus estudios de enseñanza media, además de sus hermanos Marco
Antonio y Edgardo conoce compañeros de su propio curso, y de otros que más
adelante le acompañaran en su camino político. Entre ellos Bautista van
Schouwen, de su misma aula, amigo íntimo, con quién en muchos aspectos hicieron
vidas paralelas en el estudio, trabajo y quehacer político y se consideraban
como hermanos; Luciano Cruz, fundador y destacado dirigente del MIR; Sergio
Pérez; Jara, Faúndez, Arriagada, M. Hernández; M. Ferrada; J. Gutiérrez, y,
muchos otros que participaron en el MIR desde sus primeros años. En el tercer
curso y cuando solo contaba con 13 años de edad tiene su bautismo inicial en la
lucha callejera con ocasión de las movilizaciones populares del 2 de abril de
1957, estudiantes junto a obreros y pobladores salen a la calle en protestas
contra la cesantía, la política de alzas del segundo gobierno de Carlos Ibáñez
y sus medidas represivas.
Durante
la campaña presidencial de 1958, se interesa y participa con sus hermanos en
algunas actividades políticos de la alternativa popular, asiste a masivas y
combativas concentraciones, y comparte la frustración que produjo la estrecha
derrota de Salvador Allende candidato del Frente de Acción Popular, FRAP, y el
triunfo de Jorge Alessandri candidato de los patrones; le surgen allí las
primeras interrogantes e intentos de respuestas iniciales para el
cuestionamiento futuro a la política de los partidos de izquierda tradicional.
El 1 de
enero de 1959 se produce el triunfo de la Revolución Cubana dirigida por el
Movimiento 26 de julio encabezado por Fidel. Esta victoria remece y despierta a
los explotados de Latinoamérica, crea una nueva situación que potencia el
actuar revolucionario en sectores populares y en la juventud audaz e inquieta,
que buscaba descubrir y trazar nuevos caminos para que junto a las masas
oprimidas luchar por una revolución verdadera. Para Miguel y toda su generación
fue un acontecimiento histórico referente e impactante, de ella siempre en su
vida fue un leal amigo y nunca incondicional. El hecho y proceso que
desencadenó contribuyó a un nuevo desarrollo de la discusión ideológica y
teórica, así como una confrontación político práctica constante al interior de
la izquierda latinoamericana, entre los sectores tradicional y el
revolucionario, en este último Enríquez participó activamente.
El
amplio criterio intelectual de sus padres, la influencia de sus hermanos
mayores, son factores que contribuyen en su conocimiento y estudio del marxismo
desde muy temprana edad. En especial le apoya su hermano Marco Antonio quién
simpatizó y trabajó desde muy joven como miembro en una organización
revolucionaria de orientación trotskista en Concepción (Grupo Marxista Revolucionario,
GMR), también su hermano mayor dirigió un grupo de estudio y discusión cerrado
sobre las ideas de Marx en el que participan Miguel, Bauchi, Edgardo, Ferrada,
y más tarde y puntualmente Luciano y otros; la discusión y análisis consideró
también escritos de Trotsky; R. Luxemburgo; Clausewitz. Después vino Lenin,
Marco lo recuerda así: "…, un día y
sin saber dónde las consiguió, Miguel muy contento, apareció con unas cajas en
donde traía las obras completas del "pelao" Lenin; en forma
sistemática las estudió solo y le interesó más por lo pragmático y autoritario
del discurso…".[7]
También estudiaron a otros pensadores sociales y, documentos del movimiento
revolucionario latinoamericano de la época. Se reunían a discutir largas horas
en la noche o los fines de semana en un pequeño apartamento construido en la
parte trasera del patio de su casa, lugar al que se había trasladado a vivir
Miguel a mitad de la secundaria.
Además,
consideremos la decisiva y objetiva significación, que a esa fecha tenía y continuaba
desarrollando la región de Concepción como centro urbano, minero, industrial,
agrícola, pesquero, etc., con su consiguiente concentración obrera y
asalariados; además centro cultural y universitario del sur de Chile. Le
influyó la gran actividad del movimiento obrero y popular de la zona, éste
referente práctico de la lucha de clases incentivó en él y sus compañeros el
estudio del marxismo y el leninismo como método de análisis y de transformación
de la sociedad; a lo que se agrega su quehacer practico político-solidario.
Recordemos
que, en el periodo se manifiestan importantes y combativos paros político
gremiales, de índole regional o nacional, como los del carbón, profesores y los
empleados de la salud. La larga huelga de los obreros del carbón en 1960, fue
la demostración práctica de la fuerza del movimiento obrero organizado y de sus
posibilidades, su combativa marcha sobre Concepción mostró la capacidad de
sacrificio y la decisión de lucha de los mineros y sus familias. Participa
también con sus compañeros, junto a obreros y empleados en las movilizaciones
de apoyo al paro nacional de la CUT convocado el 7 de noviembre de 1960. En lo
personal, culmina el año dando término a sus estudios de Educación Media con
excelentes calificaciones y rinde enseguida la prueba que le habilitará para
ingresar a la Universidad, el Bachillerato.
4. PRIMERAS EXPERIENCIAS POLITICAS
MILITANTES
En marzo
de 1961 Miguel es seleccionado e ingresa a estudiar Medicina en la Universidad
de Concepción, allí estrecha sus lazos de amistad y coincidencia político
ideológica temporal o permanente con compañeros de la carrera y otras
facultades, Bauchi, Tranquilo Romero, Beatriz (Tati) Allende, J. Gutiérrez,
Luciano, Edgardo Condeza, Juan Saavedra, Ariel Ulloa, y muchos otros. El año
anterior había ingresado a la Federación Juvenil Socialista de la cual ya su
hermano Edgardo era miembro.
El 17 de
abril de 1961 y días siguientes es uno de los organizadores y conductores de
las movilizaciones solidarias de los estudiantes y sectores del pueblo de
Concepción contra la invasión mercenaria y de Estados Unidos a Cuba en Playa
Girón. A fines de 1961 participa junto a otros dirigiendo los estudiantes en
apoyo a la larga huelga del magisterio.
Destaquemos
que en el transcurso de toda esa década a conflictos nacionales y numerosos
locales de obreros, campesinos, pobladores y empleados, entregaron los jóvenes
de Concepción, entre ellos Miguel, su activa solidaridad y participación. Antes
de finalizar el año escolar enfrenta en asamblea de alumnos de primer año al
rector de la Universidad, David Stitchkin, rechazando la forma en que trata a
sus alumnos. En los años siguientes, además de sus estudios de medicina, la
militancia política, el estudio teórico, asiste a clases o estudia por su cuenta
materias que le interesan: economía, sociología, filosofía, historia. Gran
impulsor del trabajo estudiantil voluntario en poblaciones de Concepción donde
además de la agitación política se organizan cursos de alfabetización y se
atiende a pobladores en policlínicos de salud.
Sin
embargo, a poco andar diversos factores como: la profundización de la
revolución cubana, las consecuencias de la disputa chino/soviética con su
proceso de crisis y división del movimiento comunista internacional, el
desarrollo y experiencias de la lucha guerrillera en América Latina, sus
avances en el conocimiento del marxismo-leninismo, su participación creciente
en la práctica de la lucha de clases, le fueron mostrando muy pronto el
auténtico carácter del Partido Socialista donde militaba. Se le hizo evidente
la total disociación entre su actuar reformista cotidiano con un discurso
revolucionario solo de palabra.
Un hecho
decisivo lo constituyó el que, a finales de 1962, inicialmente el Partido
Comunista chileno y luego todo el FRAP, incluyendo el Partido Socialista,
realizaron esfuerzos para impedir la actividad y radicalización del movimiento
de masas, tras la expectativa de llegar a acuerdos con la "burguesía
progresista", es decir la Democracia Cristiana. Frenando las actividades
de oposición al gobierno de Jorge Alessandri y especialmente en la perspectiva
de las próximas elecciones presidenciales de 1964.
Esa
política, fue uno de los factores que facilitó el camino a la DC para
transformarse en un partido burgués con amplia base popular y que eligió a
Eduardo Frei Montalva presidente, dos años después.
Además,
originó la confusión en amplios sectores del movimiento popular; y, agudizó los
procesos de crisis en la izquierda tradicional, en especial al interior de la orgánica
militante socialista de composición muy heterogénea. No era novedad, en el PS
había muchos "personajes y caudillos críticos" y cuyo criticismo no
se extendía más allá de los eventos partidarios y el consiguiente
enfrentamiento interno para elegir sus direcciones. Muchas veces esos
"críticos" se silenciaban al obtener cargos directivos internos o una
postulación a un cupo parlamentario. De ahí que no fuera extraño que en el PS
se manifestara con más fuerza la discusión política y crisis interna.
En medio
de una gran dispersión, surgen en Chile a comienzos de 1960 grupos y
organizaciones que se definían como revolucionarias y, cuyo denominador común
era estar en contra de la lucha legal y parlamentaria impulsada por los
partidos tradicionales de la izquierda y agitar la necesidad de la lucha
armada. En esos momentos de fermentación creciente de las ideas revolucionarias
en la izquierda chilena, Miguel -junto a otros-, comprendió el sentido del
desarrollo histórico y la necesidad de romper con los representantes y la
política del centrismo, trazar delimitaciones claras entre los revolucionarios
y los no revolucionarios, la nula importancia de dar la lucha, solo para
cambiar dirigentes de partido; sino, aprestarse a dar un paso más firme y de
trascendencia e ir más lejos que la gran mayoría de los sectores más avanzados
de la izquierda chilena en ese momento; y, esto era plantearse construir un
partido revolucionario de nuevo tipo, para que el proletariado chileno
levantara una auténtica alternativa política clasista.
Miguel
Enríquez, avanzó ese paso. Dio inicialmente la lucha al interior del Partido
Socialista desde el núcleo Espartaco,[8]
que pertenecía al regional Concepción de la juventud y, de la revista "Revolución" que editaban; no tras
el objetivo de ganarse a ese partido para la revolución, sino hacer evidente en
la práctica, a los sectores más consecuentes del PS la urgencia de plantearse
la tarea de agrupar a los revolucionarios en una organización diferente y que
realmente lo fuera.
Preparó
su rompimiento definitivo con el PS, junto a militantes de Concepción, Santiago
y otras provincias. Lo harían público en el curso del XX Congreso del PS en
febrero de 1964 que se realizó en Concepción. Según algunos informantes, iban a
participar en el desprendimiento algunas "figuras" de dirección
central, los cuales se arrepintieron al filtrarse la información,
"bajándose" antes de dar el paso. Raúl Ampuero secretario general
entonces, informado de la situación que se planificaba procede antes del evento
(fines enero) a expulsar a Miguel y a algunos de sus compañeros. Posiciones muy
genéricas de sus planteamientos quedaron plasmados en la revista que editaban y
en el documento de ruptura que distribuyeron con el título de "Insurrección Socialista" y firmado
por Miguel, Bautista van Schouwen, Jara, J. Gutiérrez, M. Ferrada, Dantón
Chelén, Edgardo Enríquez, y otros, haciendo un total de 20 los jóvenes
socialistas renunciados /expulsados y procedentes de Concepción y Santiago.
En julio
de 1962 se había formado Vanguardia Revolucionaria Marxista (VRM) por
confluencia de la Vanguardia Nacional Marxista (VNM)[9],
la Vanguardia Nacional del Pueblo (VNP) y el Partido Revolucionario Trotskista
(PRT). Desde 1963 habían comenzado a trabajar con VRM, sectores de la
Federación Juvenil Socialista de Concepción y Santiago "que se mantuvieron organizados como fracción
al interior de éste…. y sectores en proceso de ruptura con el Partido Comunista
se incorporan después (Zorrilla, Luciano, Grez, J. Fuentes, etc.)".[10]
Los
primeros días de mayo de 1964 se realiza el Primer Congreso de VRM, Miguel,
tienen una activa actuación, participa en debates y hace planteamientos sobre
programa, estrategia y perspectiva revolucionaria, táctica de combate y los
objetivos políticos inmediatos. La actitud sectaria y de "terrorismo
ideológico" del sector stalinista prochino mayoritario, encabezado por
Benjamín Cares originó su división inmediata.[11]
Surgen dos Vanguardias, la mayoritaria y prochina o "sectaria" como
le llamaron sus oponentes y, que levantó un proyecto democrático popular y más
adelante se entroncó en el Partido Comunista Revolucionario; y la VRM-Rebelde
(nucleada en torno al periódico) o "militante", que participó
posteriormente en la formación del MIR y sustentaba un programa
fundamentalmente socialista.
Paralelamente
a participar en reuniones e intentos frustrados de unificación revolucionaria,
Miguel continúa desarrollando trabajo político en su frente natural y en
sectores populares. A fines de 1964, Concepción es sede del Congreso
Latinoamericano de Estudiantes de Medicina al que asisten jóvenes que militan
en diversos movimientos revolucionarios de América latina; allí están Miguel,
Luciano, Bauchi, "Bombita" y otros miembros de VRM, siendo partícipes
de las intensas discusiones sobre el carácter del proceso revolucionario
latinoamericano, la continentalidad de la lucha y las formas que debe asumir.
Se conocen experiencias y establece contactos, en especial con miembros de las
organizaciones MIR de Venezuela y Perú.
5. PARTICIPA EN LA CONSTITUCION DEL MIR
Aunque
la historia del MIR de Chile tiene una fecha de inicio cronológico, el 15 de
agosto de 1965, en que se oficializa ante el movimiento popular y la opinión
pública chilena el momento de su constitución, es importante subrayar que el
origen de éste no obedece o es producto de un momento, situación específica
determinada o actuar de hombres aislados. A la formación de ésta organización
revolucionaria de nuevo tipo le antecede un proceso previo de desarrollo y
decantamiento ideológico, práctica política y reagrupamientos que confluyen en
un momento histórico concreto a la constitución del MIR.[12]
Miguel,
desde Vanguardia, fue un activo convocante de sectores y militantes
revolucionarios para participar en el Congreso de Unidad Revolucionaria que se
realizaría en Agosto de 1965 y cuya Comisión Organizadora dirigida por el
destacado dirigente sindical Clotario Blest, y representantes de VRM-R y
Partido Socialista Popular llamaban el mes anterior a constituir el "partido unido de las fuerzas revolucionarias."[13]
El
Congreso Constituyente se realiza en Santiago, el 14 y 15 de agosto de 1965, en
un local de la Federación del Cuero y Calzado -con influencia de compañeros
anarquistas del grupo "Libertario", encabezado por Ernesto Miranda-,
y ubicado en San Francisco nro. 264. Asisten cerca de 90 delegados de diversos
lugares del país (los de la zona norte no pudieron llegar por problemas de
locomoción), la gran mayoría procede de Santiago y Concepción, éstos últimos
viajaron durante toda la noche anterior en una destartalada "micro"
de un recorrido local penquista, las peripecias en el camino les hicieron
llegar tarde.
Los
participantes habían sido elegidos por Vanguardia Revolucionaria Marxista- Rebelde,
el Partido Socialista Popular integrado fundamentalmente por sectores
trotskistas, cuadros del movimiento sindical clasista con Clotario Blest a la
cabeza y un sector del Partido Socialista Revolucionario PSR).[14]
Representaban la conjunción de diversos grupos y militantes revolucionarios,
parte importante de ellos, escindidos en momentos diferentes de los partidos de
la izquierda tradicional; de raíz y culturas políticas socialista, trotskista,
comunista, anarquista, sindicalista, y otras.
El MIR
se proponía construir una organización que diera continuidad a las luchas
clasistas históricas del movimiento popular chileno, romper con las
concepciones tradicionales de la izquierda y responder a la nueva realidad y
expresiones sociales que emergían en la sociedad chilena.
En el
evento se aprueban la Declaración de Principios; el Programa; cuestiones
organizativas, y una Tesis Político-Militar, presentada por Miguel y Marco
Antonio Enríquez, un paso significativo en las definiciones teóricas de
entonces al precisar el problema de la lucha armada en relación con el partido
revolucionario proletario y la lucha de masas, distanciándose de las posiciones
foquistas que predominaban en grupos revolucionarios latinoamericanos de
entonces.
Se
eligió un Comité Central de 21 integrantes, que ya estaba
"distribuido" desde antes del congreso, las dos organizaciones
convocantes principales tendrían 10 miembros cada una, más la inclusión de
Clotario Blest. Posteriormente el comité central eligió como Secretario General
al compañero Enrique Sepúlveda.[15]
Miguel,
en esa primera dirección nacional mirista es elegido miembro del comité
central. Cursaba entonces el quinto año de Medicina en la Universidad de
Concepción. En ese tiempo, seguía impulsando múltiples actividades en frentes
de masas de la zona para hacer avanzar el trabajo político revolucionario,
realizaba agitación política en poblaciones marginales, entre ellas La
Costanera, a orillas del Bío Bío; en centros de Talcahuano; entre los
estudiantes universitarios conduciéndolos en su lucha por suprimir el curso
propedéutico, discutiendo de tú a tú y después expulsando a Robert Kennedy del
barrio universitario, repudiando a la "Operación UNITAS" por lo que
es detenido.
Eran
tiempos en que la DC ya llevaba cerca de un año en el gobierno, en que sin
contrapeso alguno, afianzaba en su demagogia política populista de la
revolución en libertad, la promoción popular y el comunitarismo éxitos
políticos importantes. El movimiento de masas mantenía un estado de retroceso.
Miguel, junto a Bautista van Schouwen, atentos a ésta situación y por
exigencias de conducción política, escriben un trabajo que analiza y desnuda la
política de la DC, se publica a fines de 1965 en la revista Revolución, órgano de la Brigada
Universitaria del MIR en Concepción.
A
comienzos de 1966 Miguel, integrando una delegación de la Federación de
Estudiantes de Concepción viaja invitado a China, allí se contactó con
organizaciones laborales, políticas, culturales y de la salud del pueblo chino.
En el viaje de regreso, vivió su familia y compañeros momentos de mucha tensión
al saberse que el vuelo en que viajaban desde Hong Kong a Tokio tuvo un
accidente y habían muerto casi todos sus pasajeros, afortunadamente cambios en
el programa y un problema de visa -por tener que pasar por EE.UU.-, les había
dejado en tierra. Viajó también a Perú donde trata con dirigentes
revolucionarias de ese país hermano; hubo oposición de miembros de su familia
al viaje por los riesgos que implicaba la situación peruana de entonces; como
era de esperar primó el compromiso político ineludible.
Desarrolla
un intenso quehacer político interno y externo. Asiduo participante en foros,
mesas redondas, asambleas. Mucho le ayudaba su facilidad de palabra, y
condiciones de orador, su simpatía personal le permitía rápidamente establecer
buen contacto con el auditorio. De hablar rápido atropellado, preciso y
apasionado. Adversario temible para cualquiera que le enfrentara en
discusiones. Se paseaba por distintas materias y apabullaba con argumentos y
citas, no importa quien fuera su contrincante: compañeros, profesores,
economistas, parlamentarios, sacerdotes, etc. Preparaba en forma fundamentada
sus planteamientos acompañados de propuestas novedosas. Recordamos que desde
entonces, en los momentos de preocupación o concentración tenía la costumbre de
tomarse un mechón de pelo detrás de la oreja derecha con sus dedos pulgar,
índice y medio de la mano derecha.
Ese año
participa en el quehacer nacional del MIR, con énfasis en el desarrollo del
trabajo partidario en la zona de Concepción y provincias cercanas, donde se
aprecian avances importantes y alcanza un mayor nivel orgánico y cierta
homogeneidad política la naciente organización. Está en primera fila del
quehacer. Se crece en poblaciones. Apoya a los campesinos de Arauco en su lucha
por la tierra. Hacia los centros obreros el trabajo es lento, se siembran los
primeros activistas y con el tiempo se obtienen resultados. En la zona del
carbón, por el control hegemónico del reformismo fue difícil para el MIR
desarrollar un trabajo de captación de mineros, grande fue la alegría de
Miguel, Luciano, Bauchi y Manuel "Peraloca" cuando se reclutó los
primeros: "Peneco", Amir, "El Chalao", "Duro
Pablo", "Huenche", que se transformaron en puntas de lanza para
agitar nuestra política y reclutar posteriormente a muchos otros en Schwager,
Coronel, Lota, etc. y ganar influencia sindical y política. En oportunidades,
con ellos como guías e instructores se hicieron cortas prácticas en sectores al
interior de la cordillera de Nahuelbuta.
El MIR
ya es primera fuerza de la izquierda en el ámbito estudiantil universitario
zonal, que afianza su tradición combativa conducido por él. Miguel se destaca
dirigiendo las radicalizadas luchas estudiantiles que demandan el cese de la
injerencia norteamericana en la universidad, la expulsión del Cuerpo de Paz y
levantan ya sus primeras propuestas de reforma universitaria. En noviembre de
1965 se realiza la elección a la FEC (Federación de Estudiantes de Concepción).
El MUI (entonces expresión unitaria de miristas, socialistas, comunistas y
bases de izquierda independiente en la Universidad) tiene posibilidades de
ganar la FEC a la DC; el MIR, fuerza mayoritaria en la alianza plantea su mejor
derecho a levantar como candidato a presidente a su líder, Miguel. No lo
aceptan las posiciones divisionistas y sectarias del PC y PS que rompen el
frente y crean condiciones para que la DC triunfe con 1184 votos. La izquierda
obtiene 1170 (MIR, MUI e independientes 810, PC 198 y PS 162).[16]
Antes de
terminar el año, participa en el Segundo Congreso general del MIR, que se
realiza en Santiago, en un galpón en Conchalí. Este analiza el momento político
nacional y fija el plan político. Después de intensa discusión se aprueban los
primeros estatutos en los que se precisa que al interior del MIR no se puede
constituir fracciones, el congreso nacional se realizará cada dos años y, se
nomina por elección la nueva dirección nacional encabezada nuevamente por el
Dr. Enrique Sepúlveda. Miguel es reelegido miembro de su comité central.
En 1966
continua la actividad y radicalización del movimiento universitario. En
Concepción, el MIR y el frente político que dirige, el Movimiento Universitario
de Izquierda (MUI), sigue ganando fuerza y afianza su papel de conductor de las
posiciones más avanzadas. A fines de ese año su candidato a presidente a la
FEC, Luciano Cruz Aguayo, aunque logra una importante votación no logra
desplazar a los democristianos de la dirección estudiantil.
En 1967
se extiende y profundiza el movimiento estudiantil universitario en todo el
país. En la capital penquista, después de un movimiento de lucha sostenido de
los estudiantes de la Universidad de Concepción, es expulsado el Cuerpo de Paz
norteamericano, hay un cuestionamiento el poder masónico universitario, se
rechaza la discriminación y persecución ideológica, también se plantea la
democratización y el cogobierno estudiantil en los organismos de la
Universidad. Se conducen huelgas reivindicativas y políticas, además de estar
presente en todas y cada una de las luchas populares de la zona, entregando no
solo la solidaridad sino fundiéndose con los obreros en sus acciones. Lo
anterior crea condiciones para que el MIR a través de uno de sus principales
líderes, Luciano Cruz, gane el control de la FEC en noviembre de ese año y
contribuye a que el mirismo logre una importante proyección nacional.
El MIR y
el MUI triunfaron con el llamado "De
las luchas estudiantiles a las filas de la revolución" y
planteamientos que situaba al movimiento estudiantil como parte de una
estrategia revolucionaria. Se consideraba a la universidad "…parte de un todo superestructural…, al servicio de la clase
dominante, la burguesía nacional y el capital foráneo, como un pilar más del
régimen de explotación capitalista". Y la lucha estudiantil se
"orienta fundamentalmente a cambiar los intereses a que la universidad
sirve. …Los estudiantes revolucionarios, a la vez que su lucha fundamental la dan
por transformar revolucionariamente la sociedad entera, integrándose al
movimiento obrero y campesino, tras una Revolución Socialista, por medio de la
insurrección armada, luchan a largo plazo en el interior de la Universidad por
la Revolución Universitaria y a corto plazo por todo una serie de
reivindicaciones estudiantiles, acentuando el Cogobierno como meta transitoria."[17]
Es
importante considerar que, durante el año 1967 comenzó a expresarse un nuevo
ascenso de la actividad del movimiento de masas en Chile, inicialmente las
manifestaciones son mayores en sectores sociales hasta ese momento excluidos,
los más pobres en la ciudad y el campo: los sin casa, campesinos, mapuches,
mujeres y jóvenes. El gobierno democristiano de Frei Montalva se sacaba su
careta populista y desarrolla una política antipopular acompañada del actuar
represivo (contra los mineros del cobre en la mina de El Salvador, 23 de
noviembre de 1967 en Santiago, etc.).
Se
planteaba entonces, con fuerza en la izquierda y el MIR la discusión de las formas
de lucha y organización a impulsar al interior de las masas. Eran tiempos de la
lucha del Che Guevara en Bolivia, la izquierda latinoamericana impulsa la OLAS
(Organización Latinoamericana de Solidaridad), que en agosto 1967, reunida en
Cuba, proclama como un deber y un derecho de los pueblos de América latina,
hacer la revolución, enfrentar al imperialismo y a las oligarquías burguesas y
terratenientes en el camino al socialismo; la lucha revolucionaria armada
constituía la línea fundamental y, las demás formas de lucha debían contribuir
a desarrollar y no retrasar el desarrollo de esa orientación central. Por
presiones y maniobras diversas de organizaciones políticas de la izquierda
chilena el MIR no asistió, pero solidarizó activamente con ella. Se hacen
evidentes los reveses de la lucha guerrillera en las montañas de Bolivia, el
apresamiento y posteriormente asesinato por la CIA del Che, afecta
profundamente al mirismo y al propio Miguel.
En éstos
dos años, si bien el MIR constituyó un paso importante para avanzar hacia un
polo de reagrupación de sectores revolucionarios y más radicalizados de la
izquierda chilena, su desarrollo presento dificultades dadas sus limitaciones
en la cohesión ideológica, no claridad en el plano de la estrategia y la táctica,
insuficientes definiciones sobre carácter del partido y acentuación de rasgos
propagandistas que no le vinculaban más estrechamente con las masas. Factores
todos que impidieron transformarlo en alternativa revolucionaria real al
reformismo y centrismo en el movimiento popular chileno.
Influyó
también, la situación de reflujo y confusión política al interior de las masas
trabajadoras chilenas con posterioridad a 1964 (derrota de Allende), hecho que
se tradujo en una importante disminución de las luchas reivindicativas y
políticas. Además, téngase en cuenta la amplia influencia, combate político y
hasta la agresión física de sectores reformistas de la izquierda para impedir
nuestro quehacer en los frentes de masas, acusándonos entre otras cosas de "agentes
del enemigo". Lo anterior, no desconoce los esfuerzos y avances puntuales
que el MIR logra en sus primeros años de existencia en algunos frentes: en
sectores de obreros municipales, del proletariado industrial, minero,
pobladores, campesinos, empleados públicos y en sectores estudiantiles de
Concepción y Santiago.
Internamente
había fuertes contradicciones, las diferencias impedían arribar a definiciones
ideológicas, políticas y organizativas; neutralizando el accionar partidario
externo que era imprescindible para ganar fuerza en el movimiento de masas y
poder incidir en la política nacional del momento.
De esos
primeros años, Miguel hizo un desgarrador diagnóstico: "El movimiento se desarrolló entre 1965 y
diciembre de 1967 marcado por las siguientes características: Era una
"bolsa de gatos" de grupos, fracciones, disputas, etc. No había
niveles orgánicos mínimos. Predominaba el más puro "ideologismo". No
había estrategia y menos aún táctica. Aislados de las masas. No se intentaron
seriamente realizar acciones armadas, si bien se hablaba de ellas y el movimiento
se definía por la lucha armada."[18]
Eran "años en que recién buscábamos
un programa correcto para la revolución chilena y a lo más hacíamos propaganda
revolucionaria en restringidos sectores y zonas del país, neutralizados
internamente por una lucha de tendencias que abarcaba más de una decena de
grupos internos".[19]
6. MIGUEL ASUME LA JEFATURA DEL MIR
Los
miristas, según su capacidad y fuerza, participan en diversos lugares del país
del quehacer de los movimientos sociales. En la zona de Concepción los avances
son más amplios y significativos. Miguel había continuado sus estudios de
medicina y como alumno muy destacado estaba próximo a finalizarlos. Las nuevas
posiciones políticas logradas permiten que en noviembre de 1967, invitado por
la dirección de la Revolución, viaje a Cuba. Este hecho significó, en la
práctica, el inicio de relaciones y acuerdos entre el MIR chileno y dirigentes
cubanos y que por diversas razones hasta ese momento no existían formalmente.
El regreso de Miguel vía Praga y París se retrasa y participa solo en el
segundo día del III Congreso del MIR. Esta vez la numerosa representación de
Concepción llegaba en dos "micros".
El
evento mirista se realiza en la Casa Chile, sede del Partido Socialista en San
Miguel, el 7 y 8 de diciembre de 1967. Se analiza el periodo político que vive
Chile y toma resoluciones sobre el plan político, el desarrollo del partido,
definiciones organizativas, se profundizan y modifican las Tesis
político-militares aprobadas en 1965. Eligió la dirección nacional. Miguel lo
plantea así: "En el Congreso
Nacional de diciembre de 1967… el sector ‘no tradicional’ de Concepción y
Santiago asumió la mayoría del Comité Central (10 de 15), la totalidad del
Secretariado Nacional (5) y la Secretaría general…".[20]
El sector que encabezaba Miguel Enríquez, además de elegir a la mayoría del
comité central, éste lo eligió a él Secretario general.[21]
De inmediato, la minoría se constituyó como "oposición interna", y un
pequeño sector, incluyendo algunos miembros de la mayoría de la anterior
dirección, se retira de la organización.
Miguel
había terminado ese año el Internado de Medicina. El 29 de enero de 1968, en
Concepción, en una ceremonia privada y familiar, contrae matrimonio con
Alejandra Pizarro Romero.[22]
A comienzos de marzo, "despedido" por intensos combates callejeros
cerca de su casa, en que los estudiantes se enfrentan al Grupo Móvil en
solidaridad con la huelga del magisterio, viaja a Santiago con
"Bauchi", su entrañable amigo y compañero, en el tren nocturno para
rendir sus exámenes de pregrado y de grado. Ambos aprobaron con nota máxima y
se reciben de médicos.
Como
alumno destacado de la promoción postula directamente y gana una beca en el
Hospital de Neurocirugía en Santiago para formarse como neurólogo, sus
profesores y jefes directos fueron los doctores Alfonso Asenjo y Héctor
Valladares. Su traslado a Santiago en el segundo trimestre de ese año
acompañado inicialmente de su mujer, implica la separación física definitiva de
su familia y temporal con su "hermano" Bautista, que ejercerá en el
Hospital Regional de Concepción y continuara también la especialización de neurología,
al obtener otra beca allí.
Con
Miguel a la cabeza, el Secretariado del MIR (Luciano Cruz, Bautista van
Schouwen, Sergio Zorrilla, Sergio Pérez) y en menor medida el conjunto del CC,
conducen la implementación de las líneas acordadas. El trabajo fundamental lo
realiza dentro de la joven organización: desarrollar concepciones estratégicas
y tácticas, formar a sus cuadros, dirigir el trabajo de inserción en las masas,
etc. En enero del 68 encabezó las conversaciones fraternales que culminaron con
la integración al MIR de dos pequeños grupos revolucionarios GRAMA (Grupo
Avanzada Marxista, de Concepción) y FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias, de
Santiago).
Trabaja
en contacto estrecho con los regionales del partido; es destacable, dos
informes de Miguel publicados posteriormente como documentos internos, sobre
Análisis de Situación Política y Táctica del partido, entregados en forma oral
a Ampliados con los regionales del MIR de Santiago y Concepción.
En el
segundo semestre de ese año se manifiestan avances políticos, crece la
organización en el norte, centro y sur del país. Pero, mantenía muchas de sus
características y debilidades anteriores, que entraban el avance. El
diagnóstico de Miguel lo refleja: "una
organización que estaba constituida por varios "partidos",
"grupos", "fracciones", con políticas divergentes en
pensamiento, y en el último periodo incluso orgánicamente diferenciadas. Tenía
por base todo tipo de "militantes", donde no se realiza ningún tipo
de selección para el ingreso; así había "aficionados" a la
revolución, descomprometidos, intelectualoides, etc. Sin niveles de
organización y especialización aceptables. Que contaba con una concepción
general estratégica relativamente correcta a largo plazo (tesis
Político-Militar, 1967), pero sin una adecuación táctica concreta al país y al
periodo… Se intentó hacer mucho, pero el instrumento básico (la organización)
era malo…".[23]
Eran
tiempos de gran efervescencia juvenil en el mundo. El "campo
socialista" no aceptaba las disidencias. En la segunda semana de agosto
del 1968, junto al Bauchi, redactan la declaración en que el MIR condena la
invasión a Checoslovaquia por fuerzas del Pacto de Varsovia, reafirmando con
ello una línea de independencia y al mismo tiempo rechazando un modelo de
construcción socialista burocrático y deformante. Las reacciones desde la
izquierda tradicional fueron virulentas.
En esos
meses, Miguel en una decisión nada fácil y bien madurada suspende su
especialización y trabajo como médico, volcándose de lleno a la actividad política
partidaria. Eran momentos en que aumentaba la actividad de diversos sectores
del movimiento de masas. En respuesta el gobierno democratacristiano de Frei
Montalva, aumentó sostenidamente el actuar represivo e indolente (asesinatos y
represión brutal: Puerto Montt, desalojos, reanudación de faenas, indiferencia
para resolver los conflictos; intimidaciones policiales, etc.). Los hechos
anteriores estaban evidenciando, las limitaciones y obstáculos de los métodos
tradicionales de lucha de masas. Buscando una salida a ésta situación y en la
perspectiva de "comenzar acciones
que rompieran el círculo vicioso interno y permitieran ampliar nuestra
penetración en los frentes de masas…".[24]
El Secretariado Nacional encabezado por Miguel realizó a fines del 68 una
fuerte discusión, primero en el comité central y en toda la organización para
ganarlo e iniciar las acciones directas
de masas y un limitado accionar armado, inicialmente de tipo urbano.
A las
polémicas de táctica y línea organizativa, en la dirección se agregó la
posición política a adoptar por la izquierda revolucionaria en las elecciones
parlamentarias de marzo y las próximas presidenciales. El último trimestre de
1968 y primero de 1969, toda la organización, en especial su dirección enfrenta
fuertes y polarizadas disputas. No era posible llegar a acuerdos en el comité
central y las decisiones eran casi siempre divididas, "ante la impotencia a que era conducido el
MIR por la lucha tendencial y fraccional, el Secretariado Nacional propuso al
CC en el verano de 1969, adelantar el congreso para agosto de ese mismo año y
se inició su preparación."[25]
En ese
contexto la posición mayoritaria del CC encabezada por Miguel encomendó al
Secretariado redactar un documento público.[26]
Allí se sostenía que "…en base a lo
analizado,… la agudización de la lucha de clases continuará y tomará mayor
ímpetu. Ambos procesos el electoral y la movilización de las masas, se cruzará
durante el periodo próximo. Papel nuestro será impulsar y empujar el segundo
por cauces revolucionarios. Habremos de impulsar y apoyar todo tipo de huelgas
legales e ilegales, luchas callejeras, ocupaciones de locales de trabajo, de
tierras y terrenos, las acciones directas, etc. En cuanto al proceso político
mismo que desencadenaran las elecciones, no podremos marginarnos. Al contrario
con toda fuerza participaremos en él. Pero no es necesario, y al contrario, es
nocivo desarrollar actividad electoral, de la que nos abstendremos absoluta y
categóricamente. Durante todo el periodo, cuestionaremos la vía electoral como
camino. No lo haremos en abstracto, sino a partir de los intereses y relaciones
vivenciales de obreros y campesinos...".[27]
En marzo
del 69, la situación se hizo insostenible. Miguel afirmaba: "El rendimiento de las tareas no pasaba del
50 por ciento. Se habían desarrollado enormes tensiones y conflictos internos
que hacían imposible el trabajo... No se había logrado romper el círculo
vicioso: No acciones armadas por no organización clandestina/no organización
clandestina por "innecesaria", por ausencia de acciones armadas; y,
no vinculación orgánica significativa con el movimiento de masas."[28]
Para
enfrentar esa situación y definir posiciones, el Secretariado planteó una
intensa discusión interna relativa a política partidaria. Tomó algunas medidas:
nuevas exigencias de ingreso y militancia, reestructuración de los sectores
político y especial de la organización, profesionalización de una parte de la
Dirección nacional y algunos cuadros medios, traslado de cuadros para
multiplicar el trabajo del partido en lugares y frentes prioritarios. Se
redactó para el congreso el documento central que recogía la evaluación,
caracterización del momento político, nuevas medidas y orientaciones políticas
de línea, profundizándose las concepciones programáticas, y precisando más la
estrategia político- militar de guerra revolucionaria que superaba
definitivamente las concepciones "insurreccionalistas" de los
primeros años."[29]
Se dio
inicio a las "acciones directas" y la autodefensa de masas, para
aumentar la penetración del MIR en los frentes. Fueron concebidas -por el MIR-,
como un intento de incorporar en el actuar político y reivindicativo del
movimiento de masas formas ilegales y conspirativas de lucha (acciones simples
de amedrentamiento, propaganda armada en apoyo a conflictos, organización de
milicias, etc.), realizadas por sectores de avanzada de un frente, o por bases
del partido en él para apoyar directamente el conflicto y elevar el nivel de la
lucha reivindicativa y política de masas en huelgas, tomas de terrenos y
fundos, ocupaciones de fábricas, etc. El MIR no creó éstas formas de lucha,
sino que las recogió del accionar concreto en algunos conflictos y las impulsó
como una línea de acción general y sistemática y poder romper la legalidad
burguesa.[30]
En medio
de ese complejo proceso político interno y externo, miembros del comité
regional del MIR en Concepción, por iniciativa propia y sin informar a la
Dirección Nacional, decidió "amedrentar" a un reaccionario y
provocador periodista demócrata cristiano en Concepción, editor del diario Noticias de la Tarde y que desde hacía
un tiempo venía realizando una tendenciosa campaña contra el MIR. Un grupo
operativo lo secuestro el 6 de junio y después de unas horas lo dejó sin ropas
en la calle; se originaba el caso Hernán Osses o “el periodista pilucho",
como le llamó la prensa. Esta acción fuera de plan, fue aprovechada como
pretexto por el gobierno freísta para iniciar una campaña de persecución ideológica
y una generalizada y fuerte ofensiva represiva concentrada en el MIR a fin de
encarcelar a este sector de la oposición política, no por el peligro que
representaba en ese momento, sino por lo que podía llegar a ser. Los miembros
de la dirección del MIR a nivel nacional, de Concepción y numerosos cuadros
medios debieron pasar a la clandestinidad y trasladarse a diferentes lugares
del país.
La
minoría interna, acusó que este era un "hecho consumado" del
Secretariado Nacional y en especial de Miguel para impedir el congreso y
"apernarse" en la dirección. En esas circunstancias, la
"oposición interna" formada por los "…grupos más tradicionales dentro del MIR (especialmente algunos
de origen trotskista) realizó un congreso fraccional con participación de
minorías de los CR de Valparaíso, Coquimbo y Santiago; reconocido esto por
ellos, el 75% del CC (el 25 de julio de 1969) decidió marginarlos."[31]
Se marginó del MIR a la "oposición interna" del comité central
(Genaro, Rodolfo, Pato, Vasco, Wiston (suplente), en las semanas posteriores
cerca de un 20 % de miembros en todo el país acompañaran su automarginación.[32]
Los marginados siguieron organizados como una fracción que reivindicó por algún
tiempo el nombre MIR: "Nuestra
fracción, contraria a la de Enríquez, luchó con la sigla MIR-FR y se volcó a
trabajar por la candidatura de Salvador Allende."[33]
Seguidamente,
un pequeño grupo formado especialmente por estudiantes del Instituto Pedagógico
de la Universidad de Chile en Santiago, encabezados por Jorge Silva, Juan
Martínez y Rafael Ruiz Moscateli, ante la magnitud de los problemas y con
planteamientos de carácter "foquistas", que pretendían transformar el
MIR en una organización operativa, se marginan constituyendo después el MR-2
(Movimiento Revolucionario Manuel Rodríguez). El desprendimiento afectó solo la
estructura en Santiago, se marginó cerca del 30 %.
Las
divisiones que afectaron al MIR en 1969, primero en su dirección y
posteriormente en diferentes niveles, fue la culminación de un proceso
sostenido de diferencias políticas imposibles de resolver vía el debate al
interior de la organización y afectaban la convivencia interna y el quehacer
externo. Se asumió como costo necesario en el desarrollo político de la
organización; implicó una pérdida importante de experiencia histórica y
capacidad política acumulada, pero fortaleció su unidad interna.
He
entregado diversos antecedentes sobre la crisis para evidenciar que la división
del MIR no fue un hecho simple, "maniobra sorpresiva" o imprevista
decisión de una "arbitraria mayoría", sobre una "ingenua
minoría", sino diferencias políticas y concepciones organizativas que no
se superaron. Como afirma Miguel, "La
división de 1969, un hito en el desarrollo de nuestro partido, no tuvo como
base … la estrategia del partido para la conquista del poder, sino los
problemas de carácter del periodo que atravesábamos y el carácter del partido
que la revolución chilena necesita."[34]
La
continua escalada represiva, la división reciente con sus consecuencias y las
nuevas exigencias plantearon un arduo quehacer a la dirección, en especial al
Secretariado encabezado por Miguel, quién junto a Luciano y en condiciones
difíciles se reunieron con todos los regionales para explicar y discutir los
problemas surgidos y estrechar la conducción. Se precisó el momento que se
vivía y el quehacer a impulsar en el documento "La crisis por la que atravesamos" de Agosto 1969; el carácter
de la organización, el tipo de miembros y sus requisitos de ingreso.[35]
7. EL PERIODO "OPERATIVO" Y DE
"MASAS"
A partir
de julio 1969 el papel y labor de Miguel y del Secretariado fue extenso y clave
para enfrentar el proceso de crisis, salir de ella y desarrollarse. Dirigieron
la reestructuración del partido buscando construir una organización que
considerando las características de Chile y los objetivos planteados, combinara
el accionar armado con el trabajo en frentes de masas. Progresivamente en todos
los regionales se constituyeron los Grupos Político-Militares -GPM-;
estructuras orgánicas asentadas en un espacio territorial con niveles de bases
políticas, operativas, técnicas e infraestructura, dirigidas por una jefatura
común.[36]
Con esas
definiciones cristalizaba la visión de partido que venía sustentando Miguel y
tenía correspondencia con la línea estratégica y táctica. Expresaba una
concepción político-militar: por un lado la formación de una sólida estructura
desde el punto de vista ideológico, político, orgánico y militar; integrada por
cuadros revolucionarios profesionales ligados a los frentes; preparado y
estructurado tanto para su desarrollo político en el movimiento de masas como
para su desarrollo militar, en el partido y entre los trabajadores y pobres del
campo y la ciudad.
A partir
de septiembre 69 se incrementan de forma más sistemática acciones armadas
orientadas a desarrollar la línea de expropiaciones, tanto las orientadas al
aprovisionamiento logístico (material de comunicaciones, sanitario, armamento,
recursos de AGP, etc.) y las expropiaciones bancarias que comprometieron en
especial a la Dirección Nacional. Por lo general y en especial en sus inicios
no se reconocieron. El hacerlas exigió disponer de infraestructura para su
realización (casas de seguridad, depósitos, talleres, vehículos, locales,
etc.). La primera expropiación bancaria exitosa se realizó en julio 1969 al
Banco Londres, sucursal Santa Elena. Fueron concebidas como acciones de
financiamiento a las actividades de la organización, tuvieron gran impacto por
la difusión de la prensa sensacionalista y de derecha, dándole al MIR un perfil
público de "grupo armado" que la organización no deseaba. Muchas
fueron exitosas, otras fallaron. A pesar de hacerle ver la inconveniencia,
Miguel participó en varias, dando inicio a su formación de combatiente.
Respecto
a ellas, Miguel afirmaba a la prensa que, "…
las organizaciones revolucionarias para organizarse y prepararse en niveles
superiores de lucha… necesitan financiar sus actividades a través de
expropiaciones revolucionarias… Los que hacen este tipo de tareas no pueden ser
confundidos con los ladrones o delincuentes comunes. Los únicos ladrones son
los patrones de fábricas y fundos que roban el producto de su trabajo a obreros
y campesinos;…" Respecto al uso dado a los fondos decía, "Los
revolucionarios (…) cuando expropian dinero a quienes a su vez lo roban a
obreros y campesinos, lo utilizan no para lucro personal, sino para financiar las
tareas que permiten organizar la defensa de los intereses de obreros y
campesinos. Jamás lo han utilizado para el lucro personal, al contrario,
entregados por entero a las tareas que permitan defender a los trabajadores de
las balas de los gobernantes y de la explotación de los patrones, viven de
acuerdo a como un revolucionario debe vivir: con el mínimo."[37]
Como era de esperar las expropiaciones las reprimió el gobierno y las atacaron
otros sectores de la izquierda.
Paralelamente,
se intensificaron las "acciones directas" en los frentes de masas. A
estas en ningún momento se les adjudicó un papel de "iniciadores" de
la lucha de clases, sino como apoyo a la lucha propia que impulsaban los
trabajadores en ese frente en un momento de avance y desarrollo de su lucha en
contra de sus enemigos, los patrones y opresores. Y, además correspondían al
estado de ánimo y exigencias de las masas.[38]
Por el silenciamiento de los medios de comunicación las acciones directas no
ganaron repercusión pública y solo tuvieron importancia en el lugar del
conflicto. Esta política, el MIR la impulsó en ese y en el periodo posterior en
los frentes poblador, campesino, obrero y estudiantil.
El
accionar operativo armado de expropiaciones se suspende en marzo de 1970. En
esta decisión influyó principalmente, la percepción del sentir de las masas que
recogía el partido al interior de los frentes, los riesgos que conllevaban, y
también las conversaciones MIR y UP, realizadas al más alto nivel desde
diciembre 1969 y donde participaron Salvador Allende y Miguel Enríquez, en
momentos que la Unidad Popular definía el programa y candidato.
8. LA CONDUCCION DEL PERIODO PRERREVOLUCIONARIO[39]
Las
medidas desplegadas por el gobierno demócrata cristiano no resolvieron, al
contrario profundizaron la crisis del sistema capitalista dependiente chileno
presente en los años 60, manifestándose como una crisis del sistema de
dominación a partir de 1970. Las movilizaciones sociales con gran desarrollo en
el 69 se extienden y radicalizan sus formas de lucha y atacan directamente la
legalidad imperante. La propia institucionalidad burguesa presenta situaciones
de crisis, el bloque dominante aumenta sus contradicciones y se divide
políticamente, sus sectores más conservadores levantan como candidato
presidencial a Jorge Alessandri y la Democracia Cristiana a Radomiro Tomic. La
Unidad Popular, alianza hegemonizada por los partidos Comunista y Socialista,
más el Partido Radical y MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria) y, otros
menores postulan como candidato a Salvador Allende G.
En el
MIR, la respuesta a una coyuntura muy compleja mostró la capacidad de Miguel y
la dirección para captar los cambios operados en la situación y definir una
política flexible que no desdibujara el perfil y quehacer revolucionario; poder
actuar como protagonista del proceso, sin avalar la estrategia reformista, ni
aislarse social y políticamente; y, al contrario construir fuerza social y
partidaria. El propio Miguel lo resume así: "…
formulamos una política que, en general, consistió en no llamar masivamente a
la abstención electoral, en no proponernos el sabotaje electoral y en no
desarrollar nosotros actividad electoral propiamente tal, pero al mismo tiempo
reconocer, en el terreno electoral, a Allende la representación de los intereses
de los trabajadores y a Tomic y a Alessandri la de los intereses de la clase
dominante. Proclamar que si Allende triunfaba se desarrollaría una
contraofensiva reaccionaria, y que nosotros, en ese caso, asumiríamos la
defensa de lo "conquistado por los trabajadores". Para todo ello nos
propusimos las tareas de trabajo y movilización de los distintos sectores de
masas, desarrollo de nuestra capacidad operativa, técnica e infraestructura, a
la vez que seguir desarrollando operaciones por un período. También la
preparación de un plan masivo de defensa ante la posibilidad de un triunfo de
Allende y para ello la ampliación de nuestras relaciones políticas con otras
organizaciones de izquierda. En general, estas tareas se llevaron a cabo con un
rendimiento aceptable."[40]
Paralelo
al proceso electoral, aprovechando la disponibilidad de las masas y el aumento
de la actividad política, el MIR elevó su quehacer en ellas, participó y
condujo sus luchas en diversos lugares del país, las ocupaciones de terrenos de
los pobladores sin casa, movilizaciones obreras de la mediana y pequeña
industria y otros sectores fabriles, las masivas corridas de cerco de los
mapuches en el sur, ganando más fuerza en los estudiantes; esas luchas las
acompañó de acciones directas de masas. Plantándose firmes y amplios pilares
para construir un movimiento político y fuerza social con conducción
revolucionaria. El MIR adquiría un mayor rol en la política nacional.
El
accionar de propaganda armada se suspendió definitivamente a fines de junio de
1970. Conducido estrechamente por Miguel y la dirección, el quehacer militar se
diversifica. Al tiempo que se continúa construyendo fuerza militar propia, se
trabaja en la perspectiva de defender un eventual triunfo de la izquierda.
Después de amplias conversaciones con Allende y en los meses finales de la
campaña, el MIR asume y forma su dispositivo de seguridad, (conocido después
como GAP), que además le permitió acceder a recursos militares y de
infraestructura.
Encabezado
por Luciano, se inicia el trabajo de inteligencia contra la conspiración de la
derecha y el imperialismo; se prosigue el trabajo secreto en las FF.AA;
comienza a construirse en talleres propios armamento casero; se fortalecen las
unidades operativas; se orienta la constitución de milicias en los frentes
dentro de un plan general de enfrentar un posible golpe militar reaccionario,
etc.
Triunfa
electoralmente Allende, se obtenía un triunfo popular que el MIR creía difícil,
y exige a la dirección encabezada por Miguel un profundo proceso de discusión
para elaborar una táctica adecuada. Se analiza las causas que lo facilitaron,
sus alcances, posibilidades, limitaciones, y el papel de los revolucionarios. A
los pocos días se sostiene que con el triunfo de la UP, "… se abre un nuevo periodo histórico para los trabajadores …es un
nuevo avance del pueblo por conquistar el poder y objetivamente favorece el
desarrollo de un camino revolucionario en Chile y por tanto favorece también a
la izquierda revolucionaria … que se ha formalizado un impasse entre las clases
dominantes y los trabajadores (…) que será resuelto por un enfrentamiento entre
los pobres del campo y la ciudad con los dueños del poder y la riqueza y hoy
está postergado y de seguro se resolverá por la vía violenta…".[41]
Se llamaba a la defensa del triunfo electoral con la participación activa de
las masas, el rechazo a negociaciones con la DC y la lucha contra la sedición.
Inmediatamente
después del triunfo de Allende la derecha y el imperialismo acentuaron sus
planes conspirativos, el MIR pequeño grupo que aún actuaba con su dirección y
un sector del partido desde la clandestinidad multiplica su actividad, junto
con desarrollar trabajo de masas, realiza tareas de información e inteligencia,
obteniendo antecedentes que le permiten tener una apreciación de que ocurría y
se proponían las clases dominantes. Descubrió planes sediciosos e intentos
golpistas inmediatos que denunciados oportunamente facilitó abortarlos: el del
22 de octubre de 1970,[42]
en abril y septiembre de 1971, el putsch
del mayor Marshall en marzo de 1972.
Desde
antes y en esos momentos la relación del MIR con algunas fuerzas de la UP no
fue buena, hubo momentos muy críticos, como el 2 de diciembre 1970 en que un
miembro de la brigada comunista "Ramona Parra" asesinó a nuestro
compañero Arnoldo Ríos en Concepción. Vasto fue el esfuerzo de Miguel y la
dirección, especialmente en Santiago y Concepción para superar el problema,
hacer razonar serena y políticamente a sectores de la militancia, llegar a un
acuerdo de no agresión con el PC y enfrentar firmemente el sectarismo. Con
otras fuerzas, la relación fue más positiva y se buscó avances constructivos.
Un importante gesto lo dio el presidente Allende, a fines de ese mes liberó a
cerca de dos decenas de militantes del MIR que estaban prisioneros y otorgó
amnistía a los perseguidos, desarrollando la organización su trabajo en la
legalidad.
Incluso,
Salvador Allende propuso la incorporación del MIR a la UP y su participación en
el gobierno con un ministro (se le ofrecía a Miguel el Ministerio de Salud
Pública), rechazándolo por diferencias programáticas, estratégicas, una
apreciación distinta sobre la situación nacional y como enfrentarla. Se mantuvo
la independencia y se dió un apoyo crítico al gobierno.
En el
periodo la política de alianzas del MIR, contempló básicamente establecer
niveles de alianza con la UP o puntualmente con sectores de ella; en menor
medida se logró, aunque no se formalizó por el hecho que el reformismo exigía
que el MIR abandonara su política independiente, hubo conversaciones al más
alto nivel a comienzos de 1971, abril de 1972 y junio de 1973.[43]
Se obtuvo sí, un accionar común puntual en todo el país y en muchos terrenos:
defensa de la estabilidad del gobierno, movilización de masas, elecciones, lucha
conspirativa contra la derecha, marchas públicas, etc. Política definida como:
"marchar separados y golpear juntos", y que en ningún momento dejó de
lado un progresivo e intenso combate ideológico a las posiciones reformistas y
centristas del gobierno y partidos de la izquierda.[44]
Paralelamente
se extendía la influencia y construcción del partido, reorganiza y amplía su
dirección (cooptando a jefes de comités regionales) y retoma un funcionamiento
regular y de dirección colectiva el comité central, multiplicando su esfuerzo
para atender tanto necesidades de elaboración de políticas, conducción global y
atención de situaciones específicas.
No
obstante, es bueno precisar que esa dirección con Miguel a la cabeza, mantuvo
en todo el periodo acentuados rasgos centralistas y limitada democracia interna
al no ejercitar en los organismos y bases del partido posibilidades reales de
control, crítica, elaboración, ratificación de políticas y legitimidad electiva
de sus direcciones; no realizar el IV Congreso Nacional fue consecuencia de
ello. Aunque él y miembros de la dirección, siempre estuvieron alertas para
enfrentar directamente en las estructuras las divergencias y cuestionamientos
políticos que surgían, y nada fácil era oponerse a su "artillería" de
argumentos.
Al
tiempo que se evidencia una mayor maduración en la dirección, no se podía
ignorar que la experiencia de clandestinidad había planteado rigurosas
exigencias personales y limitaciones especialmente en las formas de vida de los
implicados, con algunas consecuencias. En el caso de Miguel, largos periodos de
separación afectó su relación de pareja y de común acuerdo con su mujer
Alejandra habían anulado su matrimonio. Ella se radicó a vivir en Concepción
con su hijita Javiera, que había nacido en octubre de 1969 en esa ciudad. Más
adelante, "Aleja" hizo un grave cuadro depresivo y en pleno
tratamiento, por propia decisión, se suicidó arrojándose al paso de un tren en
el poblado de Hualqui, cerca de Concepción, en noviembre 1971. La muerte de Alejandra,
fue un duro golpe que hizo sufrir mucho a Miguel y sus familias; agudizado por
la actitud de la prensa de derecha y democristiana que sin respetar el dolor de
familiares lo explotó políticamente.
El nuevo
periodo planteó altas exigencias a la dirección y a todo el partido, se
respondió activamente a múltiples tareas en los frentes de masas; inicialmente
con concepciones políticas insuficientes originadas por debilidades históricas,
poca madurez, inexperiencia y poco desarrollo partidario; y que, progresivamente
y en el curso del proceso y experiencias fueron superándose y posibilitaron
pasar rápidamente de una realidad bastante débil a un grupo revolucionario con
amplia y fuerte implantación en sectores del movimiento de masas. Favoreció la
línea política impulsada y la constitución y trabajo de los frentes
intermedios: Frente de Trabajadores Revolucionarios, FTR; Movimiento Campesino
Revolucionario, MCR; Movimiento de Pobladores Revolucionarios MPR; Frente de
Estudiantes Revolucionarios y Movimiento Universitario de Izquierda, FER y MUI;
y el Frente de Fuerzas Armadas y Carabineros, FREFAC.
Es
importante tener presente que en la construcción de la política levantada por
el MIR hasta comienzos de 1972 influyó de forma negativa "… que no
visualizamos el grado de crisis interna que sufría la clase dominante lo que
nos hizo ver el problema del "enfrentamiento" bajo una lupa
cortoplacista, no visualizamos correctamente el peso del reformismo lo que
agravó nuestro inmediatismo, en suma, no apreciamos con precisión el carácter
prerrevolucionario que asumía el período."[45]
El 15 de
agosto de 1971 acontece la muerte de Luciano Cruz Aguayo, miembro histórico
fundador, dirigente de la organización desde 1967, miembro de su comité
central, del secretariado y la CP, una gran pérdida para el MIR. "…era nuestro líder de masas, nuestra mejor
expresión popular, el pueblo lo quería, seguía y respetaba… Los trabajadores
han perdido un líder y nosotros un militante, amigo y hermano de lucha."[46]
Durante
gran parte de 1971 se manifestó una extraordinaria ofensiva popular del
movimiento de masas que continuaba avanzando, multiplicaba su iniciativa y
capacidad de movilización por sus intereses y aprovechaba las excelentes
condiciones que le facilitaba un gobierno de izquierda, el cual había tomado
positivas iniciativas para cumplir su programa de reformas de tipo económico y
social. A fines de 1971 y con mayor claridad se expresaban las limitaciones de
un camino de desarrollo del proceso que en lo fundamental utilizaba
restringidamente la porción de poder expresada en el Ejecutivo y sin apelar a
una vigorosa actividad de las masas en su apoyo.
El MIR
planteo en documentos, y muchas veces a través de su secretario general en
conferencias de prensa y discursos su posición. Progresivamente y en la medida
que fue profundizando y madurando una propuesta alternativa de sociedad, las
diferencias fueron más estructuradas y públicas; en el discurso de Cautín, en
noviembre 1971, Miguel, junto con reconocer las medidas positivas denuncia, las
limitaciones y contradicciones de la UP y el Gobierno y llama a realizar tareas
de poder, a la unidad de todo el pueblo, y que en "el combate de los trabajadores, en la fuerza de sus movilizaciones, se
desarrolla una fuerza incontenible que nada ni nadie podrá detener, que es la
única garantía de un camino revolucionario y socialista."[47]
En febrero 1972, el MIR llama a la reagrupación de los revolucionarios de
dentro y fuera de la UP.[48]
No
obstante las diferencias con la Unidad Popular y el Gobierno, destaquemos que
desde antes y durante todo el periodo existió un respeto mutuo y un fluido
relacionamiento entre la dirección del MIR y Salvador Allende, especialmente
con Miguel y su sobrino Andrés Pascal Allende. Muchas fueron las diferencias,
también hubo acuerdos y apoyos mutuos. El propio Allende lo expresaba: "No tengo el menor resentimiento contra el
MIR. Los desacuerdos que tenían conmigo, aquí mismo los discutían, los
exponían. ¡Cuántas veces vino Miguel a este despacho! Nunca me dieron un golpe
por la espalda, nunca me atacaron por detrás, me advertían con anticipación
cuando iban a combatirme públicamente. Los respeto."[49]
En el
periodo se desarrolló un amplio contacto y relaciones a nivel internacional.
Miguel en numerosas oportunidades viaja a Cuba, para estrechar el
relacionamiento político con su dirección, discutir acuerdos específicos de
apoyo o profundizar su formación de jefe y combatiente. En su actuar fue
consecuente con aspectos centrales del ideario del Ché. Y, aunque el proyecto
mirista fue de carácter nacional, desde su nacimiento se caracterizó por su
internacionalismo revolucionario; su apoyo solidario impregnó siempre su
política y quehacer. Lo reafirman las acciones de internacionalismo
revolucionario realizadas, las ideas, iniciativas y pasos prácticos que dio el
MIR para gestar condiciones político materiales y constituir la Junta de
Coordinación Revolucionaria del Cono Sur junto a organizaciones de
revolucionarias de Argentina, Uruguay y Bolivia, a fines de 1972, de ella
Miguel fue uno de sus inspiradores y gran impulsor.
En los
últimos días de agosto del 73, acusado de intento de subversión en la Armada,
el Fiscal Naval de Valparaíso emite una orden de detención contra él (también
se pedía petición de desafuero parlamentario contra los secretarios generales
del PS, Carlos Altamirano, y del MAPU, Guillermo Garretón). Lo anterior, le
lleva a afirmar que tiene el "privilegio
de sumarse a los centenares de marineros, obreros, campesinos y pobladores que
hoy son perseguidos y reprimidos por la justicia patronal, civil y uniformada."
Y reafirma "que el MIR, sus
militantes y dirigentes, están listos para luchar en todos los terrenos cuando
las circunstancias lo hacen necesario."[50]
9. SU CONDUCCION AL INICIO DEL PERIODO
CONTRARREVOLUCIONARIO
La noche
del 10 de septiembre circula información sobre desplazamientos de tropas,
cuestión reiterada en esos tiempos. La comisión política del MIR está a la
espera del próximo día: Allende entregará un mensaje al país anunciando llamar
a un plebiscito y ofrecerá su renuncia; se discutirá el texto de una
declaración y plan del MIR y otros sectores de la izquierda, incluido el PS,
para impulsar una contraofensiva popular y revolucionaria. Demasiado tarde.
Contando
con el factor sorpresa las clases dominantes a través de su brazo militar, las
FF.AA habían iniciado el momento militar por la reconquista plena del poder. 11
de septiembre, a las 7 de la mañana se reúne la CP en una casa de San Miguel.
Alerta máxima (libro): cada militante y unidad del partido en sus frentes y
puestos de lucha, constitución de direcciones y fuerzas, desarrollar el plan
militar definido, apertura de depósitos y distribución de las pocas armas
disponibles y el armamento casero, desarrollar una ofensiva general
concentrando los focos de resistencias en los cordones industriales y
poblaciones e integrando a las masas y a la izquierda al combate. Poco se
logra, muchos dispuestos a empuñar las armas, los medios de combate son escasos
y falta experiencia combativa.
Miguel
en varias oportunidades trata de contactar al presidente Allende.
"Tati" entrega el mensaje a su padre: se le insta y propone un plan y
los medios para salir del Palacio de la Moneda y pasar a dirigir la lucha de
resistencia clandestina desde las poblaciones populares. Allende no acepta:
"Yo no me muevo de aquí, cumpliré
hasta mi muerte la responsabilidad de presidente que el pueblo me ha entregado.
Ahora es tu turno Miguel…".[51]
Un par de horas después, Salvador Allende, presidente de Chile, gran patriota
revolucionario pagaba con la vida su lealtad a la causa de los trabajadores,
levantando una eterna bandera de lucha y ofrendando en el testimonio de su
sangre, que el movimiento popular no se rinde ante los aparatos armados del
estado burgués.
Miguel y
otros miembros de la CP se reúnen después del mediodía con dirigentes del
Partido Socialista y el Partido Comunista en el centro fabril metalúrgico
Indumet del Cordón Cerrillos para coordinar un plan de resistencia armada, hay
acuerdo con socialistas, los compañeros comunistas son contrarios, están a la
espera si se cerrará el Congreso Nacional, se retiran. Los restantes junto a
obreros son cercados. Combaten por horas. Rompen el cerco. Hay escaramuzas en
diversos lugares. En la tarde, con el país controlado por las FF.AA y el
movimiento de masas pasivo y replegado, era evidente la no contención del
golpe. Con gran impotencia y rabia Miguel y la CP dan orden de repliegue,
mantención de acciones de hostigamiento y el paso a la clandestinidad. La
situación hacía evidente para el MIR que, a pesar de sus denodados esfuerzos,
de transformarse en el curso de la crisis del sistema de dominación, de grupo
en vanguardia revolucionaria del movimiento de masas, no lo logró y, allí
residió una de las causas fundamentales de la derrota en el enfrentamiento de
septiembre de 1973. No alcanzó un peso político ideológico necesario para
remontar el reflujo que comenzó en julio/agosto de 1973. "En lo fundamental la batalla la perdimos
antes, cuando no fuimos capaces de desplazar al reformismo en la conducción del
movimiento de masas."[52]
Parte
importante de sus primeros meses en clandestinidad, Miguel los vive en una
vetusta casa de la Gran Avenida. Desde aquí y en constante movimiento por
calles de Santiago dirige el repliegue, la reconexión y reorganización del
partido en Santiago y a nivel nacional. A ritmo intenso se trata de resguardar
al máximo los recursos humanos y materiales de la organización. No es fácil
pasar a la clandestinidad a muchos cientos de cuadros donde cada día los
militares aumentan su búsqueda y cantidad. La falta de recursos materiales,
infraestructura, documentación, etc. es aguda. Muchos apoyos ofrecidos con
anterioridad, eran negados. En Santiago, la situación se agudiza, es lugar de
repliegue de muchos cuadros de provincia y constituirán por muchos meses sus
respectivas "colonias". De a poco, el funcionamiento de la red
clandestina partidaria va funcionando de forma más regular y rigurosa, una
situación en que ya no basta con esconderse, sino tomar lentamente la iniciativa
y realizar tareas de resistencia.
Simultáneamente,
la CP encabezada por Miguel es exigida al máximo para definir el nuevo periodo
político de la lucha de clases nacional y determinar las tareas tácticas a
impulsar. Se descarta las reuniones ampliadas, de 8 personas que había
trabajado de forma muy estrecha y colectiva en el periodo anterior. La
prioridad son los encuentros bilaterales, Miguel orienta, coordina y controla;
sentados en un vehículo que recorre incansablemente las calles de Santiago se intercambian
informes, opiniones, análisis, discrepancias. Le asignan la redacción del
documento integrando planteamientos del colectivo de dirección. Trabaja
incansablemente y a pesar de limitaciones de fuentes documentales se informa,
analiza, reflexiona y escribe muy concentrado durante dos semanas de noviembre,
un análisis y quehacer lúcido y preciso que caracterizó el nuevo momento de la
lucha de clases y la orientación del quehacer del MIR en todo el periodo.[53]
En medio
de la acentuación de la represión dictatorial, muchos dirigentes y militantes
de la izquierda optaron por el exilio, en el caso del MIR desde el comienzo se
definió un rechazo rotundo a esta práctica y que se puede resumir así: el MIR
no se asila, lucha y resiste. Algunos plantearon la necesidad de replegar a la
retaguardia exterior parte de la dirección, cuadros y al mismo Miguel. Este fue
inflexible y lo fundamentaba así, "Si
el MIR se exilia, de hecho deserta; lo que no sólo tiene valoraciones éticas
negativas, sino que en el caso particular de Chile es renunciar a cumplir con
tareas que son hoy posibles y necesarias en Chile. Si el MIR exilia a sus
cuadros, atrasa por decisión consciente la revolución en Chile, desaprovecha
condiciones favorables concretas, renuncia a su papel histórico, abandona,
cuando puede y debe cumplir su papel, a la clase obrera y al pueblo a su
suerte. El temor a la represión no justifica esto. La deserción histórica es
siempre condenable por más que se disfrace de la más eufemísticas
argumentaciones políticas."[54]
El 13 de
diciembre de 1973 se produce un severo golpe represivo a la dirección del MIR,
Bautista van Schouwen, uno de los fundadores del MIR y miembro de su comité
central y de la comisión política es detenido por la DINA en la Parroquia de
los Capuchinos en Santiago, donde se refugiaba. Ha sido delatado por religiosos
de la orden.[55]
Fue una baja muy sensible e importante para el MIR: era el segundo miembro en
la dirección. A Miguel le resultó un golpe doloroso, además de los lazos
políticos estaban estrechamente unidos en lo personal. Muchos fueron los
esfuerzos realizados para ubicarlo e incluso intentar rescatarlo. Sus rastros
junto a su cuerpo, la DINA los hizo desaparecer.
Los
últimos días de 1973, Miguel y Carmen Castillo su compañera, acompañado por su
ayudante y su mujer se trasladan a vivir a la casa de Santa Fe 725 en San
Miguel, un barrio popular en Santiago. Pronto les acompañaran por periodos sus
hijas Javiera Alejandra y Camila. Su actividad es muy intensa, no solo le
preocupan los problemas de conducción general del partido, sino está atento y
participa en la resolución de tareas no cumplidas por otros responsables
directos. Asume con denodados esfuerzos tareas de relaciones y la búsqueda de
la unidad política en la lucha antidictatorial.
En
documento del 17 de febrero de 1974, propone constituir el Frente Político de
la Resistencia con los partidos de la UP, sectores anti-gorilas del PDC y el
MIR. Tendría por plataforma: la unidad de todo el pueblo contra la dictadura,
la lucha por la restauración de las libertades democráticas y la defensa del
nivel de vida de las masas. Se sustentaría en un amplio movimiento de masas,
que constituiría el Movimiento de Resistencia Popular, cuya expresión en la
base serían los Comités de Resistencia.[56]
En medio
de ese quehacer, las difíciles condiciones de la vida clandestina afectaban a
víctimas inocentes. El 24 de febrero, por no tener atención médica oportuna,
muere Edgardo Enríquez Weinmann, 5 años, sobrino de Miguel e hijo de Grete y su
hermano Edgardo, también miembro de la CP del MIR; y quién, a mediados de abril
de ese año, enviado por el partido sale clandestino por tierra a Mendoza para
asumir de inmediato la dirección del trabajo mirista en la retaguardia
exterior, tarea en la que trabajará arduamente hasta el 10 de abril de 1976, en
que es detenido por los aparatos represivos en Argentina y desde allí es
enviado a Chile, donde le desaparece la dictadura militar pinochetista.
Mientras las otras organizaciones de la izquierda, en lo fundamental, permanecían
en un verdadero receso político a nivel de bases y frentes y solo funcionan a
nivel de direcciones, el MIR, a pesar de golpes represivos circunscritos,
desarrolla trabajo político externo con avances importantes: en marzo de 1974
había finalizado su reorganización en todo el país y a todos los niveles. Pero
también, y en forma paralela, el enemigo progresa en su trabajo, acopia
información y pasa a una represión más selectiva, facilitado por la
persistencia de errores propios. A fines de marzo y abril 74 se desencadenan
fuertes golpes represivos, caen prisioneros 8 miembros del comité central, dos
de ellos de la CP (A. Villavela y R. Moreno), y otros cuadros medios; lo
anterior no fue impedimento para un importante trabajo antidictatorial en mayo.
Sin
embargo, la concentrada ofensiva represiva permanente que apuntaba a aniquilar
el MIR no se detuvo, imposibilitándole pasar a una etapa de desarrollo de
resistencia activa e iniciar la propaganda armada; en forma progresiva y aguda
la organización pasaba a una situación defensiva. El enemigo, intentó hasta la
negociación para sacar al MIR de la lucha, el planteamiento de Miguel fue claro
"…hacemos público nuestro categórico
rechazo a semejante proposición. … El MIR no negocia con la dictadura gorila
que superexplota y reprime a la clase obrera y el pueblo (…) luchamos por la
defensa de los intereses históricos de la clase obrera y el pueblo, y jamás
aceptaremos en su nombre un acuerdo que implique dejar de luchar por ellos…".[57]
Los
grandes esfuerzos políticos y prácticos, en especial de Miguel, para lograr la
unidad antidictatorial no fructificaban, y por ende la necesaria, activa y
unitaria intervención junto a otros partidos contra la dictadura no se
expresaba; la UP en su debilidad solo buscaba desarrollar su política de frente
antifascista con toda la DC. Con ese actuar, se estaba perdiendo ese limitado y
valioso tiempo inicial que se disponía para actuar e influir en el curso futuro
y evitar que la dictadura se prolongara. Peor aún para el MIR, en espera del
actuar unitario no utilizó todas las fuerzas que disponía, debilitándolas en el
inmovilismo y posteriormente son aniquiladas sin actuar. La represión no cesaba
y su objetivo prioritario seguía siendo el MIR, y muy pronto le llegará el
turno a otros en la izquierda.
Los
últimos meses fueron de un ingente quehacer, recargados por un activismo y
voluntarismo que sobreestimó posibilidades propias y fue debilitando las líneas
de defensa interna, en especial de la dirección, agudizado crecientemente por
el acecho y golpes de la represión, acentuación del reflujo de las masas por la
derrota, el enorme peso y lentitud del aparato clandestino, la extrema escasez
de recursos económicos y de infraestructura, rompimiento de leyes del trabajo
clandestino en toda la organización, especialmente por parte de la dirección.[58]
Con el
enemigo que disponía de huellas seguras obtenidas por diferentes vías y métodos
y la sobreexposición de Miguel al asumir responsabilidades diversas, incluso de
choque, los espacios de maniobra se estrechan y limitan la iniciativa. En una
situación obligada y triste y ante el peligro eminente que les circundaba y no
exponerlas a riesgos innecesarios, el 14 de septiembre de 1974 Miguel y su
compañera Carmen deciden asilar a Javiera y Camila hijas de él y ella
respectivamente, en la Embajada de Italia. Desde antes, su hijo menor, Marco
Antonio, nacido en junio de 1973, vivía con su madre, Manuela Gumucio, en el
exilio.
La caída
del "Chico" (Sergio) Pérez, miembro del comité central y de la CP,
junto al equipo central de la tarea de organización, agudizan los problemas en
las tareas de redes y manejo interno y evidencian que el cerco represivo se
estrechaba en torno a la dirección. Había que tomar decisiones rápidas y
extremas, más…
5 de
octubre 1974. Un "grupo de tarea" de la DINA, continua sus
reconocimientos en un "sector posible y sospechoso" en San Miguel.
Llegan a la calle Santa Fe esquina Chiloé. Sin saberlo inicialmente, hacen
contacto con el objetivo perseguido y buscado largo tiempo. La decisión de
Miguel es combatir. Resiste sólo los momentos más intensos del combate, al ser
abandonado por otros que le acompañaban al creer que estaba herido de muerte.
Enfrenta cerca de dos horas a centenas de efectivos de fuerzas militares combinadas
que, al final logran darle muerte.
10. EPILOGO
Diez
balas acabaron con su vida, la cual había entregado completamente a los
intereses del proletariado y las masas populares, y a la lucha por construir
una sociedad distinta. Su sueño, ideario y aspiraciones caminan en los senderos
del porvenir histórico de su pueblo. Esa consecuencia y grito libertario
irrumpirá con fuerza en eternos combates populares, vestido de obrero, de
campesino, de mapuche, de poblador, de estudiante, de miliciano, de mujer, de
hombre y de joven en su lucha irrenunciable por la dignidad, la libertad, la
justicia, la democracia y un sistema social justo en nuestra patria.
Miguel
fue enterrado el 7 de octubre de 1974, a las 07:30 de la mañana, en un nicho
del Cementerio General de Santiago. La dictadura autorizó que le acompañaran
diez miembros de su familia, vigilados por cientos de hombres y armas de
enemigos temerosos. Aunque el pueblo no pudo estar presente, una mujer
representó el sentir de miles de ausentes, cuando su madre Raquel, en medio del
silencio con voz fuerte y entera dijo:
"…Tú
no has muerto.
Tú sigues
vivo, y seguirás viviendo
para
esperanza y felicidad
de todos los pobres del mundo." [59]
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL
PENSAMIENTO!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN
LIBRES!
Equipo Sindical CAD –Chile
Octubre 2 de 2016
[1] Texto escrito en el mes de Mayo de 1999. Corresponde esta revisión
y edición de partes de ese trabajo por parte del CAD. Una primera versión se
incluyó inicialmente en la publicación CEME 5, del Centro de Estudios "Miguel Enríquez", con el título,
"Miguel Enríquez: Semblanza
biográfica y política". Asimismo, una versión resumida de sus primeros
5 puntos los publicó la revista Punto
Final, Chile, en la segunda quincena de septiembre de 1999, con el título
"Los primeros años de Miguel".
[2] En Edgardo Enríquez Frödden. "En el nombre de una vida". T. I, pág. 307. México, 1994.
[3] Edgardo Enríquez F. Op. cit., Tomo I. Pág. 375.
[4] Edgardo Enríquez F. Op. cit., Tomo I. pág. 390 y Tomo II. Pág. 125.
[5] Edgardo Enríquez F., Op. cit., Tomo I. Pág. 403.
[6] Edgardo Enríquez F., Op. cit., Tomo II, pág. 181.
[7] Conversación del autor con Marco Antonio Enríquez.
[8] Información obtenida por el autor del jefe del citado núcleo, M.
Ferrada. Otros autores como M. Hernández plantea que su nombre era "Sierra Maestra".
[9] La VNM la integraban sectores escindidos del PC desde tiempos del
gobierno de González Videla, agrupados en el Grupo Movimiento de Resistencia
Antiimperialista (Luis Reinoso, Benjamín Cares, Ernesto Benado, etc.), y
sectores de marginación más reciente como el Movimiento 2 de Abril (Martín
Salas).
[10] Ver Martín Hernández. "El
proyecto histórico mirista". Ciudad de La Habana, Cuba; 1985, pág. 5.
[11] Datos entregados al autor por M. Salas.
[12] Sobre los procesos previos concurrentes a la formación del MIR,
véase la información que entrega Luis Vitale, en artículo incluido en CEME 5,
págs. 56 – 61. Algunas informaciones que entrega no coinciden con testimonios
de compañeros que viven y fueron partícipes activos del hacer político de
entonces.
[13] En El Rebelde Nro. 31,
julio de 1965.
[14] Relacionado a este asunto, Luis Vitale, con quien nos conocemos por
más de 30 años, viene planteando en forma reiterada que "… El MIR no fue creado por un grupo de
estudiantes de Concepción, mito levantado en el exilio por dirigentes miristas
de la FEC, después de la muerte de Miguel…". La rigurosidad histórica
y ser genéricamente aludido en tanto ex dirigente de la FEC y el MIR en
Concepción, me aconseja hacer un comentario. Relacionado a la primera
afirmación: nunca la he sustentado por no ser así. Y, para verificar o despejar
"el mito", se procedió a revisar todo lo disponible de documentación
mirista desde 1970 en adelante y que podía recoger aseveraciones de "posibles
autores". En lo revisado no aparece información que reafirme el juicio de
Lucho. Seré más preciso, en más de 40 referencias implícitas al tema, hay dos
de dirigentes de otros partidos (PC y PR-SD) en donde se hace esa aseveración.
En las restantes de dirigentes y miembros del MIR ninguna afirma que el MIR lo
creó o fundó estudiantes de Conce, aunque si, por parte de algunos, incluido
Miguel, se analiza el papel que desempeño ese grupo en su generación y
especialmente su desarrollo posterior. Será muy conveniente conocer las fuentes
documentales en que respalda sus cargos nuestro profesor, historiador,
investigador y amigo Vitale y no pensar que son “molinos de viento” que no
ayudan a precisar objetivamente nuestra historia.
[15] Desempeñó funciones de secretario general del MIR desde la
fundación, en 1965, hasta fines de 1967. Se separó progresivamente del MIR a
partir de comienzos de 1968, integrándose más tarde al Partido Socialista. En
tiempos de la UP trabajó como editorialista de La Nación, diario de gobierno y
controlado por el PS. Muere exiliado en Evry, Francia, el 18 junio 1984.
[16] Fuente: Prensa de Concepción de la época.
[17] En "Revolución
Universitaria", Miguel Enríquez. 1966. Reeditado en la Revista "Polémica" de la FEC, Concepción, 1968.
También en revista CEME Nro. 3.
[18] En Miguel Enríquez, "Respuesta
a un documento de la Colonia Valparaíso".1974. La Habana, 1985.
[19] En Miguel Enríquez, "Respuesta
a un documento de la Colonia Valparaíso".1974. La Habana, 1985.
[20] En Miguel Enríquez. "Algunos
Antecedentes del MIR". Marzo 1971. En Recopilación de Escritos. La
Habana, 1985.
[21] De parte de los sobrevivientes hay testimonios contradictorios
respecto a la cantidad de miembros de comité central que eligió cada
agrupamiento interno; así como, el procedimiento en que Miguel fue elegido
Secretario General, unos afirman que fue la sesión plenaria del congreso;
otros, que siguiendo la norma estatutaria y procedimiento habitual, fue el CC
quién lo eligió internamente.
[22] Alejandra estudiaba en la Escuela de Filosofía de la Universidad de
Concepción. Inicialmente fue miembro del grupo GRAMA y posteriormente ingreso
al MIR.
[23] Ver Miguel Enríquez. "Algunos
antecedentes del MIR". Marzo 1971. En Recopilación de Escritos. La
Habana, 1985.
[24] En "Algunos antecedentes
del MIR". 1971.
[25] Ver Miguel Enríquez, "Respuesta
a un documento de la "colonia" Valparaíso". Julio 1974. En
Recopilación de Escritos. La Habana, 1985.
[26] Difundido en la revista Punto
Final, Nro. 99, enero 1969.
[27] En "No a las elecciones:
Lucha armada único camino". Secretariado Nacional, MIR. Enero 1969. En
Recopilación de Escritos. La Habana, 1985.
[28] En Miguel Enríquez, "Algunos
antecedentes del MIR". Marzo 1971.
[29] Nos referimos al documento "Sólo una revolución entre nosotros puede llevarnos a una revolución en
Chile", mayo 1969.
[30] En el documento “¿Cuál es el
camino?: Grupos Operativos o Acción Directa". MIR, Secretariado
Nacional. 1969.
[31] En Miguel Enríquez, "Respuesta
a un documento emitido por la "colonia" Valparaíso"— Julio
1974 y Miguel Enríquez, "Algunos
Antecedentes del MIR". Marzo 1971.
[32] Documento "Sin lastre
avanzaremos más rápido". Secretariado Nacional del MIR, Julio 1969, y
"Carta de Luciano Cruz al Partido".
Julio 1969
[33] En Valenzuela, Humberto, "Historia
del Movimiento Obrero Chileno", pág. 133, ISP Verlag. 1972.
[34] Miguel Enríquez. "Respuesta
a un documento de "colonia" Valparaíso" 1974.
[35] Documento "Precisión y
desarrollo de algunos artículos estatutarios imprescindibles para el desarrollo
de nuestra organización". Secretariado Nacional MIR, agosto 1969.
[36] En Documento "Proposiciones
de un modelo orgánico para una nueva organización". Secretariado
Nacional MIR, noviembre de 1969.
[37] Ver "El MIR y las
expropiaciones". En Punto Final,
Nro. 87, septiembre l969.
[38] En el documento "¿Cuál
es el camino? Grupos Operativos o Acción Directa". Secretariado
Nacional MIR. Septiembre de 1969.
[39] Este punto y el siguiente será expuesto de forma muy resumida, por
ser el más conocido y sobre el que existen más fuentes documentales.
[40] Miguel Enríquez. "Algunos
Antecedentes del MIR". Información más amplia en el documento "El MIR y las elecciones presidenciales",
Secretariado Nacional, en Punto Final,
mayo de 1970.
[41] Ver "Declaración del
Secretariado Nacional, del MIR”, 15 sept. 1970 y "El MIR y el resultado electoral y las implicancias para la Izquierda
revolucionaria", 28 de septiembre 1970, en Recopilación de Escritos de
Miguel, La Habana, 1985.
[42] Ver "El MIR denuncia los
verdaderos asesinos de Schneider", Octubre de 1970.
[43] Ver "Informe al CC sobre
las conversaciones MIR-UP", Mayo 1972; en Recopilación de Escritos,
LH, 1985
[44] Ver: Discursos de Miguel Enríquez en Temuco en 1971, en la Zona del
Carbón y en el Caupolicán durante 1972, y otros documentos. Los 3 discursos
mencionados se incluyeron como documentos en la revista CEME 5, de 0ctubre de
1999. También en Textos Escogidos, La Habana, 1984.
[45] Miguel Enríquez en: "Respuesta
a un documento emitido por un grupo de compañeros de la "colonia"
Valparaíso", 1974.
[46] Miguel Enríquez, "Discurso
en los funerales de Luciano Cruz", Agosto de 1971. En Textos
Escogidos. La Habana.
[47] Miguel Enríquez, "Homenaje
a Moisés Huentelaf"; Noviembre 1971. En Textos Escogidos, LH, 1985.
[48] Los análisis y orientaciones políticas centrales de todo este
periodo (1970-73), se encuentran en informes de la comisión política a las
reuniones del comité central del MIR, la gran mayoría fueron dados por Miguel.
En total, son alrededor de 30 informes, de los cuales hasta el momento se ha
recuperado una parte muy pequeña.
[49] Testimonios de Laura y Beatriz Allende, hermana e hija
respectivamente de Salvador Allende.
[50] Ver Miguel Enríquez, "Frente
a la orden de detención". Agosto 1973.
[51] Testimonio de su hija Beatriz Allende.
[52] Ver documento "La
táctica del MIR en el actual periodo", diciembre 1973.
[53] Ver: "La táctica del MIR
en el actual periodo", diciembre 1973.
[54] Miguel Enríquez. "Respuesta
a un documento emitido por la "colonia" Valparaíso", 1974.
En Recopilación de Escritos, LH, 1985.
[55] Ver amplios antecedentes del caso en el libro de Nancy Guzmán J.
"Un grito desde el silencio",
LOM; Santiago, 1998.
[56] Ver "Pauta del MIR para
unir fuerzas dispuestas a impulsar la lucha contra la dictadura",
1974; en revista CEME 5.
[57] En "Respuesta del MIR a
los gorilas", septiembre 1974. En Textos Escogidos, La Habana. 1985
[58] Ver, "Los Golpes
recibidos, algunas lecciones y la reorganización de las direcciones", Miguel
Enríquez, junio 1974. En Textos Escogidos, La Habana.
[59] Palabras de la madre de Miguel, Rosa Espinosa, en su funeral. En Edgardo Enríquez F., "En nombre de una vida", Tomo II.
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