Según
datos del último informe del Foro Económico Mundial, más conocido como el Foro
de Davos. Además, nuestra economía presenta una excelente salud, para bien del
gran capital dependiente y sus amos del centro del sistema imperial
Está semana se publicó el Informe del Foro
Económico Mundial (FEM), que incluye una gran variedad de datos relevantes sobre
el desarrollo del sistema capitalista mundial 2014-2015. Allí se recogen
interesantes resultados alcanzados por Chile, los que dicen relación
centralmente con su desempeño económico, aunque también en relación con los demás
aspectos de la formación.
Tal
informe, es publicado por el FEM desde 1979 y allí resalta un Índice de
Competitividad Global (en inglés: GCI), el que se supone es sus autores señalan
como el más idóneo instrumento para ordenar a los países según un constructo
denominado ‘competitividad’. Al FEM se le conoce también como el ‘Foro de Davos’[1], que es
una localidad suiza donde se reúne anualmente lo más selecto del gran capital
mundial, representantes de las potencias capitalistas del centro del sistema, de
las IFI y de la intelectualidad pro-imperial. Claro que sus encuentros, que
ahora último se han ido diseminando temáticamente, siempre provocan airadas
reacciones[2] de parte
de aquellos que no aceptan las anti-populares políticas que allí son
concertadas.
Bueno,
en el reciente estudio del FEM, Chile logra un bastante positivo 33° lugar en
competitividad (el año anterior fue 34°) entre 144 naciones. Con ello, nuestra
economía sería nada menos que la más potente de América Latina y el Caribe y
cercana a formaciones económico-sociales como Tailandia (31°); Islandia (30°);
Estonia (29°) y la mismísima China (28°).
El
índice está conformado por 12 pilares, los que se agrupan en tres subíndices.
De estos, el primero son los Requerimientos Básicos, donde quedamos 30° al nivel
mundial y los pilares de éste son: Instituciones, con un ranking 28° (¿?);
Infraestructura, 49°; Medioambiente Macroeconómico, 22° (era que no, si aquí se
respetan tales equilibrios con veneración); y (¡ojo!) Salud y Educación
Primaria, sólo 70°. En el subíndice Potenciadores de la Eficiencia, estamos en
el lugar 29° y los pilares son: Educación Superior y Capacitación, 32°;
Eficiencia del Mercado de Bienes, 34°; Eficiencia del Mercado Laboral, sólo en
el 50°; Desarrollo del Mercado Financiero, 19° (excelente); Alistamiento
Tecnológico, 42°; Tamaño del Mercado, 41°. Finalmente, en lo relativo a
Innovación y Factores de Sofisticación, la formación se ubica en el nicho 49° y
los pilares constituyentes arrojan lo siguiente: Sofisticación de los Negocios,
55° (nuestros ricos no más bien pedestres); e Innovación, 48°.
A
despecho de la alharaca que por estos días hace el gobierno de la Nueva Mayoría
sobre el estado de la economía, cuya supuesta pobreza les hizo recular en sus reformitas,
coro lastimero iniciado por el capital monopólico-financiero dependiente, amenizado
todo por la histeria de la derecha política, resulta que los pesos pesado del
FEM nos auguran sólo albricias. Así, nuestro PIB per cápita[3] dio un
salto entre 2010 y lo previsto para 2015, pasando de cerca de US$ 10 MM a un
poco menos de US$ 16 MM. El PIB de 2015 sería de unos US$ 277 MM.
Las
causas principales de la alta calificación alcanzada por nuestra formación
económica son la estabilidad macroeconómica según San FMI, en conjunto con la extensa
y profunda liberación de mercados y nuestra total apertura al libre comercio. Para
los sabios del Monopolismo Transnacional los procesos de liberación (del tipo
de los mencionados, no los sociales) son una fortaleza que le han permitido al
país desarrollar uno de los mercados financieros más desarrollados y eficientes
del mundo.
Sin
embargo, no se requiere tener un MBA en Economía de Harvard o Chicago para
darse cuenta, primero, que la ‘competitividad’ definida por los astutos del FME
se relaciona en toda la línea con los intereses del capital financiero
transnacional y los polos imperiales. Luego, nuestra formación económica podrá
tener una performance grandiosa en los términos de los dueños del planeta y sus
socios dependientes vernáculos, pero ello no guarda ninguna relación con las
necesidades, intereses y las proyecciones de las grandes mayoría nacionales.
Y
las mismas cifras expuestas nos lo dicen. Chile se ubica 19° en lo relativo al
desarrollo de las condiciones para que fluya el capital monopólico-financiero, ubicándonos
por sobre Dinamarca (¡!). Pero, respecto de la Salud y la Educación Primaria, con
el lugar 70°, estamos tan mal como Jamaica, país que quien tiene sólo un tercio
de nuestro falsamente alto PIB per cápita.
Ya
lo decía nuestra insigne Gabriela Mistral, en una sentencia que les debiéramos
recordar a estos áulicos de los dueños del planeta: “El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde”.
¡A LUCHAR POR NUESTROS DERECHOS Y NUESTRA
DIGNIDAD!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Equipo Sindical CAD –Chile
Agosto 2 de 2015
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