“Ley de
despenalización del aborto en Chile: Entrevista a Claudia Dides en
#RegionalyPopular”
Regional
y Popular, el programa de actualidad latinoamericano-caribeña de agencia
Pressenza que se emite por Radio La Ranchada (Córdoba, Argentina), abordó en su
última entrega el atraso de la región respecto al tema de la despenalización
del aborto. Con motivo de la aprobación de la nueva Ley de Aborto en 3 causales
en Chile, las co-conductoras Cristina Vergara y Claudia Varas entrevistaron a
Claudia Dides Castillo, socióloga, directora de la Corporación por los Derechos
Sexuales y Reproductivos (Miles),
organismo que participó en la redacción del proyecto de ley y desarrolló
decenas de campañas, manifestaciones, marchas y reuniones a favor de la
iniciativa
En Pressenza-Argentina
–public. 12/8/17
C. VARAS (RyP): Hola
Claudia, muchas gracias por el contacto. En una nota tuya que leíamos recién,
decías que la Ley del aborto en 3 causales favorece que las mujeres tengan
mayor poder sobre sus cuerpos y conciencias. ¿Cómo se traduce este logro en la
ley?
C.
DIDES: Efectivamente para nosotros es un hecho histórico porque luego de casi
27 años donde nunca hubo voluntad política desde el poder para tratar este tema
en la agenda legislativa, hoy se pudo hacer, básicamente porque hubo un
movimiento ciudadano detrás de esto que logró que se lograra poner en la agenda
del actual gobierno.
Este es un proceso muy largo, de muchas tensiones, de mucho trabajar para poder volver a conceptualizar en general en la población chilena lo que es el aborto porque con tantos años de restricción, con tantos años de fundamentalismo y de integrismo por parte de los grupos más conservadores, por parte de la iglesia católica, de la iglesia evangélica, ha sido todo un proceso de cambio cultural. Nosotros decimos que más allá de la ley – que para nosotros es muy importante porque va a hacer posible que las mujeres puedan acceder a lo menos a estas tres causales – aquí lo que se produjo es un cambio cultural muy importante en la sociedad chilena y que ha logrado mantener la aprobación por parte del pueblo chileno en un 70% para este proyecto de ley.
Este es un proceso muy largo, de muchas tensiones, de mucho trabajar para poder volver a conceptualizar en general en la población chilena lo que es el aborto porque con tantos años de restricción, con tantos años de fundamentalismo y de integrismo por parte de los grupos más conservadores, por parte de la iglesia católica, de la iglesia evangélica, ha sido todo un proceso de cambio cultural. Nosotros decimos que más allá de la ley – que para nosotros es muy importante porque va a hacer posible que las mujeres puedan acceder a lo menos a estas tres causales – aquí lo que se produjo es un cambio cultural muy importante en la sociedad chilena y que ha logrado mantener la aprobación por parte del pueblo chileno en un 70% para este proyecto de ley.
Mientras
celebrábamos sabíamos que los grupos conservadores, impulsados por la derecha
más recalcitrante en Chile, presentaban este requerimiento al Tribunal
Constitucional y ya tenemos noticia de que el 16 y 17 van a ser los alegatos de
los ciudadanos, de las ONGs y el 18 se estaría ya votando. No sé si va a salir
inmediatamente el fallo pero sí la votación por parte del Tribunal
Constitucional. Lamentablemente esta Ley va al Tribunal Constitucional porque
hay un tema con la Constitución chilena, la Constitución del año 80, hecha en
plena dictadura militar donde se reconoce el derecho del que está por nacer y
esa es una de las trabas para poder implementar constitucionalmente el proyecto
de ley. Pero sin duda que más allá del proceso legal, a este cambio ya se suman
otros cambios culturales como es la aceptación de la diversidad sexual.
Próximamente se va a entregar un proyecto de ley de matrimonio igualitario, es
decir que hay una serie de cambio sociales en el país que permiten que ahora
las mujeres chilenas puedan ejercer sus derechos de manera más autónoma, además
de sacar de la clandestinidad a las mujeres que necesitan hacer un aborto, al
menos en estas tres causales que es lo que plantea la ley.
C.
VERGARA (RyP): ¿Cuáles han sido los principales impedimentos para su
aprobación?
C.
DIDES: Hubo un retraso por parte del gobierno de ponerle la suma urgencia al
proyecto de ley. Esto significó que el proyecto estuviera por más de dos años y
medio en el parlamento con más de doscientas personas y organizaciones que
presentaron su defensa, – tanto a favor como en contra – y se alargó mucho la
discusión por falta de voluntad política, a pesar de tener un respaldo tan
grande. Eso tiene que ver con situaciones políticas en el país donde el
gobierno actual tiene un muy bajo apoyo ciudadano. Aquí estamos moviendo los
cimientos de una elite muy conservadora en nuestro país, no así de la
ciudadanía, la ciudadanía va mucho más adelantada de las propias leyes.
C.
VERGARA (RyP): Este tema de la interrupción voluntaria del embarazo está
fuertemente ligado a los derechos sexuales y reproductivos en general y en
particular al tema de la prevención y la superación de la violencia contra la
mujer, ¿Cómo es el panorama en referencia a estos temas en Chile?
C.
DIDES: Mira, nosotros hoy día no contamos con ninguna ley que garantice los
derechos sexuales y reproductivos y menos aún que estén en la Constitución
Nacional. Ahí hay un debe por parte del Parlamento y por parte de los
gobiernos, porque en general Chile ha firmado bastantes convenios, ha hecho
parte de las conferencias internacionales, sin embargo si no tenemos una ley
que respete los derechos sexuales y reproductivos nos vamos a ir encontrando
con muchos déficit y ausencias de normativas, eso es lo primero. Lo segundo,
tiene que ver efectivamente con la violencia de género. Lo que se ha ejercido
en Chile es una tortura contra las mujeres que son obligadas a permanecer con
un embarazo no deseado o a mantener un embarazo que tiene una inviabilidad
fetal o que pone en riesgo su vida. Muchas veces se llega a las últimas semanas
para ahí hacer una interrupción, ni siquiera una interrupción, una inducción
del parto muchas veces, entonces efectivamente lo que se ha ejercido es una
violencia por parte del Estado contra las mujeres chilenas y por eso es que
Chile tiene que dejar de ser parte de estos siete países que penalizan y
criminalizan el aborto.
En
general hoy no tenemos mujeres presas en Chile pero sí son criminalizadas y
pasan durante por lo menos un año esperando cuál será su condena, que puede ser
de distinta naturaleza, desde ir a hacer una terapia psicológica hasta firmas.
Eso es violencia de género, eso significa que se maltrata a las mujeres
chilenas y que no se las deje finalmente decidir a partir de su propio proyecto
de vida. Acá recién en el año ‘49
tuvimos las mujeres en Chile derecho al voto y tuvimos siempre desde el año ‘31
la posibilidad de un aborto terapéutico y hoy en día estamos buscando nuevamente
volver a tener la posibilidad de elegir en algo tan básico, como es por ejemplo
si una mujer es violada y que pueda decidir si quiere seguir con ese embarazo o
no.
Hay
otro tema que tiene que ver con la violencia presente en todos los alegatos y
las presentaciones de la derecha y los sectores más conservadores que siempre
pusieron en duda la palabra de la mujer. A mí me parece que es una cuestión que
atraviesa todo tipo de defensa y de promoción de los derechos humanos, cada vez
que se nos pone en duda. Se dijeron frases horribles, algunos diputados de
derecha dijeron que había violaciones que no eran tan violentas, que había
violaciones que eran normales. Con ese tipo de discursos lo que está viendo es
que hay una forma de mirar a las mujeres que tiene que ver con un patriarcado
muy clásico en nuestra América Latina, que es esta idea de que las mujeres
estamos para reproducir la sociedad, a pesar de todo lo que nos pueda pasar
siempre ese es nuestro rol. Yo creo que lo que se está cuestionando con esto justamente
es eso, es la capacidad de las mujeres de poder decidir libremente. Eso le
duele mucho al conservadurismo chileno, esta es una sociedad muy hipócrita que
tiene un doble discurso. Los abortos se hacen en clínicas privadas cuando
tienes plata y de forma clandestina cuando no tienes, poniendo en riesgo la
salud y la vida de las mujeres.
C.
VARAS (RyP): Estabas mencionando justamente algunas de las violencias que
sufrimos las mujeres y hacías referencia al rol que se le atribuye a las
mujeres, primando el rol reproductivo. Estoy viendo una infografía que dice que
el aborto en Chile ocupa el tercer lugar del total de defunciones y mortalidad
en el embarazo, parto y puerperio, y es impresionante la cuestión de los
procesos y las condenas por aborto…
C.
DIDES: Chile tiene la mortalidad materna más baja de América Latina, junto con
Costa Rica y Cuba. Sin embargo nosotros tenemos 50 muertes maternas al año y
eso para otros países es poco pero para nosotros es mucho puesto que en los
últimos diez – quince años ese número no ha bajado y de ese número la tercera
causal es por aborto. Aunque digan que son pocas las mujeres que mueren, basta
que tan sólo una mujer muera para que necesitemos una ley. Hay 33 mil egresos
hospitalarios al año por aborto, por aborto espontáneo, abortos que llegan de
manera incompleta y cuando llegan de manera incompleta o inducida a los
hospitales, ahí es cuando muchos profesionales de la salud las denuncian y
luego hay un lapso de más o menos un año, que es lo que demora un proceso judicial
en determinar cuál es la condena. Hemos logrado en estos últimos años que haya
menos denuncias por parte de los profesionales de la salud y eso significa
entonces que las mujeres están un poquito más resguardadas. Hemos acompañado a
varias mujeres en los procesos judiciales y ver ese proceso de un año sin saber
lo que te va a pasar y esta idea de que vas a ir presa, yo creo que es una de
las torturas más tremendas que pueda haber en el ámbito del aborto porque
finalmente estás un año sin poder seguir con tu proyecto de vida. Eso ha sido
muy duro para muchas mujeres, y por eso entonces, nosotros lo que decimos es
que al menos en estas tres causales no se va a criminalizar.
C.
VARAS (RyP): Lo que me llamaba la atención eran justamente estos números: entre
el 2010 y el 2014 hay 271 procesos por aborto y entre 2010 y 2015 las condenas
por aborto han sido 85, son números muy altos, ahora esta batalla cultural que
se viene dando está favoreciendo sin duda a que esto disminuya…
C.
DIDES:- Sí, ahora nos falta la batalla legal y esperamos que se acabe en la
próxima semana o en dos semanas más, esperamos que el 18 de agosto, a pesar de
la presión de los grupos conservadores. Lo peor de todo esto es que es un
Tribunal Constitucional donde la mayoría son hombres, son 8 hombres y 2
mujeres, 8 ministros, 2 ministras, pero además un Tribunal Constitucional que
está nombrado a dedo – como decimos en Chile – y por lo tanto no es
democrático. Entonces eso también nos debilita porque nuevamente nos vemos
frente a todo lo que fue el proceso de Constitución del 80 que dejó maniatados
los procesos más democráticos. En este caso esperamos que el tribunal sea capaz
de poder fallar a favor de los derechos humanos de las mujeres y dejar de ser
uno de los siete países del mundo que penalizan. Yo creo que están llamados por
la ciudadanía a votar por las mujeres chilenas.
C.
VERGARA (RyP) Te agradecemos mucho Claudia, clarísimos tus conceptos y para
cerrar: ¿Qué mensaje quisieras enviar a aquellas mujeres que aún no están
convencidas de que ésta es realmente una lucha por la vida?
C.
DIDES: Nosotros siempre hemos dicho que las leyes deben ser leyes que
garanticen a las mujeres poder ejercer sus derechos, en este caso los derechos
reproductivos y que nunca un Estado puede obligar a nadie a hacer nada. Creo
que el mensaje para las mujeres es decir que miren su propia historia, que
miren la historia de sus abuelas, la historia de su vecina, la historia de su
familia y que lo más probable es que siempre ha habido una mujer que ha abortado
por distintas circunstancias y entonces ahí es cuando uno se tiene que poner en
el papel y en el lugar de la otra y entender esa situación. Yo creo que el
ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos es un ejercicio libertario
muy importante en pleno siglo XXI y que tenemos que fomentarlo. Finalmente todo
esto es para que las mujeres sean más felices, para que puedan desarrollarse
plenamente, y yo creo que eso es lo más importante, buscar la justicia, la
autonomía, la felicidad, eso es lo más relevante de todo esto y que nadie se
sienta culpable por una acción que finalmente no tiene nada de culpabilidad, es
una acción humana abortar en alguna de estas circunstancias o también en
circunstancias en que la mujer decida. Es una acción libre, de libertad humana,
de autonomía profunda.
C.
VERGARA (RyP): Te agradecemos mucho, estamos a la espera de lo que suceda y
pedimos para que esto prospere.
C.
DIDES: Ay sí, por favor estamos pidiendo mucha buena energía desde el otro lado
de la cordillera, a todos las argentinas y argentinos, ya? Gracias.
Ver también:
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