Compañero Melinka |
“Sabemos que en esta lucha se nos puede ir la vida, pero la continuaremos hasta la victoria final” –Miguel Enríquez Espinosa
El 15 de agosto de 1965, en condiciones de
clandestinidad, el Movimiento 3 de Noviembre
(M3N), la Vanguardia Revolucionaria
Marxista (VRM), el Movimiento
Revolucionario Comunista y el Partido
Socialista Popular, junto con agrupaciones de sindicalistas, cristianos
radicales y anarquistas, realizaron el congreso constitutivo del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR de
Chile.
La
declaración de principios, publicada un mes después, iniciaba diciendo: “El MIR
se organiza para ser la vanguardia Marxista-Leninista de la clase obrera y de
las capas oprimidas de Chile que buscan la emancipación nacional y social.”
Habíamos decidido unirnos en busca de una alternativa a la izquierda reformista
y parlamentaria representada por el Partido comunista y el Partido Socialista
de Chile. Asimismo, lo hicimos para dejar de lado los debates Pro-Chinos y
Pro-Soviéticos que por aquel tiempo parecían ser lo único que ocupaba las
agendas de la izquierda a nivel mundial.
Conformado
principalmente por jóvenes, estudiantes, obreros de menos de veinticinco años, quienes
se dejaron contagiar por la ilusión y el optimismo generado a partir del
triunfo de la Revolución Cubana y la
guerra de Vietnam, el MIR adoptó las
tesis del guevarismo y entendió que su objetivo no era sólo la construcción de
un Estado socialista que mejorara las condiciones laborales de la clase
trabajadora; el proceso revolucionario
al que le apostaban tendría que pasar necesariamente por la construcción de
nuevos sujetos, de la mujer y del hombre nuevos.
Por
eso, y a diferencia de los partidos comunistas tradicionales, ellos apuntaron a
la construcción de cuadros políticos-militares que no solamente sirvieran para
la consolidación de la estructura partidaria hacia adentro, sino que pudieran
insertarse en las comunidades y -mejor aún- salir de ellas para desarrollar la
tesis del poder popular, la lucha y el empoderamiento desde abajo. Por eso, con
el paso de los años, no fue únicamente la sigla del MIR abarcando todos los
espacios. Fue también el Frente de
Trabajadores Revolucionarios (FTR); el Movimiento
Universitario de Izquierda, que pasaría a ser el Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER); el Movimiento de Campesinos Revolucionarios
(MCR), conformado también por indígenas mapuche y Campesinos; el Frente de Mujeres Revolucionarias (FMR);
el Movimiento de Pobladores Revolucionarios
(MPR). Todos ellos, desarrollando trabajo clandestino, crecieron de tal
manera que hicieron que la misma conducción del MIR se replanteara además sus
tesis políticas, para que no sólo fueran los campesinos, estudiantes, mujeres y
los intelectuales los que debían seguir a la clase obrera como la conductora de
la revolución. El proceso revolucionario debía ser conducido por todos los
pobres del campo y la ciudad y por los que quisieran que la situación fuera
completamente distinta, más digna, más justa. En sólo cinco años, el MIR
pasaría a ser un protagonista de la vida política chilena, una organización
político-militar que tomaba tierras, realizaba corridas de cercos, tomas de
terrenos por los Sin Casa, convocaba huelgas sectoriales, era buscado por la policía
y requerido por los periodistas de todas partes para escuchar sus
planteamientos.
El
MIR enarbola un Programa, una estrategia insurreccionalista, una política
internacionalista y Guevarista, una política de cuadros político-militares insertados
y nacidos de la lucha de clases. Gana prestigio combinando teoría y práctica,
con las expropiaciones de Bancos y las Acciones Directas de masas. Dirige ocupaciones
y huelgas radicales en Fábricas y Fundos, tomas de Terrenos en las Grandes
Ciudades y zonas Suburbanas. Corridas de Cercos y tomas de Tierras en los
Campos Esas serían las bases de un embrionario Poder Popular, cuyos ejemplos lo
fueron la Toma de la 26 de Enero, la Lenin de Concepción, La Nueva Habana y una
masificación de las tomas por todo el país.
Mientras
la lucha de clase se ampliaba y radicalizaba en Chile, el MIR se abría pasos en
todos los Frentes Sociales, se masificaba la venta del El Rebelde, nacía la
Radio Nacional y su trabajo de masas se extendía entre los periodistas, FFAA, soldados,
suboficiales y oficiales honestos. Este es el MIR que combatió ferozmente al
gobierno Freista de la Democracia Cristiana (DC), a su régimen del reformismo Burgués
y proimperialista.
Este
es el MIR Original y que desenmascaró a las tendencias reformistas que
atravesaban el proceso de la UP y al Gobierno de Salvador Allende. Este es el MIR
que combatió a la dictadura cívico-militar que se impuso a sangre y fuego el 11
de septiembre de 1973. Este es el MIR que sobrevive en el 2017.
Hemos
superado derrotas, deserciones, traiciones y vueltas de carneros de casi todos
los dirigentes que asumieron después de la caída en combate de Miguel Enríquez.
Destacado papel han tenido tendencias y combatientes del MIR que han
sobrevivido en la clandestinidad y agrupamientos de bases territoriales, los que
no han rendido la Rojinegra, que continúan la lucha en las bases y territorios construyendo
el MIR, que empujan la Unidad Mirista, que avanzan el Poder Popular y que, inspirados
en nuestra originalidad, construyen y reconstruyen el MIR ligados a la lucha
actual de los pobres y marginados del campo y la ciudad.
El
mundo, como en 1965, continúa siendo predominantemente capitalista. La lucha ideológica
y el Marxismo revolucionario tienen gran vigencia en 2017. La clase Trabajadora
aún vive bajo condiciones esclavizantes y los diferentes disfraces del
capitalismo, neocolonialismo, imperialismo y ahora neoliberalismo, sólo han diversificado
y dividido el mundo social popular y la mano de obra. Aunque, en lo fundamental,
la lucha de clase y sus enfrentamientos siguen siendo entre Ricos y Pobres, entre
Explotados y Explotadores.
Por
tanto, los caminos son los mismos: revolución o muerte, socialismo o barbarie;
el fracaso de los términos medios. Los diversos reformismos constituyen el peor
sablazo de la clase capitalista en esta larga lucha por el poder de la clase
trabajadora y de los pobres y marginados del campo y la ciudad.
Desde
aquí surge la autocrítica de los revolucionarios, al no entender los recovecos
de la lucha de clases y construir la subjetividad de la revolución que
corresponde.
La
lucha continúa y como siempre lo quisieron Tod@s nuestr@s Caíd@s en los
combates de Chile, Centroamérica, Colombia, Venezuela y en los Países del
Imperio, esta es una guerra de toda una vida en contra de los enemigos de la
humanidad.
¡Viva el 52 aniversario del MIR!
Adelante
con su Unidad y el proceso de reconstrucción por la base y los territorios.
¡AQUI NADIE SE RINDE MIERDA!
MELINKA, 15 DE
AGOSTO, 2017
______________________________
SALUDAMOS DESDE EL COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA CAD AL COMPAÑERO MELINKA, VÍCTOR TORO RAMÍREZ, EN ESTE 52 ANIVERSARIO DEL MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA MIR
______________________________
SALUDAMOS DESDE EL COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA CAD AL COMPAÑERO MELINKA, VÍCTOR TORO RAMÍREZ, EN ESTE 52 ANIVERSARIO DEL MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA MIR
Desde esta tribuna reciba el
Compañero Melinka un abrazo fraternal. Y como
certeramente señala, "los enfrentamientos siguen siendo entre Ricos y Pobres,
entre Explotados y Explotadores”; así de simple, así de complejo.
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN
LIBRES!
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA
PORQUE EN CADA AGOSTO RENACE LA ESPERANZA…
No hay comentarios :
Publicar un comentario