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sábado, 5 de agosto de 2017

CHEYRE ENFRENTA NUEVO CAREO, CON OTRO EX PRESO POLITICO QUE LO ACUSA DE TORTURAS


Este viernes 4, el ex teniente del regimiento Arica de La Serena y que décadas después conduciría el ejército, Juan Emilio Cheyre, volvió a encontrarse frente a frente con una de sus víctimas de torturas de los albores de la ominosa dictadura cívico-militar. Esta vez fue el turno del ex dirigente del Partido Socialista Luis Ravanal Martínez

El escurridizo Juan Emilio Cheyre tuvo que declarar ante el ministro Vicente Hormazábal en el cuartel de la brigada de DD.HH. de la PDI, para colaborar en la investigación por el caso “Caravana de la Muerte”, capítulo La Serena. Las acciones judiciales se iniciaron luego de presentada la querella por el delito de torturas interpuesta por  Nicolás Barrantes Alcayaga y Nelson Rodríguez Santander, hechos que habrían ocurrido en octubre de 1973, al interior del ex regimiento Arica de esa ciudad.

Tal recinto, desde el golpe militar del 11 de septiembre de aquel año, fue transformado en un campo de concentración y exterminio dictatorial.

En lo de éste viernes, el ex detenido político Luis Ravanal Martínez hizo un esfuerzo importante y tuvo que revivir el episodio de torturas vivido el 18 de octubre de 1973 a manos del entonces teniente y hoy ex jefe militar. La trágica experiencia fue vivida al interior del regimiento ‘Arica’ de la ciudad de La Serena, recinto al cual fue llevado junto a su esposa embarazada y otros 15 dirigentes de izquierda, quienes luego fueron fusilados. 

En su declaración ante el ministro Vicente Hormazábal, mantuvo los dichos expresados ante los profesionales que recabaron los antecedentes que conformaron el informe Valech dos décadas atrás.

Un hijo de Ravanal Martínez accedió a ser entrevistado. Aportó que, “Siempre fue conocido el nombre de este individuo [Cheyre] en el ámbito familiar. Yo lo tengo en mis registros, tenía 8 años en esa época. Yo recuerdo cuando mi padre llegó a casa, desde el regimiento, por las marcas de las esposas: lo hacían dormir esposado. El nombre de Cheyre lo tengo desde niño en mi memoria. Por eso me sorprendió cuando lo nombraron Comandante en Jefe, en la época de Lagos. Era una contraposición a lo que uno podía haber imaginado, en un régimen, entre comillas, democrático.” ¿A lo largo de todos estos años, su padre pudo recordar algún otro detalle, alguna nueva información?: “Esto es algo que no es nuevo, está en la historia pública del país. Él se mantuvo en todos sus dichos, entregó información detallada respecto a lo que había experimentado. Lo que relató es algo que había escrito décadas atrás. Lo que vino a ratificar ante el ministro es lo ya declarado ante la Comisión Valech y, como era de esperar, Cheyre negó todo. Comentó que no lo conocía. Afortunadamente, mi padre ha sido muy cuidadoso en guardar los documentos, tenía los registros de toda la situación que vivió, datos y fechas exactas del período que estuvo detenido. Simplemente hoy tiene la oportunidad de exponerlo ante un tribunal. Parecía una causa que nunca se iba a investigar, considerando todas las limitaciones que constituyeron el informe Valech y Rettig, respecto al ocultamiento de información por 50 años, a través de acuerdos políticos.”

Hace rato que Cheyre debe encontrarse con viejas caras del ayer; con las de aquellos a quienes torturó o bien, con las de familiares de otros a quienes ayudó a ultimar y a esconder sus cuerpos.

Los 15 de La Serena y la miserable explicación oficial de sus asesinatos
Entre el 16 y 17 de mayo pasado, Cheyre fue careado con otra de sus víctimas, Nicolás Barrantes, uno de sus principales acusadores de protagonizar torturas y vejámenes, en La Serena, en aquellos días del terror posteriores al Golpe militar de 1973.

Luego, a comienzos de julio, el juez Hormazábal dirigió el careo de los principales querellantes y testigos con el ex comandante en jefe del ejército como parte de la investigación en la querella por el delito de torturas. La diligencia, que se desarrolló en dos jornadas –el martes 4 y el jueves 6- en el cuartel de la Policía de Investigaciones de la ciudad, consideró el careo de Cheyre con nueve testigos y el querellante Rodríguez Santander. Barrantes Alcayaga, recordemos, había sido careado el pasado mayo, en Santiago.

Las investigaciones prosiguen y no está lejana la fecha de término del sumario. Es desde ahora que las organizaciones de defensa y promoción de los DD.HH., de la izquierda consecuente, debemos movilizarnos para que en éste y otros tantos casos de torturas y de compañer@s caídos durante la noche obscura de la tiranía se haga verdad, justicia y reivindicación del ejemplo de valentía y consecuencia de es@s camaradas. Cheyre debe enfrentar las penas que le corresponden como asesino y torturador de detenidos indefensos, de mujeres embarazadas y de niños.

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¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!

Colectivo Acción Directa CAD –Chile
Agosto 5 de 2017

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