Este viernes 4, el ex teniente del regimiento Arica de La Serena y que décadas después conduciría el ejército, Juan Emilio Cheyre, volvió a encontrarse frente a frente con una de sus víctimas de torturas de los albores de la ominosa dictadura cívico-militar. Esta vez fue el turno del ex dirigente del Partido Socialista Luis Ravanal Martínez
El escurridizo Juan Emilio Cheyre tuvo que declarar ante el ministro Vicente Hormazábal en el
cuartel de la brigada de DD.HH. de la PDI, para colaborar en la investigación
por el caso “Caravana de la Muerte”, capítulo La Serena. Las acciones judiciales se iniciaron
luego de presentada la
querella por el delito de torturas interpuesta por Nicolás
Barrantes Alcayaga y Nelson Rodríguez Santander, hechos
que habrían ocurrido en octubre de 1973, al interior del ex regimiento Arica de
esa ciudad.
Tal
recinto, desde el golpe militar del 11 de septiembre de aquel año, fue transformado en un campo de concentración y exterminio dictatorial.
En lo de éste viernes, el ex detenido político Luis Ravanal Martínez hizo un esfuerzo importante y tuvo que
revivir el episodio de torturas vivido el 18 de octubre de 1973 a manos del
entonces teniente y hoy ex jefe militar. La trágica experiencia fue vivida al
interior del regimiento ‘Arica’ de la ciudad de La Serena, recinto al cual fue
llevado junto a su esposa embarazada y otros 15 dirigentes de izquierda, quienes luego fueron fusilados.
En su declaración ante el ministro Vicente Hormazábal, mantuvo los dichos expresados ante los profesionales que recabaron los antecedentes que conformaron el informe Valech dos décadas atrás.
En su declaración ante el ministro Vicente Hormazábal, mantuvo los dichos expresados ante los profesionales que recabaron los antecedentes que conformaron el informe Valech dos décadas atrás.
Un hijo de Ravanal Martínez accedió a ser entrevistado.
Aportó que, “Siempre fue conocido el nombre de este individuo [Cheyre] en el
ámbito familiar. Yo lo tengo en mis registros, tenía 8 años en esa época. Yo
recuerdo cuando mi padre llegó a casa, desde el regimiento, por las marcas de
las esposas: lo hacían dormir esposado. El nombre de Cheyre lo tengo desde niño
en mi memoria. Por eso me sorprendió cuando lo nombraron Comandante en Jefe, en
la época de Lagos. Era una contraposición a lo que uno podía haber imaginado,
en un régimen, entre comillas, democrático.” ¿A lo largo de todos estos años,
su padre pudo recordar algún otro detalle, alguna nueva información?: “Esto es
algo que no es nuevo, está en la historia pública del país. Él se mantuvo en
todos sus dichos, entregó información detallada respecto a lo que había
experimentado. Lo que relató es algo que había escrito décadas atrás. Lo que
vino a ratificar ante el ministro es lo ya declarado ante la Comisión Valech y,
como era de esperar, Cheyre negó todo. Comentó que no lo conocía.
Afortunadamente, mi padre ha sido muy cuidadoso en guardar los documentos,
tenía los registros de toda la situación que vivió, datos y fechas exactas del
período que estuvo detenido. Simplemente hoy tiene la oportunidad de exponerlo
ante un tribunal. Parecía una causa que nunca se iba a investigar, considerando
todas las limitaciones que constituyeron el informe Valech y Rettig, respecto
al ocultamiento de información por 50 años, a través de acuerdos políticos.”
Hace rato que Cheyre debe encontrarse con viejas
caras del ayer; con las de aquellos a quienes torturó o bien, con las de familiares
de otros a quienes ayudó a ultimar y a esconder sus cuerpos.
Los 15 de La Serena y la miserable explicación oficial de sus asesinatos |
Luego,
a comienzos de julio, el juez Hormazábal dirigió el careo de los principales querellantes
y testigos con el ex comandante en jefe del ejército como parte de la
investigación en la querella por el delito de torturas. La
diligencia, que se desarrolló en dos jornadas –el martes 4 y el jueves 6- en el
cuartel de la Policía de Investigaciones de la ciudad, consideró el careo de
Cheyre con nueve testigos y el querellante Rodríguez Santander. Barrantes
Alcayaga, recordemos, había sido careado el pasado mayo, en Santiago.
Las
investigaciones prosiguen y no está lejana la fecha de término del sumario. Es
desde ahora que las organizaciones de defensa y promoción de los DD.HH., de la
izquierda consecuente, debemos movilizarnos para que en éste y otros tantos
casos de torturas y de compañer@s caídos durante la noche obscura de la tiranía
se haga verdad, justicia y reivindicación del ejemplo de valentía y
consecuencia de es@s camaradas. Cheyre debe enfrentar las penas que le
corresponden como asesino y torturador de detenidos indefensos, de mujeres
embarazadas y de niños.
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¡Ni Olvido Ni Perdón: Verdad, Justicia y
Memoria!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!
Colectivo
Acción Directa CAD –Chile
Agosto 5 de 2017
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