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miércoles, 16 de septiembre de 2015

REFORMA LABORAL: MENTIRAS, CLAROSCUROS Y VERDADES


Luego que éste lunes 14 el gobierno entregase sus indicaciones para reorientar el decurso legal de su plan de reforma laboral, surgen las críticas y los apoyos al mismo, pero la visión y el proyecto de los trabajadores no tienen cabida en los medios de comunicación monopólicos   

Las Mentiras

Hoy no más la organización única de los dueños de Chile, la poderosa Confederación de la Producción y del Comercio, criticó con su habitual táctica del tejo pasado los alcances de la Reforma Laboral, asegurando que “el proyecto consagra el monopolio sindical, extrema la conflictividad y no ayuda a crear confianzas”. Agregó, respecto el fin al reemplazo en huelga y que los patrones alegan que quedaría refrendado en el proyecto, “la fórmula ideada para reasignar trabajadores que no están en huelga es absolutamente inoperante y está mal concebida”. A su vez, expresaron que “en relación con los servicios mínimos, las alternativas que prevé el proyecto de ley para definirlos son muy restringidas y ponen en riesgo la viabilidad de la empresa y su competitividad“.

Ayer, en tanto, la derecha también dijo lo suyo y, ¡Oh cosa curiosa!, también utilizó el tejo pasado para criticar el supuesto reemplazo en huelga. Así, el duro senador Allamand, de Renovación Nacional, detalló que “nosotros somos partidarios de una huelga legítima (¿?), pero una huelga proporcional y por eso hemos establecido un sistema de reemplazo interno que es coherente con los sistemas de la mayoría de los países OCDE”. Aseguró (¡nótese!) que “no hay ningún país de la OCDE que tenga una huelga indefinida con sindicatos que tienen la exclusividad para negociar, aunque no sean representativos, que no tiene derecho a reingreso y que no tiene un sistema de reemplazo”.

Por su parte, el presidente de la pro-monopolista UDI y uno de los politicastros más odiados por los chilenos, Hernán Larraín, expresó que “nosotros hemos presentando cerca de 30 indicaciones que corrigen el proyecto, donde se propone una forma fórmula distinta que satisface los requerimientos OCDE”. El líder gremialista además manifestó que desea que los diversos sectores políticos se den el tiempo para discutir las indicaciones a la reforma laboral y que no les “pasen la aplanadora o pretendan una legislación express”, aventuró.

También ayer la Democracia Cristiana (DC) pretendió tomar distancia de la tan “extrema” reforma. Primeramente, la versión oficial que habían comunicado su presidente, Jorge Pizarro, y la jefa de comité, Carolina Goic, era que había acuerdo en los temas clave, y que por lo mismo el gobierno contaba con los votos DC. Sin embargo, algunos senadores de la DC, luego de una reunión en que analizaron el proyecto y en que aseguraron valorar “los avances” emanados de las conversaciones entre el gobierno y los senadores oficialistas, plantearon reparos en la forma en que se resolvieron algunos aspectos. Entre ellos, uno clave: la prohibición del reemplazo en huelga. “Algunos creemos que en la discusión en particular todavía es posible introducir mejoras o perfeccionamientos en materias como reemplazo interno, extensión de beneficios, y sindicato interempresa”.

Del lado del gobierno habló su vocero, Marcelo Díaz, quien manifestó que el proyecto de marras seguirá avanzando, ya que es una demanda sostenida por el mundo sindical y los trabajadores de Chile (¡¿?!), por lo que continuarán el trámite legislativo tal como ha estado establecido hasta ahora. En ese mismo marco, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se reunió éste martes 15 con un grupo de senadores y representantes de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), quienes han establecido un protocolo de acuerdo para abordar la situación del sector. El sempiterno presidente de Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Chile (Conapyme), el golpista Rafael Cumsille, destacó la buena onda desde la comisión del trabajo, de Hacienda y por parte de las autoridades en torno a este acuerdo que incluye establecer un estatuto especial en el tratamiento que tendrán las pymes a la hora de discutir la reformita laboral. Como un regalo para los pequeños y medianos empresarios, se habló de establecer un quórum mínimo de 25 trabajadores para constituir sindicatos.

Los Claroscuros

Al menos, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa (PC), aseguró que existen “reparos en algunas indicaciones pues generan desconfianza y pueden llevar a un mal entendido equilibrio”. Pero fue el secretario general de la multigremial, Arturo Martínez (PS), el que se mandó la frase para el bronce: "las indicaciones pudieron haber sido más desastrosas por toda la presión que los empresarios y parte de la derecha política desarrollaron". Es decir, la CUT, que estuvo el año pasado avalando y participando en la discusión de la reforma en cuestión, practica una política defensista y retardataria (muy en resguardo del gobierno al que sus dirigentes adscriben), al contrario de la sostenida por la coalición gobierno-derecha-empresarios, patrañeramente ofensiva y basada en hechos consumados.     

En definitiva, la CUT realiza cuestionamientos menores y sin fuerza: sobre la extensión de beneficios a trabajadores de manera individual fuera del marco de negociación colectiva, pues aseguran podría abrir la puerta a vulnerar el acuerdo entre el empleador y el sindicato; señalan que es un retroceso que se imponga que la negociación por obra y faena sea obligatoria cuando dure más de 12 meses, pues apuntan a que “si se vuelve atrás (...), hay muchos trabajadores que quedarán fuera de la reforma por no tener un trabajo formal y eso incluso, podría fomentar la informalidad”. Sobre el fin del reemplazo en huelga, la timonel de la CUT dijo que no aceptarán “ninguna indicación que permita abrir puerta alguna a una figura de reemplazo interno”. Pero, ello fue lo que quedó en el ambiente luego de la pataleta de la DC y del gran empresariado, y que seguirá siendo la consigna de las derechas empresarial y política.

Las Verdades

Es debido a la debilidad política del gobierno de la Nueva Mayoría (NM), merced a los escándalos ocasionados desde su inicio, aunque nunca ha exhibido un verdadero propósito por reformar a fondo las bases del sistema de dominación, que el mismo parece no tener ningún peso específico para llevar a cabo los cambios que había prometido y es ahí, entonces, que una de las más cacareadas reformas que resulta damnificada es la laboral. Los sectores que la enarbolan presentan tantos flancos débiles que la derecha, los empresarios, y también la DC, están presionando en toda la línea para lograr hacerla aún más reaccionaria. Con bastante seguridad, no vendrá a cambiar la médula del plan laboral impuesto durante la dictadura cívico-militar.

Se discute si el derecho a huelga será o no realmente efectivo y ya las voces de los ‘moderados’, de la derecha y los empresarios aparecen defendiendo hechos como que en otros países con sistemas avanzados, países parte de la OCDE, (no) consideran el reemplazo de trabajadores. Sin embargo, los mismos olvidan decir que en varios de esos países existe negociación por rama de producción, lo que puede justificar dicha medida. También olvidan mencionar que hasta antes del Plan Laboral, iniciado en 1978, Chile tenía negociación por rama. Y, coincidentemente, la casuística mundial indica que países con sindicatos fuertes, que incluyen la negociación por rama como un elemento estructural, contribuyen a una mejor distribución del ingreso.

Paradójicamente, algunos de quienes hoy impulsan la gradualidad de la reforma laboral, son los mismos que en plena dictadura diseñaron el plan laboral. Eran unos hombres decididos y sin matices que, hoy día devienen conservadores, gradualistas o contrarios a cualquier reforma. Gracias a la corrupción de todo el sistema político, los empresarios entienden que por financiar la política controlan el sistema y meten miedo a la población. Y amenazan con menor inversión, con despidos, si es que la reformita laboral que se pretende imponer termina siendo favorable en algo para l@s trabajador@s.

Hoy en Chile no hay negociación por rama, que es una de las principales diferencias con países más desarrollados. Eso limita el rol del sindicato y hace que su quehacer dentro de una empresa se relativice en extremo, porque hoy se pueden tener varios sindicatos dentro de una compañía. El rol de los sindicatos por estas tierras está muy acotado; se limita al quehacer de la empresa. Y es bien cierto que darle solución a los temas pendientes de las grandes mayorías nacionales se hace mucho más fácil cuando hay sindicatos que actúan en el largo plazo y que operan por ramas. En otros países de la OCDE, aparte de existir la negociación por ramas, los sindicatos tienen más poder y además la huelga es sin aviso; son realidades completamente diferentes. Desde el momento en que hay que dar aviso con avisar 45 días antes de hacer una huelga y se permite el reemplazo con trabajadores internos, obviamente que en ese plazo los empleadores tienen el espacio necesario para contratar a personal adicional. Hay dos vías para regular eso: que sólo los trabajadores con antigüedad puedan ser de reemplazo interno; o, si abiertamente se quiere el reemplazo interno, se suprime el aviso de la huelga, porque de lo contrario la huelga no va a tener efecto. Resta bastante trecho para que los sindicatos en Chile puedan recuperar algún nivel de poder y del estatus histórico que tuvieron para poder avanzar en los temas fundamentales. Comparar a Chile con los países de la OCDE es una interpretación superficial, que no entiende la realidad de los sistemas laborales en las diferentes formaciones. Acá el tema de la huelga está demasiado regulado, a diferencia de lo que ocurre en otras partes y el resultado es que tenemos casi un 50% de huelgas ilegales, con un gran número de trabajadores involucrados. Ello es consecuencia de la actual reaccionaria legislación laboral, en un contexto de poder incontrarrestado de las clases dominantes, condicionantes que se obvian cuando el debate se realiza dentro de parámetros tan ideologizados.

Respecto a las PYMES, donde se viven graves conflictos laborales y a las que el bloque político de Estado alardea en defender, a la par de otorgarles una alta cifra para que se logre conformar un sindicato (24), los legisladores están propiciando que las negociaciones dentro de las mismas puedan darse no sólo a través de los respectivos sindicatos, sino también con unos irregulares “grupos negociadores”. Con esto, simplemente decae todo poder negociador del o los sindicatos al interior de dichas empresas.   

El plan laboral propuesto por la NM se enfoca mucho en los intereses tal como están enfrentados hoy, con una extrema asimetría entre el capital y el trabajo, y ninguno de ellos tiene una perspectiva de largo plazo. Ni con el empresariado caníbal ni con un sindicalismo en manos del reformismo supeditado a las fuerzas mantenedoras del sistema se podrá arribar a una situación donde exista una “cancha allanada” y aumente ese tan anhelado nivel de productividad. Sin democracia económica y política de verdad no habrá una más justa reforma del ámbito laboral en Chile.

¡RETIRO DE LA REFORMA LABORAL PATRONAL DEL GOBIERNO Y ELABORACION DE UN PLAN CON LOS TRABAJADORES!
¡NO + AFP, NI PRIVADA NI ESTATAL!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!

Equipo Sindical CAD –Chile

Septiembre 16 de 2015

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