Luego
que éste lunes 14 el gobierno entregase sus indicaciones para reorientar el
decurso legal de su plan de reforma laboral, surgen las críticas y los apoyos
al mismo, pero la visión y el proyecto de los trabajadores no tienen cabida en
los medios de comunicación monopólicos
Las Mentiras
Hoy no más la organización única de los dueños
de Chile, la poderosa Confederación de la
Producción y del Comercio, criticó con su habitual táctica del tejo pasado los alcances de la Reforma Laboral,
asegurando que “el proyecto consagra el monopolio sindical, extrema la
conflictividad y no ayuda a crear confianzas”. Agregó, respecto el
fin al reemplazo en huelga y que los patrones alegan que quedaría refrendado en
el proyecto, “la fórmula ideada para reasignar trabajadores que no están en
huelga es absolutamente inoperante y está mal concebida”. A su vez, expresaron que
“en relación con los servicios mínimos, las alternativas que prevé el proyecto
de ley para definirlos son muy restringidas y ponen en riesgo la viabilidad
de la empresa y su competitividad“.
Ayer,
en tanto, la derecha también dijo lo suyo y, ¡Oh cosa curiosa!, también utilizó
el tejo pasado para criticar el supuesto reemplazo en huelga. Así, el duro senador Allamand, de Renovación Nacional, detalló
que “nosotros somos partidarios de una huelga legítima (¿?), pero una huelga
proporcional y por eso hemos establecido un sistema de reemplazo interno que es
coherente con los sistemas de la mayoría de los países OCDE”. Aseguró (¡nótese!)
que “no hay ningún país de la OCDE que tenga una huelga indefinida con
sindicatos que tienen la exclusividad para negociar, aunque no sean
representativos, que no tiene derecho a reingreso y que no tiene un sistema de
reemplazo”.
Por
su parte, el presidente de la pro-monopolista UDI y uno de los politicastros
más odiados por los chilenos, Hernán Larraín, expresó que “nosotros hemos
presentando cerca de 30 indicaciones que corrigen
el proyecto, donde se propone una forma fórmula distinta que satisface los requerimientos OCDE”. El líder gremialista además
manifestó que desea que los diversos sectores políticos se den el tiempo para
discutir las indicaciones a la reforma laboral y que no les “pasen la
aplanadora o pretendan una legislación express”, aventuró.
También
ayer la Democracia Cristiana (DC) pretendió
tomar distancia de la tan “extrema” reforma. Primeramente, la versión
oficial que habían comunicado su presidente, Jorge Pizarro, y la jefa de
comité, Carolina Goic, era que había acuerdo en los temas clave, y que por lo
mismo el gobierno contaba con los votos DC. Sin embargo, algunos senadores de
la DC, luego de una reunión en que analizaron el proyecto y en que aseguraron valorar
“los avances” emanados de las conversaciones entre el gobierno y los senadores
oficialistas, plantearon reparos en la forma en que se resolvieron algunos
aspectos. Entre ellos, uno clave: la
prohibición del reemplazo en huelga. “Algunos creemos que en la discusión
en particular todavía es posible introducir mejoras o perfeccionamientos en materias como reemplazo interno, extensión de
beneficios, y sindicato interempresa”.
Del
lado del gobierno habló su vocero, Marcelo Díaz, quien manifestó que el
proyecto de marras seguirá avanzando, ya que es una demanda sostenida por el
mundo sindical y los trabajadores de Chile (¡¿?!), por lo que continuarán el
trámite legislativo tal como ha estado establecido hasta ahora. En ese mismo
marco, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se
reunió éste martes 15 con un grupo de senadores y representantes de las
pequeñas y medianas empresas (Pymes), quienes han establecido un protocolo de
acuerdo para abordar la situación del sector. El sempiterno presidente de
Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Chile
(Conapyme), el golpista Rafael Cumsille, destacó la buena onda desde la comisión
del trabajo, de Hacienda y por parte de las autoridades en torno a este acuerdo
que incluye establecer un estatuto especial en el tratamiento que tendrán las pymes
a la hora de discutir la reformita laboral. Como un regalo para los pequeños y
medianos empresarios, se habló de establecer un quórum mínimo de 25
trabajadores para constituir sindicatos.
Los
Claroscuros
Al menos, la presidenta de la Central
Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa (PC), aseguró que existen
“reparos en algunas indicaciones pues generan desconfianza y pueden llevar a un
mal entendido equilibrio”. Pero fue el secretario general de la multigremial,
Arturo Martínez (PS), el que se mandó la frase para el bronce: "las indicaciones pudieron haber sido más
desastrosas por toda la presión que los empresarios y parte de la derecha
política desarrollaron". Es decir, la CUT, que estuvo el año pasado
avalando y participando en la discusión de la reforma en cuestión, practica una
política defensista y retardataria (muy en resguardo del gobierno al que sus
dirigentes adscriben), al contrario de la sostenida por la coalición
gobierno-derecha-empresarios, patrañeramente ofensiva y basada en hechos
consumados.
En
definitiva, la CUT realiza cuestionamientos menores y sin fuerza: sobre la
extensión de beneficios a trabajadores de manera individual fuera del marco de
negociación colectiva, pues aseguran podría abrir la puerta a vulnerar el
acuerdo entre el empleador y el sindicato; señalan que es un retroceso que se
imponga que la negociación por obra y faena sea obligatoria cuando dure más de
12 meses, pues apuntan a que “si se vuelve atrás (...), hay muchos trabajadores
que quedarán fuera de la reforma por no tener un trabajo formal y eso incluso,
podría fomentar la informalidad”. Sobre el fin del reemplazo en huelga, la
timonel de la CUT dijo que no aceptarán “ninguna indicación que permita abrir
puerta alguna a una figura de reemplazo interno”. Pero, ello fue lo que quedó en
el ambiente luego de la pataleta de la DC y del gran empresariado, y que seguirá
siendo la consigna de las derechas empresarial y política.
Las
Verdades
Es
debido a la debilidad política del gobierno de la Nueva Mayoría (NM), merced a
los escándalos ocasionados desde su inicio, aunque nunca ha exhibido un verdadero
propósito por reformar a fondo las bases del sistema de dominación, que el
mismo parece no tener ningún peso específico para llevar a cabo los cambios que
había prometido y es ahí, entonces, que una de las más cacareadas reformas que
resulta damnificada es la laboral. Los sectores que la enarbolan presentan
tantos flancos débiles que la derecha, los empresarios, y también la DC, están
presionando en toda la línea para lograr hacerla aún más reaccionaria. Con
bastante seguridad, no vendrá a cambiar la médula del plan laboral impuesto
durante la dictadura cívico-militar.
Se
discute si el derecho a huelga será o no realmente efectivo y ya las voces de
los ‘moderados’, de la derecha y los empresarios aparecen defendiendo hechos
como que en otros países con sistemas avanzados, países parte de la OCDE, (no) consideran el reemplazo de trabajadores. Sin embargo, los
mismos olvidan decir que en varios de esos países existe negociación por rama
de producción, lo que puede justificar dicha medida. También olvidan mencionar
que hasta antes del Plan Laboral, iniciado en 1978, Chile tenía negociación por
rama. Y, coincidentemente, la casuística mundial indica que países con
sindicatos fuertes, que incluyen la negociación por rama como un elemento
estructural, contribuyen a una mejor distribución del ingreso.
Paradójicamente,
algunos de quienes hoy impulsan la gradualidad de la reforma laboral, son los
mismos que en plena dictadura diseñaron el plan laboral. Eran unos hombres
decididos y sin matices que, hoy día devienen conservadores, gradualistas o
contrarios a cualquier reforma. Gracias a la corrupción de todo el sistema
político, los empresarios entienden que por financiar la política controlan el
sistema y meten miedo a la población. Y amenazan con menor inversión, con
despidos, si es que la reformita laboral que se pretende imponer termina siendo
favorable en algo para l@s trabajador@s.
Hoy
en Chile no hay negociación por rama, que es una de las principales diferencias
con países más desarrollados. Eso limita el rol del sindicato y hace que su quehacer
dentro de una empresa se relativice en extremo, porque hoy se pueden tener
varios sindicatos dentro de una compañía. El rol de los sindicatos por estas
tierras está muy acotado; se limita al quehacer de la empresa. Y es bien cierto
que darle solución a los temas pendientes de las grandes mayorías nacionales se
hace mucho más fácil cuando hay sindicatos que actúan en el largo plazo y que operan
por ramas. En otros países de la OCDE, aparte de existir la negociación por
ramas, los sindicatos tienen más poder y además la huelga es sin aviso; son
realidades completamente diferentes. Desde el momento en que hay que dar aviso
con avisar 45 días antes de hacer una huelga y se permite el reemplazo con
trabajadores internos, obviamente que en ese plazo los empleadores tienen el
espacio necesario para contratar a personal adicional. Hay dos vías para
regular eso: que sólo los trabajadores con antigüedad puedan ser de reemplazo
interno; o, si abiertamente se quiere el reemplazo interno, se suprime el aviso
de la huelga, porque de lo contrario la huelga no va a tener efecto. Resta bastante
trecho para que los sindicatos en Chile puedan recuperar algún nivel de poder y
del estatus histórico que tuvieron para poder avanzar en los temas
fundamentales. Comparar a Chile con los países de la OCDE es una interpretación
superficial, que no entiende la realidad de los sistemas laborales en las
diferentes formaciones. Acá el tema de la huelga está demasiado regulado, a diferencia
de lo que ocurre en otras partes y el resultado es que tenemos casi un 50% de
huelgas ilegales, con un gran número de trabajadores involucrados. Ello es
consecuencia de la actual reaccionaria legislación laboral, en un contexto de
poder incontrarrestado de las clases dominantes, condicionantes que se obvian cuando
el debate se realiza dentro de parámetros tan ideologizados.
Respecto
a las PYMES, donde se viven graves conflictos laborales y a las que el bloque
político de Estado alardea en defender, a la par de otorgarles una alta cifra
para que se logre conformar un sindicato (24), los legisladores están
propiciando que las negociaciones dentro de las mismas puedan darse no sólo a
través de los respectivos sindicatos, sino
también con unos irregulares “grupos negociadores”. Con esto, simplemente
decae todo poder negociador del o los sindicatos al interior de dichas
empresas.
El
plan laboral propuesto por la NM se
enfoca mucho en los intereses tal como están enfrentados hoy, con una extrema
asimetría entre el capital y el trabajo, y ninguno de ellos tiene una
perspectiva de largo plazo. Ni con el empresariado caníbal ni con un sindicalismo
en manos del reformismo supeditado a las fuerzas mantenedoras del sistema se
podrá arribar a una situación donde exista una “cancha allanada” y aumente ese
tan anhelado nivel de productividad. Sin democracia económica y política de
verdad no habrá una más justa reforma del ámbito laboral en Chile.
¡RETIRO DE LA REFORMA LABORAL PATRONAL DEL
GOBIERNO Y ELABORACION DE UN PLAN CON LOS TRABAJADORES!
¡NO + AFP, NI PRIVADA NI ESTATAL!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Equipo Sindical CAD –Chile
Septiembre 16 de 2015
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