Al niño
sirio ahogado lo movieron de sitio y posición para hacerle la foto
Mientras
la prensa europea pulsa la cuerda emotiva difundiendo fotos de un niño ahogado
y publicando reportajes sobre las multitudes que cruzan a pie los países de los
Balcanes, Thierry Meyssan muestra que se trata de imágenes fabricadas. Son
imágenes que favorecen los intereses del patrón de patrones alemán, Ulrich
Grillo, y de la OTAN, pero que no reflejan el fenómeno en su conjunto y empujan
a los ciudadanos europeos hacia respuestas que no resuelven el verdadero drama
Por
Thierry Meyssan
Septiembre
8 de 2015
Una ola de emoción
cayó brutalmente esta semana sobre los pueblos que viven en los países de la
OTAN. Y bruscamente tomaron conciencia del drama de los refugiados que tratan
de cruzar el Mediterráneo, tragedia que dura desde hace años, ante la
permanente indiferencia de la opinión pública europea.
El
cambio se debe a la publicación de una fotografía que muestra al público el
cuerpo de un niño ahogado, depositado por las olas en una playa turca. Poco
importa que esa imagen sea una grosera escenificación: los cuerpos devueltos
por el mar quedan en posición paralela a las olas, nunca perpendicularmente a
ellas. Poco importa también que en menos de 2 días casi todos los diarios de
los países de la OTAN hayan publicado instantáneamente la misma imagen en
primera plana. Ya se sabe lo libre y pluralista que es la prensa occidental.
Trabajando
en el mismo sentido, las televisiones multiplicaron en estos días los
reportajes sobre el éxodo de miles de sirios, a pie, a través de los países
balcánicos. Particular atención prestaron al paso de esas personas a través de
Hungría, país que comenzó construyendo una inútil valla de alambre de espino
antes de tomar, una tras otra, toda una serie de decisiones contradictorias que
dieron a las televisiones la posibilidad de filmar repetidamente la multitud de
migrantes caminando a lo largo de las vías férreas y tomando los trenes por
asalto.
«En
reacción» ante la conmoción que habían suscitado en sus conciudadanos, los
dirigentes europeos, «sorprendidos» y contritos, ahora discuten acaloradamente
sobre la manera de socorrer a estos refugiados. Antonio Guterres, ex presidente
de la Internacional Socialista y actual Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados, intervino en el debate entre estos dirigentes preconizando «la
participación obligatoria de todos los Estados miembros de la Unión Europea».
Y
agrega que: «Según estimados preliminares, los países europeos tienen una
necesidad potencial de aumentar las oportunidades de reinstalación en 200 000
plazas.»
¿Cuál
es realmente el problema? ¿Quién está explotándolo y con qué objetivo?
Los refugiados del
Mediterráneo
Desde
el inicio de la «primavera árabe», en 2011, el número de personas que trata de
cruzar el Mediterráneo y de entrar en la Unión Europea ha aumentado
considerablemente, sobrepasando incluso el doble de cifras anteriores, y se
elevó en 2014 a 626 000 personas.
Flujo de migrantes hacia la Unión Europea (en cientos
de miles)
Fuente: Eurostat
Sin
embargo, contrariamente a la idea generalizada, no se trata de una oleada de
migrantes nunca vista e imposible de asimilar. En 1992, aunque la Unión Europea
se componía entonces de sólo 15 de los 28 Estados que actualmente la integran,
estaba recibiendo proporcionalmente más migrantes que en este momento: 672 000
por 380 millones de habitantes. Existe, por lo tanto, un considerable margen
antes de que los migrantes lleguen a desestabilizar la economía de la Unión
Europea, que hoy cuenta 508 millones de habitantes.
Más
de 2 tercios de esos migrantes son hombres de entre 18 y 34 años, según sus
propias declaraciones. Así que, por lo general, no se trata de familias.
Proporción de hombres entre los migrantes que entraron
a la Unión Europea en 2014.
Fuente: Eurostat
Contrariamente
a la idea que están divulgando los medios de prensa, menos de un tercio son
refugiados provenientes de zonas de guerra. Sólo un 20% son sirios, un 7% son
afganos y un 3% son iraquíes.
O
sea, los otros 2 tercios no provienen de países en guerra y son principalmente
migrantes por razones económicas.
En
otras palabras, el fenómeno de las migraciones está sólo marginalmente
vinculado a la «primavera árabe» y las guerras. Los pobres están abandonando
sus países para probar suerte en los países ricos, en total correspondencia con
el orden postcolonial y con la lógica de la globalización. Este fenómeno,
después de haber disminuido desde 1992 y hasta 2006, se ha reactivado y ahora
va en aumento. Pero lo cierto es que actualmente equivale a un 0,12% anual de
la población europea, o sea –manejado correctamente– no representa a corto
plazo ningún peligro para la Unión Europea.
El
presidente de la Federación de la Industria Alemana, Ulrich Grillo, quiere
disponer de 800 000 trabajadores extranjeros suplementarios en Alemania. Como
los acuerdos europeos prohíben esa entrada masiva de mano de obra extranjera,
que encuentra además la hostilidad de la opinión pública, Grillo contribuye a
poner en escena la «crisis de los refugiados» para obtener una modificación de
la reglamentación existente.
¿Son
los migrantes un problema?
Este
flujo de migrantes despierta inquietud en los pueblos europeos. Pero los
grandes empresarios alemanes lo acogen con regocijo. En diciembre de
2014, el «patrón de patrones» alemán, Ulrich Grillo, escondía
hipócritamente sus intereses tras una fachada de buena voluntad
al declarar a la agencia DPA: «Somos desde hace mucho un país de
inmigración y debemos seguir siéndolo». Y agregaba que «como país
próspero y también por amor cristiano al prójimo, nuestro país
debería permitirse a sí mismo acoger más refugiados». También afirmaba: «Yo
me distancio muy claramente de los neonazis y de los racistas que
se reúnen en Dresde y en otros lugares». Y, con un poco más de
seriedad, «Debido a nuestra evolución demográfica, garantizamos el
crecimiento y la prosperidad con la inmigración[1]».
Este
discurso retoma exactamente los mismos argumentos que presentaban los
empresarios franceses en los años 1970. Otro elemento a tener en cuenta es
que hoy en día la población europea dispone de cierto nivel de educación y de
calificación, algo de lo que carece la gran mayoría de los migrantes, que
estarán por consiguiente más dispuestos a aceptar ciertos tipos de empleos
que los europeos rechazan. Progresivamente, la llegada de mano de obra
no calificada y dispuesta a aceptar condiciones de vida inferiores a las
de los europeos suscitó en el pasado tensiones en el mercado laboral.
El empresariado francés favoreció entonces la llamada «reunificación
familiar». La ley de 1976, la interpretación que de ella hizo el
Consejo de Estado en 1977 y la jurisprudencia de la Corte Europea de
Derechos Humanos desestabilizaron ampliamente la sociedad. El mismo
fenómeno puede observarse en Alemania desde que se adoptaron
disposiciones similares a aquellas con la inclusión, en 2007, de la
reunificación familiar en la legislación alemana sobre la inmigración.
Contrariamente
a otra idea generalizada, los migrantes económicos no plantean un problema
de identidad para Europa, pero su ausencia sí constituye un problema para
sus países de origen. Y también plantean un problema social en Alemania,
donde –debido a la política estimulada por Ulrich Grillo– la clase obrera
ya está siendo víctima de una feroz explotación.
En
todos los demás países donde se han aplicado ese tipo de políticas, no son
los migrantes económicos los que han representado un problema sino la
posterior reunificación familiar.
¿Quién fabrica la
imagen actual de «crisis de los refugiados»?
Desde
el inicio del año 2015, el cruce ilegal de la frontera de Turquía hacia a
Hungría, que costaba 10 000 dólares, bajó a 2 000 dólares
por persona. Hay ciertamente traficantes de personas que son verdaderos
esclavistas, pero también hay gente que ayuda a los migrantes en el cruce
de las fronteras simplemente porque quieren ayudar a personas
en dificultad. En todo caso, cabe preguntarse ¿quién paga
la diferencia?
Por
otro lado, al principio de la guerra contra Siria, Qatar imprimía pasaportes
sirios falsos y los entregaba a los yihadistas de al-Qaeda para que
pudieran convencer a los periodistas de la prensa atlantista de que eran «rebeldes
sirios» y no mercenarios extranjeros. Pero actualmente, algunos traficantes
de personas están entregando pasaportes sirios falsos a migrantes de otras
nacionalidades. Y los migrantes los aceptan pensando, acertadamente,
que esos pasaportes falsos han de facilitarles la entrada en la Unión
Europea. En efecto, como los Estados miembros de la Unión Europea han
cerrado sus embajadas en Siria –con excepción de la República Checa y
Rumania– ahora no tienen cómo verificar la autenticidad de esos
pasaportes.
Hace
6 meses, yo expresaba mi sorpresa ante la ceguera de los dirigentes de la Unión
Europea, señalando que no percibían la voluntad de Estados Unidos de
debilitar a sus países, incluso mediante la «crisis de los refugiados[2]».
El mes pasado, la publicación Info Direkt señalaba
que, según los servicios de inteligencia de Austria, el éxodo de refugiados
sirios hacia Europa estaba siendo orquestado por Estados Unidos[3]. Es una
imputación que está por verificar, pero también constituye una hipótesis
sólida.
En
todo caso, todos estos acontecimientos y manipulaciones carecerían de gravedad
si los Estados miembros de la Unión Europea pusieran fin a la reunificación
familiar. El único verdadero problema no sería entonces la entrada de
los migrantes sino la tragedia de los que mueren en el intento, tratando de
cruzar el Mediterráneo, precisamente la única realidad que no moviliza
a ningún dirigente europeo.
¿Qué
trama la OTAN?
La
OTAN, o sea el brazo armado internacional de Estados Unidos, no ha
reaccionado. Pero, según sus nuevas misiones, la alianza atlántica
se reserva la posibilidad de intervenir militarmente ante los grandes
flujos migratorios.
Sabiendo
que sólo la OTAN dispone de la capacidad de “incrustar” una información
tendenciosa o simplemente falsa en la primera plana de todos los diarios de sus
países miembros, es altamente probable que ese bloque militar esté
organizando la actual campaña. Además, el hecho que esa campaña esté
presentando a todos los migrantes como refugiados que huyen de las zonas de
guerra y la insistencia sobre el origen supuestamente sirio de todos estos
migrantes hacen pensar que la OTAN está preparando una acción pública
relacionada con la guerra que secretamente dirige contra Siria.
Equipo Internacional –CAD CHILE
Septiembre 10 de 2015
[1] «Allemagne:
le patronat veut plus de réfugiés» [En español, “Alemania: los patrones
quieren más refugiados”], AFP, 23 de diciembre de 2014.
[2]
«La miopía de la Unión
Europea ante la estrategia militar de Estados Unidos», por Thierry
Meyssan, Red Voltaire, 27 de abril de 2015.
[3] “Insider:
Die USA bezahlen die Schlepper nach Europa!”, Info Direkt,
5 de agosto de 2015. «Acusan a Estados Unidos de
financiar el éxodo de refugiados hacia Europa!», Red Voltaire,
13 août 2015.
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