“La lucha de clases es siempre una guerra encubierta”
-Miguel Enríquez
-Miguel Enríquez
Qué duda cabe. La realización de la Marcha
desde la Memoria hacia la Victoria el pasado domingo 6 de septiembre de 2015,
desde el Cementerio General hacia la estatua del Compañero Salvador Allende,
frente a La Moneda, sumado a las diversas expresiones de rebeldía popular el
viernes 11 de septiembre, demuestran claramente que existe una potencial fuerza
social que no acepta seguir viviendo bajo las actuales condiciones, donde un
puñado de familias poderosas determinan el destino de millones de chilenos,
siendo capaces de ocultar su dominación a través de una democracia que se cae a
pedazos por sí misma, pero que no ha de caer definitivamente, así como el
sistema de dominación que le da forma, si no es por el concurso real de miles y
miles de voluntades encaminadas a sepultar para siempre este régimen oprobioso,
que doblega y humilla al Ser Humano.
Es
ese potencial de fuerza social organizada y no organizada que debe ser
utilizada para generar el despertar de millones que duermen el sueño de los
justos, adocenados por tanta delicia que entrega el capitalismo en módicas
cuotas mensuales, los cuales han arrebatado las ganas de seguir luchando por un
sistema social Humano, justo, equitativo, en donde de cada quien según sus
capacidades y a cada quien según sus necesidades, para transitar a una forma
superior de Hermandad.
Por
eso proponemos la creación de un instrumento de agitación y propaganda que
contenga a las más diversas fuerzas organizadas y no organizadas del
anticapitalismo. Es decir, en donde
puedan participar aquellas que están por la Asamblea Constituyente, en todas
sus vertientes y modalidades, y aquellos que rechazan ese camino; que
participen las Organizaciones anticapitalistas que aceptan el camino electoral
y aquellas que lo rechazan. Lo central
es construir un núcleo capaz de ejercer en las calles la voluntad del cambio
social profundo, que en su caminar constante pueda ir sumando más fuerza
social. La apuesta es avanzar desde lo
simple a lo complejo, pero avanzar.
No
sólo podemos esperar las coyunturas emblemáticas para demostrar nuestro rechazo
a la dominación. Es necesario en el día a día ir instalando en la calle, en las
calles, la necesidad de la liberación.
Recordemos que el capital y su dictadura a cada instante, los siete días
de la semana, las 24 horas del día, consolida su poder, su dominación, su
hegemonía, permitiendo la producción y reproducción de su modo de producción.
La
propuesta no es fácil ni sencilla. Además de tener que competir con la abulia,
la apatía de millones, debe sortear los laberinticos procesos al interior de
las Organizaciones de lo que se denomina Izquierda anticapitalista o Izquierda
antineoliberal, en donde prima la más de las veces posiciones
sobreideologizadas o simplemente priman caudillismos, caciquismos y egoísmos,
expresados en “con esos ni a mi misa” o “con esos no” y tantas otras excusas
que esconden la parálisis y el conformismo en que se encuentran muchos, que
cuidan su “construcción”, su parcelita, su lógica.
Construir
un instrumento de agitación y propaganda que provoque una Izquierda en
Movimiento. Un caminar conjunto tras las Demandas Sociales y Populares, que
vaya construyendo sus propias coyunturas. Una Izquierda anticapitalista
fragmentada, que camine tras los pasos de lo que queda del Reformismo, no puede
levantarse como alternativa.
Hacemos
un llamado a construir, entre tod@s l@s anticapitalistas, una Izquierda en
Movimiento en las calles, con minorías actuantes que sean capaces de desplegar
toda su capacidad en los territorios populares y en todas las avenidas. En suma,
conformemos una gran izquierda, la cual sea capaz de mostrar a los pueblos y a
los trabajadores que otra Realidad es necesaria y que vaya demostrando, con su
ejemplo y un potente trabajo de base, que otra Realidad es posible de lograr
con lucha y decisión.
¡Sólo la lucha y la unidad nos harán libres!
Fraternalmente,
Colectivo Acción Directa
Septiembre de 2015
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