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martes, 8 de septiembre de 2015

NUEVO DIRECTOR DE CARABINEROS CUESTIONADO POR ESCUCHAS TELEFONICAS Y UN MONTAJE POLITICO


Se trata de Bruno Villalobos Krumm, un apadrinado de Lagos y Bachelet. Además, tuvo un rol importante en el llamado ‘Caso Bombas’, un montaje en el cual todos l@s inculpad@s terminaron siendo absuelt@s

Hoy asumió la dirección de carabineros el general Bruno Villalobos Krumm, escogido por Bachelet para suceder a Gustavo González Jure.

A Villalobos siempre le han interesado la inteligencia y la seguridad. Como que egresó de la escuela matriz como subteniente de orden y seguridad. Primeramente se va de oficial operativo a San Miguel, en la Región Metropolitana, para luego hacerle a las ‘fuerzas especiales’, al trabajo fronterizo, edecán de Lagos y durante 2006, primer gobierno de Bachelet, ésta le encarga la jefatura del departamento de seguridad presidencial.

En 2008, se hace general y pasa a comandar la dirección de inteligencia institucional. Pasa por diversos cargos de jefatura y en 2014, ya con el cargo de general inspector, se hace cargo de la recién creada dirección de inteligencia, drogas e investigación criminal -sección creada luego del atentado con bomba en la estación Escuela Militar del Metro[1]-. Hace un mes, el 11 de agosto, se supo que su madrina Bachelet lo había nombrado heredero del anterior cabecilla González Jure, instancia que asumió en el día de hoy.

Este mismo Villalobos, quien resulta tener un hermano que aspiraba en 2012[2] a que mataran a todos los manifestantes en Aysén, fue quien estuvo a cargo de la Dipolcar cuando se generó el llamado Caso Bombas, en el cual fueron detenidas 14 personas por su presunta participación en la colocación de artefactos explosivos, no obstante el proceso se cerró con la absolución de todos los imputados.

Además, el nuevo general director fue cuestionado al saberse de su nominación por su participación en las escuchas telefónicas a parlamentarios, dirigentes sindicales, entre otros tal como lo denunció el diputado independiente Gaspar Rivas, quien emplazó a Bachelet a no escoger a Villalobos por estos antecedentes: “En 2011 fue uno de los partícipes de la intervención telefónica de celulares de políticos, parlamentarios, dirigentes sindicales, periodistas y, también, participó del montaje en el denominado Caso Bombas”, sostuvo el parlamentario. Sobre este particular, añadamos que, a mediados de 2011, Villalobos protagonizó una polémica por amenazar al diputado Sergio Ojeda, luego de que éste diera espacio[3] a denuncias sobre escuchas telefónicas ilegales realizadas por la Dipolcar a los personajes mencionados y agregaba a abogados de DD.HH., embajadores y autoridades de gobierno. Aunque el retirado general Eduardo Gordon desestimó las acusaciones en su momento, Villalobos admitió en una entrevista con La Segunda que los aparatos de escucha efectivamente existen y que muchas de las denuncias son ciertas. 


Lo anterior quedó consignado en un expediente de 600 páginas, resultado de una querella por la Ley de Inteligencia que Villalobos perdió ante los tribunales y que acusaba de “espionaje” al director de Panoramas News, Patricio Mery Bell.

También en agosto, se había hecho patente[4] la necesidad de saber la opinión del Partido Comunista respecto de Villalobos. Esto, pues fueron ellos quienes presentaron una querella por el delito de escuchas telefónicas ilegales sumada a la investigación del Ministerio Público. Pero, durante la presente jornada, de Teillier y sus boys nada se escuchó.

Ahora bien, una dirigenta política aseveró correctamente hace un mes[5] que quien se haga cargo de una institución como carabineros debía cumplir con los valores y el respeto, en la práctica, del Estado de derecho. “En carabineros y otras ramas, no puede haber nadie involucrado en seguridad que esté vinculado a casos de represión, de la dictadura militar o de corrupción”. Pues bien, resulta que éste Villalobos está metido en líos de espionaje a politicastros y de montajes políticos, mientras que el oficial que se fue, González Jure, está involucrado en el asesinato de un niño durante la dictadura cívico-militar.

Sobre González Jure, ahora ex jefe de la policía uniformada, digamos que habría dirigido y participado el 30 de agosto de 1988, en plena dictadura del chacal Pinochet, de una brutal represión dirigida a frenar las protestas contra el dictador. Ese día, Pinochet era ungido por la Junta Militar como candidato presidencial, lo que provocó sendas manifestaciones en todo el país. Durante las protestas, en la comuna de la Granja, un niño de 14 años identificado como SERGIO ALBORNOZ MATUS fue asesinado por la espalda. El accionar violento lo llevó a cabo un pelotón dirigido por el entonces capitán Gustavo González Jure[6]. El capitancito, en una primera instancia, fue acusado por la justicia ordinaria como autor del delito de homicidio. No obstante, posteriormente el caso pasó a manos de la justicia militar, cuestionada por instituciones internacionales de justicia y DDHH, en donde se desarrolló un complejo montaje para cuidar al entonces capitán y que dos décadas después sería general director, lo que incluyó la quema de pruebas, expedientes y peritajes. Finalmente se culpó a un subteniente que hasta el día de hoy, aun habiendo sido condenado, se mantiene bajo la protección de González Jure y ostenta el grado de Teniente Coronel.

Cuando sucedió el crimen, a la familia de Sergio Albornoz Matus les dijeron que los carabineros involucrados en el asesinato serian desvinculados de la institución, situación que claramente fue una mentira y nunca más hubo ni verdad ni justicia. Y parece que, con Villalobos, la cosa no irá por mejor camino.

Colectivo Acción Directa – CHILE
Septiembre 8 de 2015

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