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domingo, 5 de julio de 2015

LOS GRIEGOS DIJERON NO AL CHANTAJE DEL FMI Y EL GRAN CAPITAL EUROPEO


Los griegos han hablado. Con el 95% del escrutinio, el No se impone en el referéndum de hoy con un 61,3% de los votos, frente al 38,7% del sí. Estos resultados dan una amplia victoria a la propuesta encabezada por el primer ministro Alexis Tsipras, con un 23% de ventaja. Hubo un 62% de participación y sólo un 5,8% de votos nulos y blancos

Ante los resultados, Alexis Tsipras ha celebrado la victoria del No. Aunque quiso calmar a los que tachan este resultado de ruptura con la eurozona: "Mi mandato no es de ruptura, sino para reforzar nuestro poder negociador. Desde mañana nos sentaremos a negociar con la prioridad de poner en marcha nuestro sistema bancario y restituir la estabilidad económica del país".

El primer ministro griego considera que el resultado supone escribir "una página brillante de la historia, donde no hay ni vencedores ni vencidos". También declaró que estos resultados demuestran que la democracia "no puede ser chantajeada". En realidad, es al pueblo griego al que no se puede chantajear con hambrearlo aún más por una deuda que no contrajo.

Tsipras ha comenzado ya a contactar con dirigentes europeos, entre ellos el presidente francés, François Hollande, según informa la televisión griega. También podría haber habido contactos con el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, fundamental para otorgar liquidez a los bancos privados griegos.

El ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, afirmó que a partir de mañana, con el rotundo "No" que ha expresado el pueblo, el gobierno nacional podrá "extender una mano de cooperación" a los socios europeos" e intentar buscar con ellos un "lugar común".

"A partir de mañana vamos a colaborar con el Banco Central Europeo que mantuvo una posición neutra la semana pasada y tendremos una actitud positiva hacia la Comisión Europea", dijo Varufakis en una declaración pública tras la victoria del "no" en el referéndum de hoy.

"El 'no' es un gran 'sí' a la Europa democrática", afirmó el ministro, para recalcar que el resultado de hoy es "una gran herramienta de colaboración con los socios". Pese al tono conciliador, Varufakis reafirmó sus críticas a los acreedores al recalcar que "durante cinco meses rechazaron todo debate sobre la austeridad y la deuda".

"El 25 de enero (día de las elecciones generales) el pueblo dijo 'basta ya' a cinco años de hipocresía, a cinco años de nuevos préstamos para encubrir la quiebra del Estado. Durante cinco meses intentamos negociar para explicar esto: no más préstamos sino reestructuración de los antiguos", afirmó.

Varufakis fue más lejos al asegurar que "desde el primer momento los acreedores intentaron cerrar los bancos" y "obligarnos a pedir perdón por nuestra crítica a los programas fracasados".

El ministro del Interior, Nikos Vutsis, afirmó que el Gobierno está satisfecho con el transcurso de la jornada del referéndum. Vutsis destacó que la votación transcurrió sin incidentes y "no hubo problemas gracias a los esfuerzos de los mecanismos del ministerio", pese a la mayúscula tarea de haberlo organizado "en tan solo seis días".

Casi once millones de griegos estaban llamados a votar hoy en el referéndum sobre la aceptación o el rechazo de las medidas propuestas por los acreedores a cambio del desembolso del rescate.

El líder de Griegos Independientes (ANEL) y ministro de Defensa de Grecia, Panos Kamenos, ha reivindicado la victoria de la democracia con el 'no' que pronostican las encuestas sobre el referéndum de este domingo. "El pueblo griego ha demostrado que no puede ser chantajeado, aterrorizado ni amenazado. La democracia ha ganado", ha afirmado Kamenos a través de su cuenta en Twitter.

En lo más de fondo, digamos que la situación del gobierno griego, negociando unas condiciones de pago de la deuda pública frente al BCE, FMI, Bancos Centrales Europeos y Gobiernos nacionales lo menos indignas posibles, generaron un movimiento defensivo por parte de Grecia, por lo que se convocó a éste referéndum. A su vez, los acreedores institucionales aparecieron tirándose la pelota de la crisis uno a otros, crisis en la que tuvieron directa relación.

Resulta increíble, y a la vez decepcionante, que después de ocho años de crisis económica sistémica y del afloramiento de las razones reales de dicha crisis, gobiernos como el de España o el FMI, junto a sus áulicos de los medios de comunicación de masas, mantengan el mismo discurso que en 2008 y culpen o bien a los ciudadanos de vivir por encima de sus posibilidades o como es el caso de Grecia, culpar al gasto público o a la mala gestión de los políticos griegos (apoyados por los gobiernos europeos) de la deuda impagable que acumulan los estados europeos del sur, expuestos al escarnio público y los del norte, oculto bajo el manto del Banco Central Europeo, la Unión Europea y el FMI.

En esta especie de embudo en que se encuentran las negociaciones entre Grecia y “las instituciones que han avalado” los rescates (el FMI no ha aportado capitales, sólo ‘avales’), estas últimas llegan al absurdo en sus exigencias, buscando con esto el impago con el único objetivo de obligar al actual gobierno griego a convocar a elecciones anticipadas para que un partido sumiso vuelva al poder, permitiendo (de  momento) mantener la ficción de la deuda y evitar por todos los medios que la opinión pública conozca en profundidad el fracaso del modelo económico monetarista, orgullo de los devotos del capital financiero transnacional.

Los ciudadanos griegos y en general los europeos, no tienen ninguna culpa del estallido de la crisis económica. Los verdaderos culpables son la banca y los fondos de inversión con el beneplácito de los Bancos Centrales y la connivencia de los políticos pro-capital.

Otro elemento central en la crisis griega y de los países del sur de Europa es Alemania, el supuesto gran perjudicado por el futuro posible impago  de Grecia. En verdad, Alemania es la gran beneficiada de la crisis griega y de la estructura ad hoc de la Unión Europea.

En primer lugar, Alemania está financiando su deuda con intereses negativos ya que ha conseguido, merced al modelo económico del Euro, que los inversores internacionales la consideren un valor refugio. Así, cada crisis del sur de Europa hace que la deuda alemana cada vez tenga que pagar menos intereses.
En segundo lugar, el modelo de crecimiento impuesto por Alemania a la UE mediante la reducción de valor de los ingresos laborales y una apuesta única por las exportaciones  ha supuesto la desindustrialización del sur europeo, evitando una competencia interna y directa sobre productos con alto valor añadido y, como consecuencia de ello, ha debilitado sus economías, basadas entonces en sectores de bajo valor añadido y por lo tanto excesivamente expuestas a los vaivenes de los mercados.

El caso de Grecia es evidente y se refleja en el aumento de la deuda pública desde 2005, cuando representaba un 100% del PIB, hasta la actualidad, en que ronda un 178% sobre el producto. Mientras tanto, el desempeño del PIB ha sido inversamente proporcional, reduciéndose en un 26%.

Si tomamos como referencia el año 2005, hasta el cierre de 2014 se puede constatar que mientras Alemania había aumentado su PIB en 600 MM de euros, el de Grecia, en cambio y desde su punto máximo, había perdido 60.000 millones de dicha moneda.

Un dato curioso y que puede darnos pistas sobre el desarrollo comparado de las economías griega y alemana es que, en ese mismo 2005, la deuda pública per cápita en Alemania alcanzaba a los 18.637 euros, mientras que en Grecia era de 18.000 euros. Cada ciudadano alemán debía 637 euros más que los ciudadanos griegos. En 2014, la deuda per cápita alemana fue de 26.294 euros y la griega de 28.867 euros, los griegos deben 2573 euros más por habitante que los alemanes, tan sólo un 10% más que resulta asombroso cuando se supone que la potencia de la economía alemana es muy superior a la de la griega.

En tercer lugar, ¿quién está rescatando a quién? Lo que nos transmiten los medios de comunicación es que la política económica alemana es la correcta y que los griegos son los “malos”, pero a veces, las cosas no son como parecen, ni las oportunidades se reparten de la misma manera.

El gobierno griego, durante 2014, adquirió compromisos para respaldar a la banca de su país por valor de 39.809 millones de euros y se le ha obligado a garantizar estos compromisos por un valor de 51.110 millones de euros, superior al valor de respaldo a los bancos y esto sin contar los avales e instrumentos financieros de respaldo al sistema financiero del gobierno y que sumaron en 2014 la friolera de 17.381 millones de euros.

Ahora comparemos los mismos conceptos en el caso de la “supuesta víctima” y excelente gestora de su economía, Alemania. Los compromisos de respaldo del gobierno alemán a su banca fueron en 2014 de 238.471 millones de euros, mientras que las garantías exigidas fueron de 22.574 millones de euros. Con respaldo seis veces superior a la banca alemana con respecto a Grecia por parte del gobierno alemán, los depósitos exigidos como garantía son menores en un 50% de los exigidos a Grecia, ¿qué tal?

La pregunta sería, si Alemania, que ha rescatado a toda su banca sin control alguno y que gracias a que ha destruido el tejido productivo de los países del sur de Europa y a un bajo costo de financiación de los inversores por ser considerado una inversión refugio, sufriera como consecuencia de la rebelión griega un desequilibrio económico, ¿quién la rescataría?

Alemania es un gigante con los pies de barro y que en 2014 necesitó apoyar con avales e instrumentos financieros a su banca por un monto de 208.303 millones de euros, que sumado al resto de ayudas supone un 25% de su PIB, lo que debiera llevarnos a pensar que realmente los que vivieron por encima de sus posibilidades no fueron los griegos, sino Alemania.

Por último y no menos importante, los rescates a Grecia han sido gestionados por un seudoparaguas llamado la Troika (FMI-Banco Central Europeo-Comisión Europea), que no sólo carece de entidad jurídica alguna y falta de legitimidad, sino que ha incumplido la legislación europea de forma sistemática, por lo que la mayoría de sus actos podrían ser considerados como ilegales dentro del marco jurídico de la Unión Europea y por lo tanto inválidos y sin efecto.

Equipo Internacional –CAD CHILE
Julio 5 de 2015


Sobre informaciones de: La Vanguardia  (España) y Economiaciudadana.org

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