Desde septiembre de 2014, aunque
con mayor brío desde junio pasado, una serie de atentados en contra de
dirigentes y activos anticapitalistas ha sido llevada a cabo en Chile. Ello pone
en evidencia el accionar de la ‘inteligencia’ policial y de la ANI –ex ‘Oficina’-.
Este recrudecimiento se debe a los altos grados de movilización y organización de
diversos sectores del Movimiento Popular
Desde comienzos de
septiembre y a lo largo de todo el país, hemos asistimos a un proceso de
criminalización y de aplastamiento de toda forma de demanda o protesta social.
Desde el gobierno de la Nueva Mayoría (NM) y la derecha[1] se ha
comenzado a calificar de ‘peligroso’ y hasta de ‘terrorista’ a aquel que lucha
por contar con educación y salud gratuitas y de calidad, con viviendas sociales
adecuadas y dignas, porque haya justicia en los crímenes cometidos por el
terrorismo de Estado durante la dictadura cívico-militar y hasta hoy, por
oponerse a una legalidad laboral que permite la precarización y la extrema
explotación de los trabajadores, por resistir la opresión y la criminalización
estatales en contra del pueblo Mapuche.
Es más, hoy por hoy
la NM, con o sin la presión de la derecha, coloca a todos los anti-sistémicos
en la misma bolsa y decide que todos ellos deben ser pisoteados y considerados
seres inferiores, sin derecho de ninguna especie, atentando de paso con los
derechos civiles de toda la población.
Ya habíamos
advertido, en octubre pasado[2], que agentes de la ex Oficina, hoy conocida como Agencia
Nacional de Inteligencia[3] –ANI-,
estaban realizando tareas del ámbito operativo y no simplemente de ‘análisis de
inteligencia’. Y eso que el mes anterior, el jefe del obscuro servicio secreto había
jurado que no contaban con agentes encubiertos[4]. El caso
es que al comenzar octubre estalló en Concepción un caso que afectó a un grupo
de siete jóvenes estudiantes universitarios y a un profesor de la U de
Concepción, acusados por la fiscalía local de ‘asociación terrorista’ y ‘fabricación
y porte de explosivos’ con pruebas ineficientes y de dudosa integridad, las
cuales habían sido recabadas por dicho organismo secreto estatal y otras
similares aportadas por carabineros. El caso, como otros montajes judiciales
del último tiempo, quedó en nada a principios de este año, al dictar la corte
de apelaciones de Concepción la libertad incondicional de los acusados por la
fiscalía.
El clima represivo que
se creó entonces, con el que los de ‘arriba’ intentaban anular la ola de
críticas ante el pésimo gobierno y la corrupción generalizada de politicastros
y empresarios, se ha venido potenciando este año luego que levantara un
contundente movimiento de resistencia social frente al evidente descrédito y
patanería de nuestros gobernantes.
Pues bien, en estas
semanas nos enteramos de situaciones del ámbito represivo, pero de un carácter
más focalizado y siniestro, propias de la segunda época de la dictadura
cívico-militar, que apuntan a atemorizar a los sectores rupturistas del
movimiento popular y que presentan mayores niveles de organización.
Hace siete días nos
enteramos que diversos Compañer@s del Partido Igualdad y del Movimiento de
Pobladores por la Dignidad (MPD) han sido atacados en diversas formas y lugares,
por unos desconocidos que no debieran sernos tan desconocidos. No obstante, los
afectados señalan que dichos ataques se remontan a un par de años y
lamentablemente no se ha podido dar una contra-respuesta a tales atropellos.
Luego, en la mañana
del viernes 26 de junio[5], en calle
Camilo Henríquez de Concepción, fue interceptada una compañera profesora y
asesora sindical, quien fue subida a la fuerza a una camioneta blanca y
conducida a diversas partes, mientras los dos o tres ocupantes del móvil le
interrogaban sobre sus actividades relacionadas con las organizaciones
sindicales regionales. Luego de un rato, fue liberada en las cercanías del
liceo donde ella trabaja, demostrando sus secuestradores que conocían muy bien
el itinerario de su víctima.
Este martes 30,
decenas de trabajadores y estudiantes acompañaron[6] al
abogado Cristian Arancibia a interponer un recurso de amparo en la corte
penquista por la compañera afectada. Los reclamantes señalan que el ataque se produce
estando en el ministerio del interior Jorge Burgos, “que fue ministro en los “90
y es recordado por su labor en la Oficina y el subsecretario Mahmud Aleuy que
hace una indicación este fin de semana en los medios de prensa donde señala que
los elementos de seguridad e inteligencia van a aumentar. Van a tener que
actuar así respecto al miedo que están adquiriendo sobre la movilización de los
trabajadores y estudiantes (…) Hay una reforma laboral que profundiza el Plan
de Piñera y no beneficia a los trabajadores; hay una carrera docente donde no
se beneficia a los docentes en términos generales; hay una reforma educativa
donde se está beneficiando a un sector y no a los estudiantes y a la comunidad
en su conjunto. En ese contexto nosotros pensamos que los órganos de represión
están actuando en esa línea, que es infundir miedo en el movimiento social y
por otro lado tratar de sacar información porque ahora no la tienen, debido a
que no tienen la participación en la movilización social que antes tenían antes
de los 90 o con la Concertación”.
A la par de la represión
selectiva, se desata la represión en masa; por ejemplo, sobre algunas unidades
universitarias en poder de estudiantes: caso de escuelas y facultades de la UBB
de Concepción[7];
se anuncian descuentos a los profesores que se encuentran en paro nacional[8]; se
apalea inmisericordemente a quienes se acerquen a impetrar sus derechos a la
presidenta[9]; etc.
Sin duda que los de
arriba, al verse acorralados por un pueblo que está harto de su delincuencial proceder
y que se moviliza decididamente por hacer valer sus derechos, echarán mano a diversas
formas de represión y descrédito del legítimo accionar popular. Frente a ello,
llamamos a todas las organizaciones del pueblo y los trabajadores, a la
izquierda anticapitalista, a estar atentos frente a ésta antidemocrática y
sucia arremetida de las fuerzas que sustentan y avalan el injusto y discriminador
sistema impuesto. Debemos prepararnos y sobre todo extender y multiplicar la
unidad de tod@s l@s que luchan.
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Colectivo Acción Directa – CHILE
Julio 2 de 2015
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