“Declaración Pública de Ex Prisioneros Políticos
de Chile UNEXPP””
Por UNEXPP
–public. 2/12/17
Este próximo 17 de
diciembre Chile enfrenta una coyuntura política que se ha considerado como de
primera importancia, más aun se la califica como el fin del ciclo político del
siglo XX y el comienzo del ciclo del siglo XXI. Según los analistas políticos se
espera un cambio radical que puede significar el retorno del autoritarismo o la
consolidación del modelo de democratización y modernidad para ponerse a la
altura del nuevo siglo.
Según
este análisis estamos enfrentados a una candidatura que representa la regresión
social y política y la otra la consolidación de las reformas económicas y
políticas llevadas adelante por el conglomerado político en el poder en los
últimos 30 años.
Para
nosotros, los sobrevivientes del Terrorismo de Estado que castigó a nuestro
país desde 1973 hasta 1990 y que utilizó a las fuerzas armadas en una política
genocida en contra del pueblo chileno y de sus avances sociales y políticos,
conquistados durante el período histórico que fue de los años 30 hasta 1973,
nos parece necesario precisar lo siguiente:
1.-
Todas las candidaturas de la primera vuelta electoral carecieron de propuesta
respecto al tema de los DDHH. Nos parece lamentable que el pasado reciente que
marcó a nuestro país, con el más alto costo social de nuestra historia, en el
que se asesinó e hizo desaparecer a miles de chilenas y chilenos, se torturó a
decenas de miles de inocentes a todo lo ancho y largo del país y se obligó a
exiliarse a miles de familias chilenas, no haya sido considerado como punto de
programa de ninguna candidatura.
2.-
Este silencio de la clase política chilena, al que también se suman los nuevos
movimientos políticos, nos parece lamentable y demuestra la tendencia gruesa de
los partidos políticos en orden a ignorar nuestro pasado histórico y con ello
perpetuar la impunidad de los criminales de lesa humanidad, reafirmando los
compromisos tomados con Pinochet al inicio de la “transición”.
3.-
Nosotros, Expp, fuimos, somos y seremos luchadores sociales. Nosotros estuvimos
junto al compañero Presidente Salvador Allende Gossens, figura señera que
encarnó lo mejor de nuestro pueblo en su lucha por una sociedad mejor, libre
del dominio de las transnacionales, del latifundio y de los monopolios, con una
justa distribución de la riqueza y con la participación de cada chileno en la
construcción de un futuro digno para las nuevas generaciones. Esto lo llevó a
entregar su vida y transformarse en figura mundial del progreso, de la dignidad
humana y de la consecuencia política. Junto con el presidente Allende todo el
pueblo allendista fue castigado, expulsado de sus trabajos, encarcelado,
torturado, exiliado o muerto en los campos de concentración de la dictadura
pinochetista.
4.-
Durante toda la lucha contra la dictadura el pueblo se movilizó en sucesivas 26
protestas nacionales que desmoronaron la fuerza política del dictador y lo
obligaron a negociar. No fue solo una raya con un lápiz en un papel lo que
derrotó al dictador, como pretende caricaturizar Lagos la lucha del pueblo
chileno.
5.-
Pero durante la transición, que lleva casi 30 años, la Concertación gobernó a
espaldas del pueblo, todo fue negociado, fue la famosa política de los
acuerdos, que tanto reclama la derecha hoy día. A nosotros Expp se nos
despreció y se intentó borrar nuestra existencia, se nos negó nuestros derechos
consagrados en el Derecho Internacional Humanitario, que como bien lo dicen hoy
día las sentencias de la Corte Suprema “la responsabilidad del Estado por esta
clase de ilícitos siempre queda sujeta a las reglas de Derecho Internacional.”
6.-
Durante toda esta larga transición se nos exigió apoyar las candidaturas de la
Concertación, pues no podíamos arriesgar que la derecha reaccionaria retomara
el control del Estado. Fuimos su electorado cautivo, pero sin recibir nada a
cambio. Todavía hay algunos funcionarios públicos, en la propia Sub Secretaría
de Derechos Humanos, que se permiten decirnos que “qué más queremos, que se nos
ha dado tanto…” como si una tardía pensión vitalicia inferior al salario
mínimo, fuera una justa reparación por haber sido reconocidos como torturados o
más que suficiente por hacer la cola para recibir atención médica en los
servicios públicos debido a las secuelas de la tortura.
7.-
La Concertación en cada campaña nos prometió obtener la verdad, reparación,
justicia y castigo a los culpables. Pero después de 30 años, un centenar de
criminales cumple penas en Punta Peuco, cárcel especial con acceso a atención
médica privilegiada en el hospital militar, se les mantiene sus pensiones y
grados militares. Aún la fotografía del ex jefe de la DINA aparece en la
Academia Militar y una estatua del almirante Merino adorna el cuartel general
de la Marina en Valparaíso. Sabemos por confesión del general Cheyre, que los
recintos de tortura solo del ejército fueron más de 1.000 en todo el país. ¿Por
qué no se abrieron querellas criminales en contra de los genocidas como lo
exige el Derecho Internacional en cada centro de tortura? Aquí se radica y
consagra la impunidad negociada con Pinochet por Aylwin, Boeninger, Lagos y
otros.
8.-
Hoy día estamos ante una coyuntura electoral de tipo presidencial. Sabemos de
la partida que cualquiera de los dos candidatos no contará con mayoría en el
Congreso. Por tanto, para poder cumplir con su programa necesitará negociar de
modo transversal abriendo la puerta a la “cocina” tan afín a Zaldívar. Si
quiere recurrir a los poderes que la Constitución pinochetista aún le entrega
puede imponer una serie de medidas, que no precisan del acuerdo del congreso, y
que pueden ser de progreso social o de retroceso. He aquí el dilema. La
eventualidad de hacer recular las tibias y mal elaboradas reformas de la
Concertación y de aplicar otras como poner fin a CODELCO, privatizar el Litio,
mantener leyes como la de pesca que entrega el mar de Chile a 9 familias, dejar
en la impunidad al personal político responsable de la corrupción, aparecen
como muy probables.
9.-
Nosotros pertenecemos al movimiento social, estamos junto al pueblo mapuche en
sus reivindicaciones como pueblo originario, junto al movimiento No+AFP, junto
a la pesca artesanal, junto al pueblo de Freirina, de Aysén, de Magallanes,
contra la devastación ecológica de las salmoneras en Chiloé, con los
trabajadores de la salud que luchan contra la privatización del servicio
público, con los profesores y estudiantes que reclaman volver a una educación
laica, gratuita y de calidad.
10.-
No necesitamos entregar consigna de voto a nuestros compañeros, pues sabemos y
siempre hemos sabido donde está nuestro lugar en la lucha política y allí
estaremos una vez más, pues conocemos a los enemigos del pueblo: el capital
internacional que saquea nuestros recursos naturales con la complicidad del
empresariado chileno y la clase política chilena, los sueldos y pensiones
miserables que el empresariado y el Estado chileno entrega a los trabajadores,
la globalización que la clase dominante impuso en Chile bajo la forma de
monopolios, del consumismo y la mercantilización de los servicios públicos.
Mantendremos
nuestra lucha como grupo de presión en defensa y promoción de los DDHH, y en
contra de la impunidad.
UNExPP de
CHILE
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