“Chile. Trabajadores del gas se van a la huelga con un 97 % de aprobación para luchar”
Andrés Figueroa
Cornejo
Por
primera vez en los 161 años de existencia de Gasco que los empleados toman la
principal medida de fuerza con que cuentan los asalariados del mundo para
conquistar sus derechos. Por su parte, la empresa utiliza una batería de
prácticas antisindicales para atemorizar sin éxito a los trabajadores, entre
ellas, el despido masivo.
El
viernes 7 de diciembre, históricamente, un 97 % de las trabajadoras y trabajadores
de la principal empresa de gas que opera en Chile, Gasco GLP (Gas Licuado de
Petróleo), aprobó la huelga y rechazó la última oferta de la firma. Es primera
vez en los 161 años de vida de la compañía que los asalariados toman la
decisión de recurrir a la única herramienta con la que cuentan para mejorar su
magro salario y las condiciones laborales en las que se desempeñan, toda vez
que la oferta empresarial se limitó a la puesta al día de la inflación oficial
(0,7 %).
La
inflación o Índice de Precios al Consumidor (IPC) consiste en una encuesta que
realiza el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre la variación mensual
de precios de una canasta de productos y servicios. Sin embargo, en la realidad
el IPC no da cuenta del alza constante del costo de la vida, y menos se refleja
en el precio de los salarios. Esta es una de las causas por las cuales la
población chilena es la más endeudada y morosa de América Latina. Como al
trabajador no le alcanza para llegar a fin de mes, entonces se ve obligado a
endeudarse con el sistema financiero para adquirir los bienes de primera
necesidad, como la alimentación, el transporte, la salud, la vivienda y la
educación.
Siempre hay una primera vez
En
sus 161 años de existencia, el grupo Pérez-Cruz, propietario de Gasco GLP,
jamás había enfrentado una huelga, hoy resultado de la disconformidad y el
hartazgo de los empleados ante los bajos salarios. Si bien la firma es la
número uno en el rubro de la industria gasífera en el país andino, existe una
poderosa competencia que puede sacar dividendos del conflicto. Por otra parte,
Gasco GLP, según su propia contabilidad, obtuvo en el 2016 un EBITDA, o
utilidades que quedan “para el bolsillo”, de $ 8.348.000.000 de pesos (13
millones de dólares). Pero para los trabajadores, “no alcanza”.
El castigo empresarial sólo ha
fortalecido a los trabajadores
El
proceso de negociación entre el sindicato y Gasco GLP ha estado marcado por las
represalias en contra de los empleados. El mismo día en que el sindicato
celebró la asamblea para dar a conocer la última oferta ofrecida, la empresa
despidió a casi 30 trabajadores con el claro objetivo de amedrentar a los
socios de la organización. Fue así que el 6 de diciembre pasado, la gerencia de
Recursos Humanos de una de las reparticiones de la compañía, “llevó engañados a
una supuesta ‘reunión de trabajo’ a los funcionarios. Pero la ‘reunión de
trabajo’ no fue más que una trampa antisindical. Uno por uno los trabajadores,
que obtienen por su trabajo el sueldo mínimo (413 dólares), debieron encarar a
un irregular equipo empresarial, donde se les notificó en ese mismo instante
que estaban despedidos y que debían firmar el finiquito. Sin acordarlo
previamente, los empleados no firmaron nada y junto a la directiva sindical
acudieron a la Inspección del Trabajo a entablar una demanda colectiva en
contra de la empresa”. El personal despedido luego de cinco años de trabajo,
acusó a la firma de la vulneración de sus derechos mínimos, “de abuso de poder
y de atropello a la dignidad y respeto que nos merecemos como personas”. Una de
las trabajadoras resumió el hecho, indicando que “fuimos tratadas como un grupo
de corderitos camino al matadero”.
No
obstante, los socios del sindicato en vez de atemorizarse por la acción de la
empresa, cobraron más coraje y decisión de luchar por sus derechos. “Si la
empresa nos quería meter miedo con los despidos de los compañeros, le salió el
tiro por la culata. Ahora conocemos mejor con qué tipo de gente tratamos. Y
también sabemos cuánto más valor tiene nuestra condición humana y de
trabajadores comparado con su violencia y crueldad”, expresó uno de los
empleados con más de una década vendiendo su fuerza de trabajo a la gasífera.
Como
si fuera poco, y a modo de castigo, la firma no ha cancelado el sueldo de la
presidenta del sindicato, Solange Bustos, desde hace tres meses.
Con
estas conductas, la empresa no ha logrado más que acumular demandas legales por
prácticas antisindicales en los Tribunales del Trabajo.
De
todos modos, no resulta extraño el comportamiento de la compañía, toda vez que
el principal asesor legal de la empresa, el abogado Ricardo Canales Undurraga,
fue Subsecretario del Ministerio del Trabajo y Previsión Social entre 1983 -84,
en plena dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet. A confesión de parte,
relevo de pruebas.
Todo por ganar
La
votación de prácticamente el 100 % de los socios del sindicato a favor de la
huelga histórica en Gasco GLP, de acuerdo a la ley laboral chilena, debe ser
refrendada legalmente por la Dirección del Trabajo el 11 de diciembre. Si la
empresa no solicita “los buenos oficios” para ofrecer aumentos salariales y
mejores condiciones laborales al sindicato, los trabajadores pueden efectivizar
la huelga inmediatamente.
Contacto dirigentes: +56
9 7764 7045 / +56 9 4438 9828
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