“¿Quién
USA la dictadura en Honduras?”
El domingo 26 de noviembre pasado, quedará en la historia
hondureña como el “trágico” día donde los subalternos/despojados sacudieron electoral
y moralmente al Dictador y al Imperio norteamericano
Por Ollantay
Itzamná/ ALAI/ 3/12/17
Un
Dictador “democrático” ahogado en su soledad
Juan Orlando
Hernández (JOH), actualmente aún Presidente de Honduras, acuerpó el golpe de
Estado en 2009 (entonces era Diputado).
En
2012, ya como Presidente del Congreso de la República, destituyó a 4
magistrados (probos) de la Corte Suprema y los reemplazó con magistrados afines
a su partido político.
Estos
magistrados avalaron el fraude electoral, en 2012, y Juan Orlando Hernández se
hizo Presidente, con un control absoluto del Legislativo, Judicial y el
organismo electoral.
En
2016, la Corte Suprema de Justicia, en contra de lo dispuesto por la Constitución
Política, declaró “legal” las aspiraciones a la reelección presidencial de Juan
Orlando. La oposición y la población en resistencia exigían consulta popular
para dirimir dicho caso.
El
26 de noviembre pasado, luego de haber hecho campaña electoral por cuatro años
consecutivos con dineros del Estado, el Dictador fue derrotado en las urnas. Y,
para evitar lo inevitable “tomó de rehén” al Tribunal Supremo Electoral (TSE)
para que lo declare como ganador, en contra de los resultados de las actas
físicas (cuyas copias certificadas los tienen los partidos políticos).
Los
jóvenes que salieron a votar “correctamente” (como dicen ellos), ocuparon
simultáneamente las calles y plazas de las ciudades del país en protesta por el
fraude evidente. El Dictador respondió con tanques y ametralladoras, asesinando
ya a varios electores sublevados.
En
este contexto, la Unión Europea exige que TSE lea lo que dicen las actas
electorales, al igual que la decrépita Organización de Estados Americanos. Pero,
el Gobierno norteamericano, padrillo de esta Honduras en desastre, calla como
en 2009.
El
Imperio norteamericano es el padrillo de la Honduras actual
Luego
que los españoles e ingleses se marcharon de Hybueras (así se llamaba la actual
Honduras), en el siglo XIX. Los gobiernos norteamericanos ocuparon este pequeño
país como un hangar para sus tropas militares (tres inmensas bases militares),
con el argumento de “democratizar y desarrollar el país”.
Está
suficiente documentado que el golpe de Estado del 2009, en Honduras, fue
promovido y respaldado por el gobierno norteamericano.
Desde
aquel golpe, no sólo se sepultó la deficitaria institucionalidad/autoridad
estatal del país, sino que Honduras fue convertida en un narcoterritorio libre
por donde fluye la droga a los EE.UU., y recorren las armas pesadas con destino
a América Latina.
La
colonización, y la condición de colonialidad en este país ha calado hondo al
límite de corporizarse incluso en sus habitantes. De esa condición colonial se
confiaron el Dictador, su cohorte, y el Imperio norteamericano. Pero, el cuerpo
humano, mientras esté vivo, siempre sentirá dolor. Y, a mayor dolor, es
probable que la víctima reaccione con descontrol. Y, eso es justamente lo que
ocurre en Honduras. Ocurre, ocurrirá y se contagiará en toda Centroamérica procapitalista
corrupta, si los pueblos no dan un golpe de timón en la dirección de sus
destinos
En
Honduras termina el paraíso terrenal de la restauración del gran capital
La
mayoría de las dantescas desgracias que padece el digno pueblo hondureño,
producto de la colonización permanente, y de la sangrienta dictadura del
capital financiero, fue y es sistemáticamente escondida por los medios
corporativos masivos.
El
Imperio y sus medios de (des)información se esforzaron por mostrar a una
Honduras oficial “democrática”, “camino al desarrollo”, etc. Pero, fracasaron.
La verdad sobre Honduras se impone, ahora, en las pantallas de teléfono y de
las computadoras, desde las redes sociales.
Ahora,
los Estados Unidos no tienen nada bueno que ofrecer como ilusión a América
Latina y al mundo que sueña con superar al desastroso capitalismo.
La
región debe saber: O nos deshacemos del Imperio y de su sistema neocapitalista,
o toda América Latina nos convertimos en la Honduras actual. Un país, sin
Estado, sin derechos, sin gobierno, sin dinero, sin comida. Un país bajo una
dictadura sangrienta, convertida en marca mundial por los asesinatos.
En
Honduras se libra la batalla decisiva entre el Norte de la muerte y el Sur de
la Vida. Y por eso, todos y todas, debemos prestarle atención a este país
colonizado que desea existir.
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