“¿Por
qué el 10 de septiembre hay que marchar del cementerio al centro de Santiago?”
Andrés Figueroa
Cornejo
Es
preciso romper en el ámbito simbólico y de la consciencia de la propia
rebeldía, la exclusividad oligárquica de la política
1. Para quienes persiguen cambiar la vida y el actual orden de cosas, la memoria no puede monumentalizarse ni agotarse en una simple evocación nostálgica. Para las y los insumisos, la memoria es historicidad actualizada. Que no museo, que presente y futuro.
Por eso marchar desde el centro de Santiago de Chile hasta el cementerio general para conmemorar a las y los luchadores sociales que cayeron desde el 11 de septiembre de 1973 hasta hoy mismo, constituye una mera puesta en escena de lo que fue. Es un momento necesario, pero insuficiente.
(Y
quienes cayeron por la libertad desde el 11 de septiembre de 1973 hasta ahora
mismo, son reflejo disruptivo de los que cayeron mucho antes, en los pliegues
relampagueantes de la historia de los pueblos en lucha. La desobediencia de los
oprimidos es un resultado histórico, movimiento real en alza, momentos
cruciales y rompientes de la normalidad sistémica. Ensayos del porvenir.)
2. Los
ritos son tan importantes que es preciso modificarlos según el aquí y el ahora.
En cambio, marchar desde el cementerio general hasta el centro de Santiago,
esto es, desde la memoria hasta el lugar donde simbólicamente se condensa “lo
público”, “lo de todos”, es un ejercicio que sí completa el circuito con
sentido de la voluntad transformadora, tanto de los que cayeron y que con
nosotros van, como de los que enfrentan las actuales opresiones con el objetivo
de superarlas. De lo contrario, la marcha habitual al cementerio general se
vuelve un simple espectáculo de repertorio inofensivo. El espectáculo de la
caminata del derrotado. El fetiche anti-histórico de la fatalidad quieta, fija.
La reiteración incesante de la muerte. Pura impotencia.
Pero
los pueblos no van tras la muerte. Son en latencia la promesa de la nueva vida
o de la vida por fin socializada.
¿Dónde
quiere la oligarquía chilena a la disidencia social más resuelta? En el
cementerio. ¿Y cuál es su terror callado o explícito? Que los plebeyos, los
humillados y ofendidos, se hagan del poder político y terminen con su dictadura
centenaria. El amo sólo tiene sentido cuando existe el esclavo. Ante la
liberación del esclavo, se desmorona la condición del amo. Asimismo, el amo, en
medio de su derrumbe, por fin comprenderá que ya liberado el esclavo, el mismo
amo se libera. En ese momento “no se da vuelta la tortilla” (lo que equivaldría
a mantener las mismas relaciones de poder con los sujetos invertidos nada más).
La emancipación del esclavo asalariado o sometido al gran capital, jamás puede
ser un acto de venganza. Tiene que ser un proceso libertario de todo el género
humano. Libre el esclavo, entonces el amo se disuelve en la angustia de su
propia libertad desnuda.
3. La
lucha histórica entre opresores y oprimidos se ofrece sobre todo en el campo
simbólico y cultural, de acuerdo a las relaciones de fuerza concretas y
específicas que trazan la actual fase de dominación en Chile. Las y los
oprimidos, las y los comunes, a diferencia de los opresores, bajo las
relaciones sociales capitalistas, no pueden alcanzar el poder desde la
hegemonía de su propio desenvolvimiento económico hasta llegar a destronar
paulatinamente a la minoría mandante, sino que sólo puede realizarse desde la
consciencia práctica de su devenir emancipatorio. Por eso la creación de
estrategias populares en contra de las sofisticadas relaciones de alienación y
de disciplinamiento social está a la orden del día. Y los fenómenos ligados a
la alienación y al disciplinamiento social no se limitan únicamente a la
población en general. Lo realmente grave es que se reproducen entre quienes se
autodenominan desde progresistas hasta revolucionarios. Por ejemplo, el
patriarcado, el autoritarismo, formas solapadas o abiertas de racismo y
discriminación, se practican ampliamente entre las izquierdas institucionales y
no institucionales. En consecuencia, el combate cotidiano en contra de la
alienación individual y social debe enfrentarse antes que en ningún otro sitio,
en los activos organizados que persiguen la superación de dominio del capital,
la explotación y súper-explotación humana y la destrucción suicida de la
biodiversidad. También los sujetos rebeldes deben llegar a ser libres. La
humanidad colonizada multidimensionalmente por la ideología del capital no
puede contener en sí misma las huellas de una civilización nueva.
4. Aunque
parezca apenas un gesto, marchar desde el cementerio hasta el centro de
Santiago, en realidad es una de las tantas formas de ir saboteando lo
establecido desde y por los pocos de arriba. Esos pocos, ya lo sabemos, nos
quieren lo más lejos posible del sitio que resume lo público y lo político. El
Estado capitalista chileno, uno de los más hábiles del continente, únicamente
quiere clientes, consumidores, usuarios, y operadores funcionales a sus
intereses. No es ningún problema para el régimen prevalente que la minoría
activa de vez en cuando espectacularice su calendario de derrotas, la cual, a
su vez, se corresponde al calendario de las victorias del opresor.
Por eso el 11 de septiembre (este año, el domingo 10 de septiembre) hay que marchar de la memoria al poder, del cementerio al centro cívico de Santiago. No por capricho ni irrespeto. Sino que para ir rompiendo en el ámbito simbólico y de la consciencia de la propia rebeldía, la exclusividad oligárquica de la política.
Por eso el 11 de septiembre (este año, el domingo 10 de septiembre) hay que marchar de la memoria al poder, del cementerio al centro cívico de Santiago. No por capricho ni irrespeto. Sino que para ir rompiendo en el ámbito simbólico y de la consciencia de la propia rebeldía, la exclusividad oligárquica de la política.
Por
los derechos sociales y populares de las y los trabajadores asalariados y de
los auto-explotados; de las mujeres, de los indígenas, de los migrantes, de la
disidencia sexual, de los jóvenes sin porvenir y de los viejos-jóvenes, de los
empobrecidos, de los ambientalistas, de los colectivos de DDHH, de los
intelectuales que producen conocimientos desde los intereses de los de abajo,
de los adoloridos, enfermos y esperanzados, de los cristianos de la opción por
los pobres, de los desesperados y de los felices en la alegría desafiante de
toda la vida que nos queda por imaginar y crear.
@PeriodistaFigue
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A 44 AÑOS DEL 11 DE
SEPTIEMBRE
TERCERA
MARCHA AL REVÉS:
¡DESDE LA MEMORIA AL PODER!
DOMINGO 10 DE
SEPTIEMBRE DE 2017
Memoria –
Organización – Victoria
PORQUE
LOS SUEÑOS Y LA LUCHA DE LOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS SIGUEN EN PIE…
Nos
juntaremos desde las 10 horas en el Patio 29 (frente a la tumba de Miguel
Enríquez), para marchar luego hacia La Moneda; hacia las “Anchas Alamedas”
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