Traducción
de “Here's
the first detailed look at the world's largest free trade deal”
En Global
Post
Noviembre 5, 2015
El texto de la
Asociación Trans-Pacífico (TPP) fue dado a conocer éste jueves (5 de noviembre),
ofreciendo la primera mirada detallada al más grande acuerdo de libre comercio del
mundo, el esfuerzo más ambicioso realizado en años para romper con las barreras
al comercio.
Nueva
Zelandia, que ha firmado el acuerdo, pone el contenido del acuerdo en su sitio
web, indicando que ahora éste "pasaría a ser sometido a revisión
legal".
Muchos
grupos detractores han atacado el hecho de que el acuerdo de 12 naciones fue
negociado bajo un excesivo secreto, mientras que los críticos también han hecho
ver que los gobiernos firmantes fueron forzados a aprobar el inmodificable ‘acuerdo’
en una votación de todo-o-nada.
El
acuerdo debe ser firmado y ratificado por los respectivos países y muchos
pueden enfrentar arduas batallas en su aprobación, en un tema no menor para Estados
Unidos, en donde se trata de convencer a un escéptico congreso.
El
Ministro de Comercio e Inversiones de Australia, Andrew Robb, celebró la
liberación del texto completo del acuerdo, subrayando que al final de las
negociaciones los miembros TPP habían acordado liberar detalles tan pronto como
fuera posible.
"La
liberación de hoy honra ese compromiso y proporciona al público australiano la
oportunidad de examinar el texto y comprender más cabalmente todas las áreas de
la negociación que son de interés para ellos", dijo en una declaración en
línea.
Analistas
y activistas se están asegurando de estudiar a fondo el voluminoso documento,
ansiosos por tamizar sus 30 capítulos.
Los
delegados de la docena de naciones de la cuenca del Pacífico finalmente lograron
llegar a un acuerdo en Estados Unidos el mes pasado, cinco años después que las
conversaciones lideradas por Washington dieran comienzo.
Abarcando
aproximadamente las dos quintas partes de la economía mundial, el arduamente conquistado
acuerdo apunta a establecer las normas para el comercio y la inversión del
siglo XXI y presiona a China, que no forma parte del mismo, para que ajuste su
comportamiento en el comercio, la inversión y la regulación de sus negocios a los
estándares del TPP.
En
virtud del acuerdo, la mayoría de los aranceles se eliminaron o recortaron,
sobre todo los relacionados con las carnes, los productos lácteos, el vino, el azúcar,
el arroz, la horticultura y los mariscos, así como en lo tocante a los
productos manufacturados, los recursos y la energía.
Una Fuerte Resistencia
Los
implicados en éste acuerdo son Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón,
Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam.
Los
Estados Unidos y Japón fueron los dos mayores economías involucradas, pero ambos
parecieron por largo tiempo incapaces de encontrar un terreno común sobre importantes
cuestiones, incluyendo el acceso del sector automático y los enormes aranceles
agrícolas de Japón.
Tras
el anuncio de octubre, los miembros asiáticos rápidamente siguieron al presidente
estadounidense, Barack Obama, al declarar éste el acuerdo como una victoria,
aun cuando la mayoría de las naciones se vieron obligadas a hacer concesiones
sobre cuestiones claves.
"Es
la apertura de un nuevo siglo para la región del Asia-Pacífico", dijo en
su momento el Primer Ministro japonés Shinzo Abe, saludando la aparición de una
"zona económica formidable".
Sin
embargo, el proyecto se ha enfrentado a una fuerte resistencia por parte de algunos
grupos de agricultores, especialmente en el Japón, que están preocupados porque
el acuerdo les impida competir contra rivales extranjeros más baratos.
En
Ottawa, los granjeros lecheros condujeron tractores con algunas vacas y bloquearon
con ellas las calles que conducen al Parlamento de Canadá para protestar contra
la posible apertura del mercado interno de la leche a las importaciones
realizadas en el marco del TPP.
El
acuerdo también aborda nuevos temas como el comercio y la propiedad intelectual
de los datos que no hayan sido cubiertos en pactos comerciales multilaterales
del pasado.
El
TPP, asimismo, establece mecanismos para manejar las controversias entre los inversionistas
extranjeros y los gobiernos; obliga a estos últimos a no discriminar entre sus
propias empresas estatales y las de los inversores extranjeros en lo tocante a
grandes contratos; e insta a países como Vietnam, México y Malasia a mejorar
las normas laborales.
Sus
partidarios, dicen que tales mecanismos protegen a los inversionistas que temen
que las leyes locales, tales como los reglamentos de salud y de seguridad,
puedan violar un acuerdo comercial y amenacen sus inversiones.
No
obstante, sus oponentes señalan que, en lugar de ello, el acuerdo permite a los
intereses comerciales forzar a los gobiernos para que cambien las leyes a
instancias de los capitales privados.
Equipo Internacional –CAD CHILE
Noviembre 7 de 2015
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