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martes, 17 de noviembre de 2015

EN LA ESPIRAL DEL TERRORISMO IMPERIALISTA LOS DE ABAJO TENEMOS TODAS LAS DE PERDER


AL–QAEDA, ISIS, NO HAY EFECTO SIN CAUSA
Que nada nace de la nada

Por Olivier Herrera Marín


Como presidente de POETAP (Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía) lo primero son nuestras condolencias y solidaridad con las familias de las víctimas, que todos somos París, y se me nubla la vista y me faltan palabras para condenar con la máxima energía el atentado criminal perpetrado contra el pueblo de París por los zombis descerebrados del mal llamado estado islámico. Las elites financieras y gobernantes ponen todas las trampas, las armas y las guerras, y los pueblos, ponen el trabajo y las víctimas colaterales. No hay efecto sin causa, que la materia ni se crea ni se destruye solo se transforma, nos dijo Antoine Lavoisier. Y si en los tiempos de Nerón, Caracalla y Calígula todos los caminos del terror conducían a Roma. En los tiempos de Reagan, Bush (padre e hijo) y Obama todos los hilos del terror conducen al Pentágono y al despacho oval de la Casa Blanca.

Desde el origen de los tiempos en la noche sin historia, la humanidad, ha avanzado paso a paso, cayendo, retrocediendo para reponerse y poder levantarse, y volver a avanzar en base al esfuerzo y sacrificio asumido por sus más humildes y preclaras inteligencias. Hemos  recorrido un largo y duro camino, regando los campos y las ciudades, los valles y las calles con la sangre más inocente. La historia de la humanidad, desde Abel y Caín hasta nuestros días, es la historia de la codicia, del saqueo de todas las riquezas, fuentes de energía y demás recursos naturales de la Tierra, es la historia del horror de las hambrunas y de la infamia, del terror de las guerras.   

No hay efectos sin causas, y en la espiral del terror, TODOS, y los de abajo, más que los de arriba, tenemos todas las de perder.

Son incontables las muertes del hambre, de las guerras justas y humanitarias, y de las guerras santas, de la vesánica locura de Al-Qaeda y de ISIS, y de sus atentados terroristas en New York y Madrid, en Bali y Beirut, en París y Moscú, en Siria e Irak… Los monstruos de la razón salidos de las madrasas de Arabia Saudita y Paquistán, de los campos de entrenamiento y los laboratorios de Frankenstein auspiciados y financiados por los petrodólares y los fondos reservados del Sheriff de la Aldea Global, han hecho realidad el adagio español, cría cuervos y te sacarán los ojos.

Es vergonzosa la hábil y espuria, útil manipulación-recuperación que hacen de todos los atentados criminales, algunos medios al servicio de Don Dinero. Nuestro estupor e indignación multiplica la rabia acumulada y contenida por todos los maniqueísmos y dogmas, los fanatismos delirantes y las provocaciones y guerras de los Dioses Cínicos y Enanos (presidentes, ministros y generales) ser-viles servidores de su Único Amo y Señor. Los humanos, hemos de mantener la lucidez y serenidad, la templanza necesaria para no dejarnos arrastrar al abismo infernal de una publicitada guerra de religiones, que no es tal, pues si así fuera, los días de EU y USA estarían contados, que no existe ni habrá fortaleza ni guarida donde se puedan esconder y protegerse los 2,1 mil millones de cristianos de los 1,3 mil millones de musulmanes.

Hoy, la población de la tierra asciende a 7.200. 000 .000 habitantes, la mitad de ellos cristianos y musulmanes. Es evidente que por encima de todas las diferencias económicas y políticas, de los credos religiosos y tribus partidistas, nos hemos de unir, SI o SI, en cuanto nos une y es esencial, el espíritu y la cultura de la tolerancia, del respeto al diferente que nos complementa, enriquece y humaniza y la defensa común de la Tierra y el agua limpia, esa y no otra, ha de ser la visión y la prioridad absoluta de los cristianos y los musulmanes, de los 1,2 mil millones de ateos, agnósticos y sin religión, de los 870 millones de hinduistas y los 379 millones de budistas sin poder ignorar (bajo ningún concepto) a los 15,1 millones de judíos, el 0,2 % de la población mundial por su desmedida relevancia científica, y poder económico, político y militar.

Por encima de los rabinos, clérigos y sumos sacerdotes, de todos los dioses y reyes, presidentes y generales, de sus armas y ejércitos, todos los humanos sujetos de derechos, nos levantamos y tomamos la palabra para avanzar unidos codo a codo, mano a mano por las sendas y las calles, los bulevares, los paseos y las amplias alamedas de París y de todos y cada uno de los pueblos y las ciudades donde eclosione El Huevo de la Serpiente, haciéndoles frente decidida y pacíficamente a todos los terrorismos del Neocon y el Yihadista al Neonazi y Neofascista, desde los crótalos del desierto de Nevada y los áspid de la península Arábiga a los eternos templarios y los nuevos cruzados. Ellos, los invictos maestros del terrorismo global, tienen los fondos de reptiles, tienen la pistola, la espada vengadora y el poder de desencadenar todas las Tormentas del Desierto, tienen el petróleo y las televisiones, los drones y los misiles inteligentes, y tienen sus monstruos y coartadas, nosotros tenemos la cultura del aceite de oliva, de las sandias y de las habas, de las palmeras y los dátiles, tenemos la dignidad de toda la gente laboriosa, noble y sencilla de la Tierra, tenemos los Jardines Colgantes y la poesía de la media luna, ellos están desnudos, pasmados y mudos de espanto, nosotros les ganaremos la Paz y la Libertad, el Amor y la Vida al tener la decencia y la palabra.

En los años 1971/2 viví en la zona de los atentados y conocí bien la composición social de sus residentes y los asiduos de Bataclan, latinos, magrebís, estudiantes y el pueblo llano de París.

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