Traducción
de: “ISIS’ Financial Sources”
Por Vladimir Odintsov
Información
recientemente publicada por (el periódico) The
Independent ha revelado que el grupo terrorista Emirato Islámico (EI,
conocido en inglés como ISIS –nota del CAD), el cual opera en Irak y Siria,
recibe sustanciales fondos a través de un “sofisticado sistema de lavado de
dinero". Estos fondos son parcialmente generados por turbias transacciones
realizadas en el sur del Reino Unido, con servicios bancarios vía telefónica,
así como por la exportación de automóviles desde Inglaterra a África.
El 16 de octubre
de este año, el Financial Times contó
al mundo acerca de sus investigaciones sobre las fuentes financieras del EI,
señalando que a más de un año y de 10,5 mil ataques aéreos desde el comienzo de
la campaña antiterrorista occidental, el resultado ha sido el completo fracaso
de los esfuerzos de EE.UU. por socavar los ingresos financieros del grupo
terrorista.
Existen muchos y diversos
testimonios acerca de los medios de financiamiento del EI. Según los expertos,
a pesar del hecho de que éste se posiciona como una organización política y
religiosa, de hecho, funciona como una organización criminal y sus principales
fuentes de ingresos comprenden tributos, contrabando, venta ilegal de petróleo
y otros tipos de delitos. Como otras vías de obtención de ingresos, se menciona
que en Irak y Siria la organización recurre a robos de bancos, secuestros y la extorsión
tras la toma de rehenes.
En particular, en
junio de 2014, pistoleros del EI robaron una sucursal del Banco Central de Iraq
en Mosul, embolsándose, según diversas estimaciones, una suma que oscila entre los
$900 millones a los $2 mil millones de dólares. La semana pasada, en Mosul,
pistoleros también del EI capturaron una sucursal del banco Al-Rafidin y, de
acuerdo a testigos, se escabulleron en tres camiones llenos de dinero (la
cantidad exacta de lo robado se desconoce, aunque según algunas estimaciones
los EI se hicieron de varias decenas de millones de dólares de dicha sucursal).
Además, el EI recibe fondos de inversionistas privados de los países del Golfo
Pérsico, en particular de Arabia Saudita y Kuwait, quienes apoyan la lucha
contra el régimen de Bashar Assad (el presidente de Siria –nota del CAD). Esta
ayuda se canaliza a través de organizaciones islámicas de beneficencia,
principalmente de Qatar, Kuwait y Arabia Saudita.
Así, un miembro de los Majlis de Irán (parlamento), Mohammad Saleh Jokar, afirma que el EI ha recibido asistencia financiera, incluyendo la de Arabia Saudita, por unos US$ 4 mil millones para llevar a cabo actividades terroristas en Irak. Ahora, según las estimaciones de algunos especialistas, el presupuesto de la organización podría llegar a los US$ 7 mil millones, lo que hasta hace poco permitía a la organización terrorista reclutar activamente mercenarios para sus filas y para financiar diversas campañas de propaganda.
Así, un miembro de los Majlis de Irán (parlamento), Mohammad Saleh Jokar, afirma que el EI ha recibido asistencia financiera, incluyendo la de Arabia Saudita, por unos US$ 4 mil millones para llevar a cabo actividades terroristas en Irak. Ahora, según las estimaciones de algunos especialistas, el presupuesto de la organización podría llegar a los US$ 7 mil millones, lo que hasta hace poco permitía a la organización terrorista reclutar activamente mercenarios para sus filas y para financiar diversas campañas de propaganda.
El 18 de febrero
de 2015, Mohammed al-Hakim, el representante de Irak ante las Naciones Unidas,
dijo que el "Emirato Islámico" ha estado asesinando gente para vender
sus órganos. Según él, en las fosas comunes de las víctimas del EI han sido
encontrados cuerpos de personas con signos de cirugía. En ellos, no se
encontraron riñones y otros órganos internos.
Asimismo, el EI obtiene
ganancias derivadas del tráfico de drogas. Según Viktor Ivanov, el jefe del
Servicio Federal de Fiscalización de Drogas de Rusia, el ingreso anual del EI
derivado del traslado de la heroína de Afganistán hacia Europa supera los US$ 1.000
millones.
Sin embargo, la
mayoría de los expertos se inclina ahora por asumir que la principal fuente de
ingresos del EI es el contrabando de petróleo y de productos derivados
provenientes de los ocupados campos petroleros y refinerías, a través intermediarios
turcos, kurdos y jordanos. Tales mercancías son vendidas a un costo 2-3 veces más
bajo que el precio que tienen en el mercado mundial. Cada día, el EI recibe
3-3,5 millones de dólares en sus cuentas. Su negocio petrolero se estableció
como una "Corporación Petrolera Nacional". Inclusive, los beligerantes
rebeldes sirios no desprecian la compra de los productos del EI.
Aunque los
militares estadounidenses siguen informando sobre más y más incursiones y
ataques a objetivos del EI en Irak y Siria, en los hechos, no ha habido ningún
resultado grave derivado de estos bombardeos; las ganancias petroleras del EI apenas
han sido afectadas y ahora están alcanzando los 500 millones de dólares al año
(o 30-40 barriles por día). Este solo hecho es un impresionante signo del
fracaso de la lucha encabezada por EE.UU. en contra del EI, porque no existen daños
serios a las fuentes financieras de los terroristas de las cuales hablar.
Contra el telón
de fondo de los insignificantes daños causados por los ataques aéreos de EE.UU.
contra el EI, el grupo terrorista se ha adaptado ágilmente, delegando el
proceso de refinación a cientos de empresas artesanales y restableciendo rápidamente
las pocas pérdidas ocasionadas por las actividades de la coalición liderada por
EE.UU.
Las ineficaces medidas
tomadas por Washington para terminar con las exportaciones de petróleo del EI fuera
del área controlada por el grupo terrorista, no han traído ningún resultado
significativo: el año pasado, el EI siguió vendiendo petróleo no sólo a través
de Turquía, sino que comenzó a hacerlo utilizando los corruptos canales de las autoridades
de Kiev en el puerto de Odessa, así como a través de numerosos intermediarios
en la región.
Además, el EI ha
fortalecido su posición financiera mediante la satisfacción de las necesidades
del "mercado doméstico", ya que su producción de combustible diesel no
sólo es requerida por la población civil de Irak y Siria, sino también entre
los grupos rebeldes de la región septentrional de la República Árabe Siria (RAS),
incluyendo aquellos formalmente opuestos al EI. Los lugareños se sumaron activamente
a este proceso, incluso aquellos que no están directamente relacionados con el
EI. En vista de estas circunstancias, el flujo de trabajo, la logística, el marketing
y la gestión operacional se encuentran bien establecidos. En particular, la
magnitud de este "negocio" es ilustrada por lo siguiente: en los
mayores depósitos de la provincia siria de Omar al-Hasakah, hay una fila de
camiones permanente de 6 km de largo.
El negocio del petróleo
del EI emplea profesionales no sólo dentro de la región, sino también más allá,
ofreciendo un salario competitivo. El Amniyat (el Consejo de Seguridad del EI)
proporciona un estricto control sobre las torres de perforación y la
distribución de los productos; el sector petrolero, en su conjunto, se encuentra
a la par con otras actividades claves del grupo terrorista, así como bajo la
jurisdicción directa del "Consejo Supremo".
La falta de acciones
radicales y de medidas por el oeste, cualesquiera que ellas fueren, y sobre
todo de un frenazo de Estados Unidos al “negocio” petrolero a través de
Turquía, Ucrania y otros estados de la región del Medio Oriente, en cierta
medida, puede explicarse por varios factores. Primero que todo, el hecho de que
a la organización terrorista le fueran "subvencionados” (dumping)
importantes volúmenes del crudo durante el pasado año en el mercado externo
está en línea con los intereses de la Casa Blanca para utilizar esta
"herramienta" para infligir pérdidas financieras, en primer lugar, a
Rusia, cuyo aumento del presupuesto nacional depende en gran medida de los
precios mundiales del petróleo. Por lo tanto, existen pocas dudas de que tales “negocios”
del grupo terrorista no estén coordinados desde Washington, al igual que las
actividades subversivas de al-Qaeda contra la Unión Soviética en Afganistán,
las cuales fueron previamente coordinadas también desde allí.
Contra el telón
de fondo de la retórica de la Casa Blanca en los medios occidentales, acerca de
su lucha contra el terrorismo internacional, la evidencia del activo apoyo
tácito de Washington al EI es también el hecho de que no existen sanciones
impuestas por los Estados Unidos contra los países e instituciones que apoyan al
EI.
Bajo éstas
circunstancias, la ayuda solicitada a Rusia por el gobierno legítimo de Siria para
el despliegue de la Fuerza Aeroespacial de las Fuerzas Armadas de la Federación
de Rusia, que golpea no sólo los objetivos militares, sino que también la
infraestructura financiera del EI, es ciertamente importante en la lucha
internacional contra estos grupos terroristas.
Vladimir
Odintsov, comentarista político, exclusivamente
para la revista "New Eastern Outlook"
Equipo Internacional –CAD CHILE
Noviembre 12 de 2015
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