La Nueva Mayoría prometió
aportar 20 nuevos hospitales al país en sus 4 años de mandato. Hasta el
momento, sólo se atisban 14 de estos y se posterga el mejoramiento de varios de
ellos. El gobierno debe entender que ésta es una necesidad vital para nuestra
población
Durante la última campaña presidencial, el programa de la candidata de
la reciclada Concertación –ahora Nueva Mayoría-, la doctora Bachelet,
consultaba un plan de salud 2014-2018 en que se consideraba “la construcción de
20 nuevos hospitales, dejar en construcción otros 20 y avanzar, tanto en los
estudios técnicos de arquitectura e ingeniería, como en la licitación de obras
civiles de otros 20.” (Página 86)
Al día siguiente
del discurso presidencial del 21 de mayo pasado,
la ministra de salud, Carmen Castillo, aseveró que pese a los retrasos habría
27 nuevos hospitales hacia 2018. De entrada y en un mentís al famoso
programita de la Nueva Mayoría (NM), señaló que sólo serían 14 y no 20 los
hospitales nuevos al finalizar el período del actual gobierno, aunque para
adornar la cosa, prometió que 13 establecimientos serían remodelados; o sea,
ahí estaban los 27 hospitales “nuevos” a 2018, pero donde la mitad era pura
pintura y algo de césped.
A esas alturas, se
supo que definitivamente no se construirían –o reconstruirían- los
hospitales de Alto Hospicio, Ovalle, San Antonio, Casablanca, Angol, Padre Las
Casas, Quellón y el CDT de La Serena. No obstante, con
el transcurrir de los meses se fue conociendo que tampoco se haría nada por
completar las mejoras de los hospitales de Quillota, en la región de
Valparaíso, y en el hospital Las Higueras, en Talcahuano.
Estos últimos
incumplimientos del plan original de mejoramiento de los establecimientos, han
llevado a crecientes protestas sociales y de los mismos funcionarios, tanto en la V región, como
en la VIII.
En
la negociación de los montos para 2016, el Minsal pidió un reajuste en torno a
un 12% del presupuesto aprobado para 2015. Sin embargo, hacienda propuso, en el
proyecto de ley que se aprobó en el corrupto congreso, un 5,2%. Obviamente esta
brecha obligó a la cartera a reacomodar su plan de inversiones y achicar sus
promesas, algo que deja abierta la puerta al reimpulso de las concesiones
hospitalarias.
Conclusiones
En
éste ámbito, de la salud pública, el que afecta de una u otra manera al 82% de la
población, digamos que también guateó la NM, alejándose más aún del programa que
enarbolaran con tanto ahínco hace un par de años.
Y
afirmamos aquello, pues no han sido capaces de salir del círculo vicioso de su propia
profecía de ‘crisis económica’. No han sido lo suficientemente sinceros como para
decir que su reforma tributaria es un fiasco, que no alcanza ni para pagar los
sueldos de los personeros de gobierno y menos para mejorar la infraestructura y
la calidad de la atención ofrecida por los hospitales de la red pública de
salud.
Por
supuesto que estamos por alentar la movilización política y social en pos de la
demanda por más y mejores hospitales, pues ello es una necesidad vital para nuestra
población; un imperativo que no puede dilatarse más.
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
Colectivo Acción Directa – CHILE
Noviembre 8 de 2015
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