“Como
amo la libertad tengo sentimientos nobles y liberales; y si suelo ser severo,
es solamente con aquellos que pretenden destruirnos.”
- Simón Bolívar
En Venezuela, hace rato que los reaccionarios
opositores al proceso de Socialismo del siglo XXI o Revolución Bolivariana,
impulsado por las fuerzas político-populares hoy en el gobierno, realizan una
labor de zapa y desgaste político, económico y social en contra del mismo, sin
importarles el daño que generan en amplios sectores del pueblo venezolano. Para
los fines de esta retrograda misión, cuentan con el apoyo logístico y
propagandístico de EE.UU. y de algunas potencias europeas, además de los
gobiernos de derecha y otros oportunistas de América Latina.
Inscritos entre
estos últimos y a dos semanas de unas importantes elecciones parlamentarias en
las tierras del Libertador Bolívar –del
6 de diciembre-, el gobierno de la inefable e inconsistente Nueva Mayoría
(NM) se ha prestado para un burdo montaje en contra de decisiones soberanas de
la justicia venezolana y, de paso, cooperar con la arremetida local de los
lacayos del imperio que añoran volver al poder del que usufructuaron por varias
décadas.
Desde febrero
del año pasado, la entente antipopular venezolana desencadenó una serie asonadas
callejeras asentadas en sectores medios y altos, con el concurso de mercenarios
y lumpen, las cuales causaron la muerte de 43 personas y dejaron cientos de heridos
y daños materiales. En la escalada subversiva, que no ha terminado, la
oposición intenta resaltar los elementos negativos que afectan la formación,
pero que son los que ellos mismos manipulan o han deteriorado por omisión. Por
ejemplo, sigue en manos de privados la distribución nacional de alimentos y de
productos de primera necesidad, el comercio internacional, la banca, la
propiedad en las diversas áreas y niveles de la producción (y por ende,
detentan las posibilidades de la creación de trabajo y la absorción de la mano
de obra).
Instigando tales
delictuales hechos se encontraban el agente de la CIA Leopoldo López y el ex
alcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos. Fue por el primero que, en
septiembre pasado, ya el gobierno de la NM había metido su cuchara en la
situación interna venezolana y criticaba la sentencia de primera instancia para
el mediático ex alumno de Harvard. En concreto, el instigador de la violencia
derechista debería cumplir una sentencia de 13 años y nueve meses por su papel
en el plan conspirativo “La Salida”, que pretendía derrocar al Gobierno
constitucional del presidente Nicolás Maduro.
La metida de
narices chilensis en esta ocasión, tiene
su origen en una demanda que, como que no quiere la cosa, presentó un abogado estadounidense
“independiente”, John Londregan, y su esposa chilena María Villegas. Dichos
angustiados defensores de ‘gusanos’ presentaron un requerimiento a la justicia para
que esta oficiara a su símil venezolana para que emitiera un informe sobre
López. Cuento corto, se acogió el líbelo por la corte suprema, esta se lo
encargó al gobierno y la cancillería, muy oportunamente (como que vienen elecciones
parlamentarias en el país llanero), lo hizo
público éste miércoles 18 y se lo va a enviar a la servil OEA para que abunde
el lío.
Venezuela es un
Estado federal democrático, social, de derecho y de justicia, autónomo y
soberano, por lo que la insolente intromisión de los tres poderes del Estado de
Chile resulta, bajo todo punto de vista, un gesto de plena barbarie.
La NM intenta
desconocer, así, sin más, que el proceso de la Revolución Bolivariana llegó al
poder por medio de unas legítimas e incuestionables elecciones, en 1999, con
Hugo Chávez a la cabeza, y que desde entonces las fuerzas integrantes del Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV) han salvado sin problemas todos los procesos
de elección de representantes políticos. De hecho, en la última presidencial, a
la muerte de Chávez, en abril de 2013, Nicolás Maduro derrotó limpiamente al
agente de la CIA Henrique Capriles.
Antes de decir
nada la NM y la reacción local, los preocupados defensores de ese ‘López’ han dicho nunca ni una palabra por otro López, por
Oscar López Rivera, un independentista y patriota puertorriqueño, que lleva
33 años en cárceles de EEUU y al cual aún le restan ¡37 años más! Los únicos
preocupados por éste caso, como no, han sido Venezuela, Cuba, Bolivia,
Nicaragua y Ecuador; es decir, los gobiernos progresistas de Latinoamérica.
Otro
sí, podrían preocuparse por una chilena que fuera asesinada de
un balazo en la cabeza por las ‘guarismas’ mercenarias a las órdenes de López,
Capriles, Ceballos y otros ‘héroes’ de la reacción, Gisella
Rubilar, pero
nuestros preocupados politicastros anti-bolivarianos nunca se han acordado de
ella.
La
relación entre estos terroristas y la derecha chilena, a la que se suma parte
importante de la NM, nos trae a la memoria ese sabio refrán que dice: “Dime
con quién andas y te diré quién eres”.
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL
PENSAMIENTO!
Colectivo Acción Directa - CHILE
Noviembre 19 de 2015
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